Les recuerdo de qué va esto: entre mis numerosas buenas intenciones se encuentra una que tiene que ver con reseñar todo aquello que leo, pero la realidad, especialmente la del último año, se impone y al final uno debe elegir entre leer o escribir. Y qué quieren qué les diga. Quedan muchos libros en el tintero, seguramente demasiados, y de ahí este pequeño resumen que busca enmendar ese pequeño, minúsculo fallo. Esto ha sido abril:
El rey de Donald Barthelme
Donald Barthelme es sinónimo de calidad. [Abro paréntesis para recomendar un recopilatorio de relatos que editó Automática creo que el año pasado. Me lo enviaron, muy amablemente (como tantos otros), pero quedó injustamente sin comentar (como tantos otros). Sufro trastornos de sueño por esto, de ahí el comentario. Cierro paréntesis.] Recuerdo la lectura de este libro (El rey) como algo muy lejano. Si no guardase un pormenorizado registro de mis lecturas podría pensar que pertenece a las del año pasado. No es el caso. Seguro que esto significa algo. Lo que sí recuerdo es que se trata de una divertidísima adaptación de las desventuras de un rey Arturo muy especial pero también es un libro inacabado y aquí no soportamos los libros inacabados ya sean escritos por Barthelme o por Wallace o por Kafka. Esto se traduce en una terrible injusticia que me obliga a tener este libro y El castillo de Kafka, ambos geniales, sin reseñar. Terrible, terrible pero necesario. Quisiéramos enmendarlo pero al no saber cómo lo dejamos estar.
El año del desierto de Pedro Mairal
Esta novela ya tiene reseña y un buen puñado de comentarios. Les dejo el link. Aquí un resumen de lo dicho: «…dicen por ahí que El año del desierto es un rewind de la historia (argentina). Y dicen verdad. Pero es un rewind fallido desde el momento (y lamento insistir) en el que hay que aceptar pulpo como animal de compañía. Estamos muy acostumbrados a buscar y condenar a voz en grito fallos en los guiones cinematográficos y sin embargo no tenemos problema en obviar la inmensa cagada que esta novela, que más allá del divertimento general, ocasional, y la prometedora primera mitad, se limita a construir una ficción a golpe de escenas unidas por un débil hilo argumental que lo mismo se podía haber ahorrado el bueno de Pedro. Total para qué».
El gran misterio de Bow de Israel Zangwill
new mYnd de Colectivo juan de madre
Reseña en curso. La empecé ayer. Escribí esto: «Ya les he hablado de Colectivo Juan de madre. En su momento les expuse un teoría la mar de plausible que no quisieron ustedes escuchar (o, si escucharon, no quisieron ustedes creer), acerca de los órganos no sexuales que lo constituían y sus aviesas intenciones. Pese a esto, hay quien se empeña en creer que tras Colectivo JdM se oculta nada más que un ser humano llamado Daniel Miñano. Es falso, pero allá ustedes y su ingenuidad. El caso es que esta gente ha escrito otro libro. Este libro. New mYnd». Después me fui a la cama.
La vida equivocada de Luisgé Martín
También hay reseña. Estamos que lo tiramos. Debería publicarla hoy, mañana, pasado… no sé, pronto. Les dejo un fragmentito del comienzo por aquello de darle cierto contenido al post: «Al grano: La vida equivocada suena a repetición. Suena a ya leído no menos de un par de veces. Suena a falta de ideas, o de argumentos; suena a monotema y a runrún de la maquinita de fabricar libros en serie. Suena, también, a exceso de algo, de confianza, por ejemplo»
Distancia de rescate de Samanta Schweblin
De esta no tengo avance. Muy recomendada novela de escritora desconocida. Joven escritora desconocida. Joven argentina escritora desconocida. Miedísimo, en principio. Pero no, muy bien. O sea, bastante bien. Pelín estirada por el centro, la historia es el sinvivir de no saber nunca qué demonios está pasando. Cuando nos vamos enterando, al poco de empezar, la novela ya está a punto de acabar. Es así de cortita. En la novela, que ya destriparé cuando corresponda, hay un mujer y otra mujer y unos niños que dan más miedo que Hacienda, que tienes uno de esos y como poco lo matas. Lo dicho. Ya hablaremos.
Un minuto antes de la oscuridad de Ismael Martínez Biurrun
Otra novela por reseñar. Se me acumula el chollo. Esto va del fin de mundo. Más o menos. En las ciudades todo va a peor. En las urbanizaciones de la periferia, también. Unos tipos vestidos con camisas hawaianas tiene a tutto il mondo acojonado de tan violentos y secuestradores. Esto se traduce en drama humano de seres corrientes defendiendo aldea. Es mucho resumir, esto, y otro tanto interpretar, pero ya entraremos en detalle. Pronto, espero, no se me vaya a olvidar.
La silla de David Jasso
Descubro hace poco, por casualidad, que David Jasso, de profesión desconocido en mi barrio, va a sacar libro nada menos que en el sello Insomnia de Valdemar. Busco inmediatamente cosillas de este señor (con perdón) por la red y encuentro o me encuentran La silla, que es una novela que tiene una portada que miedo lo que se dice miedo no provoca, si acaso una arcada. Lo edita uno que se ve no ha leído la novela, porque la puta silla no es de madera. A mí estas cosas me joden mucho porque uno se fía de la portada, ve una silla de madera, como las que tiene en el trastero y se la compra, claro, pero luego se encuentra que nada que ver que la silla ni madera ni nada. No soporto esas cosas. ¿Costaba mucho sacarle una foto a otra silla, por el amor de Dios? Si total para perpetrar ese desastre de fotomontaje. Respecto a la novela… bueno, se me ha hecho tarde. Ya les contaré.
