viernes, 2 de octubre de 2015

Una aproximación al ‘Polaris’ de Salto de Página

Polaris, de Fernando Clemot, se publica en Salto de Página. Antes de entrar en materia, tengamos unas palabras sobre esta editorial. Nada personal, simplemente me gustan las introducciones casi tanto como las peleas y hoy me he levantado charlatán.

Hace nada, en un muro de Facebook, alguien se preguntaba si era yo masoquista o si era que, tal vez y dando por hecho un particular desprecio por la literatura que se hacía en este país, sentía en el fondo placer leyendo lo que Salto publicaba (placer que ocultaba por, no sé, vergüenza, oportunismo o una misteriosa inquina). Hasta donde le alcanzaba el entendimiento, el susodicho consideraba que yo siempre ponía a parir sus libros. Siempre. En fin, tal vez la gente debería dejar la lectura diagonal para los recibos de la luz. De SdP hay muchos libros que no me han gustado, pero hay muchos otros que sí. Tal vez es la mía una inquina que viene y va. Hagamos un resumen: he defendido a muerte la trilogía de Pinedo (Subte, Plop, Frío). Todas mis simpatías, también, para aquella estupenda novela de Jon Bilbao llamada Padres, hijos y primates o la colección de relatos del viejo amigo Juan Carlos Márquez, Norteamérica profunda. Me he confesado en numerosas ocasiones seguidor de Emilio Bueso, y eso, digo yo, será por algo (inquina inversa, probablemente). Que no sea necesario sentir devoción por un autor para seguirle la trayectoria es algo que no todo el mundo llega a comprender. Me hago cargo. También Sacrificio, de Román Piña (lo mejor, en mi opinión, que ha escrito este señor), llevó su dosis de elogios y me robó un merecido par de carcajadas. Es más, si tiro de archivo encuentro que no son tantos los libros que catalogaría como “malos” o “aburridos” o “insuficientemente buenos”. Estarían el de Nere Basabe (probablemente, de todos, el que menos me ha gustado o, si lo prefieren, el peor), del que hablaremos en breve; los relatos de Bárcena, que no me parecieron ni remotamente para tanto como se nos prometían (tal vez porque no los leí en alemán); los de Luisgé Martín, de calidad desigual pero siempre muy por debajo de la que se encuentra uno en sus novelas; Todo irá bien, de un Candeira con una prosa en exceso afectada o El año del desierto (Mairal), novela que arranca bien pero a la que pierde su intención… Y algunos más que quedan en el limbo de la indiferencia.

Leo Salto de Página porque, más allá de la calidad de sus productos (que se supone, como en toda editorial, irregular), ofrece un interesante catálogo de novedades y sobre todo de escritores; un catálogo que considero imprescindible para entender y conocer (no es lo mismo) el panorama literario de este país. Si quieres saber qué se cuece en España, tienes que leer Salto de Página. Esto es así, no sólo porque sí, sino también porque lo digo yo. Y a callar.

Quedarse con la idea de que al puto Tongoy no le gusta lo que publica Salto de Página (ya sea por inquina o capricho de malote) sólo porque ha puesto a parir algunos libros, es de un simplismo tal que no puede despertar otra cosa que sincera compasión por ese tardío despertar intelectual del comentarista. 

Vaya por delante que mientras las bibliotecas (la mía, al menos) provea, Salto de página será, junto con otras (no muchas, Sexto Piso o Pálido Fuego, por ejemplo), una de mis editoriales de cabecera. Y ya lo siento por ellos y sus niños, pero es lo que hay.

Lo que nos lleva a lo último (creo que es lo último, no podría jurarlo porque había por ahí planes de resucitar a Roberto de Paz) que se ha publicado en Salto: Polaris, de Clemot, Fernando. Veamos si podemos alimentar la leyenda y ya de paso damos a unos cuantos un par de argumentos más para seguir diciendo chorradas.

