Este mes he leído más o menos la cantidad habitual de libros pero en cambio he reseñado muy pocos y más que por ustedes, mis fieles lectores, me da rabia por mí, que me he quedado con unas ganas terribles de decir un montón de cosas de un montón de libros de un montón de escritores. Es por ello que este mes voy a extenderme demasiado pero en compensación les ofreceré una opinión algo más extensa de cada lectura.
"Stepanchikovo y sus moradores" de Fiodor Dostoievski fue mi primera lectura del mes. Dostoievski, nada menos -pensé entontes- qué buen comienzo. Este libro editado por El Aleph cuesta la friolera de 24 eurazos. Que sí, que tapa dura, que letra grande... qué estupenda edición. Que sí, pero no. 24 eurazos por 275 páginas por muy Dostoievski que sea a mí me parece mucho cobrar de dios. Me molestó tanto que he decidido no volver a leerme nada de estos señores (de El Aleph, no de Dosto) hasta el 2013. Y eso que lo cogí en la biblioteca, porque si lo llego a pagar el castigo es a perpetuidad. Porque no deja de ser una obra menor del escritor, es más, hasta donde yo sé resultó en su momento un fracaso que le obligó a dejar definitivamente lo que puede entenderse como “comedia”, que en el caso del ruso es una cosa un tanto sombría que no hace maldita la gracia. Me gustó con reservas, esto es: no creo que la olvide porque uno de los personajes protagonistas es de leyenda pero en general el reparto se pasa de surrealista. Eso sí, muy dinámica y entretenida aunque acabe repitiendo el mismo esquema en demasiados capítulos.
“Bajo este sol tremendo” de Carlos Busqued la reseñé hace muy poquito (aquí). Por no obligarles a enlazar les diré que me gustó bastante; disfruté como un enano con este cuento argentino para adultos.
Inmediatamente después la peor elección posible (precisamente por ir después): “El jardín de los cerezos” de Chéjov. Me da un poco de vergüenza confesar esto pero lo cierto es que no me gustó especialmente. Seguramente que digo una barbaridad por la parte de prestigio que acompaña la novela pero es lo que hay. Me quedo, de cabeza, con el teatro de Ibsen (luego hablamos de él). Esta obra de Chejóv me pareció muy farragosa, con demasiadas señalizaciones, interrupciones y con unas protagonistas bastante insoportables. Directamente insufribles.
Llegó el turno de un libro por el que sentía una gran curiosidad: "El trepanador de cerebros" de Sara Mesa. No recuerdo en qué momento sentí su llamada ni de dónde vino pero el caso es que me puse a ello en cuanto tuve oportunidad. Todo fue muy bien durante bastante rato: una premisa relativamente interesante y unos personajes que había que ver que tal lo hacían. Lo hicieron fatal, ya se lo adelanto. En un momento determinado parece que Sara Mesa no sepa qué hacer con ellos y se permite el lujo de desperdiciarlos. Al novio lo manda a casa de sus padres para que la protagonista pueda hacer lo que le plazca en su ausencia, que es básicamente nada. Mejor hubiera sido matarlo porque luego volvió y al poco se encontró con el mismo problema que resolvió (estoy casi seguro, me falla la memoria) de idéntica manera. Era como caminar en círculos, con gente que vivía con enanos que vendían su alma en ebay, niñas abandonadas y ladrones de hipermercado y que a pesar de ello no evolucionaban en modo alguno y eran lo mismito al principio que al final y así es como me di cuenta que en realidad esto eran varios cuentos compartiendo línea temporal y personajes. Decepción, pues, al final.
"De vidas ajenas". Emmanuel Carrère me había demostrado en “El adversario” que era un digno escritor y que había sabido escribir una historia genial del modo perfecto. Gran novela “El adversario”. “De vidas ajenas” vuelve a demostrar que Carrère no es un buen narrador por casualidad (también es verdad que repite método): se cuenta la historia de otros basada en hechos reales y escribiendo bonito sin parar. Lo malo es que esta es mucho menos interesante que la anteriormente citada y tiene un final bastante decepcionante porque el momento grande de la historia se vive en la mitad del libro y el resto es mirar cómo se desinfla el globo. Cuenta además con varios focos de atención y resulta difícil saber a dónde mirar: la historia arranca con el tsunami en Sri Lanka, pasa a la vida de la cuñada del protagonista que se está muriendo de cáncer y acaba contando la historia de un amigo (de ella) juez con un elevado sentido de la justicia. Lo malo, ya digo, el final o mejor dicho, los finales: en Sri Lanka no pasa nada digno de mención (más allá de lo por todos sabido, entiéndanme); la cuñada se muere, como era de esperar y el final del juez no se lo cuento para no destripárselo pero ya les adelanto que carece de interés. Carrère también se las arregla, tal como hace en “El adversario”, para recordarnos que tiene otras novelas también muy buenas y que si queremos las leamos para entenderle mejor los mecanismos de pensar. Qué morro. Si no me gustase tanto como escribe el siguiente lo iba a leer su padre.
