martes, 19 de febrero de 2013

Ponerse el mundo por Montero (DK y12)


UNO: La pelea de gallos
Cuando la semana pasada hablé de Luis García Martín lo hice con la doble y malsana intención de, por un lado, hablar de Martín y su sentido acrítico, y por otro de Martín respecto a Montero, esto es, “El evangelio según San Martín”, toda vez que es harto evidente la veneración del uno hacia el otro. Hoy es mi último día en Diario Kafka. Hoy voy a hacer de chico malo.
Déjenme hacer un poco de historia reciente de la literatura salvaje. Algunos recordarán aquel duelo en el OK Corral Granadino que fue el enfrentamiento entre los profesores Don Luis García Montero y Don José Antonio Fortes Fernández, como tal los dio en llamar el Juzgado de lo Penal nº 5 de Granada donde acabó (es un decir) todo. La cosa tenía que ver con unas risitas de Fortes a las que Montero no respondió demasiado bien, supongo que porque no eran las primeras ni tenían visos de ser las últimas. Es este un hacha de guerra que no quiero desenterrar pero baste decir que el juez consideró que “el hecho de insultar con palabras sumamente groseras al profesor Fortes no encuentra justificación alguna y menos aún procediendo de quien proceden, un reputado escritor y profesor de literatura, y el lugar en que se producen, en pleno Consejo del Departamento de Literatura”, etcétera, etcétera, etcétera (ya saben cómo son estos jueces cuando pillan un procesador de texto). Pero la cosa no quedó ahí. Montero aprovechó en su momento la plataforma facilitada por El País para seguir adelante con su cruzada particular. Desde su columna llamó a Fortes pertubado, tonto indecente o qué sé yo, porque, decía Montero, Fortes predicaba que Lorca era un fascista (ríos de tinta sobre esto, también) y el pobrecito Montero tenía que aguantar que los alumnos de Lucifer fuesen a preguntarle (a él, angelito, que de mayor quería ser Federico García Montero) “compungidos”, si era verdad que Lorca había sido tal cosa. Confieso que imaginar a los poetas cabizbajos, llorosos, inquisitivos, compungidos por el honor perdido de Lorca me produce una hilaridad incontenible y me obliga a preguntarme si lo que yo tomaba por un problema educativo de carácter general lo es en realidad de inteligencia local. Volviendo a nuestro caso, Montero acaba pidiendo disculpas pero ya es demasiado tarde y la cosa termina en los mencionados tribunales con la victoria final de Fortes frente a un Montero que se exilia, con su cartilla de liberado sindical bajo el brazo, de la universidad granadina a pastos más verdes. O más azules. No sé, menos rojos, en cualquier caso.

DOS: Fortes unchained
Tiempo después, en 2010, José Antonio Fortes publica un libro llamado Intelectuales de consumo donde cuenta, con todo lujo de detalles, que “el control sobre las prebendas, cargos políticos, premios, circuito de actos y conmemoraciones culturales, diversas formas de consagración publicitaria, se plantea como un juego entre el poder político y los agentes del mercado para crear un producto de consumo intelectual”. En definitiva y resumiendo hasta la náusea, un estado cultural amañado.
Pues bien, en ese libro hay un ser humano que sale especialmente mal parado: Luis García Montero (un hombre sospechoso de algo, se mire por donde se mire, viendo la pasión que despierta en según quiénes). En el libro de Fortes el nombre de Luis García Montero se repite hasta 76 veces en su forma completa y 95 en la abreviada (LGM). Las he contado. Toda una obsesión la de Fortes. O no. Es decir, quizá el libro tenga a Montero como el epicentro de algo (“intelectual hegemónico en jefe”, le dice) porque Montero ES el epicentro de algo. Viendo lo tupido del entramado literario de este país supongo que nunca llegaremos a descubrirlo. Pero, ¿y a sospechar? ¿Tenemos o no tenemos razones para sospechar de algo? ¿Y de todo, ya puestos?
Juzguen ustedes mismos:
Fortes insiste en que “no son cuestiones personales las cuestiones literarias, son personificaciones los poetas, cantantes, filósofos, etc, cuya obra pública ha de criticarse y situarse en sus posiciones intelectuales de clase”. Habla de mafia roja y personificaciones hegemónicas (a veces a Fortes cuesta quitarle determinadas palabras de la boca) que dan lugar a círculos paralelos y concéntricos respecto al núcleo duro. Es decir, pequeños reinos culturales o tumoraciones paraliterarias varias de las que da ejemplo al final finalísimo del libro, al nombrar una serie de premios de los que conforman el jurado, año tras año, siempre los mismos. A saber: Felipe Benítez Reyes, Luis García Montero, Almudena Grandes, Cabellero Bonald, Benjamín Prado y un, se mire por donde se mire, larguísimo etcétera.
Sé lo que están pensando. ¿Y esto que demuestra? Nada, ¿qué va a demostrar? ¿Cuándo he demostrado yo algo? Hoy he venido -además de a despedirme- a levantar sospechas o, mejor dicho, a recordarles que no se olviden de apagar las luces, cerrar bien los grifos, la llave del agua y dejar las sospechas siempre levantadas antes de irse a dormir cada noche. Por muchas razones, entre ellas las siguientes:




TRES: Martín pescador da con un besugo
Luis García Martín, de quien ya hablé la semana pasada, publica en su blog el 27 de abril de 2010 una crítica del libro de Fortes y seguro que no lo hace porque él también salga en libro tantas veces como siete, cuatro de ellas para destacar su participación como miembro del jurado del Premio Alarcos, el mismo por el que fue acusado de corrupto por el Grupo Addison de Witt (ver artículo anterior); un premio que no ha vuelto a celebrarse, vayan ustedes a saber por qué.
A Martín no le gusta el tono de Fortes y mucho menos su sintaxis, con la que aprovecha para meterse así como de pasada. Tampoco le gusta que salgan a colación en su ensayo los nombres de Bécquer, Lorca, Alberti y Ángel González, entre otras cosas porque ve, en ello, la mala intención de Fortes: todos esos poetas son admirados al punto de haber sido objeto de estudio por… tachán… Luis García Montero. A esto me refería cuando decía, al comienzo del artículo, que da igual hacia dónde miremos, siempre hay un resto de LGM, el hombre sin atributos reconocibles de puro inasible. El resto de la crítica es citar a Fortes y un intento algo desesperado de contextualizar un resentimiento y evidenciar una falta de razonamiento por parte de Fortes: “Un libro como el de José Antonio Fortes da más bien risa (aparte de dolor de cabeza), si se quiere encontrar alguna lógica en sus presuntos razonamientos. Ejemplifica hasta dónde puede llegar el resentimiento aliado a la demagogia y a la falta de sindéresis”. Con la sindéresis hemos topado, amigo Sancho.
Termina con la enésima defensa y exculpación del pobrecito Montero, que tuvo que aguantar las arremetidas constantes por parte de Fortes en la universidad. Montero, dice Martín, prefirió irse con la música a otra parte. Etcétera, etcétera, etcétera. También que si Lorca era genial desde el parto, cuando ya sus desconsolados llantos apuntaban maneras. El sinvivir habitual del bardo.
Ya termino, ya termino. Quizá recuerden (no hace tanto que lo conté) lo que Martín decía al grupo Addison de Witt sobre su sentido crítico y sus continuas denuncias; aquello de que para hacerlo (para criticar) hacían falta algo más que desinformadas buenas intenciones: “Hace falta además de algún indicio, cierto conocimiento del medio literario y, sobre todo, alguna inteligencia”. Todos tontos, otra vez, menos los de siempre. Pues ahora, con Fortes, ídem de lienzo: “La crítica radical y razonada a la sociedad contemporánea ha de hacerse con un pincel algo más fino que la brocha gorda que encontramos en este panfleto y con una documentación que no se limite a un montón de recortes periodísticos y unos pocos libros […] de los que no se conoce más que el título”.
Parece que nada es suficiente para Luis García Martín. Él sabe que la cosa está fatal, que la corrupción campa a sus anchas en el mundillo literario, que los premios están amañados (a excepción del Premio Alarcos, que es un dechado de virtudes) pero también sabe que nadie es lo bastante inteligente, ni está lo suficientemente documentado como para luchar contra ello, o simplemente para llamar la atención sobre ello; para despertar o mantener viva la sospecha.

CUARTO: Ponerse el mundo por Montero
Para ilustrar todo esto, podemos hablar del Premio Ciudad de Burgos 2012. Verán qué divertido.
En Burgos premian a los poetas con 7200 euros, que no los gano yo todos los días. Este país tiene esas cosas. El ganador fue un individuo llamado Daniel Rodríguez Moya, a quien no tengo el placer, por una cosa (dícese también poemario) llamada Las cosas que se dicen en voz baja, como los secretos, las mentiras o las conspiraciones. Sigan el rastro de lágrimas.
El día 27 de octubre dos preseleccionadores (Ricardo Ruíz y Pedro Olaya) denuncian públicamente que el poemario premiado no estaba entre los once finalistas; que se presentó a última hora o que estaba fuera de plazo. Y que ganó.
Y ahora cojan una calculadora y sumen: 1) el ganador es de Granada, 2) de Granada es también LGM, amigo de 3) Chus Visor, también miembro del jurado y 4) editor del poemario ganador que, mira tú qué casualidad, 5) es editado habitualmente por Visor (el Chus, el amigo de Montero, el de Granada). Seguro que Luis García Martín cree que esto es otro argumento sin fundamento propio de imbéciles desinformados de brocha gorda como yo. Pues no le diría yo que no, pero así, de entrada, no lo parece. De hecho, esto, así de entrada, APESTA.
Montero no ve nada raro en esto y así lo explica: “Cuando al responsable de la editorial o a un miembro del jurado le llega la noticia de que alguien se ha presentado al premio, tiene derecho a pedir que su libro se añada a la deliberación. Esa es la costumbre establecida en la inmensa mayoría de los concursos literarios y eso es lo que ocurrió en el Premio Ciudad de Burgos.” (La cursiva es mía). Que traducido del monterítico quiere decir lo siguiente: “Es costumbre entre los premios en los que yo participo como jurado pasarse por el forro las normas y colocar los libros que nos plazca, porque nada como un amigo para valorarte en tu justa medida”. O algo así.
Y, ojito calamar: que igual está bien. Con la misma el libro es la octava maravilla y merecía, no 7200 euros, sino 7200 veces 7200 euros. O más. Pero el caso es que huele y huele mal y huele a chapuza y a amiguismo y a que hay un montón de poetas que se dejan la piel en unos versos para que luego no se tenga en cuanta nada más que lo fraterno, y es injusto, caramba, que luego señores como Luis García Martín -de quien me declaro fan desde YA, porque sí- quieran hacernos creer que si suena como un pato y camina como un pato puede perfectamente ser un gamusino.

CINCO: Cierre y despedida
Y por aquello de repartir las culpas y extender esta red clientelar de Montero y cía., no estaría de más comentar un más que cuestionable ejercicio de periodismo. El 23 de noviembre de 2012, sólo veinticinco días después de saberse que el mencionado queso de Burgos no era comestible, publicaron en esta santa casa (eldiario.es) una entrevista que era a su vez todo un ejercicio de sexo oral a Montero con la excusa de la publicación de su última novela: No me cuentes tu vida(ed. Planeta). En la entrevista no se habla ni medio minuto de la novela ('no me cuentes tu novela') pero sí de política, que es lo que a Montero realmente parece interesarle ahora mismo, mucho más que los versos y que los besos y que todo, quizá porque la corrupción llama a la corrupción. La supuesta periodista le formula 38 preguntas (¡38!) pero ni una que trate sobre el espinoso asunto de Burgos. No digo que haya que ir a por el muchacho con un punzón en la mano, pero no estaría de más acompañar esa imagen de hombre comprometido con la justicia social con esa otra de hombre comprometido con la injusticia editorial. Digo, por equilibrar la balanza y no hacernos a todos más tontos de lo que ya parecemos.
Toda esta paliza de sospechas indemostrables para llegar a la siguiente conclusión: no se fíen de nadie, de nada; no se fíen ni de su padre y desde luego no se fíen, jamás, de un poeta. Tampoco de sus amigos y de sus enemigos, menos todavía. No se fíen de sus críticos, ni de los cantantes que lo adoran ni de los políticos que lo veneran. A los prosistas, lo mismo. Puestos a no fiarse, no se fíen ni de ustedes mismos.


P.D. Esto ha sido todo por mi parte. Dejo esta sección, supongo que en manos de alguien que pueda sacarle más partido. La verdad es que yo soy más de hacer el salvaje en campo abierto y muy poco de atender a plazos. (Tampoco tengo la paciencia necesaria para leer tanta tontería como hay en la crítica suplementosa). Me vuelvo, pues, a mi villanía particular, La medicina de Tongoy, a perpetrar algo, lo que sea. Les dejo en buenas manos.
Nada más (y nada menos). Sean felices pero, sobre todo, sean malos.


