domingo, 14 de octubre de 2012

“Lolita” de Vladimir Nabokov

«Suavemente, me senté en el suelo, muy cerca. Ella tembló. Tomé su mano y comencé a besarla lentamente. Me miró con sus ojos inmóviles y aterrorizados, sus labios empezaron a contraerse, como si hubiera estado a punto de llorar, pero no gritó. Besé nuevamente su mano, la senté sobre mis rodillas [...]. Le susurré no sé muy bien qué, como un borracho. Por fin, súbitamente ocurrió algo extraño, que nunca olvidaré y que me sorprendió: la pequeña se arrojó en mis brazos y, de pronto, comenzó a besarme con frenesí [...]». 

Ni Lo, ni Lola, ni Lolita, ni Dolly; la protagonista de esta cita es Matriocha, la hija de la mujer que aloja en su casa a Stravroguin, el protagonista de “Los demonios” de Dostoievski. Estos parecidos razonables siempre me han gustado mucho pero en este caso especialmente por dos razones: la primera tiene que ver con el objetivo que se había marcado Nobokov de desmitificar a Dosotoievski, a quien consideraba un mediocre escritor, lo cual lo deja en una más que comprometida situación si luego resulta que se dedica a ir por ahí plagiando escenas de sus novelas (exagero, lo sé) y en segundo lugar por algo que les voy a contar inmediatamente y que me pareció, cuando lo leí, que podría perfectamente ser algo así como el centro de la novela. 

(Abro paréntesis. A todo esto yo no quería escribir esta reseña y de hecho me resisto, como me resistía antes, a llamar a esto reseña cuando sólo quiere ser una nota al pie de la novela; un intento un tanto infantil de llamar la atención sobre aquello que más me llamó la atención a mí y que no es –tal como le suele ocurrir a todo el mundo- la prosa elegante y fluida y maravillosísima de Nabokov, que sí, que muy bien, pero que me niego a comentar más allá de esto: qué estilazo el de Nabokov. Y ya. Cierro paréntesis.) 

La historia de Lolita es sobradamente conocida. Se la cuento igualmente, pero avisados quedan: no escatimaré spoilers. Lolita es la historia de una pasión voluptuosa que acaba en amor (la frase no es mía). Un hombre se prenda de una niña de doce años. Quiere vivir con ella y por eso se casa con su madre. Esta pobre mujer muere cuando descubre el lascivo diario del protagonista. Así es como Humbert se queda, más feliz que una perdiz, a solas con Lolita que, pasado el tiempo, lo deja por un rival. Anoten, por favor, la palabra RIVAL. Humbert la busca y la busca y al final la encuentra, a Lolita, casada y en estado de buena esperanza. Oh. Él quiere volver con ella. Ella no quiere volver con él. Él dice, te amo, ahora lo sé. Ella, yo a ti no, siempre lo supe. (Los diálogos son inventados.) Él, desesperanzado, huye –es un decir–  y mata al hombre que tiempo atrás le robó a su niña (y que, habrán caído en la cuenta, no es su marido) por aquello de quitarse el agravio de encima y algo más. 

Lo que importa: un buen día Lolita desaparece; se fuga con un hombre misterioso aficionado a las falsas promesas. A encontrar a este hombre es a lo que dedicará Humbert buena parte de la segunda parte de la novela, que es, con diferencia, mucho más caótica, irregular y compleja que la primera y seguramente la razón por la que muchos habrán abandonado la lectura. A Edmund Wilson, amigo personal del escritor y reputado crítico, no le gustaba nada esta segunda parte porque le parecía aburrida y sobrecargada de descripciones de lugares, etc (ver reseña ampliada en el primer comentario del post): 

“[…] creo que en este libro hay —cosa bastante inusual en tu caso— demasiadas ambientaciones, descripciones de lugares, etc. Esto es algo que me hace concordar con Roger Straus cuando reconoce que la segunda mitad se hace pesada. Estoy de acuerdo con Mary [McCarthy] en que la inteligencia a veces llega a ser cansina, aunque discrepo con ella en lo relativo a la «confusión»” 

Con Mary McCarthy -reputada novelista y crítica cultural que fue esposa de Edmund Wilson- estoy, al menos en este caso, mucho más de acuerdo en la valoración de esa segunda parte. Me sentí, al leerla, de un modo muy similar a ella (ver carta ampliada en el segundo comentario del post): 

“No estoy de acuerdo contigo cuando dices que el segundo volumen es aburrido. A mí me pareció más bien de difícil comprensión; tuve la sensación de huir hacia una elaborada alegoría o hacia un conjunto de símbolos que yo no podía alcanzar a comprender. Bowden sugiere que la nínfula es un símbolo de América, apresada en las garras del europeo de mediana edad (Vladimir); de ahí todas las descripciones de moteles y de otros fenómenos típicamente norteamericanos (por cierto, esta parte me gustó). Sin embargo, parece que hay algún simbolismo más concreto en el segundo volumen; al leerlo, me pareció que todos los personajes tenían una cometa de significado tirando de ellos desde arriba, desde el enigmático firmamento de Vladimir.” 

La gran pregunta es: ¿qué demonios ocurre en esa segunda parte; qué es eso que seduce y espanta a partes iguales a críticos o a legos en la materia? La respuesta o, quiero pensar, parte de la respuesta, es el único motivo por el que escribo este post tan asquerosamente largo. 

