Hablábamos, no hace mucho, de Perrault. Bueno, en realidad apenas llegamos a mentarlo pero sí lo hicimos de una de sus obras más famosas (Barba azul) y lo hacíamos con la excusa de la reciente publicación de una suerte de infame homenaje que le hacía Amélie Nothomb.
Bueno, pues dando por superado el trauma de leer a Nothomb destrozando una historia tan buena recuperamos nuestras vidas, nuestra dinámica habitual y aprovechamos para aclarar, antes de seguir, que una de la razones de más peso a la hora de “condenar” la novelucha de Anagrama (me quedo solo en los desprecios, ya ven) fue la de haber leído, inmediatamente después, la colección de relatos que hoy cuenta con toda mi atención: “La cámara sangrienta” de Angela Carter, un libro al que resulta imperdonable no llegar.
Una vez más, vengo a descubrir la pólvora: cuentazos. No cuentos, cuentazos. Y lo digo con la boca grande, con boca de lobo a puntito de comerse a Caperucita Valiente.
No me gusta reseñar relatos. Me aburre. Me aburre entrar en detalle, resumirlos, buscar relaciones, me aburre incluso leerlos, la mitad de las veces. Pero no los de Angela Carter. Estos no. Estos son geniales. ¿Lo digo? Lo digo: imprescindibles, sobre todo para aquellos que algún día han sido niños. Las de este recopilatorio son revisiones de los cuentos de Caperucita Roja (una de ella maravillosa revisión donde las haya, con esa Caperucita, con ese qué boca gran grande tienes tan fantástico y terrorífico), elfos, lobos, La bella durmiente, El gato con botas o La bella y la bestia, cuento que, a falta de una, se versiona dos veces.
« - Qué brazos más grandes tienes.
- Son para abrazarte mejor
Todos los lobos del mundo aullaron una canción nupcial mientras ella le daba libremente el beso que le debía.
- ¡Qué dientes más grandes tienes!
Ella vio que sus fauces babeaban y oyó que la habitación se llenaba con el clamor del “Liebestod” del bosque, pero la prudente jovencita no se inmutó ni siquiera cuando él dijo:
- Son para comerte mejor.
La muchacha rompió a reír; sabía que ella no era la carne de nadie. Se rio de él en su cara, le arrancó la camisa y la tiró al fuego, sobre la estela voraz de su propia ropa desechada».
Tantas mujeres. Y qué mujeres. Mujeres unas veces hermosas, violentas, salvajes; otras veces también crueles, sensibles, curiosas (mortalmente, incluso) pero siempre seductoras, consentidoras y eternamente ganadoras, que tienen entre sus amantes a lobos, leones, a monstruos asesinos, a trasgos.
«Ahora, cuando salgo a pasear, a veces por la mañana cuando la helada ha dejado su brillante huella en la maleza o, a veces, aunque cada vez menos y con más ganas, por la tarde, cuando desciende la fría oscuridad, siempre voy en compañía del rey trasgo. Y él me tumba en su cama de paja crujiente, donde descanso a merced de sus enormes manos.
Es el carnicero que me enseñó hasta qué punto es el amor el precio de la carne.
- ¡A despellejar el conejo! — dice. Y yo me quedo sin ropa».
El relato que da título al libro —probablemente de los mejores de la colección— es el que versiona el mencionado relato de Perrault, Barba Azul. Magnífico cuento de opresiva ambientación, con olor a cuero especiado, con una noche de bodas de las que tardan en olvidarse. Empiecen por él (lo tienen fácil, es el primero) y prueben a dejarlo. Sólo prueben.
«Tras el clamor sincopado del tren, yo podía oír su respiración tranquila y regular. La puerta que comunicaba los compartimentos era lo único que me separaba de mi marido, y estaba abierta. Si me incorporaba un poco, mis ojos podían ver la oscura y leonina forma de su cabeza y mi nariz captar una ráfaga del opulento olor masculino a cuero y especias que siempre lo acompañaba y que, a veces, durante el noviazgo, había sido la única pista de su paso por el salón de mi madre; porque, a pesar de ser un hombre grande, caminaba con tanta suavidad como si sus zapatos tuvieran la suela de terciopelo, como si sus pisadas convirtieran la alfombra en nieve».