Ibsen. “Espectros”. Magnífico. Me lo recomendó un amigo que lo había visto representado y le había gustado mucho. No es lo mejor (me sigo quedando con “El pato salvaje”) pero es altamente adictivo, como todas las que he leído de este señor (a excepción de “Solness, el constructor” que es un peñazo del diez). Merece una reseña mejor. Todo Ibsen la merece y seguramente la tenga, pero no hoy, no ahora. A “Helena o el mar de verano” sigo sin hacerle reseña por varios motivos. El primero es que no me apetece y el segundo también. La novela está bien, a ver, es bonita, muy bien escrita y despierta en quienes han alcanzado cierta edad recuerdos de adolescencia muy parecidos a los que cuenta Ayesta porque antes el pasado de todos era más o menos el mismo. El problema es que no se presta a ser comentado. Con esto lo digo todo. Si he de ponerle un “pero” que sea por el tramo final demasiado baboso. Yo sólo pensaba en el pobrecito protagonista, con lo mucho que debía estar sufriendo con una eterna erección fruto de la crueldad del escritor que no lo quitaba de besos y caricias y lo ponía a mojar un ratico con su amada.
Ahora dos muy rápidas, para compensar: "Una novela francesa" de Frédéric Beigbeder (aquí) y "La mano invisible" de Isaac Rosa (aquí). Ya está. Lo siento, es que ya hablé mucho de ellas y estoy un poco harto.
"Criaturas abisales" de Marina Perezagua lo leí porque Jordi Corominas dijo que le había gustado. A Jordi le miento; le digo que sí pero no siempre le hago caso porque a veces lee cosas de guerra y yo no soy de leer cosas de matar por obligación pero en esta ocasión tuve un pálpito y me lo leí previa desiderata (que no se diga que no pongo de mi parte en levantar el país). ¿Y saben que me ha gustado? Tiene gracia porque son relatos y la escritora es española y joven aunque afincada en el extranjero (será por ello). Relatitos cortos de ficción, algunos un poquito guarros con lenguas desatadas y amantes octogenarios. A mí esto último no me pone pero a quién sí y por eso lo resalto. Yo ya sé que de aquí a seis meses (que digo seis, tres!) no me voy a acordar nada más que del primero (el más cochino, claro) pero lo que no voy a olvidar es que lo pasé bien, disfruté con buenas historias y con una narradora como las de toda la vida de dios. A esta hay que seguirle la pista sí o sí.
Más o menos por aquí lo intenté con "Un día que me esperaba a mí mismo" de Miguel Angel Ortiz Albero y no funcionó. Lo dejé, lo dije (aquí) y el resto es historia [de terror].
Y llegó el momento más esperado del mes. “El mapa y el territorio” de Michel Houellebecq. No soy experto en Houellebecq porque hasta relativamente poco le tuve un poco de manía y apenas me leí un par de libros suyos pero más o menos sabía por dónde iban los tiros y lo que podía encontrarme. No fue así. La sobriedad de la primera parte de la novela me dejó estupefacto. Una historia sencilla y una narración excelente no por especial sino por sencilla; una prosa efectiva. El secreto del éxito del Houellebecq debe ser ese. Sin entrar en detalles: la primera parte muy bien, la mejor; la segunda, con la inclusión del propio Houellebecq en la historia, muy divertida, aunque sólo funciona por el interés mediático que despierta (que él sabe que despierta) el propio escritor. Es decir, que si esto lo escribe cualquier primerizo anónimo no vende un rábano. La tercera parte es el problema ya que me sacó completamente de la historia. No tengo la más remota idea de qué es lo que quiere decir con todo esto Houellebecq; supongo que no deja de ser una inmensa broma por lo que ya imagino que el premio que le han dado ha tenido que arrancarle una estrepitosa carcajada. Con esto no quiero decir que me parezca una mala novela. En absoluto. Me ha gustado, he disfrutado mucho y me lo leí en poco más de dos sentadas pero soy consciente de que lo hice por los motivos evidentes: por el juego escritor/protagonista, por esa aparente falta de reflexión sobre el arte moderno y por estar escrito con un estilo incuestionablemente correcto y efectista. Houellebecq es muy hábil. Quizá sí se mereciese el premio al fin y al cabo.