* * * * *

Fantaseemos. Vamos a pensar que Fernando Clemot contrajo, en un momento X, una deuda con el editor de SdP, Pablo Mazo, a quien a partir de ahora deberíamos referiremos, por ser ya hecho consumado, como Su Editor. Vamos a pensar que Su Editor consideraba que tal deuda podía ser saldada con un libro. Vamos a pensar, pues, en un entregado Clemot que escribe Polaris para librarse de esa losa en su vida que es Pablo Mazo. Tal vez estoy llevando las cosas a un punto que supera con mucho lo razonable. Seguramente no. Esto no lo digo, en cualquier caso, por la deuda contraída, lo digo porque no sé en qué cabeza cabe que un libro, tal como están el panorama, pueda ir en pago de algo. No parece un trueque muy justo. Será que Su Editor es un hombre generoso, amigo de sus amigos, profesional entregado (y algo cegado, también), dispuesto a aceptar Lo Que Sea con tal de acabar con esa pesadilla.

Esto, bondades aparte, explicaría por qué está teniendo Polaris tan poca repercusión en los medios humanos o virtuales o por qué no hay reseñas o por qué las que hay son tan complacientes. (Hay otras razones que explicarían tal complacencia pero hoy no me apetece insultar a nadie). Digo explicaría porque lo cierto es que Salto de Página no se caracteriza precisamente por hacer gala de una efusiva defensa de sus autores, a quienes parece tener en nómina sólo como publicistas programados. 

Los libros del Salto de Página se leen o no se leen, pero desde luego no se descubren. 

Ahora, olvidándonos de estas coñas marineras deberíamos entrar a analizar qué le ha vendido exactamente Clemot a Mazo y qué nos quiere vender Mazo (si en algún momento éste llega a poner de su parte) a los lectores, pero he superado con mucho el límite autoimpuesto para una introducción y me voy a ver obligado a partir esto en dos. Lo dejamos, pues, de momento, en aproximación, y ya la semana que viene, probablemente el lunes, hablamos de lo que importa y no tanto de los inevitables percances de ser librero o sucedáneo de tal.


16 comentarios:

  1. Es arriesgado pensar que "lo que se cuece en España" es únicamente lo que está publicado y tiene visibilidad. Lo que se publica en español a día de hoy, en el 99% de los casos, atiende a factores económicos, no de calidad. Estoy seguro de que hay más literatura de calidad sin publicar que publicada.

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    1. PUede ser. no hay forma de saberlo. Conocemos lo que vemos. todo lo demás son pajas mentales. ¿Factores económicos? Claro, como casi todo pero eso no cambia nada.

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  2. Jajaja, esta no-reseña te ha salido bordada. Diría que el problema de Salto de página es que no tiene un criterio demasiado definido, a diferencia de Sexto Piso, que te puede gustar o no, pero podrías apostar la uña del meñique de la mano izquierda en qué será lo próximo que publicarán, o al menos por dónde irán los tiros. En esta otra no. Y el eclecticismo está bien, pero la falta de criterio... no es lo mismo. Opino.

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    1. Últimamente parece que estén cambiando de registro (Basabe, Bárcena, Clemot). Algo está pasando. Igual es que se quieren dar una pátina de prestigio evitando el género. Si es así, ya podrían currárselo más.

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  3. A ver, que Salto de Página es más irregular que el Rácing de Santander y yo jamás la consideraría una editorial de confianza. Pero a donde no vuelvo a entrar es en un blog que defiende a Emilio Bueso y denosta a Juan Gómez Bárcena, porque Bárcena es un pesado, pero estamos hablando de LITERATURA, ¿no? Pregunto.

