La ineditosis es un síntoma o un signo que sufren aquellos escritores (o “aspirantes a”) que no encuentran editor para sus novelas, ensayos o pajas mentales. Se calcula que su versión crónica afecta al 70% de la población escribiente.
Tiene una gran prevalencia en la población general. Se estima que más del 87% de las personas la padecen en algún momento de su vida. Es muy frecuente presentar ineditosis en tiempos de recesión económica, con obras cuyo humor ahoga la narración, cuando se carece de padrino o si no se tienen los amigos adecuados. El talento o la falta del mismo no es un factor determinante: lo mismo se puede ser un genio que un maldito inútil. Es más frecuente en personas menores de 30 y mayores de 50 años. A partir de los 60, se considera mortal e irreversible.
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#ineditosis es una etiqueta que acompañará algunas reseñas y/o artículos que poco a poco irán saliendo en esta Medicina. El primero, pronto.
Pero, ¿van a ser obras inéditas u obras que hubieran merecido ser inéditas? ¿Te vas a poner a leer manuscritos ahora? ¿Tú sabes la salud que vas a perder por hacerle una sección nueva al blog?
ResponderEliminarJa, ja,ja... ¡qué malo eres, Tongoy! Pero te vas a quedar sin comentaristas, me temo.... Por mi parte, la "ineditosis" la sufrí cuando, años ha, me presenté con toda mi ilusión a un concurso de cuentos que al final ganó... pues claro, el inevitable ( y apreciable, que conste, que no me estoy metiendo con él) ¡¡¡Félix J. Palma!!! Desde entonces, nunca mais... ; )
ResponderEliminarHay algo que no entiendo, ¿vas a hacer reseñas de libros no editados o de qué?
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ResponderEliminarConfío no escribir ni una coma más de lo que escribía hasta ahora.
No, nada de leer manuscritos. Más o menos. A ver, si consideramos la autoedición como la exposición pública de un manuscrito, entonces sí, los leeré (o más bien "los he leído"). Ahora bien, si la pregunte es si me voy a poner en plan "leer cualquier cosa", no, ni fumado.
Lo de inéditosis se me ocurrió un día como un título para hablar de un escritor muy concreto que no encontraba editor. La cosa se demoró y leí un libro de otro ser humano que se había autoeditado. Y luego otro, de otro ser humano, que también. Y un día me llegó un libro de alguien que había escrito y editado en papel su libro. Y otro día me llegaron dos, también en papel, de Amazon. Mismo caso. Y de repente se me ocurrió que todo era más o menos lo mismo: gente que, o bien no publicaba o bien lo hacía en Amazon u otras librerías digitales tipo Sub-Urbano (dónde el mes que viene publicará su primer libro Sergi Bellver y dónde lo hizo no hace mucho Eduardo Laporte).
Pero... también vale para hablar de aquellos libros que se editan porque sí o bien de aquella gente que quiere sacar partido de quienes buscan editar.
Es un abanico muy amplio. Tanto que cabe de todo. De ahí la etiqueta. De momento sólo he escrito uno, pero intención es buena.
Jesús bendito. Por si acaso voy apagando fuegos: a mí en esa mierda de etiqueta no me vayas a meter, Tong guapete, que no es aplicable. Haz llorar a otros cafres, que se te da muy bien. :)
EliminarSara, cariño, la sección la estrenas tú.
Eliminar¡Mira, mamá, voy a salir en La Medicina de Tongoy! ¡Ve preparando mi tumba! ¿¡Mamá!?
EliminarVale, pero no inventes mucho. Nunca he enviado "oficialmente" nada a un editor, así que no puedo llorar porque no me hagan casito. That's all.
Bueno, esa etiqueta también podría corresponder a escritores como Samuel Beckett (creo). Es una etiqueta que per se, no creo que sea descalificatoria, aunque muchos la interpreten de esa forma.
EliminarYo tampoco creo que sea desclasificatoria.
EliminarViniendo de Tongoy, seguro que es mala.
