Hagamos un repaso a la traumagrafía de David Vann.
(Uno) El tipo escribió Sukkawn Island para hacer algo con los demonios que lo atormentaban desde la infancia. De chaval su padre lo invitó a pasar un año en Alaska, él no quiso y el viejo se suicidó. En la novela un niño de más o menos la misma edad viaja a Alaska para pasar un año con su padre en una cabaña que hay en una de las muchas islas de la zona. También aquí hay tiros. La novela fue publicada en 2010 por Alfabia.
(Dos) Mondadori, viendo el filón, debió comprar los derechos del siguiente parto y en 2011 publicó Caribou Island, una novela a la que en 2011 nos tiramos de cabeza (sin protección) todos aquellos que habíamos disfrutado de la anterior. Caribú Island también está basado en hechos reales. En ella un imbécil de cierta edad se lleva a su abnegada esposa a un islote miserable en el centro de un lago en Alaska para construir una mierda-cabaña. Tienen dos hijos más tontos que calabazas que vagan por la novela con sus miserias a cuestas, quizá para dar un poco más argumento a una cuestión que de otro modo se quedaría en nouvelle. Pena de exceso. La novela dedicaba demasiado tiempo a narrar un calentón del yerno cuando lo realmente interesante estaba en la parte de la historia que se centraba en los dos viejos.
(Y tres) Y ahora, sólo un año después, Tierra (*) a la vista. Y otra vez Mondadori. Nos dejamos de islas, nos dejamos de lagos, de islotes, de glaciares; abandonamos Alaska en patas de los caribús y nos vamos, con Vann, al sur, ¡a la soleada California!, a una granja igualita igualita a la que tenía su familia y en la que su abuelo se entregaba al maltrato antes de pegarse un tiro o lo que sea que hagan en esa parte del mundo para acabarse la vida.
Galen, el protagonista, es otro perfecto capullo (si a Vann hay que reconocerle algo es la capacidad de crear personajes odiosos). A través de él asistimos a la pelea que libran su madre y su tía por la herencia de la abuela, una vieja que no tiene todavía mucha pinta de cascar. Una cuarta parte de la novela es la habitual lucha a muerte por hacerse con un fideicomiso. En su mayor parte, prescindible. Otra cuarta parte es Galen masturbándose o follándose a su prima. El resto es David Vann en Modo Stephen King: una madre, un garaje y una ida de olla total. En general, demasiadas páginas (otra vez). De hecho, la primera parte de la novela existe únicamente para llevar al lector al error, hacerle creer que sabe quiénes tienen la razón y quiénes la han perdido, porque llegado un momento, casi todo lo que hemos visto, absolutamente (casi) todo deja de tener importancia.
Novelar cada puta rama de tu árbol genealógico da para mucho si la mitad está como una cabra. Esto lo digo porque esta nueva novela se vende como el análisis que el propio Vann hace de sus recuerdos y de la rabia que siente hacia su madre. También como homenaje a un abuelo que se le suicidó (y Vann...) y, bueno, todas esas cosas tan terribles que le han pasado al escritor y que supongo iremos descubriendo poco a poco.
Resumo el resultado: media novela es un peñazo de historia que no conduce a ninguna parte, que sólo sirve para llevar al lector a engaño y ganarlo para la causa a golpe de efecto sorpresa. El resto es la locura desatada de uno de los personajes; el relato de su obsesión y el subsiguiente maltratamiento de la cosa materna. Mucha carpintería, también, como viene siendo habitual en Vann: un continuo transportar tablones bajo de un brazo, clavarlos con puntas enormes, encajarlos en el suelo y también cavar, cavar, cavar, que por algo se llama Tierra.
Una pena este chico, Vann; con lo que prometía, y que prontito nos lo han desgraciado.
(*) Mondadori, 2013. Traducción Luis Murillo Fort
Todavía puede ser peor: el próximo libro será sobre un escritor que no sabe qué escribir (o sea, un tema recurrente para tantos...) y que entonces se va a una cabaña en una isla para contar... ¡sí, el suicidido de alguien de su familia!
ResponderEliminarPues a mí Sukkawn Island tampoco me entusiasmó en su momento. Me sorprende que un detalle de aquel libro pasara desapercibido: "Sukkawn Island" era en realidad un relato largo contenido en una novela en cuentos o en relatos (ese género que tanto le gusta a usted) llamado Legend of a Suicide. Por supuesto, la editorial no tuvo la delicadeza de informar esto a sus lectores, y lo publicó como si fuese una novela independiente. Es una pena que tantos lectores de Vann no hayan podido leer su trabajo como él lo concibió.
ResponderEliminarSí, lo sabía (aunque ya no me acordaba). Nunca lo lamenté precisamente porque no soy de cuentos pero sí es cierto que es una buena cagada no respetar el trabajo ajeno. Supongo que algún día vendrá un listo a reeditar aquello. Quizá cuando Vann sufra el típico bloqueo de escritor y le joda la estimación anual a la editorial X (Mondadori, supongo).
Eliminar¿Qué tal Intento de escapada? El futuro de la literatura patria está en Murcia.