Hay dos cosas a tener muy en cuenta en Lolita. Una es ese RIVAL sobre el que acabo de llamar la atención y el otro es ese parecido más que razonable con Dostoievski del que les hablaba al comienzo de la reseña. Nabokov no consideraba a Dostoievski un buen escritor ni creía que sus novelas, a excepción de una, mereciesen el generoso trato que había venido recibiendo tanto por parte del público y la crítica. Ese único libro que Nabokov salvaría de la quema es curiosamente una de sus primeras novelas cortas que fue, en su momento, uno de sus mayores y más estrepitosos fracasos: EL DOBLE. Esta novela trata de un hombre enfrentado a sí mismo en el sentido menos figurado de la expresión: Goliadkin, el protagonista, es un funcionario disciplinado y arribista que un día tiene que enfrentarse a un individuo exactamente igual a él que trata de usurparle todo lo que es o posee. No voy a entrar en detalles. Los que han leído la novela sabrán a qué me refiero, el resto, ya están tardando en hacerlo. 

De mismo modo que Goliadkin ha de enfrentarse a ese yo que surge de la nada para robarle lo que es suyo (su identidad, en este caso) así Nabokov relata el tormentoso viaje de un ser despreciable a quien otro como él –un pederasta, un pornógrafo, la repugnancia personificada- le roba, con engaños, lo que más quería, lo único que tenía, aquello por lo que había renunciado a una vida normal: Lolita. Y la escena que tiene lugar cerca del final, cuando Humbert Humbert se enfrenta al ladrón de su alma es tremendamente parecida a la que tiene lugar en la casa del señor Goliadkin la primera vez que se sienta frente a frente a su DOBLE: 

«Aquel que estaba sentado ahora frente al señor Goliadkin, era el terror del señor Goliadkin, la vergüenza del señor Goliadkin, era la pesadilla de ayer del señor Goliadkin: en una palabra, era el propio señor Goliadkin». 

También así parece verlo Nina Berberova en su estupendo y breve ensayo “Nabokov y su Lolita”: 

“Lolita no es sólo una novela sobre el amor, es también una novela sobre el doble, el doble-rival, el doble-enemigo, al que no se mata en un combate leal, ni en un duelo honesto, sino después de una escena cómica, grotesca, en un estado semiinconsciente, casi bestial, y en presencia de otros animales igual de alelados; todo eso para librarse de sí mismo, para salir del infierno, para matarse a sí mismo en el doble.” 

La novela, por lo demás, es magnífica, con esa inolvidable primera parte y a pesar de esa segunda (estoy con Wilson en esto) innecesariamente larga. El gran genio de Nabokov reside en la capacidad para embellecer, como ningún otro, el horror y hacer creer a tantísima gente que la pobre Lolita, con sus doce años recién cumplidos, podía tener algo de culpa en lo ocurrido. La maestría de Nabokov está en demostrar lo hijos de puta que pueden llegar a ser aquellos incapaces de ver el pánico de ese momento, terrible, que cierra la primera parte, cuando Lolita, completamente desarmada, cede al acoso de él, consciente de su poder: «Ustedes comprenden, no tenía otra persona a la que acudir». Y aún hay algunos -los he visto con estos mis ojos- que tienen la desfachatez de etiquetar de ERÓTICA esta novela



95 comentarios:

  1. [Extracto de la carta de Wilson a Nabokov. 30 de noviembre de 1954] […] sobre tu novela: de todo lo que he leído de tu obra, es lo que me gusta menos. El cuento del que surgió era interesante, pero no creo que el tema pueda soportar un tratamiento tan extenso. De historias malas, pueden salir buenas novelas; pero no creo que lo hayas logrado con ésta. No es sólo que los personajes y la situación sean repulsivos en sí mismos, sino que, presentados a esta escala, parecen bastante irreales. En mi opinión, las distintas salidas y el climax final tienen los mismos defectos que los climax de Bend Sinister y Laughter in the Dark: son demasiado absurdos para llegar a ser horribles o trágicos, y además son tan desagradables que no resultan divertidos. También creo que en este libro hay —cosa bastante inusual en tu caso— demasiadas ambientaciones, descripciones de lugares, etc. Esto es algo que me hace concordar con Roger Straus cuando reconoce que la segunda mitad se hace pesada. Estoy de acuerdo con Mary [McCarthy] en que la inteligencia a veces llega a ser cansina, aunque discrepo con ella en lo relativo a la «confusión». (He sugerido algunas pequeñas correcciones en el manuscrito.) Ojalá me hubiera gustado más el libro.” (Edmund Wilson, Obra Selecta. Pág.615)

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  2. [Extracto adjunto de la carta de Mary McCarthy a Wilson.] Acerca del libro de Vladimir, creo que tengo una posición intermedia. Digo creo porque todavía no lo he terminado; me había leído tres cuartas partes del segundo volumen cuando tuvimos que marcharnos. Siguiendo las instrucciones de Roger Straus, lo dejé en el Chelsea para que lo recogiera Philip Rahv —puede que publique algo de la primera parte en PR—. No estoy de acuerdo contigo cuando dices que el segundo volumen es aburrido. A mí me pareció más bien de difícil comprensión; tuve la sensación de huir hacia una elaborada alegoría o hacia un conjunto de símbolos que yo no podía alcanzar a comprender. Bowden sugiere que la nínfula es un símbolo de América, apresada en las garras del europeo de mediana edad (Vladimir); de ahí todas las descripciones de moteles y de otros fenómenos típicamente norteamericanos (por cierto, esta parte me gustó). Sin embargo, parece que hay algún simbolismo más concreto en el segundo volumen; al leerlo, me pareció que todos los personajes tenían una cometa de significado tirando de ellos desde arriba, desde el enigmático firmamento de Vladimir. Por ejemplo, ¿qué ocurre con el perseguidor? Pensé que quizá hubiera encontrado la respuesta si lo hubiera terminado; ¿hay alguna? Por otro lado, pienso que el estilo está terriblemente descuidado a Jo largo de toda la novela, quizá incluso más en el segundo volumen, está repleta de lo que los profesores llaman «opacidades», y de los juegos de palabras y chistes más superficiales de Vladimir. Casi me llegué a preguntar si no estaba hecho a propósito, si era parte de la idea.