Cenital de Emilio Bueso
Lo que más me gusta de Cenital es el estado de tensión permanente en el que mantiene al pobre lector: la tensión de pasarte toda la puta novela esperando que ocurra algo. Bueso inaugura el género de ciencia aflicción pasivo-agresiva. Uno sabe que los acontecimientos, terribles ellos, irán a peor pese a que en la novela no acabe de verse movimiento alguno. ¿Dónde está el truco, entonces? ¿Por qué no se muere uno de aburrimiento? Yo se lo explico. Pero no ahora. En la reseña, mejor. Denme unos días.
* * * * * *
Cuando escribo estas líneas tengo entre manos dos novelas y una colección de relatos. A saber:
* La suma de los ceros, de Eduardo Rabasa, (pepitas de calabaza) una sátira política francamente divertida. Pese a no haber leído más que cincuenta páginas, está resultando una de las sorpresas del año. Crucen los dedos, yo lo hago.
* El protegido de Pablo Aranda (Malpaso), es una novela policíaca (prometen) adictiva. Ya veremos. Le ha costado un poco arrancar, pero ahora parece que mejora. No hay como que pasen cosas.
* Pruebas de lo equivocados que estamos siempre de Miguel Guerrero (Ediciones del hombre cohete) un libro del que apenas he leído tres microrrelatos y sobre el que todavía no tengo opinión. Mi sentido arácnido tampoco dice nada.
FIN.
(Miento. Había un anexo, pero se me ha hecho tarde y el anexo largo y casi mejor lo dejamos para otro día y así lo dedicamos a hablar de novedades y cosas que están por venir).
Tongoy, las reseñas de autores españoles (o, en su defecto, latinoamericanos, que para el caso es casi lo mismo) en las que pones a parir al autor y al libro en cuestión tiran más que las de autores extranjeros de mediados de siglo XX; parece mentira que no lo sepas. Pero, bueno, supongo que algo tendrás que publicar sin mucho tirón de vez en cuando para que no te digan que sólo pretendes enervar a las masas.
ResponderEliminarPor cierto, Vargas Llosa ha anunciado como quien no quiere la cosa que tiene ya el borrador de su nueva novela. 'Cinco esquinas' la va a titular. Ya te imagino frotándote las manos.
E.A.
Bueno, Vargas Llosa no me pone mucho pero si hay que leerlo para medrar, se lee y punto. O no.
EliminarTongui es espuma contra las rocas, portazo de cristales mal cerrados, nada más. Y nada menos. Y menos mal.
ResponderEliminarMe has sacado los colores, boba.
EliminarVamos a ver...
ResponderEliminarSi no nos tomamos en serio a Tongoy (descojonándonos nosotros, descojonándose él) pero ¡en serio! ¿Me podría cualquiera de ustedes indicar, si no es demasiada molestía, a quién si habría que prestar crédito cuando escribe la crítica de un libro?
Me lo cuentan. Y opino.
De momento, mientras no aparezca nadie a enmendarle la plana con un mayor conocimiento de causa y una destreza de formas más afinada que la suya, está Tongoy. Tal cual. Por mucho que les joda a algunos.
Yo de Tongoy me tomo en serio su "sinceridad" a la hora de valorar un libro, aunque pueda no coincidir con su juicio y criterio; y posiblemenete haya un "sesgo de opinión" (o de severidad en la opinión) dependiendo si el escritor escribe en español o inglés; o la editorial que polica.
ResponderEliminarAh, esos sesgos, tan inevitables.... Una cosita: también se da lo contrario. He callado, mucho y muchas veces, magníficas lecturas para evitar parecer un empleado de según qué editorial o he sido más duro de lo estrictamente necesario. Y eso es algo que me jode mucho.
Eliminar¿Rabasa no fue uno de los fundadores de sexto piso?
ResponderEliminarHabrá que ver cómo funciona al otro lado de la trinchera.
¿Dónde puedo localizar al tal Rabasa?
EliminarLa solapa dice que sigue siendo editor. Debo confesar que no tenía ni idea. Me enteré después, buscando en google. Soy malo para las caras, pero mucho peor para los nombres.
EliminarBluff, ¿a qué te refieres?
Nada. El decurso de los acontecimientos. Preguntaba yo (el 03.05.2015, a las 11:17) por algún otro crítico literario sensato, al margen de vos, y me pareció que el breve comentario "Pablo G", mencionando a alguien llamado Rabasa, guardaba conexión con mi interrogante. A eso me refería. A la página web o el periódico donde esta persona publicaba esas reseñas que a mí, con la complicidad del aludido comentarista, todo hay que decirlo, me había dado por adjudicarle ;-)
ResponderEliminarEl de Barthelme pinta muy bien.
ResponderEliminarEl de Luisgé Martín también, no por el libro en sí, que será una mierda, as usual, sino por la merecida, justificada y necesaria mano de hostias que se prevé en lontananza.
Tira todo eso y ponte de una buena vez con Kobo Abe, joder.
ResponderEliminarVenga, va. Busco algo.
Eliminar"El Hombre Caja". Donald Barthelme la incluye en su lista de 81 recomendaciones:
ResponderEliminarhttp://www.gyford.com/phil/writing/2004/04/13/donald_barthelme.php