“El héroe discreto”, la última novela de Mario Vargas Llosa trata de un señor que no se deja amedrentar por unos chantajistas que le quieren cobrar equis dinero al mes a cambio de no amargarle la existencia y de otro que quiere tocarle los huevos a los barandas de sus hijos, que son unos impresentables. Dos hombres hechos y derechos luchando contra la adversidad; una excusa como cualquier otra para hablarnos de lo mucho que ha cambiado Perú.
Decían dos críticos el otro día en Culturas —el minúsculo suplemento de La Voz de Galicia— en la misma página, columna con columna, lo siguiente (atentos al nivel, Maribel):
(1) “El héroe discreto no es La guerra del fin del mundo —así que conviene anotarlo, porque tampoco hace falta que militemos en la rendición incondicional todos los días—. Pero, de todas formas, es un libro magnífico”.
(2) “El héroe discreto no es Conversación en la catedral. Pero tampoco hace falta que lo sea. Porque Conversación en la catedral es una novela que Vargas Llosa había publicado ya. Y El héroe… […] viene a recordarnos muchas cosas que no deberíamos olvidar jamás. Entre ellas, que hay que mantener la cabeza alta. Y, por supuesto, que siempre nos quedará la literatura”.
Incluso Joaquín Marco, en El Cultural (13/09/2013) dice que “no es exactamente una novela de tesis y está lejos de sus primeras obras. Se trata de una gran broma barroca que intenta demostrar el papel del azar en la vida o las complejidades que puede depararnos el azar”. Azar, azaroso azar.
Hay consenso, pues, sobre la insuficiente calidad de la novela y si algo queda claro, es lo que "El héroe discreto" no es. ¿Y que es? Pues un culebrón, mayormente, con un punto de intriga (atentos amantes del género), que parece haber sido escrito por aquello de escribir algo y no estar todo el santo día jugando al dominó en el bar de la esquina. Yo, que he leído el 30% de la novela, puedo decir y digo que es un peñazo tamaño monumental, como corresponde a un Nobel. Dice Pilar Reyes, su editora, que en El héroe discreto “aparece el Vargas Llosa más juguetón y relajado”. Relajado, dice. Soporífero, más bien. Lo de “juguetón”, si se lo preguntan, no es porque en esta novela se folle bastante (que se hace, lo cual es siempre motivo de alegría sobre todo por lo que viene siendo la cuestión documental) sino porque entre los personajes aparecen unos viejos conocidos de otras novelas de Vargas Llosa: Lituma, el de los Andres y Rigoberto, el de los cuadernos. Esto a la crítica parece haberle encantado; yo personalmente no veo que tenga mayor interés, de hecho si te paras a pensarlo, parece un truco para despistar bastante pobre.
Yo me rindo más o menos en la página 115 pero me reservo el derecho de continuar. La novela no es nada especial y personalmente no podría interesarme menos ni hablando de futbol, y más sabiendo como sé, por culpa de Joaquín Marco, que “Nada queda al azar” (lo de este chico es una obsesión) “y el final feliz convierte la novela [..] en un canto al optimismo”. Qué ganas de joder la marrana, de verdad.
Novelita para incondicionales y gente con mucha paciencia. Puede que, tal como dice su editora, Vargas Llosa escriba gran literatura pero desde luego no es la gran literatura que uno espera de Vargas Llosa.
Novelita para incondicionales y gente con mucha paciencia. Puede que, tal como dice su editora, Vargas Llosa escriba gran literatura pero desde luego no es la gran literatura que uno espera de Vargas Llosa.
Joer, pues esta tenía mejor pinta que la anterior, esa del sueño del celta. Yo solo he leído "Conversación en la catedral" y está claro que es una obra maestra y que por sí sola merece un Nobel (cómo entremezclaba los diálogos y las escenas el muy jodido de Mario). ¿Por qué se hacen mayores?
ResponderEliminarDeja de leer novedades, Mike. Necesitas una base mínima de lecturas, y entre ellas se cuentan al menos seis u ocho novelas de Vargas Llosa. Al menos alterna, eres muy joven para solo leer cosas de Mondadori. Tienes criterio pero necesitas pulirlo.
EliminarUn amigo
A ver, a ver, no nos saquemos los colores, que algunos clásicos habré leído que usted no (y del 1899 para abajo, que a fin de cuentas don Mario no deja de ser un moderno, un casi novedad, un autor de la segunda mitad de ese siglo XX que aún colea). Otra cosa es escribir reseñas de Shakespeare y Cervantes, que dígame usted la utilidad de una entrada de blog que anuncie a bombo y platillo que "La ciudad y los perros" es una novela muy buena.
EliminarPero como los clásicos nunca vienen mal (y aceptando a Vargas Llosa como animal de compañía) recojo su inestimable consejo y alternaré más a menudo libros canónicos (espectro que cubra desde la década pasada hasta el siglo VIII, que ayer me compré Las metamorfosis y aún no me lo he leído) con mis queridísimas novedades de Mondadori (?), en una carrera frenética y (ay, tan) juvenil hacia esa "base mínima de lecturas" que usted, amigo mío, grácilmente arrastra consigo por donde anda.
