lunes, 5 de septiembre de 2011

"Chéjov Comentado" Edición de Sergi Bellver



“Pero tú lo sabes, ma chére: esta bola terrestre no es un buen lugar para un artista. El mundo es extenso y nos concede variados frutos, pero no es un lugar para que un escritor exista en él. Un escritor es un huérfano eterno, un exiliado, una cabeza de turco, un niño sin protección. Divido la humanidad en dos partes: los escritores y los que los envidian. Los primeros escriben, y los segundos se mueren de envidia, y construyen trampas de lo más variadas para los primeros. He sido destruido, de continuo se me destruye, y siempre seré destruido por las personas que envidian. Destruyen mi vida. Ellos han reunido en sus manos todos los instrumentos del oficio de escritor, se llaman a sí mismos “editores”, “críticos”, y con toda su fuerza intentan destruir a nuestros hermanos. ¡Malditos sean!” Antón Chéjov, viéndolo venir. 



EL PRÓLOGO Y LA EDICIÓN 

El prólogo ya no lo recuerdo porque lo leí hace demasiado tiempo pero supongo que bien. Lo leí a toro pasado porque a toro por venir me aburría y yo pocas veces me aburro por placer. Además tampoco soy mucho de reseñar prólogos que no me cambian la vida, que los hay. Ni siquiera sé porque estoy hablando de él, la verdad, quizá porque la edición es tanto de Sergi Bellver que da rabia no mencionarlo. En cambio la edición sí. Lo he dicho por activa, por pasiva y por refleja: fue un amor a primera vista desde el minuto cero. Yo quiero que mi biografía la edite Nevsky Prospects aunque tenga que acampar de por vida a las puertas del consulado ruso.


LOS CUENTOS 

(Miren, les voy a decir la verdad: me he quedado sin parné y el tío que me escribía las reseñas se ha largado a la vendimia harto ya de adelantarme el sueldo miserable que no le pagaba. Hasta que encuentre otro igual de pardillo voy a tener que ocuparme personalmente de esta reseña y lo cierto es que no sé por dónde empezar. Me falta experiencia; deberán disculparme. Se me ha ocurrido que una buena manera de escurrir el bulto sería resumir cada cuento. ¿Cómo lo ven? Lo hacen por ahí y da bastante el pego. Demuestra como poco que te lo has leído, que ya no está mal en los tiempos que corren. Seguramente quedará un poco largo pero se los pueden saltar, tiene mi bendición. Al final, como siempre, las conclusiones.)

* * * * * * 

Las bellas. Comentado por Luis Alberto de Cuenca. 

El cuento, bien. Va sobre dos beldades que aturullan hasta la imbecilidad al protagonista, siendo un niño la primera vez y adolescente la segunda. El comentario de Luis Alberto de Cuenca, flojo. Arranca citando la Eneida, con eso les digo todo. Yo un día voy a arrancar un post sobre Dosto citando a Descartes. Verán que flipe. El resto (del coment de Cuenca) es repetir lo que dice Chéjov y alabar su buen hacer a la hora de expresar lo que provoca en un joven la belleza despampanante, que es tristeza, fundamentalmente. 


El misterio. Comentado por Ignacio Ferrando. 

El comentario que escribe este señor es más largo que el propio cuento. Y digo yo que eso debería estar prohibido, no? Fediukov, el  protagonista, doy por hecho que ya ha sido subido a los altares de las grandes creaciones chejovianas. Y si no, pues lo subo yo. El cuento pudiese haber sido magnífico de no ser por ese momento de fe ciega en lo sobrenatural a la que sucumbe un escéptico y que yo no me acabo de tragar. Lo paso porque es un cuento pero esto merecía algo más de desarrollo. El comentario de Ignacio Ferrando me ha gustado mucho también. Está magníficamente introducido y desarrollado y saca a luz detalles que pasan desapercibidos en una primera lectura. Esto es, que es un comentario que hace de comentario. Como aquellas tertulias de Garci que hacían dormir pero en ameno. 