ResponderEliminarHe leído poco, unas 60 páginas. Es un tema interesante. De momento bien, normalito, aunque el estilo del escritor no es nada del otro mundo. Si la novela acaba valiendo la pena supongo que será por el tema. Eso sí: es un pelín desagradable.
EliminarLa verdad es que lo tengo un poco marginado porque empecé a leer el de Ovejero. Tampoco es que sea nada; simplemente se complementan tan bien que parecen pensados para ser leídos juntos.
Yo le sigo la pista a través del blog desde hace bastante tiempo. Se le veía venir. Estoy de acuerdo. Un autor al que tener muy en cuenta. Hay cosas publicadas en su blog más que interesantes. No sorprende. A ver si consigo la novela a través de la biblioteca.
EliminarSaludos.
Vincent, este año le voy a pedir a mis reyes magos que te traigan un ebook.
EliminarSuerte en tu biblio. Yo no la tuve en la mía.
Yo aún no he leído nada de Vann: Me dije de empezar con este, pero después de comprobar la tibieza de las críticas en Estados Unidos decidí pasarlo por alto (y ahora tú me confirmas que hice bien, así que gracias). Ya me leeré Sukkawn Island, a ver qué tal.
ResponderEliminarCon este ni de coña. Ya me contarás.
EliminarOye Mike, ahora que no nos ve nadie, dime: ¿de verdad te gustó Saliendo de la estación de Atocha?
Sí, hombre: creo que estaba narrado con mucho estilo y gracia y que se le podía sacar una lectura política bastante interesante gracias al típico personaje moderno y subnormal que de repente se da cuenta de que su mundo miraombligos y Alpha Decay es una irresponsabilidad en los tiempos de guerra que corren. Creo que Lerner es un escritor joven autobiográfico dándose cuenta de lo mierda que es ser un escritor joven autobiográfico (lo que encaja a la perfección con mi creencia de que solo se puede derrumbar la idiotez desde dentro). En mi opinión, a ti te debería gustar más que a nadie (si es que a tu subjetividad le apetece montarse la lectura que se montó la mía), pero como en el blog te "ve" mucha gente, dirás que no a saco-paco :P Un abrazo.
Eliminarjajaja, no te falta razón en que podría gustarme, pero la forma de demostrar de demostrar lo idiota que es uno (no estoy tan seguro cómo tú de que sea eso lo que quiere dar a entender) no debería ser obligándome a mí, como lector, a leer una chorrada como ese libro. También puede leerse de ese modo al tipo ese, cómo se llamaba, Tao Lin.
EliminarA ver si hoy me pongo con la reseña.
Esto me recuerda al debate de American Psycho, que si leer descripciones de champús y cremas para la piel es una chorrada o no: si partimos claro de que es una sátira (cosa de la que no estoy 100% seguro ya que creo que Lerner va de listo y juega a las dos bandas) la novela tiene sentido y hasta es muy buena. Miedo me da tu reseña. Yo con que le molara mucho a Franzen tengo mi conciencia lectora tranquila (y yo con Tao Lin no pude ni ganas de volverlo a intentar).
EliminarA Sukkand Island creo que le sobraban páginas de la segunda parte pero la verdad es que me gustó,muy "Antichrista" de Lars von Trier. Eso sí, lo que decías de esta novela: "sólo sirve para llevar al lector a engaño y ganarlo para la causa a golpe de efecto sorpresa. El resto es la locura desatada de uno de los personajes..." parece que va a ser la tónica de este señor porque al "libro del salmón" también le viene como anillo al dedo la descripción.
ResponderEliminarCierto, esa descripción también vale para Sukkawn, pero aquella tiene una primera parte muy intensa, seguramente porque hay un niño por el medio. Y sí, también le sobraban algunas páginas y detalles sobre la cuestión de los ahumados, pero en general guardo un buen recuerdo de ella. Lo pasé muy bien (muy mal, quiero decir) y me encantó que me hubiese cogido completamente por sorpresa.
EliminarTuve el gusto de hablar con Vann que es un tipo muy agradable y le comenté que ese giro brutal de Sukkawn Island me recordaba a lo que decía Flannery O'Connor sobre sus relatos: que siempre buscaba una acción o suceso totalmente inesperado (aunque creible) que diese a la historia una dimensión nueva a la vez que otorgaba a sus personajes la oportunidad de redimirse o condenarse (generalmente de condenarse, menuda era la Flanneria). Vann me dijo que era fan total de O'Connor y que sus historias le encantaban en gran parte por eso. Ahora parece que el hombre se ha quedado tan sólo con la mecánica de la sorpresa pero sin todo lo demás, que es lo que le daba sentido y razón de ser. Sigo pensando que este autor se está malogrando por la presión de seguir publicando sin descanso. A mí, por lo que dices, no me quedan ya ganas de leer este nuevo libro.
EliminarSaludos
A mí lo que no me quedan son ganas de leer el siguiente. No me engaño: acabaré haciéndolo.