(Publicado originalmente AQUÍ)


50 comentarios:

  1. Bueno, Tongoy, ya está hecho.

    Ahora, una pregunta (de momento, sólo una): ¿por qué la imagen que ilustra el artículo (aquí), no es la misma que aparece en el sitio original (DK, allí)?

    Saludos.

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    1. Nunca les he dicho qué foto debían poner. Lo dejo a su elección. Yo, ayer, con el artículo ya entregado y buscando una foto, me encontré con esta que me pareció muy... representativa de lo que quiero dar a entender. Aparte de eso a mí no me gustan, para el blog, las imágenes panorámicas.

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  2. Te agradezco muchísimo el artículo. Me he presentado últimamente a varios premios importantes de poesía con el único e ingenuo objetivo de conseguir publicar y la bromita me ha salido a cojón de pato: llegan a pedirte hasta 5 ejemplares encuadernados que hay que mandar por correo ordinario, lo cual es un desembolso que llega a rondar los 50€. Echad cuentas si te presentas a 3 o 4. Yo estoy en paro así que cuando luego leo que los ganadores, casualmente entre los tropecientos presentados, son todos gente conocida que ha ganado ya todos los premiso del país y publicado con la editorial correspondiente (la que apoya el certamen) se me pone muy mala leche... Así que lo confirmo sin la menor sombra de duda: los premios son una tomadura de pelo, los ilusos participantes anónimos no hacemos más que a engrosar la lista que luego usarán para su propio autobombo: "Record de participación en el premio de poesía tu puta madre. La obra ha sido seleccionada entre más de 400 obras llegadas desde infinidad de países, bla, bla, bla"
    Me tienen mu harta...

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    1. Ahá, una víctima. Pero, ¿por qué te presentas a concursos? No es que dude de la calidad de tu poesía (líbreme Dios) sino de los jurados en general.

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    2. Verá usted, señor Tongoy, se me metió en la cabeza la loca idea de publicar el libro que había terminado porque tenía la sincera impresión de que no era un truño total y, como es la primera vez que me lanzo a tal aventura, pues empecé a preguntar a editoriales si les podía enviar el original. Primera gran sorpresa: la gran mayoría me contestó que no admiten obras NO solicitadas.
      (Tengo que decir que he seguido insistiendo y ahora mismo me han admitido el envío 10 editoriales, al menos me parece que 7 sí van a llegar a leerlo algún día. Soy de natural optimista, suelo creer en lo que me dicen).
      Algunas personas me recomendaron la vía de los premios. Entonces busqué en Internet los certámenes en los que se publica el ganador, no me interesa la pasta, soy una muerta viviente, ¿qué iba a hacer yo con el dinero, un trasplante de piel? Y me presenté. Fue justo antes de dar con los de Addison de Witt y caérseme el alma al suelo. Ay, qué canela, me dije. Me la han dado con queso.
      Empezaron a llegar los fallos de los certámenes. Por no extenderme podéis investigar los resultados vosotros mismos (con sus conexiones con Visor y todo):
      Premio Cáceres:
      http://www.hoy.es/v/20121228/sociedad/oficio-angel-garcia-lopez-20121228.html

      Premio Tardor:
      http://www.amicsdelanatura.org/index.php?option=com_content&view=article&id=128:premi-tardor-de-poea&catid=36:edicion-actual&Itemid=28

      Como veréis en ambos se apuesta por autores consagrados. No sé si merecerán el premio (por la calidad de sus obras, digo), pero a esta gente le preguntaría yo si realmente les parece ético seguir presentándose a estos premios, lo digo porque, en mi zombie opinión, estos certámenes, tal como está el panorama, deberían ser una puerta para los nuevos autores que no tienen un nombre hecho como ellos y gracias al cual pueden publicar con cualquier editorial.
      De todas formas, ya he aprendido la lección y como ganar la placa conmemorativa de mi pueblo no me motiva, pues dejaré de presentarme a más certámenes.
      (Sólo falta que ahora gane alguno de los que quedan por fallarse, jajaja)

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  3. Bueno, hasta aquí has llegado. No está nada mal para el tiempo que has estado. Pero seguro que algunas cosas es mejor no removerlas demasiado, que parece que quietas apestan menos y no se pega el hedor a la ropa.

    En cualquier caso, me parece que has hecho un excelente trabajo.

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  4. Sinceramente, Carlos Tongoy. me he leído el artículo y lo he tenido que releer para enterarme de algo entre tanto nombre de poeta mafioso, crítico letraherido, correveidile y chanchullero... (vamos, España en estado puro), Coño, si parecía el organigrama del Caso Urdangarín (según EL JUEVES. Y no es que critique tu sintaxis, eh, lo que pasa es que si para escribir un DK de éstos le tienes que seguir el rastro hasta el último mindundi del pasteleo literario nacional, pues, chico, no me extraña que lo dejes. Haces bien: no está pagado.
    Bueno, ahora a lo mío, con tu permiso. Es decir, la foto de los tres tenores: no sé quien es el de enmedio, ni me interesa, pero los de los lados son LGMontero y el sin par Benjamín Prado. Pues permíteme hacerle a este señor un llamamiento desde aquí: ¡Benjamín, devuélveme los 18 euracos con 50 que me costó "Operación Gladio"! ¡la peor novela (aunque me da reparo llamarla así) que se ha escrito en España desde que el Caudillo estiró la pata, por lo menos! Sí, sé que la culpa fue mía por comprarla. Pero coño, en estos casos podía hacer algo la OCU o el defensor del Pueblo, digo yo... Me sentí más timado que si me hubiesen vendido una bici sin pedales. Y, sobre todo, sin sillín.
    Gracias por permitirme el desahogo. Un saludo.

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    1. Ahora ya sabes porqué acabé tan harto. ;) Es que empiezas a tirar de un hilo y te tiras cuatro horas con la puta madeja total para que acabe más o menos como estaba.

      El del medio es Chus Visor, el editor de poesía, el que edita a los premiados. Supercoleguitas, todos.