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  3. Hola Carlos:

    Leí este libro hace ya 17 o 18 años. Recuerdo que me impresionó muchísimo, y sigo pensando que es uno de los mejores libros que he leído nunca. Debería releerlo, o también acercarme a Ada o el ardor que lo tengo en casa sin leer desde hace un montón de años, y no podría entender el motivo de que no lo haya hecho. En realidad he leído más novelas de Nabokov: está bien la obra menor Pnin, Risa en la oscuridad me gustó menos.

    Quizás es un poco incomprensible la manía que le tenía a Dostoyeski. Me ha gustado ese análisis que haces con El Doble, que leí hace mucho también, pero menos que Lolita y no había pensando en esa relación.

    Saludos

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    1. Hola David,

      Ada debería ser también mi siguiente lectura pero... bueno, lo de siempre. Por si te sirve de ayuda Pnin le parecía una pequeña maravilla a Wilson (lo cual,visto lo visto, no quiere decir absolutamente nada).

      Un abrazo,

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    2. Sin ser una obra maestra, Pnin es lo suficientemente bueno.

      un abrazo

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  4. Bueno, es un libro que leí hace bastantes años, siendo un jovencito y los recuerdos se encuentran detrás de una ligera nebulosa, mezclados y revueltos con los de la película de Kubrick, que vi poco después.

    El recuerdo que más perdura es el de Humbert Humbert (un intelectual diletante), descubriendo su debilidad y que se declara paulatinamente incapaz de controlar la pulsión que le produce la contemplación de Lolita y el desprecio creciente que se alimenta en su interior por su madre.

    Es, contra el arquetipo que se perpetúa, la crónica de una malsana fascinación, más allá de la seducción que, en realidad, no se produce.

    Recuerda a los comentarios despreciables de Sostres, pero en plan cultivado y con HH atormentado por su sentimiento culposo, no con el descaro del polemista macrocefálico.

    En fin, gracias por recordar interesantes obras (este camino se presenta muy sugerente).

    PD - Interesante la aportación del DOBLE. Dan ganas de documentarla.

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    1. Gracias, Alberto, pero no sé yo si este nuevo camino es tan nuevo ni tan camino. SE hace camino al andar. Ya veremos qué pasa. si pasa algo, claro.

      Abrazo,

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    2. Caminando (o en cualquier forma de viaje elegida) lo que es seguro que pasa es el tiempo.

      Y, preguntando, que es gerundio: ¿has puesto ya a "La conjura de los necios" en la lista de próximas lecturas?. VD la incluyó en una lista acojonante y recuerdo que alguna vez leí (no sé dónde) que no te habías puesto con ella. ¿Es posible?

      Abrazo

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  5. Yo la leí con 19 años, porque se suponía que no eras nadie si no la habías leído, y más allá del estilo perfecto de Nabokov, nada que objetar en ese sentido, me produjo un lástima inmensa por los personajes que describía. HH era un pobre diablo que se negaba a aceptar el paso del tiempo y Lolita una perfecta imbécil que no sabía decir que no. Puede que deba releerlo, aunque no me apetece lo más mínimo.

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    1. Nada que objetar al estilo. A mi lo que menos me gusta es la extensión. No lo comenté en el post, me olvidé, que esta novela está basada en el cuento, un cuento que no se incluye en los relatos completos (!) de Nabokov. Tiene gracia. Sobre todo porque estaba a punto de comprarme el tomito cuando caí en la cuenta.

      A mi el cuerpo tampoco me pide releerlo como con otras novelas. Quiero decir que hay muchas que sé que repetiré pero esta.. no creo, no.

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  6. Hola a todos!

    El factor clave del éxito, y la buena reputación, de la novela de Nabokov, no es otro que la adptación al cine que hizo Kubrick de la misma.

    V. Nabokov es un escritor muy particular no apto para todos los paladares. Recurriendo al simil futbolístico diríamos que es uno de esos extremos a los que tanto les gusta regatear, emborracharse de balón (en este caso "de palabras") que terminan por regatearse a si mismos y no saber, al cabo, donde se encuentra la porteria del adversario. Vamos, que el rusoyanqui más se parece a Onésimo (¿se acuerdan del extremo, aquel, del Valladolid, que terminó fichando por el Barcelona?) que a Bebeto. Y hay espectadores (lectores) a los que eso puede llegar a sacarles de quicio.

    Tan barroco (en plan chungo) me resulta a veces este autor, Nabokov, que no me corto a la hora de achacarle cierta influencia perniciosa en los escritores jóvenes. Todos estos han hecho el esfuerzo de leérselo (por lo menos la "Lolita" y el "Ada") y como no se le entiende muy bien lo que dice -y en algunos casos ni lo que pretende- piensan que debe ser muy listo y que es un buen modelo a imitar por su parte ¿Y eso? Porque hacer perfectamente comprensible todo lo que se escribe y dejar en evidencia, con elegancia y estilo, lo que se ha pretendido al hacerlo, supone algo notoriamente más difícil. O eso creo yo.

    ¡Un abrazo para todos!

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    1. LA referencia futbolística no la pillé. No estoy yo mucho en esa onda. Lo otro sí, mas bien sí. Otra vez Ada... hummm, estoy pensando que quizá sería también un buen momento para leer "Palido Fuego" aprovechando (momento publicidad) que este mes una editorial con ese nombre saca su primer título.

      Abrazo para ti también.

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  7. El arranque de esa novela está, para mi gusto, entre los mejores de la historia de la Literatura.

    Novela sobre la identidad.

    Saludos.

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    1. Completamente de acuerdo. El arranque es absolutamente maravilloso.

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    2. Sobre la identidad de los demonios propios, sí.