Casa con Mezzania. Historia de un artista. Comentado por Eloy Tizón. 

Zhenia y Lida son dos hermanas que viven con su madre en una casa de campo. Todo muy bucólico pastoril, ya ven. El protagonista quiere mojar con la mayor, se le nota, pero ella no se deja y él se conforma con la pequeña, que tampoco, pero por lo menos lo ama con amor de niña y promesas de futuro. Esto lo interpreto yo, en realidad el cuento es muy diferente. Al final ninguno con ninguno; así no hay discusión posible ni celos ni nada. El comentario no debía ser muy bueno porque ya no lo recuerdo. A partir de este me pasó con casi todos.


Quiero dormir. Comentado por Eduardo Halfón 

Este cuento es heavy metal. Va de una tipa, chacha de profesión, que quiere dormir y un lactante no la deja. El cuento va de lo que hace la muchacha que es ir del sueño a la ensoñación y de la ensoñación a la fantasía y luego otra vez al llanto desconsolado de la criatura. Finalmente la criatura deja de llorar, ya se lo adelanto, pero maldita la gracia. Confirmo que a estas alturas empecé a pasar de los comentarios por razones puramente egoístas, cómo todas las que me mueven, por otro lado.


El hombre enfundado. Comentado por Salvador Luis. 

Este no lo acabé. Aburrridíiiiisimo. Mortalmente, además. Aún me supuran las heridas. 


El violín de Rothschild. Comentado por Marta Rebón. 

“Yakov es un enterrador que toca el violín en una orquesta en sus ratos libres y que acaba entregando su alma. Un mal bicho”. Este es el resumen que hice sobre la marcha y hoy un mes después lo recuerdo medianamente bien, de lo que se deduce que no debe ser tan aburrido como aparenta. No se lo voy a contar; alguno se tendrán que leer, digo yo. 


En Moscú. Comentado por Oscar Esquivias. 

El mejor. Brillante. Un paseo por Moscú. Así de sencillo, así de genial: “¡Prefiero tu amistad! Pero yo le dije que la amistad no era suficiente… A continuación me apuntó con el dedo con coquetería y dijo: “Muy bien! Te amaré, pero con la condición de que sea una relación con libertad absoluta”. Y cuando la tomé en mis brazos susurró: “Vamos a pelearnos mucho…”. Qué bello. Saca lo mejor de mí. No tengo nada más que añadir, salvo lamentarme: debí fotocopiarlo; me hubiese gustado releerlo. Y pensar que yo que me metí en esto para sacar libros gratis y nada, leches, ni saliendo en El Cultural... Ando yo ahí con mis fotocopias... Qué cutre, señor, con lo que yo he sido...


Tristeza. Comentado por Víctor García Antón. 

Este cuento se llama Tristeza pero lo mismo podía haberse llamado Soledad. Va de un cochero que trabaja en la noche en el invierno siberiano, además se le ha muerto un hijo y excepto a Chéjov a nadie le importa un rábano lo uno ni lo otro. Para que luego se quejen ustedes de lo suyo. Un cuento muy triste, tristísimo. También por el caballo. El ruso este dejándonos a todos con la moral por los suelos. 


Enemigos. Comentado por Ricardo Menéndez Salmón. 

“Punto positivo por el comentario”, eso anoté. Pues nada, habrá que hacerme caso. Ricardo, si me lees, anótate un punto positivo aunque maldito si me acuerdo de lo que decías. La historia es superbestia: a un médico se le muere su hijo y un hombre, cinco minutos después, quiere llevarlo ante su mujer que tiene no sé qué mal que hay que curar enseguida. El médico va, sí, porque es un profesional, pero imagínense cómo. Terrible. Y si les cuento el final les da a algo. Mejor lo dejamos aquí y cuando alguien tenga a bien que lo suba a la red y se lo bajan ustedes después. 


Desdicha. Comentado por Jon Bilbao. 