De “Diástole” de Emilio Bueso tengo una entrada escrita que publicaré en unos días. Sean pacientes, estén atentos y sabrá qué tal. En cambio de “Ultraviolencia” de Miguel Noguera no me apetece escribir. Lo cogí en la sección de comics de la biblioteca porque aunque no sea tal cosa sí incluye dibujitos y chistes gráficos que pudieran darlo a entender. La mayor parte es texto: pequeños microrrelatos que se sustentan sobre el mayor de los absurdos: la mente enferma de Miguel Noguera. En la introducción cuenta el escritor que en un momento dado tuvieron que decidir entre calidad y cantidad y que optaron por lo segundo. Se nota. El libro es una sucesión de pajas mentales unas más graciosas que otras que lo único que tienen en común es estar contadas con una prosa distendida, si es que tal cosa existe. Este libro está muy bien para tener en la estantería y leer en las visitas al baño pero tragárselo del tirón ya es otro cantar.
Llegado este punto me he quedado sin ganas de escribir por lo que de "TANiA CON i 56ª. Edición" de Enrique Rubio les hablo otro día con más calma porque mientras escribo estas palabras estoy escribiendo la reseña y no quiero pasar un trabajo dos veces el mismo día.
Bueno, eso fue todo. Un mes raro. Ni bueno ni malo. Flojo, interesante. En cambio el que viene… oh, el que viene. Vean...
EL MES QUE VIENE
Empiezo con una advertencia que condicionará el calendario: tengo un montón de desideratas hechas aunque de momento no todas aceptadas. A saber: “Caribou Island” de David Vann; “X” de Percival Everett; “Perros de porcelana” de Marin Ledun; “Los Incognitos” de Carlos Ardohain; “Libertad” de Jonathan Franzen; “Ejercito Enemigo” de Alberto Olmos; “Barra siniestra” de Vladimir Nabokov y “Eumeswil” de Ernst Jünger.
No tengo garantías de que todos me lleguen este mes (espero que no) pero ahí queda dicho.
Sobre la mesa un poco de todo, ya veremos en qué orden: “Mason y Dixon” de Thomas Pynchon; “Mi madre es un pez” de VVAA; “Nocilla Experience: la novela gráfica” de Joan Pere; “A la vista” de Daniel Sada; “Mi primer muerto” de Leena Lehtolainen; “Purga” de Sufi Oksanen; “La posibilidad de una isla” de Michel Houellebecq; “Los desgarros” de Hubert Nyssen; “Ordeno y mando” de Amélie Nothomb; “Niños feroces” de Lorenzo Silva; “Submundo” de Don Delillo; “Dos obras morales” de André Gide… Es que tendrían que ver cómo tengo la dichosa mesa, que me van a echar de casa…
Bueno, esto se traduce del siguiente modo: este mes entrante lo que se pueda de todo esto. A ver qué. Lo sabremos pronto, máximo un mes.
Un saludo.
Sí, la tercera parte de Houellebecq descoloca. En principio pensé que era Houellebecq dando un puñetazo sobre la mesa, diciendo que él también puede escribir esas novelitas negras que triunfan por toda Europa desde hace unos años. Y lo precipitado de la resolución me hizo pensar, a su vez, que se había aburrido de esa línea. Luego me recordaron que esa resolución precisamente apuntaba a la obra de Thierry Jonquet (el de TARÁNTULA, aka LA PIEL QUE HABITO). Que era amigo suyo. Y que falleció no hace mucho. Así que la cosa puede tener su parte de homenaje. Y qué quiere que le diga, ya me hace gracia que las novelas no sean tan cerradas, tan compactas, que se vayan por los cerros de Montpellier con salidas cervantinas o rabelaisianas o chaucerianas o... Lo único que le quitaría a EL MAPA Y EL TERRITORIO es el empacho de nombres de figuras públicas o culturales galas. Ese estado de la cuestión quizá haya contribuido a darle el Goncourt, pero se hace pelín indigesto fuera de Francia. Un saludo.
ResponderEliminarAlgo había escuchado sobre ese homenaje pero no me vale, es más, lo empeora. Entre eso y citar todos sus libros y los libros de Beigbeder y salir él mismo a mí lo que me parece es que Houellebecq se lo ha tenido que pasar teta escribiendo la novela. Yo también leyéndola, es verdad, pero bueno, que está el asunto pilladito por los pelos (como supermegapremio, quiero decir).