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  5. Gracias parsero por darnos voz a los negros con fucking good lyrics que intentamos salir del gueto. Lo de este snitch nigga es de cuidado: yo fui alumno de G.Montero y de Fortes -me costó sangre y sudor que Juan Carlos I me firmara el titulillo de Hispánicas, con el que un día me fumé un gran porro, pero es que no es fácil compaginar los estudios con la venta de estupefacientes en el corner-. Pues bien, las redes pegajosas de este negro wack se extienden mucho más allá de lo que relatas. Entre su hermano el concejal de cultura del ayuntamiento pepero granadino, su mujer todoterreno autora de la mejor novela del universo -Las edades de Lulú- y la tutela de Rafael Alberti y luego el sobrinaje con Ángel González, al que traicionó como pussy nigga que es -y su viuda ya ha hablado largo y tendido al respecto-, pocos premios de poesía ha habido en España desde finales de los 90 cuyos merecedores no hubieran pasado antes por el altarico de sus favores. Y sin esconderse, con poemas dedicados a su ilustrísima en el mismo libro premiado. Y lo peor es ver al ínclito dedicándose en el diario Público y en Al rojo vivo en la Sexta a pontificar sobre la ética y la conciencia colectiva. Y así está el panorama: abres cualquier libro de poesía premiado en los últimos años en Hiperión o Visor y son todos exactamente igualitos: confesión en voz baja de pequeños malestares burgueses y pajillas a tutiplén versificando en endecasílabos con acento en la sexta recuerdos ñoños de la infancia o tibias denuncias sobre lo mal que va el mundo. Gracias homito por sacar a la luz estos trapis chungueras. Y que nadie se piense que soy un poeta frustrado; yo sólo escupo mierda en el micrófono y quien compra mi droga sabe a lo que viene.

    Paz, negros.

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  6. Fresh news desde el hood: su santidad vuelve al púlpito a aleccionar a los negros outsiders, por si habían olvidado sus lecciones:

    http://www.ideal.es/granada/20130219/local/granada/donde-viene-conflicto-entre-201302182054.html

    Don't believe the hype:

    http://www.youtube.com/watch?v=9vQaVIoEjOM

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  7. Lo ve, Tongo. Si es que es volver al redil, y fluir la cosa de nuevo. Me he descojonao. Ahora sí, no ponga fotos como esa, me pueden dar arcadas fácilmente. La próxima foto, Bértolo con Loriga o algo así. Beatnik castizo. Mi pregunta es, por qué les ha dado tanto a estos sureños penibéticos por querer controlar el tema cultureta literario? Tenemos al honesto Vicentito Luis (cuando quiera, le envío el dossier completo de cuando estuvo en Albuquerque, USA, y el apaño allí ocurrido: se va a descojonar con los detalles del asunto. Hoy estoy generoso..) Tenemos a todos esos jovencitos que se hicieron el Grado en Literaturas Comparadas y Transnarrativas, que viajaron un poco a Japón y tal, pero vieron que Olmos ha terminado compartiendo piso en Usera, y claro, Pynchon comprando en Mercadona a los cincuenta como que no. Tenemos a los Gavieros poetisos salidos de Almería, a tanto el tatuaje posado en suplemento dominical. En fin, un mapa muy completo. Pero, le ruego, no vuelva a sacar una foto con esos tres. Toco madera. Se puede colgar el servidor de la NASA.
    DrJ, ser débil es fácil

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    1. Debe de ser cosa de la mentalidad cortijera.

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    2. ¿Albuquerque? Joder, si tenemos hasta internacionales. Yo pensé que todo quedaba en la universidad de Brown, ese centro de alto rendimiento.

      No me caliente la cabeza, doctor, pero tampoco tire los papeles. Cualquier día se los pido. ;)

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    3. Ya se lo mandaré. Se va usted a descojonar a lo grande. Es una película berlanguiana de los hermanos Cohen. Tres candidatos para el puesto que volaron desde España a New Mexico. Alli, el ínclito Vicentito que ya tenía preparado el apaño -nada, una americanita local muy mona, vaya, el detalle es que no les dió tiempo a que hablara español para un puesto de "promoción de la lengua y cultura españolas", pelillos a la mar...- y Vicentito repartiendo en coche a los candidatos españoles, alojados en hoteles distantes, para que no saltara la liebre. Y Vicentito diciendo en la sala del exámen "Van ustedes a realizar ahora una prueba de Excell, pero, atención, desde Word. No se equivoquen. Que luego vienen las sorpresas".
      -Oiga, pero las bases de la convocatoria decían se realizará una prueba de WORD. No se hablaba de Excell.
      -Ya. Es que es Excell desde Word. (subtexto: de numeritos entiende todo el mundo, y así nos quitamos a unos cuantos de en medio).

      Y Vicentito, antes de que se produjeran la entrevista con la chica rubia tan mona, de la Comisión de Selección que él presidía, invita a comer a un candidato español, .
      -Oyes, hay un problema (gesto muy compungido).
      -Qué te pasa, Vicente Luis?
      -Es que has sacado mucho nota en las pruebas...
      -Y cual es el problema?
      -Pues, que has sacado mucha puntuación.. Quedarás primero...o segundo. Pero toma mi tarjeta, para lo que quieras.
      Y la obligación de publicar la plaza a los diez días. Y que pasa un mes y no se publica. Y la rubia estaba firmada hacía dos semanas. Y Vicentito escribiendo emails. "Espero no dudes de mi honradez, es que como era Semana Santa". Etc, etc.

      Mentalidad de cortijo y $$$$. Eso es hacerse un Bárcenas by the face, por mucho menos dinero, claro. El ínclito, no es cesado ni por el PP. Cien mil euros al año por twittear desde Marrakech. Porque lo que hicieron fue largarlo a Marruecos. Dejar sin director el centro de Albuquerque y que pasara a depender del de Chicago.

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  8. Hola a todos,

    ¿Se imaginan ustedes un mundo así: un tipo serio, delgado, con el pelo largo; otro más gordito, también con el pelo largo, que sonrie; un tercero con una ojeras bien pronunciadas; otro más, descuidadamente atildado, con su corbatita y su tres cuartos de color azulón... ¿Y....?

    A priori nada de eso tiene la menor importancia: hay montones de piedras para arrojarse por parte de los inmecualdos. Pero... si profundizamos... si ponemos un poco de atención... ¿y las mujeres? ¿dónde cojones están las chicas? en pleno 2.013.... ¿no hay chicas?. ¿El mundo de la poesía es, pues, un mundo mostrenco, exclusivamente macho?.

    Vaya, vaya... pues va a ser que sí. Y no me digan que el detalle no resulta pelín inquietante ¡Cómo para poder fiarse de los poetas! ¡Cómo para querer hacerte de la pandi!.

    Rollo, rollo y rollo. Lucha de egos y "cero" flirteo. ¿Ese es el mundo que a ustedes les gustaría compartir?. A mí, no; claro.

    Abrazos.

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  9. fui alumno de ambos en los inicios de aquellas batallitas que dieron esta guerra. Ambos cometían errores y ninguno llevaba razón. Eso sí, Fortes siempre fue más coherente con lo que pensaba y decía a pecho descubierto. LGM actuaba más en el sigilo. Buscábamos literatura y nos topamos con intereses personales de literatos.
    No dices nada de Juan Carlos Rodríguez, con el que se entendería mucho de la gestación de todo aquello. ¿Seguirá con esa vidriosa mirada bajo el sombrero? Con él sí, algo de literatura nos fascino.