Chéjov negro chamizo. Un alcohólico que lleva a su mujer al médico y ésta se le muere por el camino. El tipo es un cabrón de cuidado que lo mismo podía estar casado con una mazorca de maíz de lo mucho que la quería. A ver al hijo de puta quien le lava ahora los calzoncillos. Uno siente cosas leyendo este cuento y ninguna es buena. 


Incidente ocurrido a un médico. Comentado por Care Santos. 

Suena a chiste pero este va de un médico viaja a una fábrica y la paciente es la heredera de todo un imperio que ha enfermado de infelicidad. ¿A qué jode? Moraleja: el dinero no lo puede todo. Aquí Chéjov se pasó de listo porque eso ya se sabía de antes. El cuento está bien, que quede claro. También es un ataque a la industrialización, por si les gustan los documentales. Siempre hay un poquito de cosa social en los cuentos de Chéjov. Supongo inevitable al  hablar de lo cotidiano. Si no lo destaco es por ustedes, para que no se les haga muy pesado. 


Grisha. Comentado por Matías Candeira. 

No me gustó nada. Está contado desde la perspectiva de un niño de dos años y ocho meses. Esto lo escriben hoy y le llaman postmodernidad. Con un par, se lo digo yo. Lo dicho: flojo. Lo experimental es lo que tiene, que tardar en cuajar pero si han pasado 150 años y no gusta es de suponer que ya no lo hará jamás. Al menos conmigo. 


Confesión u Olia, Zhenia, Zoia. Comentado por Paul Viejo. 

Muy bueno. Buenísimo. Tres ejemplos de porque un hombre está solo. También me arrepiento de no haberlo fotocopiado. Me da rabia pero no recuerdo los detalles, sólo la sensación de haber disfrutado enormemente en los dos últimos ejemplos. Para muchos esto es suficiente para hacer una reseña de dos horas pero a mí me falta imaginación.


Pequeñeces. Comentado por Elvira Navarro. 

Otro muy bueno, muy teatral. De aquí salía una obra cojonuda por mucho que suene a telenovela. El amante de una mujer -por la pinta un jetas de cuidado- habla con su hijo (el hijo de ella) y descubre que tanto él como sus hermanos se ven con su padre biológico a escondidas. Dramón. Y no sólo eso sino que éste, el padre, habla mal del amante que a estas alturas ya nos cae como el culo sin saber muy bien porqué. Luego sí lo sabemos. Que teníamos razón, quiero decir. El niño acaba llorando, con eso les digo todo. 


El amanuense. Comentado por Juan Carlos Márquez. 

Otro de los buenos. La verdad es que visto con perspectiva hay unos cuantos. Va de un intelectual que vive seducido por la charla con su amanuense que traducido quiere decir que va de un vago charlatán que espera la visita de su secretario para rajar y no dar palo al agua. Se trata de vivir frente a hablar de la vida. Hay gente así aunque les cueste creerlo. 


Ostras. Comentado por Hipólito G. Navarro. 

Feo. Aburrido. Un mal cuento para acabar. Un niño que mientras pide limosna descubre las ostras. Ocurre a menudo, no se crean, sobre todo en ciudades costeras. Es hacer un cuento por hacer un cuento, no hay otra razón. No voy a perder más tiempo con él. Tres líneas es más que suficiente. 


* * * * * *


CONCLUSIÓN


Ya sé que me he pasado contando detalles e insinuando finales pero créanme si les digo que no pasa nada: los cuentos de Chéjov (no todos) son tan buenos (no siempre) que se disfruta tanto con el viaje como con la llegada, que a la larga acaba siendo lo de menos. Pero les pido disculpas igualmente, que no se diga. 

