martes, 17 de julio de 2012

“Las novelas tontas de ciertas damas novelistas” de George Eliot

Las novelas tontas de ciertas damas novelistas” es un libro que trata exactamente de lo que parece y dura lo que una cerveza (garantizado, esto). 62 páginas, tiene. Aburre entre bastante y mucho porque habla de escritoras de las que ya nadie se acuerda y que me despertaron un interés tal que ni apunté sus nombres. Una locura. Grosso modo George Eliot, que es una mujer seudonomizada, se pone a rajar de sus contemporáneas a quienes considera unas ignorantes, califica de "filósofas de baratillo" y acusa de escribir todas la misma mierda. Lo que vienen siendo novela decimonónica inglesa de mujeres fuertes y pasionales y guapas como guisantes (todos iguales de guapas, quiero decir) que siempre se enamoran del mismo tío. Son mujeres que primero las pasan putas y luego renacen cual ave fénix y pasan a ser la señora de la casa, la envidia de las lurpias y el azote de los corruptos. Hay siempre un cura y mucho valle, mucho campo, mucha siega de agosto. Y bueno… lo que ya todos sabemos. 

A Eliot le parece fatal tanta tontería y sobre todo lo que más le jode, que es un poco lo que nos jode a muchos, es que cualquier simio con un lápiz se ponga a escribir. Estoy exagerando, claro. Bueno no, no lo estoy. Por aquel entonces la mujer acomodada que no tenía que trabajar ni que cambiar pañales podía perder el tiempo en adornar frases y hacer con ellos una novela siempre de amor y sufrimiento y actos expiatorios. Y digo mujeres porque el libro que estoy reseñando va de ello; hombres-jeta dándose al cuento hay unos cuantos también, pero no son el tema, hoy.  

Y ya está, esto es todo. Es que no hay mucho más que decir, la verdad; al fin y al cabo son sesenta páginas miserables que más que a una reseña se prestan a una reflexión que, estando de vacaciones como estoy, me niego a desarrollar. Esto debe ser lo que Eliot escribió un día que la pilló muerta de envidia por el éxito de alguna vecina tonta y se quitó el peso de la inquina a golpe de pluma. Impedimenta cobra por eso unos doce o trece euros, que es a todas luces un despropósito porque no lo valen ni remotamente, por más que uno disfrute enormemente del espectáculo de ver despellejar mediocres.




33 comentarios:

  1. Pues el tema tiene su qué, amigo Carlos, porque esas novelas hicieron en su época mucha pupita, tal que ahora la telebasura.

    Hace poco leí "Servidumbre Humana" de Sommerset Maugham, y además de ser un pedazo de novela (en todos los sentidos), se hace eco del daño que esos libros podían llegar a hacer.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah, canalla, vienes a acabar conmigo. Vale, vale: Servidumbre humana. Anotado. Esto es cruel. Lo he visto reeditado por ahí. "Mi edición" (la de la biblioteca) es de 1966. Yo creo que me arreglo bien con esa. (Ahora bien, para este año yo creo que no es).

      Eliminar
  2. Fb

    No sé si nos podemos fiar de alguien que tarda sesenta páginas en beberse una cerveza.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Inmaculada Concepción18 de julio de 2012, 19:28

      Ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja

      Eliminar
    2. O que tarda una cerveza en leerse 60 páginas.

      Eliminar
    3. (Ah, vale, Inma, tu risa era por el chiste, no por el post. Esto me pasa por vivir desde el móvil, que no me entero.)

      Era una cerveza muy grande, vale? Enorme. Y yo soy más de vino, que coño, y me cuesta bajar la cerveza. Lo digo por si alguien quiere regalarme alguna botellita. Me la bebo y la comento, si es necesario.

      Eliminar
    4. Ya te has bebido todo el vino que te envié?

      Eliminar
    5. Coño, es que a botella diaria seis cajas no dan a tanto.

      Eliminar
  3. Los "rescates" de Impedimenta van en caída libre. Redel lo sabe, por eso está intentando abrir una línea en español (San Basilio), que aunque es nueva ya también va en caída libre. A últimas fechas los mejores rescates son los de Libros de Silencio, aunque podrían ser un poco menos anglosajones y un poco más variados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ...y, ya puestos a pedir, más baratos.

      No sé porque encuentran un impedimento para eso...

      Eliminar
    2. por qué (perdón; se me juntaron las letras)

      Eliminar
    3. Bueno, Libros del Silencio parece que se está metiendo más en lo hispano, ultimamente. Así que recuede ahora Celso Castro, Padial e Iván Repila.

      Lo de los precios es el sinvivir habitual. He visto a impedimenta publicando para kindle. Un día con tiempo le miro el catálogo con calma.