Y termino quitándome el sombrero.
El recopilatorio ha sido editado por Sexto Piso en su colección de ilustrados. Tengo varios de estos ilustrados por casa pero sin lugar a dudas este es, junto con "El libro de la selva" (fragmento) y sin querer desmerecer el resto, uno de mis favoritos. Alejandra Acosta, a la que en su momento descubrimos por aquella pequeña gozada que era “Del enebro” de los Hermanos Grimm, editado por Jekyll & Jill (aquí algo así como una reseña) pone sus lápices al servicio de la historia y el resultado es poco menos que digno de elogio. Aquí un fan.
Me fiaré de tí y de ese punto post-feminista que se intuye en las protagonistas. Me lo apunto junto con el Doctor Glas, que también lo vendiste muy bien.
ResponderEliminarBueno, el Dr Glas me gustó pero no era mi intención "venderlo". Quiero decir que me gustó más este. Gracias por la confianza.
EliminarPerdón, el "vender" iba sin ninguna intención, líbreme dios. Es solo una forma de decir que ha resultado bien parado en la reseña. Saludos.
EliminarNo, no, no se preocupe, así lo entendí. Lo que quería decir es que unas veces SÍ trato de “vender” (en el sentido de recomendar una lectura) y otras veces “me limito a hablar bien de ella”. Doctor Glas es una novela que me ha gustado y de la que, inevitablemente, he hablado bien, pero no es un libro que yo recomiende (a título personal, blog aparte) con… eh… entusiasmo. “La cámara secreta”, sí. Creo que es diferente y especial y creo que la edición es un lujo; es un libro que recomendaría y prestaría a cualquiera persona.
EliminarLo apunto.
ResponderEliminarPor cierto, hablando de ilustrados de Sexto Piso, el de "El corazón de las tinieblas" también hay que tenerlo.
Saludos.
Cierto. Pintaza, pero ese no lo tengo. Cuestión de tiempo.
EliminarEste pone los dientes largos, Carlos.
ResponderEliminarPor cierto, parece que Sexto Piso se está consolidando poco a poco como una editorial de prestigio, ¿no?. Esperemos que no la caguen con algún desliz.
Se lo están montando bastante bien. Con el rescate de Barth y Gaddis se han ganado mi respeto por años. Hasta hace poco eran autores a los que nadie parecía querer meterles mano.
EliminarAyer le eché el ojo a uno que pinta bien: http://www.sextopiso.es/7092-los-jardines-estatuarios/
Sí, y por Vonnegut o Rubert de Ventós, por ejemplo.
EliminarPinta de coña. Y la traducción veo que es de Todó. Pues eso, criterio.
La verdad es que dan ganas al menos de echarle un ojo.
ResponderEliminar¿Oiga lo ultimo de Vila Matas no va a pasar por aquí? Me gustaría conocer su opinión.
Será, si acaso no lo es ya, un clásico. Vale MUCHO la pena.
EliminarSobre V-M. La verdad es que el perdí un poco la afición al amigo Enrique pero si no he leído esta ha sido única y exclusivamente porque desde que su publicación no ha quedado libre ni una sola vez en la biblioteca (o no me ha coincidido a mí cuando he ido, que también puede ser).
Hummmm. Empiezo a confirmar lo que ya hace unos meses intuía...
ResponderEliminarExcelente e inteligente estrategia de comunicación en redes sociales, sobre todo si es para una buena causa.
¿Una pistita?
EliminarSon cosas mías Tongoy. Que a veces me gusta jugar a los detectives, sin más.
EliminarIgual me animo y te escribo un e-mail, a riesgo de hacer el ridículo, y te pregunto algo me gustaría confirmar o descartar
Jaja, hombre, ahora no me dejes con la intriga.