Esta era la parte en que Rodolfo, mi amanuense herido, les recomendaba o no la lectura. Lo sé porque se ha dejado algunas notas en la huida. En una pone: “La pregunta que se estarán haciendo ellos –por ustedes – es: ¿recomienda su lectura?” Hombre, claro que sí; todo lo que sea leer… Rodolfo era más exigente pero yo no, qué va. Lo que yo no recomiendo –y en esto estoy con él- es su compra, básicamente porque hubiese preferido más cuento y menos comentario que luego no se recuerda y/o no sirve para mucho o en lugar del comentario un ensayo en condiciones (anótatelo Bellver, para la próxima) sobre todos los cuentos de Chéjov de los que hay cien mil ediciones porque llega un momento que uno al no saber cuál comprar no se compra ninguno. Me pasa mucho, por eso lo digo. Tampoco me abandona la sensación (y ahora es cuando se pone fea esta reseña, pero fea de verdad) de que la elección de los comentaristas ha sido, en según qué casos, bastante poco acertada (por más que algunos me caigan bastante simpáticos y/o interesantes). Está bien que la persona que se ocupa de la edición de un libro de estas características seleccione como le plazca pero cuando ese parecer incluye (y esto lo sé porque soy muy observador) amigos y colegas del gremio de lo literario a mí se me ilumina el chivato de la suspicacia. Miren, el otro día leí el prefacio del primer tomo del "Dostoievski" de Joseph Frank y se me pusieron los pelos como escarpias al punto de que ahora ando como loco por conseguir los cinco volúmenes para no perder detalle. Eso es lo que entiendo por un comentario útil: un comentario que se lee con tanta o más pasión que el propio cuento, novela o lo que sea y que ayuda a una mejor comprensión del mismo, cosa que en este recopilatorio no me ocurrió. Contar lo que a uno le sugiere determinado cuento me parece muy de blog, honestamente y yo por leer blogs o por leer el tipo de comentarios que he leído aquí no pago un céntimo por más que salve alguno de la quema. Ni-un-céntimo. A mí si me quieren vender algo que sea la edición básica.

Esto de desmerecer el esfuerzo ajeno es una canallada, me consta, y me da mucha rabia escribirlo pero no deja de ser mi sincera opinión. He leído por ahí ciertas alabanzas al hecho de que las voces sean varias; hablan de que el libro se presta al debate precisamente por culpa de esos comentarios tan heterogéneos y nos invita a participar, a debatir, no se lo pierdan, en los márgenes del libro, tachando o subrayando. Qué bien, qué enriquecedor.

En definitiva: me han gustado los cuentos, me ha gustado Chéjov, me ha gustado la edición, pero el resto no. Ni me han gustado, ni me han interesado y en mi modesta opinión desmerecen el conjunto de la obra.




(En otra nota de Rodolfo (¡cuánto lo echo de menos!) hay escrito: “Después despedida y chascarrillo final. Incluir algo ofensivo sobre la nocilla o sucedáneos para tener anónimos”. Este Rodolfo era gilipollas, de verdad, no sé cómo lo aguantaban.)


29 comentarios:

  1. Como ya va siendo marca de la casa (casi siempre...), una reseña elegante, acertada, honesta y agradable de leer. No se puede pedir más. Yo me quedo con mis viejos volúmenes de Chéjov de Alianza.

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  2. Muchas gracias, muy amable. Y lamento ese "casi siempre".

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  3. Dos palabras: Alianza Editorial.
    Tres más: biblioteca pública gratis.

    PD: Menuda matraca de nombres. A esos los meten para que se compren el libro ellos y sus amigos. Anda que editar a Chéjov para vender nombrecitos...

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  4. Hummm... ediciones revisadas, nueva trend de mierda.
    Perdón por la palabrota.
    Saludos.

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  5. Vamos, si me tienen que explicar Chejov el señor Salmón y demás calamares, vamos listos. Hay compilaciones muy majas, como la del señor Richard Ford. Y asequible. A ver cuando empiezan a comercializar novedosos productos de verdad: como por ejemplo, auténtico zumo de naranja exprimida, 100% natural, en tetra brik, comentado por Elvira Navarro, Olmos o alguno de estos.