      Eliminar
  4. Me disculpo por el silencio pero es que estoy tan de vacaciones que ni me lo creo. Una cosa terrible. En agosto prometo volver con fuerzas renovadas. Hay tanto mosquito que matar...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De vacaciones, eh?
      Espero que eso no signifique que te pasas los días debajo de la higuera leyendo libros, o habré perdido la fe en el ser humano.
      Y si te aburres y montas un jolgorio, no dudes en llamar.

      Bicos,
      Marieta

      Eliminar
  5. http://www.vanitydust.com/2012/07/de-como-conoci-ben-brooks-siempre-dice.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed%3A+PuraVanidad-VanityDust+%28Pura+Vanidad+-+Vanity+Dust%29

    ¿Vas a leer también "Crezco", del chaval este?

    ResponderEliminar
  6. Un extracto, para que hagas una idea... entiendo que no tengas ganas de leerlo entero:

    "Una noche, mientras compartíamos unas rayas que él había pagado a tocateja a un contacto mío, escuchando su música indie insoportable en su iPod destrozado, Ben me dijo que le gustaba quedarse sin dinero porque, de esta forma, necesitaba volver a escribir. No sabe hacerlo de otro modo, y eso es otro tipo de miseria, de incapacidad. Eso es ser inepto. Pero, al mismo tiempo, que un chaval de veinte años funcione de este modo representa una madurez sorprendente, una lógica aplastante."

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por dios, qué afirmaciones tan categóricas para tan poca sustancia. al menos, dichas con humor, las mismas pequeñeces pasarían mejor como las pequeñeces que son, como si no se hubiesen pensado mucho o se dijesen cpn la boca pequeña.

      Pero sin abusar, que ya se sabe que demasiado humor puede ahogar la historia.

      Humildemente.

      Eliminar
    2. No te tortures, Quique, ya sabes que no todo el mundo es sensible al arte. La historia estar, está. Que alguno se ahogue mientras la lee, sufra un colapso y la acabe olvidando ya no es problema tuyo.
      Ya sabemos lo que tiene ser un innovador, que no todo el mundo te comprende.

      Un saludo,
      Marieta

      Eliminar
  7. No. Paso de Ben Brooks. Además sólo necesito ver la gente con la que se mueve cuando viene a España para saber lo que me puedo encontrar.

    ResponderEliminar
  8. Qué pesadito eres con el humor, pero si a ti no te lo han presentado.

    ResponderEliminar
  9. Vamos a ver, tontorroncete: independientemente de mi capacidad para el humor (que me consta que es mucha aunque a ti te dé rabia reconocerlo por el motivo que sea) entiendo que puedo defender su uso en determinadas situaciones literarias.

    Me pregunto porqué te metes con mi humor y no con mi manera de escribir.

    Gilipollín.

    ResponderEliminar
  10. "Por qué", separado, ignorancete. Hecho, ya me he metido con tu manera de escribir, gilipollete, aunque llamarle escribir a eso que haces es exageradísimo.

    ResponderEliminar
  11. Seamos claros, Quique se está convirtiendo en el paradigma (doméstico) de lo escritorzalía tan común en estos Lares yermos de una generosidad que no prevea un feedback pronto a rentabilizarse.

    La mirada se pierde entre quienes ya la leerán, futuro imperfecto de declararse en el ahora, sin más riesgo que el derivado del olvido del negocio, a los que se remiten a la misiva privada disfrazando de buenas maneras, lo que no deja de ser una salida por la colindante amabilísima que se encuentra en todo su derecho, y así se desliza, pero no por ello es de Ley.

    Silencios ominosos de quienes tan raudos acuden a la carnaza, sorprenden las ausencias declaratorias de cuantos ya están en la caverna expiando su turno, tan caras nos son las sombras y no la Luz, triste.

    Spanish shame comprobar cómo aquellos que deberían saber el daño que hace el silencio de los corderos se conforman con balar sobre chopos y cefalópodos con más tinta por gastar que tentáculos donde agarrarse, la cofradía se reproduce por esporas, pero que la consulta de Tongoy esté ya infectada resulta desconcertante por los escasos réditos que devengan del ninguneo de una obra cuyos impedimenta principales son haberse dado a conocer como lo ha hecho, un exoplaneta lejos de la gravedad editorial de la que no se quiere escapar por mucha ecuación protesta a las que somos tan dados.

    Esta ha sido una oportunidad disipada para un exorcismo que hubiera sido como poco, buena par salir de la cataléptica armadura, al menos para mí, la tan temida terapia de grupo, pero todos estamos tan sanos que el diván hace tiempo que se ha convertido en cama de agua, ya noto el sopor.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Vamos, que soy un completo inútil. Gracias por abrirme los ojos.