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    1. No sé si Bárcena es un pesado, igual sí. Me trae sin cuidado. Yo me he cruzado un par de veces en la vida virtual con él y si hemos cruzado veinte palabras han sido muchas. Lo que sí sé es que de Bueso me he leído cuatro o cinco libros que recuerdo medianamente bien. De Bárcena leí una colección de relatos de la que ya solo queda la portada. Ni el título recuerdo. Una pena.
      Lo que sea. Bárcena tiene dos libros y escasos treinta años. Me parece que hablar de LITERATURA, así, con mayúsculas, cuando nos referimos a él, es bastante más grave que "defender" a Emilio Bueso (que ya me puede ir pagando una caña, por cierto). Pero todo es ponerse con su Lima limón. Igual es la hostia.

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  4. Creo que este sábado sale en Babelia reseña de Polaris, por F. Valls

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    1. jajajajajajajaja, déjame adivinar: no le gustó. Acaba de publicar una en El Viejo Topo más larga que un día sin pan y más profunda que una fosa abisal. Y ahora Babelia. Valls al rescate. Bah, qué aburrimiento, siempre la misma mierda. Seguro que la próxima vez que Quimera publique recomendaciones en su blog se les cuela otro libro de Menoscuarto.
      Ya tiene que doler, de todos modos. ME refiero a saber que de no ser por los amigos no serías nadie.

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  5. No conozco personalmente a Clemot ni a Mazo ni a Tongoy, pero desde el afecto te digo Carlos que esta forma de prologar una crítica es bastante mezquina, por no decir miserable. Tú sabrás qué estás dispuesto a hacer para contentar a tus seguidores con alma de linchador. De momento, enterrar al buen lector que hay en ti.

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    1. El lector que hay en mí es inmune a mis propias gilipolleces.

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  6. Aquí Pablo. Como no puede ser de otra manera antes de nada debo agradecer a Tongoy el interés que ha mostrado, siempre, por el catálogo de Salto, y en particular las palabras que dedica en este post a la editorial. Anima oírlo de vez en cuando. En segundo lugar, ya que se habla de mí en una reseña de un libro que no he escrito ni protagonizo, aclararé mi relación con Fernando. No creo que le interese a nadie pero está muy lejos de ser un secreto (y me costará unos segundos): Fernando y yo somos amigos, diría que muy amigos, desde hace años. Ya está.
    También, claro, hay una relación profesional. Se resume en que he desestimado un par de propuestas previas (algo de lo que sólo desde el desconocimiento del mundo editorial se puede inferir que sean mejores o peores propuestas, ni siquiera bajo mi modesto criterio), antes de Polaris, que además de parecerme una novela fantástica, con ecos de alguna de mis lecturas de cabecera (Conrad, Stevenson, el Poe de A. Gordon Pym...) encaja sin objeción posible en la "línea editorial" de Salto que es el nombre oficial de la narrativa que me gusta y trato de defender. Que (antes, además, aparte) el autor y yo seamos amigos, como en otros casos, sólo hace el trabajo más agradable.
    Lo dicho: gracias, Carlos, por tus palabras, y tu interés en general. Keep blogging, por favor. Y saludos a todos.

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  7. Y a mí que los libros de Salto de Página me parecen todos una reverenda mierda...

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    1. Y en esa materia los trolls como tú sois la autoridad definitiva.

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  8. Esta editorial se antojó digna en algún momento pero ahora no publica más que a amigos que escriben tramas parecidas, insulsas y escritas ramplonamente!

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  9. Gómez Bárcena acaba de ganar el Premio Ciudad de Alcalá de Narrativa por 'El cielo de Lima', lo cual no sé si significa mucho o nada. Para él seguro que mucho. No sé si esto te dará más ganas de leerla, Tongoy, o menos, o te deja exactamente igual, que es lo más probable.
    En todo caso, saludos y ánimo, que ya queda menos para "Su pasatiempo favorito";)

    Billy Twillig

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    1. Me deja exactamente igual. Mi problema con esa novela es mi desinterés por el tema que trata. Con todo, pensaba echarle un vistazo en brevísimo, no vaya a ser que me esté perdiendo algo increíble.

      Y sí, ya falta poco para ese Gaddis (del que leí parte hace años) pero también para Rezzori.

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