1
Ocurrió así: Ainhoa Rebolledo es un ser completamente desconocido para mí el 10 de mayo, aunque el nombre me suena no sé de qué. Por esas fechas publica en sigueleyendo esta suerte de libro que estoy reseñando y leo, no sé dónde que alguien le dice a no sé quién “mira, la Rebolledo ha publicado en sigueleyendo, ¿qué te parece?, ¿lo has leído?”, algo así, a lo que el otro contesta no sé qué, creo que dice que no, que no la ha leído pero que sigue su blog. Entiendo que le gusta y lo leerá, pero igual me equivoco. Me pongo en [Modo Documentación ON]. Busco su blog y pierdo exactamente dos minutos con él antes de ponerme con otra cosa porque yo para los blogs de los demás soy bastante perezoso. Me entero en su biografía que tiene un libro publicado en Honolulu Books. Busco el libro pero: nada por aquí, nada por allá. Empiezo a seguir a Honolulu Books en twitter con la única excusa de preguntarles si hay modo de conseguir sus libros en digital. Me responden que están en ello. Vale. Cojonudo. Gran ayuda. Me entran una ganas terrible de dejar de seguir a Honolulu Books pero me contengo, al fin y al cabo es gratis. Total, que a estas alturas de la película a mí ya empieza a picarme la curiosidad y [Modo Documentación OFF] me compro en sigueleyendo el libro de la Antropología esta de los cojones por 2,35 euros impuestos incluidos, joder, que es mucho menos de lo que cuesta un paquete de tabaco. Le echo un vistazo al pdf y me lo veo venir. Esto ocurre el quince mayo de este año de nuestro señor.
2
Mismo quince de mayo. Un poco más tarde empiezo a leer “¡Maldita sea! Antropología…”. Cuando llego a la página nueve me doy cuenta de que la reseña no se va a entender si no meto una cita generosa para dar una idea de a qué se va a enfrentar uno. Procedo, pues: Ainhoa Rebolledo escribe así:
En 2007 las post-quinceañeras –nosotras– no teníamos smartphone y menos blackberry y menos menos iphone y los trending topics de twitter no se basaban en lo que estaban echando en la tele en ese momento ni en la ocurrencia más loca de las seguidoras de Justin Bieber. además, nuestra cuenta de correo electrónico era cualquierchorrada_adolescente@hotmail.com.No es muy tarde para que andes solo por la calle?– le pregunté en una ocasión a un niño de 7 años que caminaba solo por Lavapiés a las once. de la noche.—Tarde? para quién?–respondió enseñándome (mucho. que quede claro que AHÍ estaba) su navaja de caza de 8,5cm.Así era Madrid. Zona A de metro. de la M-30 hacia dentro. un poco menos. de cuatro caminos a atocha y del barrio del carmen hasta la casa de campo. nuestra zona de influencia. era 2005, era 2006 era 2007 y fue 2008. teníamos 18 años. teníamos 20 años. tuvimos hasta 22 años. luego ya no. tuvimos nada. ni por tener ya no tenemos ni relación. salías (pongamos que tú. por ejemplo. en el caso remoto de que hayas vivido en madrid algún tiempo y HAYAS SOBREVIVIDO PARA CONTARLO) una noche y no sabías muy bien si ibas a volver –si es que volvías– apuñalada, penetrada visceralmente, borracha o entera. (sigue)
3
Me jode llenar el post de citas pero un poco después del párrafo anterior, muy poco después, como dos o tres páginas después, Ainhoa la caga estrepitosamente al dar una explicación -que nadie le había pedido- acerca del porqué cuenta las cosas cómo las cuenta, acabando así con la poca gracia que tenía el chiste. Y bueno, ya que he puesto el uno me parece de ley poner el otro (reducidito y con enlace a su totalidad para no aburrir a los menos interesados):
LA DESTRUCCIÓN DE LA GRAMÁTICA EN LA ANTROPOLOGÍA DE LA NOCHE MADRILEÑA
(manifiesto de la literatura futurista adaptado)
1. Es necesario destruir la puntuación disponiendo de sus signos (.,!?,etc) al azar, omitiéndolos siempre y cuando no sea estrictamente necesario. Las frases largas pueden dar el sentido de continuidad de la vida y la esperanza que este conglomerado de palabras no tendría. De otra forma. Se utilizarán preferentemente frases cortas.2. La hortografía está más que obligada. No cometer ningún tipo de falta. Seguir la normativa de la RAE vigente. del 2012 o la de 1741, la que sea. No importa. !!3. Los verbos deben usarse conjugados, adaptándose más bien sometiéndose, al sujeto. Con imposición. ¡Aquí manda mi declinación!4. Todos los adjetivos deben escribirse adjetivados con un TOPE que dispare hasta el infinito las capacidades cualitativas de los mismos. (sigue)
4
[Modo Rebolledo ON] grosso modo esto va de tener veinte o quince o veintidós putos años y contar aquello que se cuece en la noche madrileña que viene siendo follar y beber hasta que abren las bibliotecas. y porque semos jóvenes y modernas puntuamos como nos sale de los ovarios. que me como las comas y vomito los puntos que esto ya se ha inventado lolailolailo esto ya se inventó loailoló que así se planta el maíz lerelé que me luego me como yo loroló. y luego. ¡maldita sea!. la MADUREZ. [Modo Rebolledo OFF]
O lo que es lo mismo:
Ainoha Rebolledo a los quince o a los veinte (ya no sé) es una Joven Alocada que sale por Madrid adelante (Malasaña y tal) y se lo pasa puta madre follando y bebiendo y bailando y riéndose con sus amigas de todo lo que se ríe uno a los quince o a los veinte, que viene a ser hasta de su sombra. Y como todo es tan loco loco y tan creativo creativo la sintaxis ha de ser jodidamente demencial (mira mamá. sin manos), tal como acabamos de ver. En esta parte del relato conoceremos un poco mejor el callejero madrileño y también nombres de bares así como su estética y temática y los quereres y padeceres de sus habituales y un montón de otras cosas que a mí personalmente me importan un carajo pero que a su manera sirven para hacerse una idea de lo gilipollas que somos a cierta edad, una información de vital importancia, ya se imaginarán, especialmente para todos los que hayan pasado esa parte de su existencia encerrados en una burbuja y se lo han perdido o simplemente no eran de mucho salir y también.
Luego a Ainoha no le quedan más cojones que madurar porque maduritas es como le gusta al sistema comerse las niñas. Entra a trabajar de becaria en una editorial de Barcelona, que se ve que es donde se corta el bacalao, y descubre que ella misma quiere ser algún día editora (aunque menos gilipollas que su jefe de entonces) y será por ello que se toma la vida más en serio de lo cual es reflejo su puntuación, que se vuelve mucho más de veintipico. Tampoco sale tanto a la noche, que va fría, y piensa en el futuro y en que los cien euros que se ventilaba en un día en Madrid le duren ahora cuatro y además de la cerveza pueda comprar nugets congelados y puntas de espárragos. Y se enamora también, claro, y algún día irá a vivir con su machaca si no lo ha hecho ya, y aprende catalán y bueno, no sé, las cosas que se hacen por allí cuando se van quemando etapas.
Y ya está. A esto es a lo que he dedicado dos horas de mi vida.