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    1. Me temo que no se NADA de Juan Carlos Rodríguez. Me encontré todo esto por casualidad. Yo creo que si sigo rascando da para seis libros. Sería el nuevo JJ Benitez de la literatura basura.

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  10. mis condolencias al personal afectado, una ciudad como Granada y q aguantar la oratoria afectada y engolada del LGM. Los pelos como escarpias. Espero al menos folaran algo con alguna-o erasmus..

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  11. Tongoy,
    Me gusta su blog. Más de una vez discrepo en sus criterios literarios -la casi mayoría de las veces, en realidad- pero, creo, es interesante y coherente lo que plantea, incluso, puede ser divertido -a veces, me permito decirle, cuando tira demasiado de esta cuerda, la entrada, a mi entender, falla-. Leyendo esta entrada -pero podría extenderse a otras entradas suyas- me pregunto por qué es tan difícil ser crítico en este país en donde todos somos tan criticones. No parece que faltara lucidez -usted la tiene- sino aceptación de la crítica y falta, sobre todo, consecuencias concretas a partir de las críticas.
    Las denuncias no hacen mella en nadie -no sólo las literarias, también parecen inofensivas las denuncias de corrupción política tan en boga por estos días- y quienes pretenden afrontar esa batalla crítica terminan muchas veces hastiados y aburridos, sintiendo que es mejor hacer otra cosa. Los intocables, por su parte, siguen siendo intocables.
    A veces pienso que lo más interesante sería no entrar en diálogos que finalmente no llevan a ningún: no ir a votar o ir a votar en blanco, sólo hablar de literatura que nos guste, obviando de manera extrema todo aquello que nos quieren colar o que sintamos que nos quieran colar, dejar las aulas vacías cuando ciertos personajillos se suben al púlpito. La indiferencia radical es una de las maneras más extremas, radicales y, a la vez, sutiles del insulto. Pero no lo sé, este argumento tampoco me convence del todo… creo que si esta es una buena entrada se debe, en parte, a que sugiere preguntas, muchas. Gracias.

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    1. Mire, precisamente de este asunto de las CONSECUENCIAS estaba hablando hace un rato por correo con un amigo. Él me felicitaba por la hostia dada a unos cuantos. Yo no creía (ni creo) que la hostia sea tal. Se lo pasan por el forro. Les da igual. El año que viene volverán a formar parte del jurado, de ese y de otros, harán oídos sordos y recibirán otros 400 ejemplares de poetas varios aspirantes a ganar el premio. Aquí sí hay un tema, en mi opinión. Si sabemos que hay tanto premio amañado, ¿a qué viene tanta esperanza en ellos?

      “No votar”, es una opción que nunca me ha gustado. Votar en blanco sí. Dejar los premios desiertos (de libros, no de ganadores) también. ¿Realmente hay alguien que manda su libro al Planeta? ¿En serio? No sé, no lo entiendo. Sería fantástico dejar, sólo una vez, un gran premio sin concursantes.
      Respecto a la crítica… bah, hay demasiados intereses para que tal cosa sea posible. Mire, me voy a poner un poco serio y le voy a contar un secreto. Mientras perdía la paciencia y decidía dejar DK se me ocurrió que una buena despedida sería hacer un artículo dónde el crítico criticado fuese yo. Y no tanto por las formas como por “los fondos”. Es decir, autocriticarme por aquello que dejo de criticar (como crítico que critica a la crítica, ojo). ¿Por qué no lo he hecho? Sobre todo para evitar ser el centro de atención del artículo erigiéndome protagonista, pero también para no perjudicar a algunas personas a pesar de que ya no tengo relación con ellas. No descarto hacerlo en el futuro, pero no me he juzgado oportuno hacerlo en este momento a pesar de que el “espacio” era el ideal. Si yo, que no tengo apenas contactos y escasos amigos escritores, caigo en esto, ¿en qué no caerá un escritor que viva en el mundillo? Es el tema de siempre y la razón por la que creo que la crítica no deben hacerla escritores.

      Y los jurados exactamente lo mismo. O más.

      No sé qué harán los demás pero yo con esto no gano un pavo y los libros que me envían las editoriales no los necesito, afortunadamente. Será por libros. Tengo la conciencia tranquila cuando escribo una crítica y también cuando la publico, aunque peque de muchas cosas. El día que no sea así, lo dejaré. Le doy mi palabra. Eso lo único que le pido a un crítico. Ni que tenga buen gusto, ni que sea objetivo. Me conformo con que sea o parezca sincero (ni siquiera divertido, fíjese) y para eso necesito saber que hay libros que no le gustan, que no todo son maravillas o libros “que vale la pena terminar” o que son “suficientemente entretenidos”. Necesito que me diga la verdad, necesito que me diga que hay libros (con título, nombre y apellido) que son una mierda.

      Perdone el desbarre. Gracias a usted.

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    2. Tongoy,
      Sí, precisamente, si leo este blog por más que a veces no esté de acuerdo con sus juicios literarios es porque me resulta sincero y argumenta lo que dice. Lo demás, estar o no de acuerdo con sus gustos, creo que no es tan importante.
      Quizás uno de los primeros problemas en la crítica parte de ese punto: quienes reciben las críticas, a veces, se vuelven demasiado susceptibles y ven oscuras conspiraciones paranoicas en donde sólo hay alguien a quien no le gustó un libro, o encuentra algunos puntos negativos en un texto. Ese sería uno de los inconvenientes en la recepción crítica: en vez de generar debate, genera insultos y resentimientos. Y eso cohíbe a cualquiera. Alguna vez me pasó que, frente a un amigo que me dio algo que escribió, termino por decir las cosas que me gustaron pero no me atrevo a decirle cuáles son las cosas que no me gustaron porque sé -me ha pasado- que lo tomará como una afronta personal. Si en el ámbito privado me sucede a mí, sospecho que para usted debe de ser todavía más complejo. La crítica que me permití acerca de su tono humorístico es que, a veces, cierto exceso en esa línea da pie para que se la tomen con usted desde lo personal y se deje de lado el contenido de su crítica. Pero, bueno, es una impresión mía frente a un estilo, el suyo.
      El otro punto, el de las consecuencias, el de las redes del poder, es ya mucho más complejo y angustiante. Cuando dije lo de no participar es porque a veces siento que uno termina envuelto, casi alienado, en cosas que, al final, sabe que no llevan a ningún lado. Pelear con molinos de vientos. Y cuando veo o siento eso siento bronca conmigo mismo. Sin ponerme solemne, dejando la política y la corrupción más aberrante de lado, cuando entro en una librería y veo la ingesta cantidad de libros publicados y me doy cuenta de que sólo reconozco cuáles son seguramente textos malísimos, cuando, incluso, estoy al tanto de quiénes son esos escritores y de qué van sus libros, por más que no los haya leído ni lo haga nunca, pero, a la vez, no tengo casi idea de cuál entre todos los libros de la mesa de novedades me puede gustar, me desespero, me digo que algo funciona mal. Que lo verdaderamente difícil es encontrar la aguja en el pajar y no sólo la paja -la mayor parte de las veces, mental-. Después siento que si uno no reacciona nada cambiará y que uno se quedará encerrado en otro ostracismo, otra paja mental. No lo sé. ¿Qué hacer? Ni idea. Lo seguiré leyendo. Y gracias de nuevo.