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  8. Interesante la conexión dostoievskiana. Las mañas y arrebatos de Navokov son de los más interesantes de la literatura.

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  9. ¡He visto la luz! Al hablar de Goliadkin he pensado en Borges, en su gusto por los dobles, por el espejo que nos refleja nuestro otro yo, por los "otros" a partir de "los mismos"; y también en su gusto por las bromas librescas. De ahí que ahora se me ocurra que la histórica tirria de Nabokov por Dostovieski no sea , al fin, más que una broma eterna que ya nunca podrá desmentir; o el mejor homenaje que le podía hacer: ser un mezquino, de alma sucia, que se gana el infierno a pulso, como muchos de sus personajes
    Estupenda entrada, Carlos

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  10. Yo la leí como los demás en el insti. Y la tenía por una novela mediocre hasta que leí Afterpop. De hecho, me atrevería a decir que lo único que me gustó del dichoso libro de Porta fue la interpretación de Lolita. La volví a leer hace un par de años con lo de Porta en mente y sí, el concepto de la novela es la polla bajo el prisma nocilla. Asimismo siempre me he preguntado cuánto hay en Lolita de la Mutzenbacher de Salten. De todas formas me he encontrado a tantas niñatas que van de Lolitas que le tengo un pelín de tirria al personaje.

    Tengo pendiente Ada, que siempre se me resiste, ya sea porque siempre lo pillo carísimo en las de viejo o porque siempre está prestado en la biblioteca. Uno de estos mes caerá. Un abrazo, Carlos.

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    1. ¡No me jodas, Vincent! Me niego en rotundo a leerme el afterpop y mucho menos a valorar nada desde el prisma de Porta.

      Tienes que pedirle un kindle a los reyes. Te sacará de un montón de apuros.

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    2. No te lo leas, no merece la pena. De Lolita dice que HH representa la vieja cultura clásica europea seducida por Lolita, la joven cultura pop norteamericana. Cuando lo lees así tiene mucho sentido, sobre todo a raíz de lo que rodea a Lolita en el libro. Pero para mi gusto es otra vuelta de tuerca al tema de la musa y un poco fusilamiento del sentido de Tadzio en La muerte en Venecia. Pero hombre, para algo interesante que dice Porta no le vamos a quitar el mérito.

      ¿Kindle? Qué va. Yo soy de libro. Si no queda más remedio pues ebook pero no lo es lo mismo -aunque todo regalo es bienvenido y mucho, jeje-. El caso es que me encanta manosear el libro, doblar las páginas, olerlo, abrirlo y leer una frase escogida al azar. Es fetichismo. De Ada además es porque quiero leerlo en una edición concreta del 70. Me recomendaron esa tradución y me he encabezonado con que tiene que ser ésa.

      Un abrazo.

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  11. ¿"Lolita una perfecta imbécil que no sabía decir que no"?
    A ver si lo de la pederastia va a ser culpa de los niños.

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    1. Eh, listo/a, que mi comentario no iba por ahí ni mucho menos. Pero Lolita, según la ve Nabokov, contribuye en mucho porque le encanta sentirse adulada. Pídele responsabilidades a Nabokov i no a mí, que no entendí cómo una chica de 12 años de mi época podía dejarse engañar por esas tretas. Será que el libro es antiguo. Es una de las razones por las que no me apetece volver a leerlo.

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    2. Lista.

      A cualquier mujer, con 12 o con 40 años, le gusta sentirse adulada.
      Y una niña, de 12 años, en esta época, hace 20 años o dentro de otros 10, se dejará engañar por la treta adecuada en el momento oportuno.
      La responsabilidad de Nabokov es relativa. Mentes calenturientas las hay a patadas. Así nos va.

      En cualquier caso, este no es el tema del blog. Sólo es una puntualización a un comentario que me ha molestado personalmente.

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    3. Pues que Nabokov hubiera perfilado mejor su Lolita. Lo mismo que te ha molestado a ti me molestó a mí, por eso dije lo que dije.

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    4. Y que una niña de 12 años vaya a buscar a un vejestorio de 40 años a su cama a cambio de unos regalos porque se siente sola y desamparada no es excusa. Eso ha permitido interpretaciones posteriores tan demenciales como la de Beigbeder.

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    5. ¿Vejestorio a los 40?
      ¿Niña sola y desamparada no es excusa?

      O eres muy joven, o no tienes hijas adolescentes, o ambas cosas. Así que no voy a intentarlo más,no creo que lo entendieras. Pero siempre te puedes dar un paseo por la vida o estudiar algo de psicología. No sólo de lecturas va a vivir el hombre/mujer.

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    6. Estoy más cerca de los 40 que la adolescencia, aunque no tan lejos como para no recordarla. A los 12 años, un tipo de la edad de tu padre es un viejo. Y un tipo de la edad de tu padre que se fija en tu inexistente escote y comenta cosas como 'uy, qué pollita está' te provoca un asco perfectamente identificable.

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  12. Inmaculada Concepción15 de octubre de 2012, 17:13

    ¿Tonguete no dice ni mú? Va hostias, que esta entrada nos ha encantado a todos, pronúnciate.

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    1. No sé qué me emociona más: que me eches de menos o que te guste la entrada. Creo que lo primero. Sí, lo primero, definitivamente.

      Luego vengo, que ahora estoy en movimiento.

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  13. Pues yo no me lo he leído. Y a mucha honra! Leyéndoos a vosotros se me ha ocurrido que a según qué gente (y por el motivo que sea) se les perdona/aplaude todo (mucho) y en determinadas ocasiones se les buscan simbolismos extrafalarios cuando la calidad literaria no alcanza la supuesta maestría del autor.