La entremezcla de diálogo (a seis u ocho voces, a veces) es magistral. No es discreta, como la novela.
EliminarSin haber leído ésta (y creo que no la voy a leer), Vargas Llosa, con todo lo bueno que es y ha sido como escritor (a ver quien ha hecho un debut tan contundente como "La ciudad y los perros", pera empezar) y que, seguramente se merece el Nobel más que otros a los que se lo han dado ( si es que tal cosa quiere decir algo), Vargas Llosa, digo, está ya para sopitas y buen caldo. La anteriro , la del celta, es un peñazo: algo peor que una mala novela: es monótona, burocrática.... como dices tú por ahí, lo que corresponde a un premio Nobel (aparte del curioso hecho de que sea la biografía, bastante halagüeña, de un independentista irlandés... cuando luego el sr. Vargas se opone al independentismo actual en Cataluña, bastante más pacífico que el que defendía roger Casement... pero en fin, don Mario se codea con el Rey y con Esperanza Aguirre; no va a decir otra cosa).
ResponderEliminarDicho todo esto, Mario Vargas Llosa tiene en su haber al menos media docena de novelas espléndidas, alguna incluso que podemos considerar obra maestra de las letras castellanas (lo que tampoco es para tanto, que decía el Malherido...).A ver quien puede decir lo mismo. Y yo no las he leído todas, que conste.
He leído todas las novelas de MVLL (claro, soy peruano) –y GGM–. Son muy buenas: Pantaleón y las Visitadores, La Cuidad y los Perros, La Casa Verde. Son buenas, Elogio de la Madrastra, Travesuras de la Niña Mala. Son magistrales: Conversación en la Catedral, La Fiesta del Chivo, La Guerra del Fin del Mundo. El Sueño del Celta y El Héroe Discreto, son discretas.
EliminarPantaleón y las Visitadoras!! Lejos, la única perla de la corona de Vargas.-
EliminarCon un protagonista y prototipo, como otros pocos en la literatura.-
No creo que eso le preocupe demasiado a Don Mario ni a su editorial. Será número uno en ventas estas Navidades seguro.
ResponderEliminarNo me parece de recibo hacer una crítica de un libro a través de terceras críticas y habiendo leído el 30% del libro. Valoro mucho este espacio, pero creo que debería primar el rigor (leer el libro primero), la originalidad (prescindir de todo lo que haya publicado previamente), en detrimento de la cantidad, para estar a la altura que debería y se merece. Un saludo
ResponderEliminarAcepto la colleja. PERO...
Eliminaren este blog siempre hemos sigo amigos de criticar al crítico, antes incluso de aquello de Diario Kafka. No es la primera vez que acerco a una novela a través de críticas ajenas y desde luego no será la última. Quizá le reste valor al asunto, pero aquí me gusta hacer un poco el cabra. Además estas entraditas suelen acabar siendo divertidas.
Sobre leer el libro entero.. me conozco lo suficiente para saber que acabaré haciéndolo. Supongo que esperaré a tener el libro entre las manos. (Lo tengo pedido desde hace un mes).
Gracias por el consejo. Un cordial saludo,
Siempre puedes inventarte un porcentaje mayor como Ana Botella.
Eliminar... si con la de "El sueño del Celta" no pude pasar de la tercera página (el ultimo libro que me habia leido de él era La Casa Verde, tuve la sensación de que le timaba), en este me quedo en la quinta; bueno pues como parece que "no es" pues no será.
ResponderEliminarHombre ( o mujer) es que precisamente has ido a caer con las mayores castañas de don Mario... léete "Pantaleón y las visitadoras" o "La tía Julia y el escribidor" y verás que son otra cosa.
EliminarEl Sueño del Celta de MVL y La Caída de los Gigantes de KF muestran palpable y dolorosamente que en 1,910, tanto en Inglaterra como en Perú, los ricos explotaban miserablemente a los pobres e ignorantes. No es novedad, pero es ponerlo nuevamente en tu mente y corazón.
EliminarJoder, déjate de premios nobels que los reseñan hasta en el Hola! y comenta ya el de Chimal que estoy intrigada y no sé si comprarlo, no está en ninguna biblio de mi ciudad.
ResponderEliminarCon todo el cariño e impaciencia
No aguanto a Vargas Llosa. Después del placer que me produjo leer La ciudad y los perros, Conversaciones en la catedral, La tía Julia y el escribidor, Pantaleón y las visitadoras, un buen día le escuché decir una serie de sandeces, barbaridades filofascistas, en las que se reafirma cada día de su vida, este aspirante a tirano bananero. Así es que no le leo porque me da arcadas, es superior a mi. Es como si, por nombrar a alguien de su calaña, Serrano Suñer siguiese vivo y publicase la mejor de las novelas posibles: que se las meta por el culo.
ResponderEliminarAun así, tu entrada me plantea un par de problemillas
Nobel =aburrido (¿siempre?)
Ergo, no Nobel= divertidísimo
¿divertido=calidad?