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    3. Eso es muy interesante. Mire, me ha ocurrido en ocasiones que alguien me pide que lea su libro y que le de mi opinión. Que lo reseñe, si quiero (si puedo, por favor). Les digo lo mismo a todos: que quiero libertad para elegir el momento de la lectura y que si no me gusta, también lo diré. TODOS, sin excepción, están de acuerdo. Unos, porque dicen que es mejor eso que ser invisible y otros -y juro por mi hija que esto es cierto- porque quieren una opinión de alguien que les diga la verdad y no lo que a ellos les gustaría escuchar (llámese familia y/o amigos). A mí, esto, cuando no conozco al susodicho, me la sopla, y le digo lo que le tengo que decir sin ningún problema pero cuando conozco a la persona… hostia, entonces sí que me duele, la verdad, porque uno también tiene su corazoncito, pero si me pide sinceridad le doy sinceridad. Y que sea lo que dios quiera, pero no será por mi culpa.

      Pero en el fondo supongo que el escritor es esa cosa con forma humana que quiere saber la verdad en la misma medida que NO. Los casos que yo me he encontrado, SIEMPRE han sido los primeros. Pero estoy hablando de aquellos que llaman a mi puerta, que se cuentan con los dedos de una mano y aún me sobran para fumarme un cigarro. Los que ven oscuras conspiraciones tienen un problema con la humildad que ningún crítico puede resolverles pero NO ME CREO que Javier Marías se sienta merecedor de ningún premio por Los Enamoramientos. NO ME LO CREO.

      Cambiando de tema, entiendo lo que dice del exceso de humor (o del intento de hacerlo) pero al margen de mi forma de ser (ser gilipollas es mi día a día) prefiero provocar reacciones, las que sean, a provocar indiferencia. Si soy un poco cruel seguramente es porque creo que se le da demasiada importancia a la literatura. En mi opinión el oficio de escribir no es diferente a otros, como pueda ser el de albañil, y me parece que es igual de criticable un mal libro que un muro torcido. Parece injusto porque desprecio el esfuerzo (y porque obvio, voluntariamente, grandes obras que han podido cambiar el mundo o parte de él) pero es que el esfuerzo ajeno va tan ligado al talento o la inteligencia que cuesta hacer de él un valor en sí mismo. Al final lo que importa es que no se caiga la casa. Sabrá cada uno lo que lleva construirla.

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  12. Siempre vengo por aquí para informarme seriamente, en serio.
    Las consecuencias y todas esas cosas que apuntan sabiamente ambos, son las lógicas de una población "sobreinformada" y no preparada para tal sobrecarga de palabras e imágenes enlazadas que aburren hasta el infinito. Y todos iguales. ¿Quien entiende el lenguage de la prensa y la TV de los telediarios? Los que damos clases a los pequeños y futuros, estamos, al menos yo, confusos con los planes de enseñanza, desorientados,(yo soy de vocación y lo sufro más, consecuentemente.
    Por eso vengo aquí, porque la literatura es mi principal alimento, me gusta en papel y cuesta cara, Tongoy, tú lo sabes.
    Gracias porque de verdad has logrado muchas veces que ahorre y disfrute.
    Y al señor/a anóninmo decirle que igualmente echo de menos esas tiendas de libros donde el señor que vendía amaba lo que vendía y conocía lo que te gustaba cuando te veía entrar. Se están perdiendo los artesanos de la cosa.
    Valeria.


    Venturas.
    Valeria

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  13. Yo sigo creyendo que hay formas de ganar los premios, incluso de poesía. El ejemplo son chavales talentosos como Ben Clark o Martha Asunción, que han ganado premios merecidamente por poemarios más que dignos para su edad. Así que no es imposible. Incluso cagándola se ganan y siendo jodidamente nazi, pedante y plasta también (yo soy la prueba de que un muerto de hambre puede haber ganado un premio, publicar en una editorial de segunda y ver su basura de libro distribuido en FNAC; EL Corte Inglés y Casa del libro siendo un puto mocoso). Sólo hace falta estudiar bien el premio, la clase de novela (en poesía prima habitualmente la métrica; en teatro ser lo más cutre y barriobajero posible) que ha sido premiada anteriormente (cuando más limitado mejor -género literario, sexo, edad, localidad, lengua, etc.-), la editorial que lo publicará, el jurado de las anteriores ediciones, la asociación, organismo o centro que lo convoca, etc. Como mínimo te aseguras que inviertes la pasta en que un grupo de desconocidos lea tu manuscrito y decida, que tal y como anda el panorama editorial (dos de cada tres editoriales no se dignan contestar los e-mails) no es poco.

    Asimismo, a estas alturas, hay que diferenciar entre premio como plataforma de promoción (seamos sinceros nadie da tanta pasta gratis y más con la que está cayendo), selección literaria (producto de la inquietud de un editor que decide probar suerte, no vaya a ser); y certamen (escaso, raro, en provincias y de la mano de diputaciones, asociaciones culturales de barrio o cafés literarios).

    En fin, que hay de todo. Eso sí, todo lo que supere los 3000-5000 euros (o el 15% de los beneficios de la tirada en su defecto) es promoción de un nuevo fichaje o la acción subrepticia de terceros.