    Análogamente, a un pobre pardillo desconocido hasta en su casa no se le busca más intención que la que sea evidente, que es la única que vale (o debería valer) también para el genio. Lo demás son delirios interpretativos.

    En mi humilde opinión.

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    1. Vale, cabrón, me has pillado. Me apetecía escribir como mis compis comentaristas habituales, que se lo han leído todo y todo lo pueden comparar lo mismo con un ruso (que ni es Dostoievski ni es Tolstoi) lo mismo con un españolito que publicó unos poemitas en el 87 y no se ha vuelto a saber.

      Estais enfermos, joder. Al principio pensaba que todo era una especie de megacoña improvisada pero no. Lo decís todo (o casi) en serio. Es acojonante.

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    2. Bueno, Quique, yo siempre digo que leer es un placer. Si no apetece, no apetece. Hay meses en que te lees dos libros y otros que lees ocho. En cuanto a lo que dices, todo escritor antes de convertirse en inmortal fue un pobre diablo al que ni Dios le hacía caso. Nabokov las pasó canutas al principio como todos. Se trata de tener paciencia. Si el talento está ahí tarde o temprano saldrá a la luz.

      Lolita fue junto a El lobo estepario, American Psycho, La metamorfosis, La conjura de los necios, Trópico de Cáncer y El guardian entre el centeno, entre otras, las lecturas obligatorias de la contracultura de los 90 -seguro que lo viviste como todos-. Por eso es normal que todo cristo la haya leído. Vamos, como haber nacido entre el 70 y el 80 y no haber escuchado a los Doors, la Velvet, David Bowie, Joy Division y los Pixies. La historia de una generación.

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    3. Sí y no. Todo el mundo no es todo el mundo. A eso me refiero. De esos libros me he leído alguno y esa músicq la conozco sin haber profundizada demasiado. Y en el mundo real la gente no sabe quién era Salinger ni cuando y cómo publicó Kennedy Toole. Aqui sí, de eso me "quejo".

      Y sí. Todo genio ha sido un don nadie. Pero no quita para que, una vez genio, se le haya buscado (y encontrado) la genialidad aun cuando ya no la había.

      Humildemente, otra vez.

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    4. VD: la lista que propones es acojonante (más en lo literario que en lo musical, según mi apreciación humilde, para seguir el tono de los comentarios del blog). Pero en cualquier caso, yo, que no nací entre 1970 y 1980, me leí y escuché algunas de las obras mencionadas, aunque hay un abanico temporal entre ellas que complica incluirlas en un único paquete. Tanto como lo que va desde los Doors hasta los Pixies (o desde Trópico de Cáncer a American Psycho).

      Para finalizar: si eso va "contra" la cultura, yo también me opongo.

      Saludos.

      PD - a quique: imprimí el primer número de la editorial del patrocinador del blog. Espero que el árbol del que me siento responsable ahora de haberme cargado, haya caído en una suerte justa. Te diré algo, de verdad. He empezado cuando dejaba ser cuestión de actualidad.

      Y ya.

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    5. No te preocupes por ese árbol. Ya lo replanto yo.

      Sí me disculpo por las faltas tipográficas/ ortográficas que algún talibán condenó en su día y que tampoco son tantas para no poder seguir leyendo.

      Ya que te pones, olvida que crees que no soy màs que un comentaristilla de blog de frikis. Así te gustará más.

      Un vez te lo acabes (si te lo acabas) puedes expresar tu entusiasmo (o decepción) como consideres más oportuno.

      Y ya.

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    6. Alberto: digo Contracultura porque la Cultura en aquella época imberbe eran Quevedo y Cervantes. Pero sí, la Contracultura de mi generación ha cambiado mucho, tanto que se ha convertido en parte de la Cultura. Lolita, por ejemplo, de icono pop ha pasado a mito cultural. Hoy día este mismo culto se repite en autores como Williams o Gaddis y en grupos como Current 93 o Diamanda Galla, pero es tan minimalista que más que una Contracultura generalizada, hablamos de microculturas en la red. Lo que se ha perdido, creo yo, es el culto, es decir, la liturgia que rodeaba la lectura de un Lobo estepario que circulaba de mano en mano como una cinta mil veces copiada de la Velvet. Ahora con un clic lo tienes todo. Más que leer o escuchar, consumimos. De ahí la pérdida del culto: la desacralización de la experiencia estética como forma de identidad colectiva.

      Quique: no todos, claro que sí. Pero lo cierto es que la adolescencia antes era mucho más inquieta culturamente hablando de lo que es ahora. En estos momentos leer tal libro y escuchar tal grupo es más una actitud social burguesa que la búsqueda de la identificación con el pasado. Si ahora los chavalitos leen a Foster Wallace o Bernhard no es tanto por comulgar con cierto gusto heterodoxo como por estar "in" en la escena literaria. Lo cierto es que el Cela de Oficio de tinieblas es tan elitista y minimalista como el Bernhard de Corrección, pero no es ni la mitad de cool. Eso es lo que ha cambiado. Ahora la Contracultura, de hecho, son los clásicos ortodoxos de antaño. Manda huevos.

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    7. Bueno, vale. Pero ahora follan más . Dicen. Los jóvenes. O, a lo mejor, por eso mismo. Antes nos pasábamos cintas de la Velvet y ahora se pasan a las guarrillas de la clase. ¡es el progreso!


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    8. Quique, tienes el don de condensar tantísima información en tan poco espacio...

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    9. Acepto el cumplido. Porque es cierto. Digamos que no me gusta ahogar a la gente en palabras.

      Pero vamos, que sí. Es otra de mis virtudes.