Ergo, p. ej. "El hombre sin atributos"=asco de libro
Yo las intervenciones públicas de este hombre prefiero no entrar a valorarlas, porque son tan flipantes que a veces pienso que lo que hace el tío es un ejercicio de parodia literaria de sí mismo, o algo así. Las últimas que recuerdo son: 1- apoyo a la candidatura electoral de UP yD y en especial a su lideresa doña Rosa Diez, como garants de la ideología liberal (1) en España.
Eliminar2- Llamar a otra lideresa, doña Esperanza Aguirre, la "Juana de Arco del liberalismo"
3- Afirmar, siguiendo un razonamiento algo abstruso (para mí) de javier cercas, que el supuesto derecho a decidir sobre su futuro como nación de los catalanes es "antidemocrático".
O se está quedando con la peña, o lo hace sólo porque le pagan una pastita y le da igual decir cuatro que cuarenta. Que seguramente es lo que es.
Ergo, "Viaje al fin de la noche" de Céline es una mierda infecta, puesto que su autor no solo era filonazi, sino también directamente un delator para el régimen de Vichy.
EliminarCuidado.
¿Algún día alguien leerá a Céline de verdad? ¿Hay menos atrocidades en lo que explica porque esté de un bando o de otro? ¿Quién ha jugado con el morbo de sus ideas políticas, él o sus críticos?
EliminarNo me parece en absoluto un caso comparable con Vargas Llosa, que todavía ahora no sé qué va, o de qué irá mañana.
Nadie ha leído nunca a Céline, Ire, sólo que es un ejemplo muy "à la page" (se dice así, ma cherie?) y mola citarlo... ; )
EliminarHace bien, señor González Peón, en abandonarla en la página 115: no se pierde nada. A mí me quedan 50 páginas y me las voy a acabar por pura cabezonería. Y por oscuras motivaciones que no vienen al caso.
ResponderEliminarSolo dos cosas. Una: al leer todas las novelas posteriores a La fiesta del chivo, algunas incluso peores que esta (Travesuras de la niña mala, sin ir más lejos) siempre me ha venido a la cabeza algo que nos dijo nuestro profesor de literatura hispanoamericana en la Universidad, allá por el año 2001, justo después de la novela sobre Trujillo: "Probablemente, Vargas Llosa ya haya dicho todo lo que tenía de decir". Vargas Llosa se ha encargado de certificar que mi profesor tenía razón. También reflexionaba este profesor a menudo sobre un concepto más que interesante: "la dignidad de callar". Y siempre ponía como ejemplo a Rulfo. "Rulfo", aseguraba, "tuvo la dignidad de callar". Nada más exacto.
Segunda cuestión: yo tengo una teoría sobre la caída de Vargas Llosa: es demasiado feliz. Son demasiadas veces las que ha declarado lo maravillosa que es la vida, lo maravillosa que es la literatura, lo maravillosa que es la conjunción de literatura y vida, lo maravillosa que es, por tanto, su propia existencia. Excepto cuando habla de nacionalismos y de intelectuales de izquierda, Vargas Llosa hasta se vuelve empalagoso a veces (quizás exagero) con esa visión algodonosa del universo (de su universo, más bien) que ofrece a menudo. Claro, después uno lee El héroe discreto y ve que el que la ha escrito es un tipo feliz. A la novela le falta filo, le falta mordiente, no solo en la construcción de los personajes o en el desarrollo de la trama, sino en la actitud narrativa. La novela es absolutamente plana. Un producto de consumo rápido, una obra de consistencia efímera, un producto cultural muy parecido a los productos culturales que genera la "civilización del espectáculo" y que él censura de forma encarnizada en su último ensayo, titulado de manera homónima. La novela ni es profunda ni tiene aristas. E incluso los personajes están bastante estereotipados. La novela, así, es la manifestación de un estado de ánimo poco turbulento. Y para mí, el arte surge del conflicto. No necesariamente de la infelicidad, pero sí de algún tipo de efervescencia dolorosa (o molesta, como mínimo). Hay quien dice que ese binomio (arte/dolor) forma parte de cierta mística en torno a la figura del artista. Quizás haya algo de mística, sí. Y quizás haya bastante de verdad, también.
Con todo, a pesar de esa insustancialidad de la novela, hay un aspecto que me ha crispado especialmente. Y ha sido leer por boca de Rigoberto, sin ningún disimulo, sin ningún matiz, sin ningún elemento de contrapeso, algunas de las convicciones ideológicas que Vargas Llosa ha repetido hasta hartarse: principalmente aquello de los espacios de civilización como antídoto a la barbarie. También aparece una crítica, por boca de este personaje que actúa de manera diáfana como álter ego de Vargas Llosa, a la degradación del periodismo, algo que ya había reprobado en su último ensayo. Quizás, para quien no haya leído su obra ensayística, esos mensajes morales no son tan evidentes. Pero a mí me generan bastante pereza. No por repetidos, sino por poco matizados.
Conclusión: Vargas Llosa es demasiado feliz como para seguir escribiendo novelas. (Continúa...)