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  6. Cien x cien de acuerdo con esta reseña. Y es algo que no muchas veces habría podido decir.

    La edición es deliciosa, un bombón de libro. Sólo por eso podría merecer la pena tenerlo en casa.

    Pero lo demás... El prólogo aburrido y prescindible (¿no se han enterado que los prólogos tienen que ser geniales o no ser?). Y la larga lista de comentaristas... pues eso, una forma de que algunos chupen rueda de Chejov, y los amiguitos del antologuista chupen rueda de los chuparruedas de Chejov.

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  7. A mí me parece más bien que es el antologuista quien chuparueda de Chéjov y de los demás. Poco prestigio pueden sacar los comentaristas con esos comentarios tan de andar por casa.

    Luego pegaré la reacción de Sergi Bellver al post. Una respuesta en la que argumenta las razones por las que discrepa de mi parecer. O algo así.

    Un saludo,

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  8. Se lo regalé a mi chica. Ella suscribiría tu reseña. No lo leí. Sí a Chéjov. Es verdad, no todos los cuentos, pero casi todos, son, o casi son, una maravilla.
    Un saludo.

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  9. Señalar que Chéjov la palmó a los 42 años o así. Con la obra realizada: cuentos, teatro, ... Además de haber viajado, trabajar como médico, etc.
    Edad a la que estos comentaristas y otros mal o bienheridos se dedican al ego-twitter, ego-facebook y demás. Sobra cualquier comparación.
    Chéjov, escribió.
    Estos, riegan y cultivan el ego internético.

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  10. ¿Y la reacción de Bellver? Estamos ansiosos!

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  11. Dile a Bellver que no se preocupe demasiado, que has tenido entradas más brillantes. Fíjate que tienes 2 "aburrido". Hay que ver, con lo que tú has sido.

    Espero que el próximo título no te haya gustado tanto.

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  12. Todo es respetable, pero debe usted leer "Ostras" con más atención. Creo que así, tal como ha redactado usted su crítica, está dejándose en evidencia como lector. Ostras es un cuento sobre el que se estudia semanas enteras en las universidades rusas. No he leído esta traducción ni el comentario que lleva el cuento, pero es muy difícil fastidiar un cuento como ése. Usted ha estado muy poco atento o es un mal lector que habla con suma ligereza. Léalo de nuevo y con atención al símbolo. En es cuento breve hay mucho más de lo que usted ha querido decir a sus lectores.

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  13. Y lo que te rondaré morena... Antologías, antologías y más antologías, eso es lo que nos espera. Es lo que pasa cuando personajes como el tal Bellver se autodefinen escritores sin un solo libro publicado, y luego entras a la Wikipedia y su entrada es tres veces más larga que la de los escritores de verdad... ¡con algo la tiene que rellenar! Es lo que ha tenido internet y la proliferación de editoriales, cualquier tipo con sólo el bachillerato puede erigirse como el Harold Bloom de las letras españolas.

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  14. Con todo, estoy de acuerdo con lo que dice Hostias sobre Ostras.

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  15. A continuación, un mensaje de Angeles por alguna razón no veo publicado pero si comunicado. No sé qué ha podido ocurrir:

    "Y lo que te rondaré morena... Antologías, antologías y más antologías, eso es lo que nos espera. Es lo que pasa cuando personajes como el tal Bellver se autodefinen escritores sin un solo libro publicado, y luego entras a la Wikipedia y su entrada es tres veces más larga que la de los escritores de verdad... ¡con algo la tiene que rellenar! Es lo que ha tenido internet y la proliferación de editoriales, cualquier tipo con sólo el bachillerato puede erigirse como el Harold Bloom de las letras españolas. "

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  16. (Antes de nada les pido disculpas: estoy de vacaciones y me conecto sólo de pascuas en ramos.)

    El tiempo no pasa en balde, amigo Quique, y uno no puede esperar vivir eternamente en la excelencia. El próximo título me gustó menos, efectivamente. Se trata de "A bordo del naufragio" de Alberto Olmos. ¿Lo ha leído?

