miércoles, 28 de septiembre de 2011

Una aproximación a… Mason y Dixon, por ejemplo


Digo “por ejemplo” porque lo cierto es que el fondo la cuestión no está en hablar de esta novela sino de Thomas Pynchon, su autor. Me resulta complicado decidir por dónde empezar por lo que para no aburrirles con datos biográficos que pueden sacar de la wikipedia he pensado, aprovechando que este blog es mío, empezar por lo que más me apetece leer que es precisamente esta novela. También, puesto que no la he leído, tendrá que ser nada más que una aproximación: una exposición de interpretaciones preconcebidas y juicios sin fundamento partiendo de mi relación personal con ella. Un poco lo de casi siempre pero aplicando la ley del mínimo esfuerzo. 

Creo que esto no se lo he contado nunca a nadie pero mi interés hacía Thomas Pynchon -quien hasta entonces no había sido nada más que un misterioso escritor- tuvo como origen el “descubrimiento” de esta novela (entendiendo “descubrimiento” como la verdadera importancia de la misma) cuando hace algunos años leí un pasaje de “Una breve historia de casi todo” de Bill Bryson en la que se narraba la historia de Mason y Dixon por el mundo y que procedo a resumirles. Se conocieron al ser emparejados para medir desde Sumatra el irregular acontecimiento astronómico del tránsito de Venus por delante del Sol, un experimento que se llevaría a cabo desde distintas partes del mundo (Siberia, China, Suramérica, Indonesia, etc) y que luego, gracias al uso de los principios de triangulación, debería permitir calcular la distancia de la Tierra al Sol y más delante de la Tierra a todas partes. El desastre general que acompañó todas y cada una de las expediciones daría para una buena comedia de aventuras, se lo aseguro. Después de eso Mason y Dixon “zarparon para pasar cuatro largos y con frecuencia peligrosos años recorriendo y cartografiando 392 kilómetros de bosques americanos para resolver un pleito sobre los límites de las fincas de William Penn y de lord Baltimore y sus respectivas colonias de Pensilvania y Maryland. El resultado fue la famosa línea Mason–Dixon, que adquiriría más tarde una importancia simbólica como línea divisoria entre los estados esclavistas y los estados libres”. (1) 

En manos de cualquier escritor mínimamente hábil esta historia hubiera podido convertirse en una apasionante historia de amor, de amistad, de conquistas; en un relato de aventuras en Asia, de desventuras en América o en una crítica a la sociedad esclavista de aquel entonces. En manos de Thomas Pynchon no. O sí, también. Cuando dependemos de Pynchon para establecer hipótesis debemos tener claro que cualquier elucubración está condenada al fracaso, lo cual, en mi opinión, es uno de los puntos fuertes de sus novelas: la aventura que supone la lectura en sí misma, una aventura que al igual que la de Mason & Dixon puede resultar siendo lo mismo un completo desastre -lo cual no sería necesariamente malo porque me extrañaría a mí que de semejante bestia parda no se pueda sacar nada de provecho- que un clamoroso éxito –lo cual sí sería, claramente, magnífico. Hay en tanta incógnita algo de pánico -¿por qué no decirlo?- y mucho de noche de reyes a los cinco años: no saber si lo que hay te va a gustar, sospechar que sí pero disfrutar igualmente del placer que produce la simple observación del misterioso envoltorio de colores. 

Quizá para ustedes no, pero para servidor la mitad de lo dicho en el párrafo anterior justifica sobradamente el esfuerzo de acometer su lectura independientemente del resultado. Y en esas estamos. Lo empecé hace unos días y voy leyéndolo a paso de tortuga, cuando el entorno, por lo general hostil, se torna amistoso (que suele coincidir con horas intempestivas del fin de semana, lo que sumado a las casi mil páginas del libraco me obligan a estimar que el plazo de lectura no será inferior al de una pena por homicidio). 

(1) “Una breve historia de casi todo”, Bill Bryson, Capítulo 4: “La medida de las cosas”.