(Continuación)
ResponderEliminarHay, sin embargo un pequeño halo de esperanza. Desde La guerra del fin del mundo hasta La fiesta del chivo, transcurrieron 20 años. Siguiendo esa progresión, quizás, si el cuerpo le aguanta, estemos a unos siete u ocho años de poder leer otra obra maestra. Mi impresión, sin embargo, es la misma que le oí a mi profesor de universidad: VLL probablemente ya haya dado lo mejor de sí.
Y una última cosa: no acabo de entender la irrefrenable (y descarada) necesidad de una parte de la crítica de untar al escritor prestigioso. VLL es un gigante. Para mí, sus tres primeras novelas solas ya valen la concesión del Nobel. Pero me parece poco honesto calificar como magnífica una novela que no puede ser considerada como tal por cualquiera que entienda un poco de literatura.
Y esto es todo, amigos.
Bueno, Vargas Llosa defiende a ultranza la ideología liberal. Él cree que la mejor forma para alcanzar una sociedad justa es aplicar políticas liberales. Se puede estar más o menos de acuerdo. Yo no comparto demasiado su ideología. De hecho he publicado alguna cosa criticando sus particulares mecanismos de juicio y crítica. Su tendencia a la pontificación. Ahora bien, de ahí a calificar sus argumentos como barbaridades filofascistas, me parece que media un abismo. Lo que ocurre es que entre determinado sector (pseudointelectual, diría), que ha leído poco o nada a Vargas Llosa (no hablo de ti en este caso, Pobrecito Hablador, sino de una tendencia), se ha convertido en una especie de ejercicio de liberación espiritual o de reconciliación de la conciencia insultar a Vargas Llosa. Entre la progresía se ha convertido en una moda acusar a Vargas Llosa de fascista, un tipo que ha denunciado en sus novelas el poder militar ("La ciudad y los perros"), las dictaduras de Odría ("Conversación en la Catedral") y de Trujillo ("La fiesta del chibvo") o el fanatismo religioso ("La guerra del fin del mundo"). Vargas Llosa filofascista: lo que tiene uno que leer.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, Iván, excepto en una cosa: eso de que si esperamos 7 u 8 años, llegará una obra maestra... ¿tú crees que este hombre va a aguantar tanto'?No digo que la vaya a palmar antes, pero ya he dicho que yo le veo ya más para sopitas que otra cosa... En cuanto a sus declaraciones políticas o de opinador profesional, repito: o se ríe de todo el mundo o lo hace por la pasta y ya está. Y hace bien, qué coño: siempre habrá alguien que le siga pagando...
EliminarNo, no, Jonan, no me has leído bien. Tiraba de ironía para acabar diciendo que mi impresión es que Vargas Llosa ya ha dado lo mejor de sí. Creo lo mismo que tú. Respecto a sus artículos (sobre todo sus últimos artículos: todos esos que citas y uno sobre Paul Krugman, Nobel de Economía al que acusaba de que el Nobel se le había subido a la cabeza y decía tonterías): a mí me tiene desconcertado. No por el despliegue de sus convicciones ideológicas, que ya conozco, sino por una falta de rigor argumentativo. Sus artículos son muy chocantes, sí.
EliminarDe acuerdo con Jonan. Mucha de esa progresía de la vieja guardia de pana se ha visto desde hace una década y media en la obligación de tragarse sapos con respecto a la última etapa de la revolución cubana, que era la panacea y el súmmum del rojo de manual. Ahora está de moda entre ellos denunciar las atrocidades del régimen, haciendo de Reinaldo Arenas (por ejemplo) un héroe que antes no era para su círculo más que una maricona contrarrevolucionaria, un emisario de Miami.
EliminarPues con MVLL pasa algo parecido; cuando el boom, él era un iconoclasta más, jugueteaba con la filiación comunista y se mojaba hasta las trancas. Después de publicar el "Manual del perfecto idiota latinoamericano" (puro veneno irónico contra los nuevos libertadores del continente) le hicieron la cruz y ya era solo un viejo aspirante a perpetuar a la casta criolla. Vamos, hombre. Ni calvo ni tres pelucas. Es un escritor, no coge un fusil ni aprieta un botón rojo. Pero en sus obras hay más denuncia de la América sangrante y genocida que actitud de lucha real en mil caceroladas de cualquier marea de color a las puertas de un ministerio.
Yo no quiero ser progre, mamá. Yo quiero ser de izquierdas, si es que todavía es posible.
Perdona, Iván , pero a mí me sirve más bien de poco que Don Mario haya denunciado las dictaduras en su juventud y ahora se le haya girado el cerebro, o el bolsillo, o vete tú a saber qué. ¿Cómo puede un intelectual defender UPyD? Da un poco de cosilla leer sus argumentaciones desde hace algún tiempo.
EliminarY eso no quita - ni pone- sus dotes de escritor, que las tuvo, sin duda, pero a mí particularmente los escritores que pontifican sobre el bien y el mal sin ningún argumento convincente por el único hecho de ser conocidos me hacen olvidar que en algún momento fueron buenos escritores. Creo que también hay que denunciarlos.