ResponderEliminarPor cierto anoche empecé a escribir algo sobre lo que comentar en la Qué Leer. Poca cosa, simplemente para hacerme eco y repetir por enésima vez mi opinión sobre el asunto. Me gustó el artículo, por cierto. Muy interesante aunque el final era previsible. Ya hablaremos con más calma. Un abrazo.
El mapa y el territorio? Ya se ha dicho por algún critico: Houllebecq es a la novela, lo que Que Leer a una revista. Ambos, suplementos de prensa o "magazines". Lo importante es no dejarse ningun nombre de moda fuera. De personas, marcas, bares, comidas a la última. Pagar y cobrar favores para seguir en la pomada.
ResponderEliminarSí, todo forma parte de una hiperbólica conspiración galáctica para manejar el dinero que usted no olerá en la vida... Vamos, hombre, está usted a punto de colocar la 'a', la 'n' y la 'o' en la palabra "cansino". Y pase que se meta con Qué Leer, pero Houellebecq es un pedazo de escritor. Léalo, quizá aprenda algo (y, mientras tanto, disfrutaremos del silencio).
ResponderEliminarHoullebecq ni es una porquería ni un "pedazo de escritor". Es un buen escritor muy hábil. Ay, el eterno problema de la magnificación!
ResponderEliminarCurioso mes, señor Tongoy. Aunque el libro de Dostoievski no me apetece nada, El Aleph es una de las editoriales en las que más confío (hasta ahora, que se vienen cambios). Le ruego que reconsidere su veto. Le recomiendo una joyita argentina (aunque de los argentinos ya se desconfíe más que de los billetes de 2 dólares): Salvatierra de Pedro Mairal.
ResponderEliminarEl de Carrérre me pareció aburrido, y el de Perezagua intrascendente.
Hablando de editoriales, leí que no planea volver a tocar un libro de Alpha Decay. ¡No permita que silencien su voz! Primero intentaron comprarlo con atención y ejemplares de cortesía. Como no lo consiguieron, entonces no les quedó más remedio que silenciarlo. No les siga el juego. Si son vendedores de humo, dígalo, y si alguna vez, por error, publican algo bueno, también dígalo. En caso contrario, triunfará la estrategia de Alpha Decay. Es curiosos cómo esta clase de editoriales se hacen de reseñistas oficiales (que aspiran a publicar en ellas, lo que suelen conseguir): Alpha Decay-Claudia Apablaza, Periférica-Antonio Jiménez Morato, Mondadori-Antonio J. Rodríguez, Libros del Silencio, Alfabia-Sergi Bellever, etc.
Carlos, ese disparate sobre El jardín de los cerezos alargará... la serie de tus reencarnaciones. Todo consiste en comprender que Varia no puede salvar el jardin porque hay en él una enfermedad que no tiene cura: está atacado de progreso y su sacrifio no es un remedio de nada porque aunque su pretendiente cumpliera su palabra el mundo que aman Varia y quienes la rodean seguiría igual de condenado. La obra viene a ser el canto del cisne de la nobleza rusa consciente de que su mundo está a punto de desaparecer.
ResponderEliminarY ahora una generalización: todos somos nobles rusos en un mundo evanescente, y no está en nuestras manos hacer nada para evitarlo.
Sobre la sandez de tantos personajes cárgala a la cuenta del famoso realismo decimonónico
SALVATIERRA es una joyita, en efecto... Y me lo he pasado bien con EL VAMPIRO ARGENTINO de Juan Terranova, Lengua de Trapo, aunque su resolución no sea gloriosa.
ResponderEliminarEl vampiro argentino es una lectura sumamente grata. No va a cambiar la historia de la literatura, desde luego, pero se agradece que cuando menos pueda mejorar una tarde solitaria y aburrida. El planteamiento (ese mundo Nazi normalizado), como apunta Milo, es superior a la resolución, lo cual decepciona, pero por las expectativas que el mismo libro construye.
ResponderEliminarHola Carlos:
ResponderEliminarmi crítica a Carrere se resume más o menos, en esto: lo que podría haber sido una novelita (floja) más sobre el dolor, el amor y la muerte, se transforma en otra cosa (más floja todavía) que, a mi modo de ver se pierde en "cosas raras" Estas "cosas raras" son: 1) Que nos cuente el tsunami del 2004 en el sudeste asiático sin venir mucho a cuento, ya que lo ventila en las primeras páginas y no vuelve hasta el final del libro en otro par de páginas (simplemente para decirnos que mueren seres queridos. Y eso jode). Y 2) Que se tire cincuenta páginas contándome lo Robin Hood que eran dos de los protagonistas jueces poniéndose de parte de los pobres alargando y mareando la perdiz de forma tan aburrida como innecesaria.