28 comentarios:

  1. Pufff este autor siempre aporta cosas que me justifican la tortura que me supone leerlo si no es de forma pausada.
    Suerte

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  2. Yo, siguiendo recomendación de Bolmangani (Amores), estoy con "V". Es el primero que leo de Pynchon. Toda una aventura esto de entrar en el "Mondo Pynchon". Eso sí: necesito sentadas de más de dos horas seguidas. Leerlo a salto de mata, a trozos o a ratos, es imposible. Me gusta que Pynchon me va a dejar meterme en sus neurosis y obsesiones (ya me lo ha prometido). Pero no va a ser un viaje fácil ni cómodo. Ya lo he advertido.
    La sargento Margaret

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  3. la mitad de la página 17 y toda la 19 ya dan idea de las pedradas que el autor puede tirar como quien tira migas a las palomas.

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  4. Hola Carlos:

    Este libro lo he tenido en las manos varias veces. Lo tienen en la biblioteca de Móstoles en la edición de Tusquest. Y por un lado me ha llamado la atención y por otro me han dado miedo sus páginas excesivas, y más después de leer "la subasta del lote 49" que me defraudó. Me pareció experimentalismo de los 60-70 norteamericano del que no me emociona.

    Espero tu reseña.

    Saludos

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  5. Da la casualidad de que este también fue el primer Pynchon que adquirí, que no el primero que leí. Y es que tienes toda la razón cuando hablas de este libro, y por extensión de todo Pynchon. Sus libros producen la sensación de que van a ser fabulosos, porque parten de una premisa así lo indica, historias mezcla de erudición e imaginación, todo un reto intelectual. No sé la de veces que he tenido el libro en mis manos, este o el Arco Iris, diciéndote la de horas de disfrute que tendrás por delante cuando (por fin) te decidas a empezarlo. Pero lo dejas para otro momento, vacaciones o lo que sea.

    Todo se resume en que QUIERO que Pynchon me guste, porque sus historias así me lo indican.

    Saludos!

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  6. Hablemos de esa página 19, Oveja; tomémonos esto como algo personal.
    Tiene gracias que hayas llamado la atención sobre ella precisamente (aunque ya supongo que no hay nada de casual). Yo había robado una cita que luego olvidé pegar:

    - ¿De qué le acusaron? – desea saber el tío Ives […]
    Junto con algunos cargos menores –responde el reverendo Wicks- figuraba una de las ofensas menos tolerables en aquella época, comparada con la cual la peor de Dick Turpin no parecería más que despreocupación propia de la juventud: la ofensa a la que llamaban “anonimato”. Es decir, que me dedicaba a colgar pasquines a la vista del público, pero sin firmarlos”


    Después de eso al reverendo lo encierran en una torre en la que comprende que su nombre nunca ha sido suyo sino que más bien había pertenecido siempre a las autoridades. Eso tiene gracias. Luego experimenta “una perdida absoluta del Yo, la perfecta unión con el todo, esa clase de cosas”. Que se vuelve loco, vaya, o eso le hacen entender quienes tienen intereses en que ese sea su mal. Se le aplica el remedio de costumbre: viajes marítimos. Ahí empieza su exilio.

    Esto es ha de ser una señal, queridos anónimos: si persisten en denunciar “irregularidades” (por decirlo finamente) amparados en el anonimato enviará la Feliz Gobernación sus hombres de estaca y ya se pueden dar por jodidos: serán encerrados (podemos serlo todos, en esta torre que es este blog) y perder la razón o no pero desde luego sí ser tachados de locos (por lo que tengo entendido esto creo que ya ocurre). La solución propuesta tiene gracia que probablemente sea más o menos la misma: la esperanza de que se vayan a tomar ustedes viento, que se echen a “navegar” mar adentro y no vuelvan jamás.

    Temer por ustedes (por eso y para saber qué más les puede ocurrir) es otro aliciente para seguir leyendo esta novela.