Saludos
Bueno, en todo caso hay que cuestionarlos. Denunciar hay que denunciar otras cosas más graves. De cualquier manera, hay que cuestionar (o denunciar, según tú) cualquier argumentación poco solvente, también la demagogia de algunos intelectuales de izquierdas. Porque, parafraseándote, ¿cómo pueden algunos intelectuales que presumen de demócratas y de intelectuales (con la distancia crítica que eso debería suponer en sus juicios) ser condescendientes con la dictadura de Fidel Castro o con el discurso populista de Chávez? Pregunto. Pero sólo pregunto, no juzgo ni etiqueto. Me parece chocante. Igual que chocantes me parecen algunas proposiciones de Vargas Llosa.
EliminarE insisto: me da la sensación de que mucha gente juzga a la ligera a Vargas Llosa sin haber leído su obra con cierta profundidad (su obra novelística y ensayística, que se relacionan muy estrechamente). Nunca, absolutamente nunca, ha defendido ninguna postura ni siquiera cercana a posiciones fascistas. Eso de vincular la ideología liberal a ideologías intolerantes y violentas, forma parte de una falacia perversa muy asentada en la conciencia colectiva de un determinado sector. Insisto: yo soy el primero en criticarle muchas cosas (y están publicadas) sobre sus mecanismos de juicio y crítica. Pero denostar a un autor, acusarlo de inclinaciones ideológicas que él en ningún momento ha manifestado e incluso insultarlo por desplegar en sus artículos y ensayos una teoría de los valores que no coincide con la nuestra me parece poco riguroso. Bastante capcioso, de hecho.
Estoy de acuerdo contigo, Iván. Creo que a veces nos dejamos llevar por la vertiente política, y cuando lo hacemos tal vez no seamos justos: si somos ecuánimes en esto, sería justo recordar a otros como GGM y sus relaciones con Castro, pero con ello seríamos incapaces de juzgar literariamente su obra de manera objetiva. Por cierto muy acertado tu comentario: solo desde la infelicidad y la insatisfacción creo que puede escribirse buena literatura. Saludos.
EliminarA mí lo que me chirría de las intervenciones "políticas" de Vargas Llosa no es tanto su posicionamiento a favor del neoliberalismo (yo diría a favor de la derecha, sin más, pero en fin...) o en contra del régimen cubano, algo que, por otro lado, lleva haciendo desde los años 70, si no me equivoco (¿caso Padilla, puede ser? No recuerdo bien...). Eso es su problema, como si quiere hacer campaña a favor de la tauromaquia o de la macrobiótica. Lo que me chirría es que en muchas ocasiones, al menos cuando se refiere a la política española, parece que habla de prestado (y eso que vive en Madrid, al menos buena parte del año). Por ejemplo, es lo que me pareció de su último artículo sobre la independencia de Cataluña. Da la impresión de ser artículos de opinión basados no en su observación de la realidad, sino en la opinión de otros a los que él considera buenos observadores de la realidad. En conclusión: que los escribe de manera rutinaria, para sacarse un sobresueldo... y eso, en un escritor tan notable, que ha escrito tan buenas novelas y que además ha tenido un éxito literario y comercial casi inmejorable, me resulta no sé si preocupante, pero sí triste.
EliminarEvidentemente he utilizado el verbo denunciar en el sentido de declarar públicamente algo que me parece injusto, no de 'emprender causa judicial' contra Vargas Llosa, como es lógico.
EliminarYo no he cuestionado su talento como escritor sino como intelectual creador de opinión, con mucha más repercusión a nivel público y social que sus libros, y he dicho que no solo no comparto sus opiniones sino que me parecen nocivas.
Desconozco la realidad cubana y venezolana, pero conozco perfectamente la española.
Saludos
Cada cual que piense lo que quiera.
EliminarYo, personalmente, estoy un poco harto de equidistancias y relativimos. A fuerza de aparentar inteligencia, racionalidad y refelexión, se ha dejado el camino libre a un ddiscurso que está arrasando con todo por lo que se ha luchado durante años.
Este tipo no ha cogido un fusil nunca, pero cuando se suelta la boca, el daño que hace a los débiles, a los que no tienen ni donde agrarrarse, es equivalente al dolor y la muerte que produce un lanzacohetes.
Ivan, tu creerás que Castro y el difunto Chavez gobiernan una dictadura (Chavez ganó 8 elecciones y 3 referendums observados por organismos internacionales). Y yo digo que gobernaron dos paises revolucionarios que no se han rendido a los dictados del imperialismo capitalista, del que Vargas Llosa, es uno de sus voceros, intelectual de pesebre, bien alimentado, feliz y dichoso de la vida. Habrá a quien estas palabras les parezca progresía de salón, o comunismo de manual, y así parecerán la mar de inteligentes, reflexivos y racionales, muy puestos en su lugar de analistas sesudos de la situación.
Yo, por desgracia (seguramente) me dejo llevar por las vísceras, y soy un poco más primitivo, y quizá hasta demodé
Don Mario, encofítese sus putos libros, sus putas obras maestras, y siga rumiando a gusto. Si uno de sus libros fuese el último que quedase en la tierra, utilizaría su papel para encender una hoguera en la que poder calentarme.