    También hay que contar que a veces los jovenzuelos y no tan jovenzuelos enviamos manuscritos que a veces creemos impecables cuando están repletos de cagadas técnicas, pero cagadas a fin de cuentas. El castellano es muy puñetero, el habla cotidiana está repleta de vicios y hay palabras que uno cree que significan una cosa o se emplean en tal o cual contexto cuando no es así. Yo localizo al menos un par de cagadas en mis textos todas las semanas. Y no salgo del Panhispánico de dudas. Es lo normal a estas edades, cuando no te contentas con la sintaxis sujeto-verbo-predicado, porque la inseguridad y la duda te obliga a demostrar que sabes escribir en vez de escribir sin más, con naturalidad. Pero para escribir literariamente con naturalidad hacen falta años de experiencia cagándola a base de bien. Sólo hace falta cómo ha mejorado el hijo puta de Marías con los años.

    Saludos.

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    1. Tienes toda la razón y me alegra que puntualices, en mi entrada de ayer me refería a esos grandes premios que sólo se convocan para promocionar a un autor. Desde luego no creo que absolutamente todos los premios (el resto que mencionas) estén amañados. Me gusta Ben Clark, o Anay Sala a la que he descubierto recientemente, por ejemplo, y que ganó el Carmen Conde de Poesía. Lo que pasa es que es muy difícil seleccionar el grano de la paja, saber en qué premios puede encajar tu obra y en cuáles estás perdiendo el tiempo y la pasta porque lo que buscan es algo totalmente diferente. Y eso, dios, me da muchísima pereza, ¿tú has visto la cantidad de premios que se convocan cada mes?
      En cuanto a lo de presentar obras sin pulir, llenas de faltas seguro que es algo frecuente, sí, entre jovenzuelos y no tan jovenzuelos, no hay que echar sólo la culpa a los jurados. Sería muy infantil descalificar un premio sólo porque no lo has ganado, obviamente hay que hacer autocrítica.

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    2. Joder, Olmos, como prolifera. Primero creó al tal Vicente Diable, con sus parrafadas esotéricas. Olmos pensaba que era muy ingenioso, pero nada, no tuvo éxito. Emulando a otro comentarista que le metía caña, se cambió a Dr., pòr falta de imaginación. Pero es que ahora ha creado a Zombie Girl, para que parezca que alguien le sigue el rollo. Pronto la cambiará a Dr. Girl. Olmos es así, quiere la pantallita para él solo. O para su amiguete Pron.

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    3. ¡Pero no lo destape, hombre! ¿No ve que que estos personajes son el secreto de mi éxito?! ¿Qué haré ahora, eh, qué haré? ¿Sabe lo que me cobra Olmos por estas apariciones? Lo mantengo yo, con eso le digo todo. Me va a hundir, me va a hundir...

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    4. Cobre lo que te cobre Olmos se lo tiene bien ganado, (o me lo tengo) que menudo curro desplegar semejante elenco de personalidades sin caer en la esquizofrenia. Oye, que a algunos hasta les mantiene desde hace años un blog para dotarlos de más profundidad. ¡Y luego critican que no sabe (o sé) crear personajes creíbles!

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    5. Y digo yo: si yo soy un personaje de Olmos y esto es una especie de nívola, me largo cagando leches a Madrid para pedirle a Olmos que cambie esta puta mierda de vida que me ha dado.

      Augusto Diáblez.

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  14. Hola Tongoy, volviendo a las consecuencias y la desmoralización tras la denuncia... Es verdad, llevamos décadas denunciando, aunque desde medios "alternativos", la corrupción en los premios. No pasa nada. Ni aunque saliera en los telediarios pasaría nada. Pero tu trabajo último en DK, aunque no arregle nada, estoy seguro de que altera los intestinos de los "denunciados" y les desprestigia al menos ante unos pocos bien informados. Ellos seguirán con sus chiringuitos lucrativos, en dinero o vanidad, pero la vergüenza puntual e íntima tras artículos como el tuyo no creo que se la quite nadie. RPV

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  15. Carlos, ya no estarás en Diario Kafka pero supongo que aquí seguirás, ¿no?

    Y venía yo hoy de otro blog que me gusta mucho mucho en el que se hablaba de fagocitación crítica o algo así y voy a seguir en mi línea: entre tantos humanistas en peligro de extinción dándose de hostias, resulta que los únicos que ganan son los cenutrios que opinan que las letras no valen una mierda (porque no generan PIB, según ellos; quedamos en que son cenutrios) y solo sirven para engañar a los pardillos que no saben leerlas y que firmen lo que les pongan delante, dígase hipoteca; contrato de trabajo (por llamarlo de algún modo); o, a este paso llegará, incluso pena de muerte. Resulta que de esos entre quienes tienen entre sus quehaceres crear los putos planes de estudio de toda España hay muchos así, con lo cual vamos de cabeza. ¿Para cuándo una autocrítica que os permita dejar de pelear y defender lo que tenéis en común y que a todos os (nos) apasiona? Porque lo que trae al pairo no genera estas luchas encarnizadas. Debates sí, pero no fratricidios.

    Vamos, que no digo que seamos hermanos, pero tanto ataque sangriento entre escritores, críticos y editores lo que me da es mucha pena. Al final, quienes ganan con esto son los zopencos. Y lo que pierde, de verdad, no es más que la cultura.

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  16. Se me olvidó decir que como eso no va a suceder en la vida, sigas denunciando chanchullos.

    Saludos.

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    1. "¿Para cuándo una autocrítica que os permita dejar de pelear y defender lo que tenéis en común y que a todos os (nos) apasiona?"

      Para NUNCA. Primero porque nos moriríamos de asco y segundo porque la literatura es para unos un negocio y para otros no. Yo creo que ese punto, como bien dices, es inalcanzable. Lo ha sido siempre, por otro lado. Pero mira, tiene su aquel. Yo lo he dicho muchas veces: es en las discusiones más acaloradas en las que más aprendo. #alimentaladiscordia

      (Por el fraticidio no te apures; es todo pose. Nos vamos turnando, como en la lucha libre americana, donde nadie acaba de matar ni de morir. Los espectadores, que allí se dejan la pasta en pizza y cocacolas, aquí lo hacen en libros).


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    2. ¿Tiene que ver con esta última acotación el nickname "Tongoy" que has elegido para subirte al ring?.

      Nosotros no compramos nada, pero sí que en tus combates, con mejor o peor fortuna, hacemos un gasto de neuronas.

      De todos modos, en algún post que me provoque lo suficiente entraré con pseudónimo (se sabrá perfectamente que soy "yo" porque cuando me pongo NO soy una nenaza) a atizarte caña de la buena.

      ¡¡The show go on!!

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  17. ¿Tú crees? Yo creo que se desperdicia mucho talento en guerras. Por eso de las balas malgastadas. Y por el tiempo y el esfuerzo. Tú lo has dicho: hacer esto bien exige mucha dedicación, ¿cuántos hablan realmente sabiendo lo que dicen porque se han esforzado, como hacías tú, por enterarse bien y no lo hacen por algún interés? No sé si realmente se aprende o se obtiene una visión distorsionada.
    Pero es solo una apreciación de quien lee a muchos a ver qué aprende. El lío es tal que te pierdes en la inmensidad. Eso sí, tengo claro que la literatura está como el país.