    Saludos,

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  7. Thomas Pynchon es el mayor novelista vivo. A cierta distancia, están Coetzee, DeLillo, García Márquez y algún oriental. Es una obviedad, pero si hay que justificarlo es bien sencillo: porque las novelas que él escribe no las podría escribir nadie más, por eso cada uno de sus libros –y en realidad, cada página y casi cada párrafo- es una aventura literaria total y te demuestra que en el arte nunca esta todo hecho o dicho o escrito, como usted bien describe Sr Peón. Yo, personalmente, aconsejo leerle en orden cronológico, empezar con V y seguir desde allí. Por cierto, el Sr Portnoy hizo un excelente análisis en su blog de Mason & Dixon. Saludos cordiales.

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  8. No han dejado de intentarlo en ningún momento. El desprestigio incesante que sufrimos los anónimos y el acoso o, directamente, la amenaza para que nos identifiquemos so pena de destierro o algo peor es constante. Pero solo para los "malos". Los anónimos buenos son siempre bien recibidos en la casa del señor, la señora y los señoritos. Pero eso motiva un huevo.

    No puedo hablar de Pynchon. Le huía sistemáticamente. Pero le pongo remedio un día de estos. Gracias por las instrucciones.

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  9. Sí, vi lo de Portnoy en google. Aún no he pasado por allí a mirar.

    Ya sé que lo ideal es ir por orden pero esta he tenido siempre tantas ganas de leerla que para una vez que lo tengo claro me joder volver a demorarlo. Además el de V lo tengo a medias y ya me siento bastante culpable.

    David, La Subasta es un libro jodido. Breve pero tan extraño que espanta. Yo me reí bastante y siempre me fascinó el comienzo.

    Pons, lo ha descrito perfectamente: yo también QUIERO que Pynchon me guste.

    Saludos,

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  10. Suerte y al toro (o mejor, al pato, o al perro)

    'La Saga/fuga de JB' es la 'Maxon&Dixon' español. O mejor, al revés. 'La Mason&Dixon' es la 'Saga/fuga de JB' americana.

    La ilustración de la portada de Tusquets és estupenda

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  11. Tiene gracia que diga usted eso. La saga/fuga la empecé el presente mes. Ojeando el prólogo me enganché y me lo leí todo y luego también el poema y cuando me dí cuenta ya estaba dentro del libro. Salí corriendo porque no entraba en el plan, pero volveré. Será interesante leerlas seguidas.

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  12. Pues sí es casualidad, porque yo terminé su lectura (nunca se termina de leer ese prodigio de imaginación, creatividad, estilo, rigor...) hace un par de semanas

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  13. Peón,

    como últimamente se vienen dando muchas "casualidades" o "regularidades" -lo que usted prefiera- entre los correctamente denominados por la Patrulla "Pedantes Innombrables" - a los que conviene no hacer + propaganda -, el QL -se marca una buena homilia, bajo el género literario de la "reprimenda" dándole publicidad a este blog de paso..- y otros "estamentos" -´por no decir "destacamentos..."- a algunos nos gustaria saber cual es su ocupación principal o remunerada, no vaya a ser algo lindante con los uniformes de algún tipo.
    "En mi casa, mando yo/ y si quiero, rompo un plato/ y si a mi me da la gana, le hecho un chorizo al gato", célebre copla Pynchoniana.

    Dorita Müller.

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  14. Yo me propuse eso de leer a Pynchon por orden cronológico. V me encantó, a pesar de lo confuso de algunos pasajes y de los hilos sueltos que deja. La subasta me empezó gustando pero luego me decepcionó un poco (bastante). Empecé el arco iris hace un par de meses... y, ay, duele. Duele. Todos queremos que Pynchon nos guste. Me alegro de haber pasado la época en que habría tirado este libro por la ventana, pero desde luego es una completa locura. No sé, no sé qué haré. Estoy estancado. Es que es tan... tan Pynchon, no sé...

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  15. Vale, me ha pillado. No soy quien digo ser, sino otro. Me llamo Tongoy, no Peón y vivo allende los mares se mire desde dónde se mire. Quiero montar una editorial y me ha dicho mi padre que sólo me dará dinero una vez, que procure no fallar. Para asegurar los bienes familiares he pensado que estaría bien ir denostando el mercado para luego erigirme como salvador prometiendo ser el único que publica literatura de verdad y no la marranada que digo que se acostumbra.