Es cierto que no es mal narrador, pero si no tiene nada que contar, por muy bien que se le dé narrar...
En cuanto al libro de Sara Mesa, hice una reseña en mi blog. Me pareció muy bueno; el local en el que (mal)viven es una parada de los monstruos. Y sí, Sara Mesa "desprecia" a sus personajes, los trata como guiñoles, pero de manera cariñosa. Puede que no avancen los personajes hacia ninguna parte, pero a mí eso me pareció un acierto, al fin y al cabo hay mucho de crítica social en la obra y la sociedad actual no camina hacia ningún lado.
Saludos.
Carlos F. Romero
Opino como el anónimo de las 12:08 (¿aceptarán algún día mi petición de ponerme motes?): Houellebecq es muy hábil. Eso no quiere decir que sea un genio pero tampoco un mal escritor.
ResponderEliminarSon ustedes unos pesados. ¿Cuál es mi credibilidad si a los cinco minutos de prometer algo ya estoy pensando en incumplirlo? Anotada queda la de SALVATIERRA. Y sí, Milo, también EL VAMPIRO ARGENTINO. Qué bien; no tenía nada que leer la semana que viene….
Tema ALPHA DECAY. A ver un momentito: si a mí intentaron comprarme lo hicieron sin darme cuenta y desde luego ya le digo que no fue con ejemplares de cortesía. Sé que los dan, pero no a mí. ¿No ve que yo soy el malo? El único libro de estos señores que tengo en casa lo pagué con dinerito de mi bolsillito y era todo él fruto de mi sudor (el dinero, no el libro). También es verdad que era un mini y no me quitó de comer. El resto fueron todo desideratas y hay que agradecérselo nada más que a la buena voluntad de la bibliotecaria. No le falta a usted razón en que debería leer igualmente sus cosillas pero verá: son tan poco de mi estilo que me da un pereza… Bueno, ya veremos. Me lo voy a pensar. Les voy a ojear la web y decido. “Ejemplares de cortesía”…. anda que… A todo esto: ¿Claudia Apablaza/Alpha Decay? ¿Seguro?
Hablando de Claudia Apablaza… Dr. Jacques, ¿anda usted por ahí? ¿Recuerdo aquello que teníamos a medias de una muchacha, -Cómo era?- Vila-Matina? Pues esto es una pista. Una buena pista.
Carlos, no estoy de acuerdo con lo de Sara Mesa. Sí es cierto que aquel bajo en qué vivían tenía su aquel como parada de monstruos pero lo de la crítica social… no lo veo, de verdad. A toda historia se le puede buscar el lado crítico, pero, ¿a esta? Hummm…
Oveja, esto me lo tenías que haber dicho antes, quizá lo hubiese leído con otros ojos. De todos modos no es tanto disparate, es que no me llegó. También es cierto que lo leí sin ganas por la “insistencia” de un amigo. De todos modos gracias por la explicación. La próxima vez que me decida a leer algo ruso te mando antes un email (no vaya a ser el demonio).
(P.D.: al cierre de la edición de este comentario ya he “desideratado” el libro de Terranova y he mirado qué podía haber de interesante en la web de Alpha Decay. Salí con menos ganas de las que tenía cuando entré pero aún así creo que -por probar- probaré con “Setenta acrílico treinta lana” de Viola Di Grado que sale dentro de poco. Hombre, siendo sincero “Stone Junction” tiene muy buena pinta pero en mi biblioteca me han rechazado la desiderata y yo paso de gastarme veinte euros a ciegas visto lo visto.)
Saludos,
Que si nos ponemos motes ya no somos anónimos, Carlos! : ) y lo mío es pura vocación.
ResponderEliminarVa, le daremos a la sonrisita, para situar más que nada, que mira que queda tonto.
: )
Que conste: de Terranova no espere más que un rato agradable, lo cual no es poco decir. No he leído a Jim Dodge pero he oído de bocas confiables que es una mierda, y eso que antes de caer en Alpha Decay estaba en mi adorada El Aleph.
ResponderEliminarUna pregunta: ¿Cuáles son los criterios de su biblioteca para aceptar/ rechazar las desideratas? ¿Qué tan generosos suelen ser? Por cierto, en un rato voy a la mía. Alguna sugerencia. Quizás algo de Carrére porque sólo he leído De vidas ajenas y me quedó muy mal sabor de boca.
"la niña que amaba las cerilla" de Soucy. Una debilidad personal. Mañana le cuento lo otro. Tengo que salir.
ResponderEliminarTomo nota.
ResponderEliminarYo me acabo de agenciar "Paradise Alley" de Sylvester Stallone (sí, es el que estáis pensando. JOJOJO.