    Hostias, no pongo en duda lo que dice pero a mí, como lector, no me llegó. Quizá estaba ya harto de tanto comentario y tanta tontería. Soy humano, no lo olvide, definitivamente un mal lector y por descontado un lector que habla con suma ligereza. Pensé que era obvio; he dado pruebas de ello en numerosas ocasiones. Mire, Hostias, yo me equivoco muchas veces, más de las que quisiera, y leo mal demasiadas, por eso no entiendo que haya quien se tome tan a pecho mis opiniones (esto lo digo por Bellver, pero también por muchos otros). Nunca me he creído infalible; es más, he defendido y defenderé a muerte el derecho a leer mal, a errar. He aprendido más de mis numerosos errores que de mis escasos aciertos. Lo que no haré es volver a leer el cuento de marras. Si en Rusia lo estudian durante semanas significa que yo tardaría como mínimo un par de años en llegar a él. No tengo tanto tiempo: sólo me dejan tener el libro un mes en depósito. Por otro lado me costó demasiado conseguirlo como para querer volver a solicitarlo. Le quedo agradecido igualmente por la información y prometo corregirme siempre que no me cambie el carácter. Reciba un cordial y sincero saludo y gracias por pasar.

    Respecto a la reacción de Bellver no sé bien que decirles. Tenía un mensaje que me dejó en el Facebook, pero hoy cuando fui a contestarlo había desaparecido y ahora me da cosa reproducirlo porque es como si se hubiese llevado con él los derechos de reproducción. Me llevé un buen susto, no crean, al ver que no estaba y más cuando descubrí que al propio Bellver le había ocurrido exactamente lo mismo. No sé. Estoy preocupado. Pero retomando: lo que Bellver venía a decir, poco más o menos, era que la reseña le había parecido “bastante incompetente y un poco mezquina” pero que ya suponía que tenía que ver con que la gente “disfruta de esta clase de circo” y que el hecho de que me jaleen me pervierte. (Lo último es mío, lo entrecomillado es textual suyo.)Nada que no supiéramos, vaya. Luego dice una cosa muy graciosa: “La inercia general ha derivado de las felaciones mutuas de antaño a la mala baba actual”. De antaño, dice, no se lo pierdan. De antaño, je.

    Bueno, pues nada; la próxima vez diré que el libro es maravilloso y recomendaré su no-compra para que la inteligencia del lector medio no quede en evidencia. Y todos contentos.

    Angeles, lo dije en serio: me creo lo que dice Hostias. Sobre las antologías: se puede hablar durante horas y no llegar a ninguna parte. El cuento es un inmenso mal cuando sirve para disimular las carencias de los malos escritores. No me refiero a Bellver, de quien no he leído nada, sino de muchos otros que hacen novelas juntando relatos porque no son capaces de hacerlo de otra manera al haberse acostumbrado a pensar en corto.

    Un saludo a todos,

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  17. Yo no me quería meter aquí, tengo una idea demasiado personal de Chejov como para compartirla mal, pero sin duda Carlos en ese cuento has dejado pasar cosas por alto, la primera es la forma específica en la que se construye el concepto de ostra en la mente del hambriento, la segunda la digestión de la ostra en su estómago.
    Esas dos consideraciones bastan para hacer del cuento algo distinto de un relato sobre la miseria y meternos de lleno en un avatar del deseo.

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  18. Dos cosas:

    1º. Me han convencido. Lo volveré a leer. Ya les contaré.

    2º. Oveja, esa idea personal de Chéjov: por público o privado, pero me la tienes que contar.

    Un saludo,

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  19. Añadida tu crítica en su entrada de Wikipedia: ¡¡te nos haces famoso!!

    PD- ¡Actualiza ya!

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  20. Pues no, Carlos, no me he leído ese de Olmos. Prefiero que te lo comas tú primero y ya me dirás.
    Además, sigo con Chronic City. Voy de 2 en 2 páginas. Con lo que me costó, no se me ocurre una manera major de amortizarlo. Me va gustando, aunque sin volverme loco.