    Ahora en serio: me alegra que me haga esa pregunta (ya me extrañaba a mí la tardanza) pero no le voy a decir a qué me dedico porque mi vida privada no le importa a nadie más que a mí y a pocos más. Lo que sí puedo hacer es garantizarle, prometerle (y esto se lo cree usted si quiere y si no no), porque sí me parece de ley identificarme -por lo menos lo justo y necesario para despejar dudas- QUE no me dedico profesionalmente a nada que tenga que ver ni remotamente con la literatura o aledaños. Descarte editoriales, webs, distribuidoras… descártelo todo, incluso amistades o familia. No soy nada más que un lector que un día sintió el deseo de abrirse un blog para ver qué tal y una cosa llevó a la otra que ahora está medio salida de madre pero cómo a lo hecho pecho y el que las hace las paga pues nada más que queda seguir porque tampoco es plan de dejarlo si me lo estaba pasando bien. Si además esto es flor de un día (por llamarlo de alguna manera) y de aquí a un año otros habrá que bueno me harán. Si me quiere ubicar trabajando en algo piense, por pensar, que vendo ruedas en un almacén, que me he liberado falsificando una pensión de invalidez, que pido a la puerta de una iglesia, que arreglo bicicletas o que instalo receptores de televisión digital.

    Espero que esto haya despejado sus dudas. No sabía que salía en QL hasta que lo dijo un anónimo. Es más, todavía no me he comprado la revista y si he podido leer el artículo ha sido pidiendo un favor. Del artículo, si le parece, hablo otro día.

    Un saludo,

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  16. "La función de este blog (El Lector Mal-herido) fue la de servir de contrapeso, normalmente a novelas de mucho éxito crítico o comercial, y no, como se ve en algunos blogs nacidos a partir de su estela, hacer daño".

    Alberto Olmos, en Qué Leer.

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  17. Yo pasé por allí, ví lo que escribió de "Los tipos duros no bailan" y supe que como escritor a mis ojos no valía nada. No me gustan las chorradas cuando hay cosas importantes por el medio. ¿Ahora va de alma bella?. En fin , con su pan se lo coma.

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  18. Anónimo de las 17:55,

    totalmente de acuerdo. Además, me gusta volver a oir el término hegeliano "alma bella". Por los comentarios, parece que Pynchon es una cumbre demasiado difícil de subir, y, paradoja, conserva el prestigio de la marca. Es decir, no se sabe muy bien como, se ha hecho un nombre. Eso es muy difícil. Gente como Joyce lo lograron. Pero Joyce se lo propuso, hablaba abiertamente de ello -"conseguiré que los universitarios se ocupen de mi durante 300 años...- y dió la cara. Lo que me extraña es que no se sepa más de Pynchon, en un país como los USA. Es un anonimato muy raro el suyo.

    Respecto a sus ocupaciones, Mr Peón, no dudo que será cuestión de tiempo. De momento, ha logrado usted crear una ficción, tiene su mérito. A Coruña -Cruina-, foto girada, una hija... En breve, le haré una consulta. Trabajé durante un verano en un periódico de alli.

    Dr Jacques.

    Arraglando bicis, no le veo.
    Una vez conocí a un alemán que trabajó arreglando bicis en una localidad finlandesa, hablaba maravillas de aquéllas mujeres.

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  19. Peón, no hay de qué avergonzarse. Yo mismo ando metido en una escuela de negocios de las gordas, con dos cojones. De ahí, entre otras cosas, que lo que fue mi blog haya quedado abandonado. Lo tuyo no puede ser peor. Ni siquiera funcionario.

    Por cierto ¿no te aconsejé que no molestaras a Mason&Dixon? Veo que aprecias mi criterio. Así te quedes dormido con él y su peso te oprima la caja torácica y por su efecto se te haga un trombo que te vaya a parar a la polla. Por ejemplo. Poniéndome dramático.