(Adelante, los que quieran empezar a llamarme inquisidor y sinónimos pertenecientes al mismo campo semántico, que empiecen)
inquisidor, fiscal, juez, inquisitivo, represor, déspota, dictador, tirano, autócrata, opresor, cacique, subversivo, agitador, alborotador, insurrecto.
EliminarDéjese usted llevar por las vísceras todo lo que quiera, está en su libertad de hacerlo. Pero lea bien al menos. No he dicho que Chávez gobernara una dictadura, he dicho que formulaba un discurso populista. Si se tiene el hábito de leer al sesgo, entonces sí, Vargas Llosa es filofascista y otras monstruosidades mucho peores. Y otra cosa, igual es que ando mal de lógica: pero si esgrime usted que Chávez ganó 8 elecciones para certificar que no gobernó una dictadura (cosa que, insisto, yo no he dicho) ergo, quien lleva más de 50 años gobernando sin que le voten, ¿gobierna una dictadura, no? Supongo que me dirá usted que no todas las dictaduras. Y supongo que tiene razón. Hasta yo me siento bastante más próximo al ideal revolucionario de Fidel que al de Franco, por ejemplo. Pero no se trata de ese primer ideal, sino de la deriva que toma cualquier gobierno autoritario.
EliminarRespecto a las vísceras. Ojo. Porque quien justifica el discurso visceral de una orientación (la propia), debe transigir también con el de signo contrario que apela a sentimientos análogos. Y las vísceras son peligrosas, porque lo inducen a uno a aquello de Camus: "Creo en la justicia, pero defenderé a mi madre antes que a la justicia". Actitud, por otro lado, humanamente comprensible.
Y una última cosa y ya acabo: se parece usted a Vargas Llosa en una cosa: utiliza expresiones y adjetivos para administrar el capital ético del discurso. Para construir su discurso en base a prejuicios y planteamientos maniqueos. Eso sí que lo tiene Vargas Llosa y yo se lo criticaré siempre. Esa manera que tiene, como hace usted, de connotar positivamente lo que se aproxima a la sensibilidad propia y connotar negativamente lo que se opone a ella. Es decir, quien intenta argumentar de manera compleja no demuestra inteligencia sino que simplemente la aparenta (ya sabemos la mala percepción social de cualquier fingimiento). Los otros, los propios, son los auténticos, los incomprendidos, los irreductibles que luchan contra la mayoría opresora. Y por último, decir que Vargas Llosa produce con sus artículos un dolor equivalente a la muerte y destrucción de un lanzacohetes sí que me parece una manera peligorsa de adulterar la realidad. Podría ponérselo a mis alumnos como ejemplo paradigmático de demagogia, que a veces no tienen muy claro lo que es.
Y bueno, no le voy a llamar inquisidor, porque no me lo parece. El hecho de que no comparta sus argumentos ni sus mecanismos de juicio no me da derecho a etiquetarlo, lo cual siempre implica una definición reduccionista de la realidad. Saludos.
Es cierto, solamente ha tachado de dictador a Fidel Castro. A Chávez le ha llamado populista.
EliminarEstaría encantado de que les dijese a sus alumnos que un bloguero visceral e irracional ha utilizado la demagogia para denostar a Vargas Llosa. Puede añadir, si lo cree oportuno, que utilizo la demagogia porque no tengo voz en el FMI, ni en el Banco Mundial, ni en el BCE ni en Tesoro norteamericano, ni siquiera en "La Caixa", conocidos entes o instituciones liberales, de gran valor humanitario, y de ideario equivalente al que viene voceando el insigne escritor. Y también utilizo la demagogia porque soy un cobarde, porque no tengo los cojones necesarios para tirarme al monte, que es lo que la situación actual, en la que tan a gusto se encuentra el ínclito MVLL, merece.
En cuanto a todo lo demás, reconozco que intelectualmente me deja usted por los suelos. No puedo, ni de lejos, cruzar su conocimiento y su capacidad dialéctica con la mía. Sólo estoy seguro y sé, y soy consciente de un par de cosas: de mi clase social, de dónde vengo y de quiénes son mis enemigos.
¡Salud, compañero!
Aplausos a Iván. Para mí Vargas Llosa fue un escritor genial hasta La guerra del fin del mundo. Después ha sido un chapucero en todo lo que ha hecho, de obra y de palabra. Mejor habría sido el silencio, efectivamente.
ResponderEliminarPues hoy se acuerda de tí Alberto Olmos: http://hkkmr.blogspot.com.es/2013/09/raudo-3_27.html
ResponderEliminarGracias, se me hubiera escapado. Yo creo que Olmos y yo acabaremos siendo grandes amigos. Nos veo.