EliminarEstupenda reseña. Leeré el libro. Tienen una pinta estupenda y estaba en mi lista de adquisiciones... Me encantó "El enebro..." de magnificas ilustraciones y cuidada edición.
ResponderEliminarPor cierto, el último de V-M es bastante flojo, por no decir algo peor, como nos tiene últimamente acostumbrados... Que tiempos aquellos en los que escribía de verdad... pero claro, hay que comer y editar un libro al año y muchos prólogos y artículos...
Cuando dice "estupenda reseña" por algo que me ha llevado tan poco tiempo, me pregunto qué demonios hago otra veces dedicando tanto tiempo.
EliminarDel enero es uno de esos libros que da gusto regalar. Una pena que no fuera más sonado.
Los cuentos de esta antología embellecen el lenguaje como pocos autores lo han hecho. Su relectura de Perrault, con el matiz malevolamente femenino, es brutal. Para quien no lo conozca, existe una excelente versión de uno de sus relatos, "En compañía de lobos" de Neil Jordan.
ResponderEliminarNo entiendo como Angela Carter no tiene más público y como, inexplicablemente, sus maravillosas obras editadas en Minotauro han desaparecido del mercado. Por lo cual, celebro que que se reedite en Sexto Piso acompañado por el buen trabajo de Alejandra Acosta.
Un saludo.
Yo tampoco lo entiendo. Me refiero a esa especie de olvido aunque sí es verdad que cuando comenté en las redes sociales que lo estaba leyendo (el libro) descubrí que tenía muchísimos lectores y que ninguno tenía una mala palabra que decir de él.
EliminarYo tengo "suerte". Mi biblioteca está bien surtida. Ahora estoy con "El doctor Hoffman y las infernales máquinas del deseo" que elegí casi al azar después de que Ferré la citase como una de las mejores obras de la escritora cuando el otro día publicó una reseña de este misma colección de relatos. El caso es que me atrapó enseguida. En apenas dos páginas ya estaba metido hasta el fondo. Descubrir su relación con "La tempestad" de Shakespeare (obra que me persigue desde hace dos meses) sólo ha mejorado mi impresión inincial. Ahora lo tengo un poco parado, primero porque ha dado un giro que no acaba de convencerme y segundo porque me han invitado a leer Moby Dick. Pero eso es otra historia.
Angela Carter es feminismo brutal y necesario. Sensorial y quirúrgico. Una maravilla con todas las letras por la que estar eternamente agradecido a Sexto Piso. Impagable su labor de resurrección de los muertos de Minotauro, de Cátedra y de quien haga falta. Alguna editorial tendría que amar la literatura, digo yo (afortunadamente hay muchas más)
ResponderEliminarPor cierto, Tongoy, no es mi intención "espamear", solo me gustaría compartir contigo y con quien quiera, si quiere, algo que escribí hace unas semanas a propósito de Angela Carter y otras escritoras imprescindibles. Soy nuevo aquí y no sé si en las normas hay algo al respecto. De todas formas, gracias por tu blog y disculpas anticipadas si abuso de él. Un saludo
http://sobreunbarrildepolvora.wordpress.com/2014/04/25/literatura-feminista/
Aquí no hay normas. Esto es como el club de lucha pero en salvaje.
EliminarTambién recibimos con gusto el spam, no se apure, especialmente si tiene algo que aportar.
El feminismo de Carter es legendario. De ahí su fuerza, probablemente.
Gracias por la visita.
Gracias a ti, Tongoy. Sigo con mucho gusto tu blog. El regustillo a sangre le aporta un nosequé...
ResponderEliminarLamento salirme del tema, pero creo que la noticia lo merece, por lo insólita. Pues nada, que resulta que Elvira Cagarro se estrena como opinóloga. Si es que ella puede con todo:
ResponderEliminarhttp://www.eldiario.es/zonacritica/Jornada-reflexion-Castigados-rincon-pensar_6_263233716.html
Saludos Mister Tongoy
Por qué los autores de Presencia Humana 3 pasan de ti, Tongoy?
ResponderEliminarVaya usted a saber. Esta gente es más rara...
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