    Sin ir más lejos:

    "...abrió su buscador de internet, invocando el bip apagado de los dígitos y luego el resuello electrónico de un portal al abrirse".

    ¿Cómo que "invocando el bip apagado y luego el resuello electrónico"?

    Dime que no te parece para tanto. Dímelo, va.

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  21. Quique: pues no, no es para tanto. Es broma. Ese párrafo es bastante horrible sí, de todos modos no recuerdo ya los detalles, por supuesto, pero me sigue pareciendo una buena novela. Disfruté mucho mucho durante su lectura y el resultado, en conjunto, me parece bastante bueno. Ahora bien, si yo leo a ese ritmo me corto las venas. No quiero decirte nada con esto.

    Anónimo del 08 a las 20:04: actualizado. (Relájense, ¿no ven que estoy de vacaciones?)

    La wikipedia, dice. Caramba, esto debe estar a punto de empezar a darme pasta...

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  22. Para los curiosos: la respuesta completa de Bellver:

    "Con la misma sinceridad de la que dices siempre hacer gala, Carlos, he de decirte con toda honestidad que esta entrada de tu blog me ha parecido bastante incompetente y un poco mezquina, pero mientras haya lectores de blogs que disfruten con esta clase de circo y te jaleen, te irá bien en cuanto a visitas y todas esas cosas. Desde luego, cada vez tengo más claro por qué dejé de leer blogs. La inercia general ha derivado de las felaciones mutuas de antaño a la mala baba actual. No lo entiendo, pero ni lo uno ni lo otro me parece ni serio ni honesto. Un saludo y suerte"

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  23. Cuando él estaba en las gradas abucheando eran felaciones, y ahora que está en el césped es mala baba. No creo que nada haya cambiado un pelo, la única diferencia es que antes jodía y ahora es jodido.

    Que este tipo es un indocumentado (¿seguro que tiene el bachillerato terminado, Ángeles?) lo sabe todo el mundo. El otro día me lo comentaba un editor barcelonés que responde a las iniciales de D.M.C., pero por lo visto todo el mundo le encarga trabajos porque lo hace todo gratis, con tal de trepar. Con todo me refiero al contenido de las antologías (no los cuentos de Chejov, eso seguro) y a la promo (yo no he dicho nada de felaciones), porque su afán de figurar en los medios sólo es superada por la longitud de su no-bibliografía...

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  24. Lo del Bellver éste no tiene nombre, por Dios. Vaya zoquete, y se pasea por Bcn como si fuera W. Benjamin.

    Peón, se te ve de lejos que eres buena gente. Sigue así.

    Un saludo,
    J.C.

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  25. Hola J.C., ¿eres Juan Carlos Márquez por un casual?

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  26. Ese libro es una infamia. No será por expertos en literatura rusa en España, lo que pasa es que es mejor llamar a los coleguitas para que discurseen sobre Chéjov. Leí en una tienda el comentario del Cacandeira y casi estrujo la página allí mismo. Nevsky Prospekt ha cometido una cagada editando esta mierda.

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  27. Me gustó mucho la idea de esta edición (no es fácil encontrar libros con cuentos comentados individualmente), así como su cuidada presentación.

    La selección de relatos –de los más breves de Chéjov– sin pretender ser una antología con lo mejor del ruso, me pareció un buen reflejo de las diferentes etapas de su producción en materia de cuentos. Me gustan especialmente El violín de Rothschild, Casa con mezzanina (también conocido como Casa con desván), Tristeza...

    Entre los comentarios, disfruté de los de Víctor García Antón, Eloy Tizón, Marta Rebón, Juan Carlos Márquez y Paul Viejo. No me gustó nada el de Óscar Esquivias.

    ¿Alguien podría recomendarme algún libro similar con cuentos comentados de uno o varios autores?

    Muchas gracias. Un saludo.

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