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    1. La literatura son egos inflamados enfrentados. Desde siempre ha sido una batalla entre los protagonistas. Es parte de su encanto. Y hay que tener en cuenta que las guerras fortalecen el carácter y liberan el estrés acumulado. Bien mirado, tiene efecto terapéutico. ;)



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    2. Ostras, yo creía que la literatura era otra cosa. Pero sí, ego suelto hay mucho.

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  18. Si sólo fuera el premio Burgos. Montero lleva, como bien saben muchos, en la mafia de la poesía desde que se graduó en la universidad. Amañando y premiando amigos mediocres una vez sí y otra también. Eso sí, luego es de izquierdas y se le llena la boca de ética. Un banquero tiene más ética que este señor.

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  19. También fui alumno de LGM y de Fortes. Además del libro de este último, recomiendo la lectura de El País. La cultura como negocio, de García Viñó. El autor hace un recuento de todos los actos culturales en los que está LGM y sus secuaces. Además le da caña a un montón de Intelectualoides vendidos a PRISA.

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    1. No lo conocía. Anotado. En mi próximo viaje a la biblio lo encargo. Gracias,

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  20. A ver:
    1.- Sigues empeñado en quitarle a José Luis García Martín el José. Puede ser que, como bien señalas, hasta ahora no tuvieras ni idea de poesía ni de su crítica. O que sea manía. O una broma privada. O que lo hagas como recurso estilístico para que te cuadre con Luis García Montero. Una especie de juego LGM, como diciendo "es que son todos el mismo".ç
    2.- El premio Alarcos de poesía, en contra de lo que afirmas, sigue convocándodse y entregándose. Revisa tu documentación. El último, no hace mucho.
    A los denunciantes de prácticas fuera de la ley:
    - Denuncien, coño, denuncien donde haya que hacerlo. En el juzgado, ya que tienen tantos datos, transcripción de conversaciones incluida.
    Buenas tardes.

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  21. 1. O que así es como lo he conocido y le he cogido cariño al nombre. Ya no podría llamarle de otra manera. Su obsesión por corregir el nombre de este señor me parece digna de elogio. Ojalá hubiera más personas como usted.

    2. La documentación está en un sótano, clasificada como supersecreta y he olvidado la clave de seguridad. De todos modos sólo tiene usted que dejar los enlaces al mismo para dejarme en evidencia.

    - ¿Usted sabe cómo va el tema de las tasas? ¿De verdad cree que un poeta que no gane premios (léase Montero y cía) puede permitirse ir por la vida denunciando estas cosas?

    A los participantes de premios literarios: SOSPECHEN, COÑO, sospechen siempre. Y griten.

    Y acabo:

    OFREZCO VOLUNTARIO DESDE ESTE BLOG PARA HACERME ECO DE TODA CUANTA MIERDA TENGA QUE VER CON EL SEÑOR LUIS GARCÍA MONTERO Y CIA (Luis García Martín incluido).
    Me dan la información, me dan dos pistas se seguir y montamos algo enseguida. PRESUNCIÓN DE CULPABILIDAD, YA!!!

    Buenos días.




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    1. Pues dos tazas. No sé, mi querido (recién y gozosamente descubierto) señor, si estaba Ud. al tanto de lo que sigue. Si no, aquí tiene más hilo, trama y lana que en el laberinto aquel del Minotauro, colega. [Léase bien, y con lupa, de abajo arriba]:

      http://noalfraudepoetico.blogspot.com.es/


      Mis más sinceros respetos

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  22. He dedicado mas de una hora en leer lo aquí reflejado por estupendísimos y comprometidos intelectuales. Sinceramente he de decirles que no he conseguido captar lo que quieren comunicar. !Qué barullo! !Qué falta de claridad¡ Alguien que no sea de vuestra pandilla quedaría noqueado con lo que decís y, sobre todo, lo mal que lo decís, además de no sacar nada en claro.

    De otra parte os digo que conozco a Luis desde hace muchos años, y de lo que no tenéis que dudar es de la ejemplaridad de Luis en muchos ámbitos. Tampoco de que es una persona generosa donde los haya(en el sentido amplio de la palabra). De que es de izquierdas (esto no debe considerarse como un galardón sino como una opción política de entre las muchas) y por encima de todo un excelente poeta. Que nadie os confunda.

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    1. Nadie, colega: sólo la noche nos confunde.

      Tómate algo, anda; el (Espíritu) Santo García Montero te lo pagará -con nuestro dinero, a ser posible

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  23. ¿Ha leído el artículo de LGM en Público? http://blogs.publico.es/luis-garcia-montero/15/la-corrupcion-y-la-politica/

    Quizás le dé para una entrada desmontar semejante acto de monumental cinismo. ¿Conoce un cínico más colosal?

    Y eso que le quedan todavía muchas ramas que investigar. Si gusta, vaya leyendo esto:

    Sobre su "salida" de la Universidad: Y sin embargo: es radicalmente FALSO que Montero abandone la Universidad. Se va mediante excedencia sindical; es decir: percibirá íntegro su sueldo, mantendrá la plaza en reserva para su vuelta y el tiempo le contará para antigüedad y trienios. En comentarios: http://www.publico.es/culturas/255270/el-escritor-luis-garcia-montero-abandona-la-universidad-tras-su-condena-por-injurias

    Puede investigar a su primo poeta, también recibió varios premios. Su hermano Juan Manuel, concejal de cultura en el Ayuntamiento de Granada: http://www.granada.org.es/inet/wgr.nsf/wwtod/77BD06A1F39986E0C1256E31007BD83D

    Sobre su relación con Javier Egea:
    http://socialismoeslibertad.blogspot.com.es/2009/11/conversacion-con-felipe-alcaraz-sobre.html
    http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117827

    Y aquí si quiere ver la larga lista de agradecidos (preste especial atención a los poetas): http://apoyoaluisgarciamontero.blogspot.com.es/

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  24. LGM el rojo, el mesías, el corleone, el vengativo, el rencoroso, el cacique del cortijo lírico andaluz.
    Lo gracioso fue que, después de la que se montó cuando los preseleccionadores tiraron de la manta, los implicados no se molestaron en borrar algunas de las pruebas, a saber: el blog del ganador del premio plagado de fotos con el García Montero, Benjamín Prado, Ángel González and company desde tiempos inmemoriales.

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