ResponderEliminar@ G. Peón
¿No estará la bibliotecaria enamorada de vd. que le consigue (casi) todos los libros que le pide?
creo que Helena o el mar del verano no es una novela, sino unos textos de Ayesta que se han recopilado y ordenado como si fuese un relato corto, pero no estoy seguro de que el autor los dejase como tal. Pese a eso, novela o no, relatos reunidos o no, lo que sea, me parece un gran libro. Discrepo contigo en lo del baboseo y las erecciones. No me parece nada demasiado baboso cuando algo está tan bien relatado y, a veces, entre niños de catorce años más o menos, no todo acaba en polvo. Agradecería tanto que la gente dejase de utilizar el baremo Olmos (si tiene sexo explícito es muy buena)... aunque es cierto, en la Playboy y en los diálogos de muchos vídeos porno hay más literatura que en los libros "serios".
ResponderEliminarSuscribo totalmente lo escrito por Javi, Helena o el mar del verano es una novela lírica, señor Peón; no entiendo cómo si le ha gustado una obra tan sutil como la de Ibsen, El pato salvaje, no alcance a comprender las sutilezas en esta obra. Y estoy de acuerdo con dejar de un lado el baremo "Olmos".
ResponderEliminarYo es creo que esto de la literatura es a gustos, está claro que este no es mi blog en ese sentido. Aunque respeto al autor y me gusta el blog, discrepo bastante con los contenidos vertidos, las ideas, los comentarios, pero es personal y aunque no lo fuese... Respecto a Helena, Anónimo, en mi opinión, es un error comentar poesía como si fuese novela y textos líricos como si fuesen novela o como si fuesen poesía (estoy de acuerdo). Respecto a lo de follar, como decía Román Piña, supongo que pensando en esas primeras edades o estados del amor, nunca te penetré, pero cuánto follamos. Que es un poco lo que les pasa al crío de Helena o el mar de verano, con su amor: Helena. Y quien ha tenido amores con catorce años, lo entiendo. Aunque Olmos, claro, dice que el amor es un invento del XIX (por eso los sonetos de Shakespeare, etc, etc, etc), por suerte no nací antes del XIX.
ResponderEliminarBien, bien, veo que no has abandonado la necesidad de leer a Olmos. Dios te lo recompensará. Solo Dios.
ResponderEliminarYo, fíjate, si tengo tiempo y ganas, escribiré un versus bonico entre ABDN y EE. Hay que alimentar la lumbre, que se apaga.
Sugiero, solo sugiero: ¿puede usted añadir una ventanita de búsqueda en su blog? Lo ofrece blogger de manera gratuita. Le estaríamos muy agradecidos, de verdad.
ResponderEliminarUn busca en este blog nos vendría muy bien.
¡Gracias!
Igual que te masturbas pensando en Alpha Decay que te ha rechazado esos poemitas infames que guardas en la nevera. JEJEJEJEJEJE. Qué pena por vos, Asaltacuna y chingado de tu madre. Ana no aceptó la cenita que le ofreciste esa noche de enero.¿Recuerdas? Hasta lana doble le ofreciste para que te publicara. Eso está recontragrabado.
ResponderEliminarIgual que te masturbas pensando en Alpha Decay que te ha rechazado esos poemitas infames que guardas en la nevera. JEJEJEJEJEJE. Qué pena por vos, Asaltacuna y chingado de tu madre. Ana no aceptó la cenita que le ofreciste esa noche de enero.¿Recuerdas? Hasta lana doble le ofreciste para que te publicara. Eso está recontragrabado.
ResponderEliminarIgual que te masturbas pensando en Alpha Decay que te ha rechazado esos poemitas infames que guardas en la nevera. JEJEJEJEJEJE. Qué pena por vos, Asaltacuna y chingado de tu madre. Ana no aceptó la cenita que le ofreciste esa noche de enero.¿Recuerdas? Hasta lana doble le ofreciste para que te publicara. Eso está recontragrabado.
ResponderEliminarPeón,
ResponderEliminaraclare a la audiencia quien es esa Ana y el tema del rechazo de Alpha Decay cuanto antes. Esta entrada, con el regreso de las peroratas del Acorazado -como le gusta al chico juntar vocales con una eNe de por medio: ANO : Acorazado, contraiga, distraiga, ahi está, a que le da gustito tener el circulito bien controladito ahi abajito? Solo informarle que el agujerito ese oscurito que tiene por detrás no es INTERNET, con lo cual, carretera y manta, ni conspiraciones, ni tostada a la plancha a la hora del desayuno...-, el regreso de promociones Bluff en su modo bucle habitual -"lee a Olmos, lee a Olmos, no, no me desconecter..."- y el tema de su identidad a vueltas. Demasiadas dudas para un crimen sin resolver. Mi circulo literario de la merienda de los jueves opina:
1.- que usted está demasiado alimentando la promoción del QL. "Vaya, no se puede encontrar esa revista...". Tongoy, QL no es Quimera. La venden en cualquier chino. Suba a una consulta dental, aunque sea franquicia, y la roba.