    Saludos

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  20. Pero vamos,cuelgue usted una encuesta de esas tan amenas, con opciones, tipo "quien piensa usted que es Peón" -identidad y profesión. Yo tengo mi propia apuesta. Si es que esto, son cuatro gatos, al final. Y encima, con cascabel.

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  21. Dos cosas, primero que se me coló un acento en "vi", y a usted, doctor, en "aquellas".
    Lo del alma bella es cierto, lo saqué de donde usted dice pero el uso que le di no es el propio de la Fenomenología, fue meramente coloquial y con mala intención; lo digo para evitar que pase por aquí alguna otra oveja sabihonda como yo y me llame al orden.
    Si le echa un vistazo al blog de Bolmangani encontrará varias entradas interesantes sobre Pynchon.

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  22. @ Dr. J

    El término "alma bella"; ¿es hegeliano o goethiano?

    Lo digo desde la completa ignorancia y porque tengo en mi estantería por desenfundar un Goethe que reza "Confesiones de un alma bella".

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  23. Vale, soy el anónimo anterior: la duda queda dilucidada en la contraportada. Ni uno ni otro.

    "Por más que Las confesiones de un alma bella constituyan un texto de carácter literario, en él se encierra un indudable interés filosófico, al menos a juzgar por la extensión del concepto de «alma bella» en la filosofía del siglo xviii. Puede encontrarse, por ejemplo, en Rousseau, Zinzendorf, Hemsterhuis o Wieland y más tarde en Hegel y Schiller, además del mismo Goethe. No obstante su origen ha de remontarse hasta Platón. La historia del concepto es curiosa: de Platón pasa a Plotino, de Plotino a san Agustín y de aquí a la mística alemana de la baja Edad Media y a la literatura religiosa española de los siglos XVI y XVII."

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  24. Ve lo que le decía, siempre hay una oveja más sabihonda, yo me limitaba a señalar que la expresión la saqué de la Fenomenología obra en la que tiene un significado bien determinado. Por lo demás muchas gracias

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  25. Efectivamente, tal y como señala Oveja, es un concepto desarrollado por Hegel, en la Fenomenologia. Y tiene esa carga de, si se quiere decir asi, mala intención: señala la doblez del sujeto que sufre las conmociones del mundo, sin merecerlas, según piensa. El mundo no accederia a la naturaleza de su "alma". Es una posición infantil, basada en las buenas intenciones. "Lo hice sin querer". Señala la ingenuidad de alguien traicionado por su propio inconsciente, "ese, no soy yo".
    En el otro extremo, "la responsabilidad comienza en los sueños". W.B. Yeats.

    Respecto al tema de los acentos, agradezo la nota y declaro mis desconocimientos. Gracias por la indicación sobre Pynchon.

    Dr. J

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  26. A ver, Quique, que yo no me avergüenzo de nada pero tampoco le voy a contar mi vida a unos desconocidos (no lo digo por ustedes; no únicamente, al menos). Les quiero, ya lo saben, pero también les temo. Lo de Mason y Dixon fue más fuerte que yo mismo; nada personal.

    Dr. Jacques, hablando de finlandesas: tengo dos sobre la mesa. Me refiero a dos novelas escritas por señoras de tal nacionalidad, claro. Espero con interés esa consulta. Espero saber contestarle.

    Me ha gustado mucho esto: "La función de este blog (El Lector Mal-herido) fue la de servir de contrapeso, normalmente a novelas de mucho éxito crítico o comercial, y no, como se ve en algunos blogs nacidos a partir de su estela, hacer daño". La Qué Leer sigue sin llegar a mi dominios. Boicot, boicot!!
    Retomando. Tiene mucha gracia el comentario: cuando lo hace él es contrapeso pero cuando lo hacen los demás es maldad. Qué laxo el criterio y qué conveniente. A mí no me gusta hablar pero ya le vale. Atención a la expresión “novelas de mucho éxito” como objeto de unos y otros

    Un saludo y feliz fin de semana,

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