Ya les he hablado de Colectivo Juan de madre. En su momento les expuse un teoría la mar de plausible que no quisieron ustedes escuchar (o, si escucharon, no quisieron ustedes creer), acerca de los órganos no sexuales que lo constituían y sus aviesas intenciones. Pese a esto, hay quien se empeña en creer que tras Colectivo JdM se oculta un único ser humano. Es falso, pero allá ustedes y su ingenuidad.
El caso es que esta gente, este colectivo, esta masa informe, ha escrito otro libro. Este libro. New mYnd.
Se supone (normativa del Perfecto Crítico Imperfecto, artículo 22, parrafada segunda) que ahora tengo que explicarles de qué trata, es decir, lo que viene siendo el argumento. No es fácil pero ahí vamos.
La cosa tiene algo que ver con unos diamantes que la gente se injerta cual bulbo de tulipán en la base del cráneo, o cerca o por los alrededores y que les, ¿cómo decirlo?, duplica la mente: son ellos y además son otros. Viven su propia vida y, de puertas para dentro, otra que también es suya pero no es suya pero en la que, cuando te pillas los dedos en una puerta, no duele o, por poner un ejemplo que todos entendamos, un universo alternativo en el que si cuentas un chiste un poco cargado de humor negro no tienes que dejar tu puesto de trabajo en manos del destino ni meterte en una cueva a flagelarte hasta que te mueras.
Pero este no es el tema. O sí. Más que un tema es un temazo. Quiero decir… esto es el fondo de pantalla sobre el que tiene lugar la trama.
La parte más visible de la historia es la de una mujer: mujer con pareja y trauma de muerte infantil. La narración corre paralela a la historia de otra, también mujer, que bien pudiera ser la misma o su hermana o incluso la mascota de mi dentista. Tampoco aquí la cosa llega a estar nunca clara (Colectivo pone especial interés en ello) motivo por el cual la novela, digamos, funciona al nivel qué demonios está pasando, que como gancho es casi lo mejor que te puedes encontrar. Por eso y por una cita de Manuel Vilas, que realmente es lo que sube la media del conjunto.
«Si me pienso abogado, preferiría ser médico. Si médico, sacerdote. Si sacerdote, hombre casado y con siete hijos. Si casado, soltero. Si soltero, viudo muy apenado. Si viudo, monje. Si monje, matador de toros. Estés donde estés, no has acertado por completo. Siempre hay algo más barato y mejor por ahí. Siempre hay vistas desconocidas en el acantilado de la vida. Me está matando esto de vivir una sola vida. La gran muerte de vivir en una sola forma».
Es muy importante tener en cuenta que todo lo que ocurre puede ser fruto de su imaginación o de la imaginación del escritor, que todo puede estar sucediendo a uno u otro nivel. Es todo un poco Lynch y un bastante Cronenberg y un algo David Foster Wallace, escritor este que protagoniza otra de las citas que se incluyen en la novela y que junto con la de Vilas (que he pegado sólo parcialmente para evitar sufrimientos innecesarios) recogen la idea sobre la que Colectivo ha querido construir este pequeño e inquietante artefacto.
«Tengo treinta y tres años y la impresión de que ha pasado mucho tiempo y cada vez pasa más deprisa. Cada día tengo que llevar a cabo más elecciones acerca de qué es bueno, importante o divertido, y luego tengo que vivir con la pérdida de todas las demás opciones que esas elecciones descartan. Y empiezo a entender cómo, a medida que el tiempo se acelera, mis opciones disminuyen y las descartadas se multiplican exponencialmente hasta que llego a un punto en la enorme complejidad de ramificaciones de la vida en que me veo finalmente encerrado y atrapado en un camino y el tiempo me empuja a toda velocidad por fases de pasividad, atrofia y decadencia hasta que me hundo por tercera vez, sin que la lucha haya servido de nada, ahogado por el tiempo. Es terrorífico. Pero como son mis propias elecciones las que me encierran, me parece inevitable; si quiero ser adulto, tengo que elegir, lamentar los descartes e intentar vivir con ello».
New Mynd está diseñado para resolver este problema y para ello nada mejor que hacerlo generando confusión. Confusión sobre confusión, erección asegurada. Se acompaña la cosa con imágenes en riguroso blanco y negro, falsas entradas de falsos blogs, poemitas y otras cosas del querer, para que se note que la cosa tiene miga, que las referencias son múltiples, que esto es un señor rompecabezas y no una novelita de Albert Espinosa. Algunos han querido ver en esto una nueva narrativa otra nueva narrativa. Hay gente para todo; unos cuantos parecen estar realmente muy necesitados de narrativas nuevas y a otros les gusta simplemente que les vapuleen un poquito la enquistada imaginación.
En cualquier caso y poniendo los pies en el suelo, New Mynd es una interesante (por entretenida más que novedosa) propuesta y una novela inquietante que sabe mantener la atención del lector el tiempo suficiente para terminarla. A mí, con esto, y sin tener que reinventar narrativas ni hostias, no me orgasma pero me vale. Conformista que es uno.
¿Colectivo Juan de Madre? Su puta madre...
ResponderEliminarGraciosísimo. Me parto.
EliminarNo entres al trapo de imbéciles, Tongoy,
EliminarY yo me parto con tus gilipolleces bloguísticas, no te jodes...
EliminarLo sé.
EliminarPues eso.
Eliminar¡Horreur !¡Un maniático de la última palabra! Creía que se habían extinguido con Fraga
EliminarYo creía que los que se habían extinguido eran los que soltaban expresiones en otro idioma para hacerse los simpaticotes. Pero no, oye.
EliminarAl menos despierta curiosidad. La portada mola.
ResponderEliminarCambio de estrategia del Tongoy o aburrimiento de oirse a sí mismo decir las mismas cosas sobre libros..
ResponderEliminarDe todos modos imposible que se desprenda de su tono perdonavidas tratándose de un autor español.
Impresionante. No se les escapa una.
EliminarQué peste de anónimos...
ResponderEliminarEsto no da para más.
ResponderEliminarEl blog está anonimizado. ¿Quién lo desanonimizará? El desanonimizador que lo desanonimice, buen desanonimizador será.
ResponderEliminarHoy me he levantado gracioso de la siesta. Que alguien me anonimice.
Anonimizados estamos todos, amigo mío, incluido el gran Tongoy.
EliminarMucho suponer me parece eso.
EliminarHombre, lo que es firmar, aquí nadie firma con su nombre.
EliminarElije, Carlos, tener pocos pero buenos lectores o muchos cafres que camuflan sus frustraciones y su vida miserable despellejando al prójimo.
ResponderEliminarHala, otro anónimo.
EliminarNo es serio este cementerio. (Por decir algo.)
ResponderEliminar