2.- que usted es algo de Olmos: el pelo que perdió, los kilitos que ganó, la megalomanía que nos parió, algo.
3.- que esa biblioteca suya -ya me tienen preparado las últimas novedades...- es algo así como línea directa con las editoriales.
Aclare usted si ha tenido novia alguna vez, si es hombre o mujer, o sencillamente una bicicleta conectada 24 horas a un repetidor de opiniones literarias pagado por Amazon. Se sentirá usted, incluso aliviado.
Dr.
y NO SOLAMENTE A Alpha Decay, curro en Mondadori y allí también le han rechazado 3 novelas pútridas.
ResponderEliminarSr Peón:
10 de marzo de 2008
15 de octubre de 2009
10 de julio de 2010
El comité editorial desestima su publicación
A mí Modadori no me ha rechazado ninguna novela y Alpha Decay tampoco. Lo que sí puedo decir es que si lo que el anónimo dice tiene algo de cierto, aunque sea sólo la fecha de los rechazos, esas editoriales apestan sólo por revelar tales datos.
ResponderEliminarAh, pero eso no estaba destinado al Sr. Blufff? Si a Peón le han desestimado en esas editoriales todavía me merece mayor respeto.
ResponderEliminar: )
Lean al Olmos sin precaución.
ResponderEliminarPues no sé qué decirle. Es que ha hecho todo lo posible por caerme mal. Y yo mi pasta me la gasto en lo que me apetece y como me apetece. Y el tontín del Ibrahín, y la Lunita que va de tía buena y hermanita de los pobres. Es que me cargan un montón. No es culpa suya, supongo.
ResponderEliminarOlmos es un genio.
ResponderEliminarY quién dijo lo contrario, sólo falta descubrir en qué es un genio.
ResponderEliminarCurro en Mondadori, enchufada de becaria, como no, tengo acceso a los datos, mi novio es Abdullah, y me twiteo con el jefe que me coló, Claudio. Ah, my name is Luna.
ResponderEliminarMoon, oseas.
JAVI, el baremo Olmos no soy yo quien lo utiliza. Lo cierto es que personalmente estoy bastante harto de que no se hable de otra cosa. De todos modos no estaría de más que aplicasen el sentido del humor cuando lean ciertas cosas: lo que se entiende por chiste, vaya. Yo antes de conocer a Olmos ya follaba y ya sé que a los catorce a o a los dieciséis no todo acaba en polvo, pero sí lo quisiéramos. A eso me refería. No sé de dónde se saca nadie que si una novela tiene sexo es buena. Nunca lo había escuchado y mucho menos dicho. Tiene gracia: se pueden hacer chistes de la crisis pero no de la buena literatura. Tomo nota pero no haré caso.
ResponderEliminar@blumm,
Yo nunca he necesitado leer a Olmos o me lo hubiese leído todo y no tres novelas (una de ellas por tu culpa y además la única mala). Lo que sí tengo es curiosidad, pero con Olmos, con Ayesta, con Reig..., con todo cristo. Anoto lo de la ventanita de búsqueda. No se me había ocurrido. Un saludo, Blumm.
A ciertos Anónimos (ellos saben quiénes son):
No me estoy enterando. ¿A quién se supone que le han rechazado las novelas? Pensé que lo decían por mí pero ya no lo tengo tan claro. Pero bueno, en fin, supongo que va con el puesto. Lo voy a decir una sola vez por si se refieren a mí (“otra” sola vez, en realidad, que ya van unas cuantas) y si quieren se lo creen y si no… pues no, ya verán qué pena me da. Digo: yo no he escrito en mi puta vida una novela. (Y malditas las ganas de hacerlo en un futuro, por cierto.) Pero oigan, que si Alpha Decay y Mondadori tienen novelas mías… cojonudo; desde ya les autorizo a ambos a colgarlas gratuita o previo pago. En su web, faltaría más. El dinero no es problema; se lo pueden quedar. (Por cierto, Ana es la editora de AD, pero me consta que no está enamorada de mí.) De todos modos el mensaje de ese anónimo (con las fechas y todo eso) y las razones para publicarlo me parece muy… ¿interesante? ¿revelador?... no lo tengo claro.