EliminarEl hombre es un poco gilipollas, sí. Al menos desde mi punto de vista. Porque se puede uno cagar en el nacionalismo las veces que quiera, pero en todos igual. Vamos, digo yo. Si no te gustan las banderas, los himnos, las leyendas, pues no te gustan. Ni las nuevas ni las viejas ni las grandes ni las pequeñas. A mí (que no tengo ni puta idea de nada) me parece que la bandera liberal, en este país, de momento, por lo que sea, es muy roja y es muy gualda y muy de los reyes católicos y muy del Cid sobre su caballo, muerto ya, acojonando moros homosexuales por las playas de Valencia.
ResponderEliminarPero claro, eso lo interpreto yo pero no lo interpreta él. Y Nobel es él, y no yo. Mierda, pues.
En cuanto a su obra, no he leído ni una línea, ni siquiera cuando me obligaron, si es que lo hicieron alguna vez. Pero no me niego a leer algo de la primera etapa. Mira si soy buena persona.
Quique
Pues a mí lo que me parece chocante es el exceso de bilis y la lengua de madera que se gastan los señores comentaristas (las señoras también, claro).
ResponderEliminarAtentamente,
Jorge M.P.
Es pura envidia, caballero.
Eliminar¿Pero aquí de qué se habla? ¿De literatura o de política? ¿De escritos o de escritores? ¿De Vargas Llosa o de "El héroe discreto"?
ResponderEliminarIván Teruel, tú eres peruano y a lo mejor no comprendes cómo funciona un foro de comentarios español: no sabes dónde te has metido, macho.
De todo un poco, Mike, que hay personajes con varias personalidades en que la una tira de la otra, y viceversa, o que la una se aprovecha de la otra, si lo prefieres.
EliminarQué bueno, ahora resulta que a uno le cambian incluso la nacionalidad. Pero si soy español, catalán, más concretamente. Y he hablado de todo un poco: de literatura y de política. Y es que en la obra de Vargas Llosa, en su desempeño intelectual, ambas se relacionan de manera estrecha. Por otra parte, creo que sé perfectamente dónde me he metido. Aunque sea solo porque no soy peruano. Qué bueno, insisto.
EliminarQué bueno que le parezca tan buena mi equivocación y mis más sentidas disculpas.
EliminarNo se preocupe, Mike, no es la primera vez que me lo dicen.
EliminarEntonces lo tendré en cuenta la próxima vez que lea, por ejemplo, a Shakespeare (http://goo.gl/HjgMx) y de aquí en adelante solo leeré a gente buena y de izquierdas.
ResponderEliminar¿Gente buena? ¿de izquierdas?. No entiendo tu conclusión, pero tú sabrás. Yo no he discutido que Vargas Llosa sea una buenísima persona, que no lo conozco de nada. Solo he dicho que aprovecha su estatus de escritor reconocido y Nobel, además, para lanzar diatribas sin sentido desde su tribuna y encender todavía más los ánimos en una sociedad pusilánime que ha perdido por completo su sentido crítico, si es que alguna vez lo tuvo. Arremeter contra algo con los mismos argumentos que se defienden me parece más de políticos que de intelectuales. Pero eso ya es una visión personal, por lo visto.
EliminarMi conclusión es que Vargas Llosa puede hacer eso y todo lo que le venga en gana sin que "El heróe discreto" sea mejor o peor libro por ello, solo eso.
EliminarPoder, claro que puede hacerlo. De hecho lo hace, y muy a gusto y con toda la frecuencia que puede. No solo él, claro. Otra cosa es que un intelectual deba arremangarse y meterse en esos fangos. Estaría bien que se dedicaran a escribir. Buenas obras, a ser posible.
EliminarQue ya está mayor, po rfavor... tiene oficio y se nota, pero le falta l apegada de otros tiempos. En cuanto a sus ideas o no ideas... yo no suelo estar de acuerdo con él, pero últimamente le empiezo a coger el puntillo. Creo que fue desde lo de llaqmar a Esperanza Aguirre "la Juana de Arco del liberalismo".. ¡Colosal!
Eliminarel manual del perfecto idiota latinoamericano no es un libro de Vargas LLosa, Mario. Es de su hijo Alvaro.
ResponderEliminarTongoy ¿que te parece la antología 80's de tu colega Olmos? ¿Que opinas de la seleccion? Venga hombre, cuentanos algo.
ResponderEliminar¿Qué antología?
Eliminar¿Y a quién ha metido en esa antología 80's? Veremos qué truño.
Eliminar¿Qué opino? Que será interesante leerla, eso opino. Edita LENGUA DE TRAPO, prólogo de Olmos, sale en octubre (creo) y la integran los siguientes seres humanos:
EliminarPARTICIPANTES:
Aixa de la cruz, Matias Candeira, Roberto de Paz, Guillermo Aguirre, Salvador Galán, Jimina SAbadú, María Folguera, Pablo Filalgo, Aloma Rodríguez, Daniel Gascón, Jenn Díaz, Paula Cifuentes, Victor Balcells, Juan Gómez Bárcena, Rebeca Le Rumeur, Juan Soto Ivars, Cristina Morales.
Han declinado la invitación Antonio J. Rodríguez y otro que no he descubierto.