EliminarMiedo me das, Carlos. Creo que te lo dije una vez: conocer tu escritura a través de los ojos de buenos lectores como tú puede ayudarte a crecer como novelista pero también produce un tembleque de piernas que «paqué».
EliminarYo sí he acudido a editoriales a enseñar mis manuscritos, aunque solo dos de los tres que tengo publicados porque el tercero lo escribí para una amiga y me daba igual que me lo publicara una editorial o no. Y me fastidia pero no lloro por haber sido rechazada hasta ahora, de hecho, ya sé que la mayoría de las editoriales no leen lo que les llega si no es a través de agencia y, con las que lo hacen, más vale que te andes con cuidado, que elijas bien y, sobre todo, que escribas lo mejor que seas capaz para desarrollar tu idea porque tu libro a veces es lo de menos. Así que ser autoeditado en estos días no es ninguna etiqueta descalificatoria. ¿Qué tienen en común los autores de bestsellers de la actualidad en las editoriales comerciales? ¿Y casi todos los nuevos autores españoles de editoriales importantes? ¿De qué mundo provienen? Pues eso. Si no sales de ese mundo, ármate de valor y paciencia porque pocas oportunidades hay. Lo cual no significa que todo lo que queremos que las editoriales nos publiquen lo merezca, ni mucho menos.
En fin, Carlos, solo añado que, cuando reseñes a autoeditados, tengas en cuenta una cosa: salir al ruedo solo, sin un editor detrás, implica que el autor sufre uno de dos males, incluso ambos a la vez: exceso de valor o ignorancia. Y en cualquier caso, seguro que su novela mejoraría bastante si otros ojos experimentados la hubieran leído, corregido y editado. Por eso algunos seguimos buscando editor, aunque cada día en editoriales mejor escogidas.
Un abrazo.
El que publica se expone al juicio del lector. La alternativa es no publicar. A mí me parece una gran idea.
EliminarSí, el que publica se expone, si no quieres exponerte no publiques. De acuerdo en eso. Pero yo he leído críticas hacia autoeditados que son mucho mas minuciosas de las que esos mismos críticos hacen a los autores respaldados por editoriales y eso tampoco es justo. Yo he hecho la prueba: si le paso una novela a un lector cero y le digo que es la versión final, me saca muchas menos pegas que si le digo que estoy buscando errores. Cuando un autoeditado se expone, se le presupone que tiene millones de fallos y algunos parece que juegan a buscarlos. Es una crítica mucho más feroz la que yo he visto hacia algunos colegas que se autoeditan.
EliminarY no tengo claro qué es lo que te parece una gran idea, ¿no publicar, autoeditar o criticar autoeditados?
Ya veo qué pretendes, pillín...
ResponderEliminarTe has cansado de los comentaristas pelagatos e inéditos como nosotros y quieres que esto se te llene de comentaristas editados y prestigiosos como Vargas Llosa, para ampliar tu pool.
No, que va. Lo que pasa es que odio la literatura y he decidido acabar con ella desde abajo, el escalafón más bajo.
EliminarOh! Yo sufro de eso!
ResponderEliminarQué pesada es Sara M. Bernard.
ResponderEliminar¿A qué sí? Y mala persona, también.
Eliminar"Cuyo humor ahoga la narración"? Mira que eres mala persona. Devuélveme el jamón inmediatamente.
ResponderEliminarPor otro lado, mi ineditosises deseada desde el momento que me sigo considerando un autor tan como la copa de un pino que pocos son capaces de apreciar en toda dimensión.
Es decir, dado que me sobra la pasta y me sobran las mujeres, no necesito publicar. Y como no lo necesito, no me arrastro ante según quién.
Vamos, que me meto en el saco de Michael Jordan, Marcel Proust, J.K. Rowling, etc.
Quique
¡Pero si me estaba metiendo con el editor! La inedición es culpa del editor, no del escritor. Del escritor es responsabilidad escribir algo decente, pero con la mierda que se edita...
EliminarEntonces te perdono, coño, te perdono! Muerte al editor!
EliminarQuique
qué valiente, qué proeza!!
ResponderEliminarhay que arriesgar!
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