Otra cosa: Milo visita este blog como lo hacen ustedes (aunque él es mejor contertulio que algunos) y por lo tanto merece, como poco, el mismo respeto. No espero que le den la razón pero sí un mínimo de cortesía. Joder, para uno que se presta a discutir.... Tampoco me hace gracia el tufillo homófobo del comentario de ahí arriba ni calificar de “tontines” y esas chorradas. Hay muchas formas de decir las cosas. Me parece cojonudo que no les guste cierta gente, están en su derecho pero no jodan o empiezo a borrar mensajes. El primero (el del “ano”) lo dejo porque me parece que deja bastante clara la credibilidad que merece quien lo ha escrito y me ahorra tener que dar ninguna explicación. Hacer caso a cierta gente es directamente un problema de inteligencia. Decidan ustedes.
Al respecto de la QL, poco que decir. Me consta que en esta parte de la geografía somos los últimos tontos para todo. No sé cómo funciona el tema de las distribuidoras pero ya les adelanto que este en concreto de puta pena. Aunque bueno… tampoco es que haya ido perdiendo el culo a buscarlo. Al fin y al cabo estará todo el mes en los quioscos y yo tengo mucho que leer.
(sigue)
Más: para no tener ni puta idea de libros algunos pasan mucho tiempo aquí. ¿Han probado a visitar la biblioteca? Háganlo, es maravilloso. Está lleno de libros y toooodos los días traen alguna novedad. A veces incluso dos. Tienen ustedes cada chorrada... Para que se queden tranquilos: no he comentado ningún libro promocional de los que me han llegado y cuando lo haga lo sabrán porque se lo diré yo. Contacto directo con las editoriales, dicen. Sí, claro, para que me puedan partir la cara. Están ustedes directamente como putas cabras.
ResponderEliminarSigo con la biblioteca y les amplio información para que en el futuro puedan parecer ustedes más listos que los demás. Mi experiencia a su servicio. En lo que va de año he hecho 75 desideratas. Me las han aceptado todas excepto diez. Alegaron varias razones: en unos casos se me habían adelantado, en otros lo tenían en otra biblioteca o creían que lo tenían o tenían la película (no es coña) o directamente no lo iban a comprar como fue el caso del libro de Jim Dodge y el tercer tomo de la biografía de Dostoievski porque la edición era de 1993. Pero bueno, por lo general se portan de puta madre y no seré yo quien se queje. No parecen poner pegas cuando pido autores españoles o cuando son libros de editoriales más o menos grandes porque ya supongo que se harán con ellos igualmente. También hay que ser un poco listo: los de Olmos y Franzen, por poner dos ejemplos actuales, los pedí hace ya quince días y así me aseguro ser el primero de la lista en cuanto lleguen. He ahí mi secreto. Pueden copiarlo si quieren.
Nada mas. Voy a empezar a pasar de los mensajes gilipollas. Esta es la última vez que contesto chorradas tipo "le han rechazado libros" o "usted es Olmos" o "confiese que es el hijo secreto de Herralde" (este me lo acabo de inventar porque me hacía ilusión participar). Crean lo que quieran si eso les hace felices porque eso es lo único que quiero para ustedes.
Saludos y gracias a todos por pasar.
@blumm: ya tienes el buscador.
ResponderEliminarUn saludo,
Señor Peón, lamento discrepar, pero me parece lícito relacionar una serie de actitudes con ciertos autores que basan su obra precisamente en la imagen que quieren transmitir.
ResponderEliminarSaludos
Qué gustazo. ¡Muchas gracias, Carlos!
ResponderEliminarAhora sí puedo ver qué has dicho de... Salinger, Miller, Walser, Kafka, Bernhard, Maupassant, Auden, Ayala, Pombo y un montón más.
Quiero calibrarte, con tu permiso.
Gracias, lo echaba de menos. A malherido le sugerí lo mismo y gracias a Dios que lo insertó.
Y para futuros creadores de blogs de libros: ¡añadid un buscador al blog, por favor!
¡Gracias!
Temo que su petición para entrar a formar parte del personal de la Oficina Internacional de pesos y Medidas no puede ser aceptada. Quizá en la casa del Jabón Filadelfia tenga más suerte.
ResponderEliminarEl jardín de los cerezos (ya podrían haber traducido bien el título de una vez), se aprecia mejor en escena que en papel. Lo que en la lectura no es más que acumular pausas, en las tablas son gramos y más gramos de una tensión arenosa. Dele otra oportunidad, y si no conoce bien la obra, busque la edición de Cátedra que tiene un estudio preliminar muy esclarecedor.
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