El siguiente post debería ser el de POSE. Si quieren podemos aprovechar para ir comentando ahí. Iba a salir hoy pero tendré el finde liado y no podré atender los comentarios. A ver si el domingo.
De hecho creo que deberías hacer un post comentando la jugada de Lengua de Trapo y dando tu opinión sobre los escritores de esa antología que hayas leído. No olvides ponerle un anzuelo al tal Matías Candeira que seguro que entra aquí a esparcir su ego y nos echamos unas risas.
Eliminar¿Una aproximación, quieres decir? ¿Dudabas?
Eliminar¿Ya te pasó el pdf Jenn Diaz?
EliminarJajaja, en lengua de trapo no saben qué es un pdf. No, espero leerlo en papel, pero todavía no ha salido. No sé si ya hay fecha.
EliminarParece que sí te han pasado el pdf porque, como dice Olmos, el orden de los autores es exactamente el del índice. No resulta lógico que puedas haberlo sabido por iluminación divina o por tu caer bien.
EliminarEsperemos que no haya sido Jenn Diaz -ya tiene bastante con lo de ser hembrista 24/7 y querer que esto también pase por el aro de la literatura-. Si ha sido así y, efectivamente, ella te ha enviado el mail, espero que alguien la mande a limpiar urinarios por idiota y por darte pelota de carne (te leo, te escribo, te twiteo, te retwiteo) todos los días, Carlos. Esto de que al enemigo se le abone el campo va a sentar muy bien en la editorial, desde luego.
Ay, Dios ¿que el del PDF del que habla Olmos eras tú?
EliminarSi es verdad que uno de los autores ha filtrado el manuscrito… la verdad es que no es de tener muchas luces, no.
¿Qué va a haber filtrado un manuscrito!! Si no lo tenía (ni tiene, y eso lo sabe el editor pero él sabrá porqué calla). Me pasó una foto por whatsapp del índice del autores. Olmos también lo sabe. No tengo ninguna duda. Pero interesa más lo otro.
EliminarLo que me hace gracia es ese abrirse el pecho del editor, como si el que se filtrase el índice fuera a hacer que se perdiese algún lector. Vamos, que no somos gilipollas y lo primero que hacemos cuando vamos a la librería es mirar el índice y juzgar el libro por ahí.
EliminarMe temo que aquí estoy con Tongo. Esto es un ridículo intento de hacer explotar los fuegos artificiales mojados.
"este señor -24/7 dedicado a la masturbación del comentario-"
EliminarPara tu ex-libris, amigo
Me parece muy bien que a Vargas-"Losa", el tipo más pesado del universo interestelar, le concedieran el Nobel. Como dijo Sartre de Camus cuando a este último se lo dieron: "se lo tenía merecido" (aunque eso fue una maldad sartreana que no comparto). hace mucho que no leo una novela de "Losa", aunque es absurdo negar que ha escrito grandes obras. Lo que me irrita sobremanera de "Losa" es su empecinada y recalcitrante reiteración de ciertos ideologemas en sus artículo de opinión, puros dogmas filosófico-políticos que han sido desacreditados hace mucho tiempo por una oceánica literatura científica y por numerosas investigaciones empíricas. Que Losa siga repitiendo por activa, pasiva y perifrástica tales ideuchas (como diría Bobbio) es desazonador. Y lo peor de todo es que la patulea de tiralevitas de Losa todavía tiene la barra de presentarlo como un "rebelde" (¿?). Si hay un escritor metido a pontificador político pro-sistema, si hay alguien que está encantado con este asqueroso mundo, si hay un autor cuyas banales opiniones políticas constituyen una mareante y perenne apología del statu quo, ése es Losa. En fin.
ResponderEliminarMe gustó mucho "El sueño del Celta".- Escrito a lo Dickens, es ameno, instructivo e interesante.- Hay que reconocerle a Vargas LLosa su honestidad en defender (o presentar) temas que tienen que ver con la dignidad humana.- Voy a ler, sin duda, este hombre discreto, aunque no sea "la razón de la sinrazon" que otros hubieran querido leer.- Un Gran saludo
ResponderEliminarSólo un detalle: MVLL, presentó su manuscrito al premio Planeta de 1993 con el nombre de Lituma, creo recordar que en la úndecima posición.
ResponderEliminarLa india de la primera línea debía ser en su inconsciente Beatriz de Moura, a quien dedicó la obra en cuestión.
"A Beatriz de Moura, amiga queridísima, editora y ejemplar". así rezaba su dedicatoria, y desde luego, debió pensar que los Jurados del Planeta de aquel año no habían leído jamás una obra de MVLL.
Saludos
Es bueno, qué duda cabe. Un gran narrador, un maestro de las técnicas narrativas, pero le falta la profundidad psicológica de Philip Roth, y sus historias. Me quedo con ‘La fiesta’, ahí si q borda la influencia del poder en unos padres q ofrecen sus hijas al Chivo. En la ‘Ciudad’ el protagonista arruina al macarra injustamente y sale de rositas. Pero cómo narra, incluso en obras menores como por ejemplo ‘La tía Julia’, y cómo incrusta historias con perspectivas en ‘La casa’
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