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  14. En el blog de la Patrulla dicen que la sargento es Cristina F.......(http://patrulladesalvacion.com/2012/10/12/soledad-puertolas-no-me-gusta-estar-en-jurados-de-premios/#comment-6221)
    Me decepciona esta mujer a la que seguí en su blog durante mucho tiempo, sobre todo porque se ha escondido tras una falsa identidad para cargar contra aquellos con quien luego toma copas en el Raval. Una pena que el mundo literario llegue a esto, de verdad.

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    1. Bah, no haga mucho caso. NO es la primera vez que escucho eso pero no hay que conocer mucho a Cristina para darse cuenta de lo absurdo que resulta. Hay cosas que no se pueden disimular. Será cosa de algún resentido que quiere matar dos pájaros de un tiro. Además, todo el mundo sabe que la Sargento Margaret... soy yo.

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    2. En BCN lo sabemos todos. En efecto, hay cosas que no se pueden disimular...

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    3. ¿Quiénes son todos? Yo soy de BCN y no sé nada... Cuenta, cuenta.

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    4. Esto me parece fascinante. No que lo sepan, que eso me da igual, sino que sean capaces, los habitantes de toda una ciudad (menos uno, se ve) de guardar un secreto como este evitando así que salga de sus fronteras. Es ADMIRABLE. Deberían catalanizarnos a todos, joder.

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  15. Quique: sos una mala bestia. Olvidas que leemos porque no sabemos delirar por nuestra cuenta y riesgo.

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  16. En mi opinión lo mejor que puede hacer un blog sobre libros es evitar a sus lectores (lectores del blog) las malas lecturas. Sean clásicos o no.

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  17. Releí "Lolita" hace unos meses, tras hacerlo obligada en tiempos de escuela y tras la película. Y me dio mucho asco (la relectura). Me enfurece. Habla del Horror con guindas y almíbar. Asqueroso. Terrorífico. Y machista, con una falsa proyección que, encima, ha dado paso a un mito FALSO del inconsciente colectivo.

    ¿Este es tu ocubre de Hamor, Tongoy? Nos vas a matar a taquicardias.

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    1. El amor de un hombre siempre bonito. Claro que quizá este no está muy bien enfocado.

      Ánimo, sólo quedan un par de historias de amor. Y una de guerra.

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    2. Soy mujer y reconozco que no es un libro de agradable lectura, palabras como "repugnante" pueden venirte a la mente, pero creo que era la intención de Navokov y eso entre otras cosas lo hacen un gran libro.

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    3. El único 'pero' que yo le encontré es que al final la sensación que te queda es que Humbert es un pobre hombre y casi lo justificas, mientras que de Lolita prácticamente ya ni te acuerdas, porque además reitera el hecho que la chica se equivoca una y otra vez y llegas a pensar que casi le habría ido mejor quedándose con él. Demasiado ambiguo, para mi gusto.

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    4. Es que los libros no hay que leerlos ni como hombre ni como mujer, hay que leerlos. Si Nabokov te hace creer que Humbert es un pobre hombre y Lolita una zorrita, está escrito magistralmente. Si se escribieran libros políticamente correctos... menudo aburrimiento. Y además faltarían a la verdad.

      Pero claro, en mi humilde opinión, como Quique.

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    5. No me has entendido, Fusa. Precisamente mi crítica se centra en que, también en mi humilde opinión, no está tan bien escrito como dicen. Las historias no quedan atadas y los personajes son difusos. No hay ningún juicio moral aquí.

      Saludos

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    6. Y también cabría preguntarse si este libro habría pasado a la historia si tratara otro tema diferente al que trata.

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    7. Entonces, perdón. Me parecía que el hecho de que Humbert quedara al final como un pobre hombre y que se le pudiera justificar, o que más le habría valido a Lolita quedarse con él, eran juicios morales. Como también la anónima decía "soy mujer y no es una lecura agradable", pensaba que estábamos hablando de Humbert y Lolita, y no de Nabokov. Lo dije antes: si nos ponemos a juzgar a personajes literarios como si fueran vecinos...

      De todas formas, a mí me parece maravilloso así. Como cuando el personaje de "El túnel" te da pena y acabas pensando que María es una puta y que ya podría dejarse de jueguecitos; empiezas a intentar razonar con él, comprender su desesperación. Cuando el escritor consigue darle la vuelta y te hace posicionarte con el "malo", me encanta. Pero también me gusta la ambigüedad, la contradicción y que un personaje se quede a medias. Me parece que eso los hace verosímiles.

      Si este libro tratara otro tema diferente, sería otro libro... habría pasado a la historia o no, pero sería otro libro.

      Por cierto, Tongoy, otro libro "amoroso" del que podrías hablar: "El túnel", de Sábato.

      Y besos a todos, que yo vengo en son de paz.

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    8. Yo también, mujer, y sí, el Túnel es una maravilla.

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    9. Fusa, no te apures, aquí se da por hecho que todo el mundo viene en son de paz. (jejeje)

      EL TUNEL lo leí hace como veinte años. O más. Qué horror. Tendría que volver a leerlo, no me acuerdo de nada. Y encontrarlo, eso ya sería la leche.

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  18. http://www.revistadeletras.net/lila-azam-zanganeh-escribir-el-encantador-ha-sido-como-bailar-un-tango-con-nabokov/

    Hablando de Nabokov, pues os dejo este librito que leí hace un par de semanas. Alguien lo recomendó en Mal-herido y me entró la curiosidad. Tiene cosas espantosas -el mapa chorras infantiloide del principio o la entrevista imaginaria a Nabokov-, pero por regla general es entretenido y fácil de leer -aunque la tía sea un poco petarda y parezca sacada de un anuncio flowerpower de compresas-. Lo bueno que tiene es que te ayuda a comprender la curiosa concepción que poseía Nabokov de la literatura como una forma de felicidad. También habla de la problemática publicación de Lolita y lo que tuvo que sufrir el pobre. Ahí queda por si a alguno le interesa.