    Lo que no sé es si tomarme tu opinión del todo en serio. Porque, quién eres? Qué has hecho tú en la vida? Quién te ha follado? La curiosidad me está matando. A ver si al final va a resultar que no eres gran cosa y tu opinión sobre cualquier cosa vale lo que vale.

    A que eres un fracasadete? A que sí?

    ResponderEliminar
  13. Fracasadete, dice el humorista, que no llegará ni a fracasar.

    ResponderEliminar
  14. “Seamos claros...” y después escribe una parrafada para su lucimiento que de clara poco tiene.
    “Spanish shame...” otra que tal. Muy bien, sabe inglés.
    Parece que le dé miedo que Quique la tenga más larga que usted. ¿Qué más da? Publique usted algo aquí y así podemos pasar un buen rato debatiendo sobre su prosa y sobre el humor de Quique.

    Saludos

    ResponderEliminar
  15. Es que no me dedico ni al humor ni a la literatura. Zoquete. Soy tan humorista como tú comentarista de blogs.

    Fracasar es otra cosa. Tú lo sabes bien.

    ResponderEliminar
  16. A lo mejor el problema radica en que alguno no soporta que no se le dediquen más de cinco minutos de gloria en algún blog público y/o bastante visitado.
    Pero para que hablen de uno, amiguetes, primero hay que hacer algo que merezca la pena ser comentado. Con insultar, tratar de desprestigiar y ponerse a la altura del betún no basta.
    Y desde luego, no firmar, solo demuestra lo anterior. No se es suficientemente hombre o mujer quien no dice las 'verdades' dando la cara (o la firma en este caso).
    Cualquiera sabe faltar al respeto. Solo unos cuantos pueden tener la cabeza bien alta por haber hecho algo de provecho con su escritura.

    Y quizás, leer su libro ayudaría. Si es que saben leer, claro.

    Saludos, pero solo a unos cuantos.
    Marieta

    ResponderEliminar
  17. Cada uno sabe qué ha hecho por Quique, o qué ha dejado de hacer, Quique no es el caso, es lo que todos hemos hecho con él, pero firmar o no firmar no cambiará las cosas, si una crítica proviene de los echevarrías en potencia o de anónimos cobardes o tímidos ¿en qué cambia las cosas?

    Las razones y sus causas no tienen más valor por llevar el nombre de su autor debajo. Ni el principio de autoridad ni la ignorancia nominativa obsesiva compulsiva deberían ser motivos para fustigarse y mucho menos para elevarse a los faldones de la gloria.

    La Gracia de La Medicina es que el autor no se presenta como crítico, ni parte interesada, creer que cada anónimo lo es, nos lleva a un callejón sin salida, si el lector es también parte de una trama insidiosa, el lector, el simple lector huirá, y luego desde los cenotafios lloraremos.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  18. “Y a este propósito dice Plinio que no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena; mayormente que los gustos no son todos unos, mas lo que uno no come, otro se pierde por ello. Y así vemos cosas tenidas en poco de algunos, que de otros no lo son.”
    Esto lo escribió un anónimo. De cuando escribir era algo más que firmar libros.

    ResponderEliminar
  19. A buenas horas vienes, Marieta, a ayudarme, ahora que ya me había comido con patatas al tontito.

    El caso es que se mete con mi humor genial y mi literatura extraordinaria para expresar que le caigo mal por algún comentario del pasado (supongo) y no porque piense lo que dice ni muchísimo menos. Tan tonto no va a ser.

    A lo mejor es uno de esos a los que se ha "homenajeado" aquí y todavía no lo ha digerido bien.

    Desde el colegio no tenía un enemiguito de estos. Es hasta bonito.

    ResponderEliminar
  20. Hola chicas. He vuelto.

    Os he estado leyendo pero entre rascarme los huevos y tocarme los cojones no he tenido tiempo para intervenir. Mis disculpas.

    Os releo y hablamos. Ah, y en un ratito post nuevo. Sigueleyendo me va a odiar.

    ResponderEliminar
  21. Bueno, pues nada, ya me lo he leído. Que muy bien todo; me gusta verles sanos y fuertes.

    Muy de acuerdo estoy con el anónimo de las 16:17: el anónimato no es mejor ni peor que el "nonimato". Buena gente y gilipollas los hay en todas partes pero todos tienen algo que decir y a mi me gusta que todos tengan voz. Lo he dicho mucho: blogs censores hay para aburrir. Y el que no quiera jugar que no juegue. ¿Que importa que el anónimo sea Neuman o Marías o José García si no tenemos ni puta idea de si el segundo se come con patatas al primero o el tercero al segundo?

    Saludos (A TODOS, hermanísima).

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.