    Saludos.

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    1. Lo conozco, es lo flowerpower de la muchacha precisamente lo que me echa para atras a la hora de leerlo. También que lo recomendó alguien que no me inspira mucha confianza (aunque de esto estoy menos seguro). Pero si tu dices que vale... me lo creo.

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    2. Está bien escrito/traducido y es entretenido lo cual para ser un libro de seudocrítica es un punto a favor para la chica.

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  19. Me parece que si vamos a tratar, enjuiciando y juzgando, a los personajes literarios como si fueran nuestros vecinos, vamos a acabar todos muy pobres.

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  20. "Y aún hay algunos -los he visto con estos mis ojos- que tienen la desfachatez de etiquetar de ERÓTICA esta novela."

    Esta frase es clave. Terminé Lolita hace un par de semanas, después de mucho tiempo resistiéndome a leerla precisamente por culpa de tanta gente que hablaba de ella como si fuese un relato erótico. Una vez que te enfrentas a la lectura te das cuenta de que ese componente es anecdótico ante la profundidad de los otros temas que se tratan.

    Yo soy del club que prefiere la segunda parte a la primera. Esos grandes momentos en que Humbert the humble se enfrenta a su propia realidad y a sus fantasmas son impagables. El final de diez, los rusos tienen un no sé qué para terminar sus novelas que siempre lo clavan.

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    1. En un foro de "reconocido prestigio" esta novela está situada (o estaba) en la sección de EROTICA. Con dos cojones. Claro que también tenían EL PLANTADOR DE TABACO en histórica. En fin.

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  21. Decía por arriba que es "asquerosa, terrorífica y horror con guindas y almíbar" precisamente porque la novela da en el clavo. Muy lejos de una historia de amor, ni muchísimo menos erótica, "Lolita" es igual que un capítulo de la serie policiaca Mentes Criminales. Desde la perspectiva y la cabeza del asesino.

    Las interpretaciones posteriores (y el mito erótico de la 'lolita') los considero una mala interpretación.

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    1. No, Sara, pueden ser igual de buenas, precisamente por la imprecisión de Nabokov, no sé si buscada o accidental. Tantos lectores, tantas lecturas, pero en este caso no porque los personajes sean poliédricos y ofrezcan diferentes visiones sino porque no están acabados, y así cada cual se los imagina según mejor le conviene. Y no puedes desentenderte de ellos porque el tema es el auténtico centro del libro. Pero insisto en que hace años que lo leí.

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    2. La imprecisión tiene que ser buscada. A Nabokov le importaba sobre todo el estilo. La belleza de la prosa. Yo creo que el tema elegido es sencillamente una forma de decir: "¿veís? todo, hasta el mayor de lo horrores, puede ser bello". Si la novela tiene algún sentido para mi ha de ser ese.

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    3. Pues si es así, que bien podría ser, me parece que juega un poco sucio. Comparado con Dostoievski, claro.

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    4. >>A Nabokov le importaba sobre todo el estilo. La belleza de la prosa. Yo creo que el tema elegido es sencillamente una forma de decir: "¿veís? todo, hasta el mayor de lo horrores, puede ser bello">>

      No podría estar más de acuerdo. En este sentido, el formalista, Nabokov es un heredero directo de Flaubert: "la novela es forma". Estoy muy recurrente, pero el monográfico de mi blog está intenso.

      Un saludo.

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    5. Barbusse, disiento ligeramente, con todo el respeto. No solo la novela era forma para Flaubert sino que por encima de todo los personajes debían tener vida propia y dar cuentas por ellos mismos de sus actos. Me parece una diferencia importante.

      Saludos

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    6. Ire: muy buen apunte, y llevas toda la razón en lo que dices, pero yo me refería exclusivamente a la actitud formalista, a la consideración de la novela como obra de "ingeniería" artística. Desde luego que la no ingerencia en los personajes es algo que no está en Nabokov, y esto lo aleja de Flaubert. Absolutamente de acuerdo. Gracias y un saludo.

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    7. En Nabokov se nota quizás un poco más que son alegorías. Pero a Flaubert en determinados momentos también se le ve el plumero, desde las lecturas de Emma en el convento hasta el arsénico. Si Lolita es Galatea, como anotaban correctamente en uno de los comentarios, la Bovary es el Romanticismo en estado puro. Sea como sea, son dos obras maestras. Ya me gustaría a mí cagarla como Nabokov, jeje.

      Saludos.

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    8. Es un decir, Vicent. Imagínate decir que Nabokov es un escritorcillo de mierda. Yo creo que alguno va y me fusila.

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    9. Desde luego, VD, que la Bovary es una romántica absoluta (también Flaubert, si repasamos atentamente su vida). Se ha dicho de ella que es un Quijote con faldas (Ortega y Gasset) y está bIen visto, aunque Alonso Quijano es más altruista, Enma más egoísta, pero ambos intentan hacer de sus ilusiones una realidad.

      En fin, para más Bovary, en El Infierno. Tampoco quiero enflaubertizar La medicina aquí de nuestro amigo.

      Un abrazo.

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  22. Yo no tengo por costumbre juzgar a mis vecinos, simplemente lamento la alienación en que ellos y yo vivimos. A los personajes literarios sí que los juzgo, no por nada a las proposiciones artísticas se les llama juicios.
    Una forma de acercarse a Lolita consiste en considerar el parecido y las diferencias con el mito de Pigmalión. Eso permite ver que la pasión de Hubert es una pasión impotente, no consigue crear una relación viva entre él y su amada. Hay muchas razones para ello pero la más importante es que Lolita no es, a ojos de su amante, un sujeto con personalidad propia, es simplemente un objeto pasivo, manipulable. Por esta vía llegamos a ver representada en la novela no la relación de un hombre y una niña sino la vulgaridad de muchísimas relaciones entre adultos en las que la otra porsona sólo es un medio para los propios fines.
    La parte escandalosa, que Lolita sea una niña, forma parte, a mi juicio de la voluntad artística del autor: ponérselo difícil al lector.

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  23. Lo es Beatriz. H. H. es su vulgar Dante. El amor es vulgar, este Octubre especialmente….esbocé una sonrisa dostoievskiana que alboreó al escribir este comentario.

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    1. ¿Mi octubre amoroso vulgar? Reportese, haga el favor. Y tenga paciencia. La parte más guarra, como siempre, la dejo para el final. Girls, girls, girls... va a ser una fiesta.

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    2. "esbocé una sonrisa dostoievskiana que alboreó" es una cita de Lolita, yo no la entiendo... y Usted?

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  24. me disculparán por estar totalmente fuera de lugar, pero, hay alguna novedad del caso del tal Claudio y la novela M?

    ninguna filtración o resultado de las divagaciones de los casi 90 comentarios?

    es que acabo de llegar a este blog por primera vez, he ido leyendo, y es entrada me va a quitar el sueño joder!

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    1. Perdón, se me había pasado este email. NO crea usted que soy un maleducado. Bienvenido, antes de nada.

      A Claudio que le den. Me ha salido caro, el post. Algún día lo contaré. No se sabe mucho más, pero tampoco he preguntado.

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  25. "Lolita": el mejor comienzo de la historia de la literatura (o casi) junto con el peor final (también, casi).
    "Mdme. Bovary": el peor comienzo de la Historia de la literatura, junto con el mejor final (sin casi).

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    1. Los dos principios son buenérrimos, o así lo interpreto. Nabokov por el Dichtung eufónico a lo Crátilo de Platón y en Flaubert por lo simbólico de novato, el pasaje de la gorra y la chorrada de Chauvarri. Ambos hijos putas como empieces despistao te la meten doblada. De hecho, por culpa del hijo puta de Flaubert y la mierda de principio jodísimo casi cargo Literatura francesa en mis tiempos de estudiante.

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    2. Hostia, VD suspendiendo literatura sería como para sacarse fotos contigo.

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  26. Acabo de pillar un blogo aprovechándose del lolitismo de este. Me ponen tanto estas cosas... Me gustan, quiero decir, solo ME GUSTAN. Este mes del amor acabará conmigo. Necesito una guerra.

    Lo dicho: aquí el post sobre una lolitas muy lolitas. Los comentarios de allí los pueden dejar también aquí (jejejeje):

    http://fragmentodeinterior.blogspot.com.es/2012/10/mas-lolitas-que-lolita.html

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    1. Necesitas una guerra, o al final vas a quedar de buenazo, con todo lo que te lo has currado este tiempo...
      Y sí, mejor los comentarios aquí... por lo de no marear a la gente y eso, y para no desaprovechar el taller al que asististe.
      Es lo justo, yo sólo me estoy aprovechando de tu octubre amoroso. Es lo justo.

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    2. Maldita la hora en que se me ocurrió esto del amor. Mi reputación por los suelos. Prometido: el siguiente post será sobre la guerra. Y el siguiente del siguiente también, pero de sexos.

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    3. ¿Y a qué taller has ido tú? Mira que te han ablandado a base de bien.
      Lo próximo de este octubre qué es, ¿reseñar a Bécquer?

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    4. Joder, Fusa también cuando se pone a largar...

      El curso que yo hice fue intensivo, como todos los cursos que yo hago. Fue en un sitio importantísimo que no recuerdo ahora mismo. Era un curso de LECTURA CREATIVA. Pero fue un fracaso. Te contaría el resto (es una historia apasionante) pero temo por mi integridad si llegan a conocerse los detalles. Baste saber que el profesor... no vino. Y ya. Hasta aquí puedo leer.

      Oye, ¿sabes que lo de reseñar a Becquer es una idea fabulosa? O lo sería, si tuviese ganas de leerlo. Qué horror, Becquer, luego no me extraña que haya tanto fracaso escolar.

      Lo próximo de este octubre ya lo he dicho cien veces. Tienes qeu entrar más veces, Sari. Lo próximo es la guerra y luego uno sexo, con tías poniendo el culo en pompa y luego... verás, hoy me salió medio sin querer una cosa un tanto cruel con la que no sé qué hacer. Es una crítica a la vez que una declaración de amor. Pero no se yo si será pasarse un poco.

      Y después de octubre no sé yo si cogerme unas vacaciones o algo. Será lo mejor.

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    5. Le pienso regalar a tu nena, por Navidad, además de una gaita, el poemario de Mr. Becquer, que me la vas a atontar con tanto lectura profunda.

      Y ya me pasarás algo de eso que te tomas.... tanto amor, tanto amor! Es que te has metido en una secta? A ver si esta gente se va a pensar que eres lo que no eres. Un romántico, digo. O algo peor, una persona sensible o así.

      A ver si quedamos y te doy una colleja.
      Bicos

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    6. Tongoy, pero a quién se le ocurre... un TALLER DE LECTURA CREATIVA -jiji - pero si todo el mundo sabe que eso de los talleres es el timo del siglo, hombre. Además, como si a ti te hiciera falta. Nunca más, eh?

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    7. Un blog como este no se mantiene con una lectura tradicional, Ire. Los escritores de ahora, en su posmodernismo, nos obligan a los pobres lectores a recurrir a estos talleres. Son medidas desesperadas.

      ¿Un ejemplo? Recreate en el momento "¿se puede ser más postmoderno?:

      http://vimeo.com/21844967

      Pues con este material trabajamos.

      Para los que no estén informados: la muchacha es crítica literaria.

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    8. Tremendo. A ver cuándo te marcas algo así tú, salao.

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