EliminarJusto lo compré el fin de semana pasado y será una de las próximas lecturas, comparto totalmente las apreciaciones de sus anteriores novelas, una pena q en esta vuelva a caer en el error de meter demasiada paja, me está dando la impresión de q Vann sería mucho mejor en relatos cortos q infla sus historias para que lleguen a ser novelas. De todos modos a ver q tal cuando la lea, eso de los personajes desquiciados me llama. Un abrazo
ResponderEliminarSi te llaman los personajes desquiciados, no lo dudes: "GÓTICO CARPINTERO" de Gaddis. Absolutamente imprescindible.
EliminarLos personajes de esta novela de Vann no están más desquiciados que los de cualquier novela de King (y he leído unas cuantas). Aportación cero.
Para personajes desquiciados recomiendo un blog que se llama nosequé de Tongoy, ver comentarios. Qué Gótico Carpintero no qué niño muerto.
EliminarQuique, el cuerdo.
¿Tú también lo has notado, Quique?
EliminarAl final resultará que somos almas gemelas. Te dejo ser la gemela mayor.
Bicos
El argumento de la primera es la puta polla. Buscaré en la biblioteca. Gracias por la recomendación. Ni puta idea. Lo de Stephen King Mode también me atrae que te cagas. Lunar Park de Ellis es StKgMd a tomar por culo y es una jodida maravilla. Adoro este tipo de novelas paja mental tétrico-siniestras. No sé por qué será.
ResponderEliminarEso, gracias por la recomendación.
Un abrazo.
De puta madre, tú. Yo también me hago pajas pensando en la puta polla de este hijoputa de mierda que te cagas. Hostia, hostia y hostia jodidas. Qué pasote que me meas que te cagas.
EliminarA tomar por culo. ;)
A mí sí que me gustó bastante "Sukkawn Island", pero no pretendo dañar ese grato recuerdo con la lectura de las restantes novelas.
ResponderEliminarNo puedo por menos señalar aquí, despues de haber repasado los comentarios que preceden a este, y no haber leído ni Sukawnn ni Gótico Carpintero, que utilizar como eje de las narraciones "personajes desequilibrados psíquicamente" (lo entrecomillo) es algo da en si mismo un montón de juego. En este orden de cosas yo me inclino directamente por las novelas de "manicomios" "de locos de atar" género que, auguro, se va a volver enseguida a poner de moda.
ResponderEliminarY es que no puede obviarse que muchos de estos escritores nuevos norteamericanos que centran sus novelas en Alaska, el Corn Belt, Texas y Nuevo México -la Ámérica profunda, en suma- no van sino tras la estela de McCarthy y en pos del éxito -no sean ustedes tontos y no se engañen- de McCarthy. Del que sí que leído algo -a la fuerza ahorcan, tal y como acostumbra a suceder en sus novelas- y el tipo me resulta ser un verdadero ventajista. Y los dos libros de él que he leído, un auténtico coñazo.
¡Un saludo para todos y buen fin de semana!
Como nadie dice nada por aquí, introduzco un matiz que bien pudiere interpretarse como enmienda de indocto o por lo menos de desinformado -que ya se ha encargado el anfitrión de darnos cumplida cuenta en el blog sobra Gaddis "vida y milagros"- para señalar que cuando, en el comentario anterior, hablaba de todos esos cuarentones americanos que nos retratan las fobias y miserias de los McIllyes en busca de la panocha perdida o la sombra de las sequoias en flor, no estaba refiriéndome a don Guillermo a quien, por edad y hasta supervivencia, le han quedado vedados apuntados copieteos.
ResponderEliminarEn cualquier caso, voy a tratar leerme esta Semana Santa "Gótico Carpintero". Espero que el resplandor no termine cegándome para siempre. Esto... ejeeem... ¿la traducción, qué tal? ;-)
Perdona Bluff, he tenido un fin de semana de mierda. Con decirte que hasta me perdí el conciertito de Loopoesía que se celebró en Coruña City...
EliminarLa traducción creo que bien. No soy un experto en traducciones. La verdad es que no soy un experto en nada, pero leílo yo con sumo placer, por lo que deduzco que mal no estaba.
Feliz lectura. Ya me contarás. Ven cuando quieras, esta semana santa me toca estar de guardia en el blog.
Tres fragmentos de esto: http://cultura.elpais.com/cultura/2013/03/05/actualidad/1362488182_202018.html
ResponderEliminarPara el estadounidense David Vann, el paisaje "lo es todo", en su vida y en su trayectoria. Algo comprensible en un hombre que nació y se crió en una de las islas Aleutianas (Alaska), de solo 200 habitantes, y luego vivió en la huerta californiana. De su anterior novela, la exitosa Caribou Island, localizada en el extremo clima alaskeño, ha trasladado ahora la acción de Tierra (Mondadori) al tórrido ambiente de California. "Era el otro lugar de mi infancia, mis padres eran de allí y la novela se desarrolla en una casa como la que tenían mis abuelos"
[...]
Sexo y dinero son dos puntales del libro. "La mayor parte de mi vida he estado por debajo del umbral de la pobreza". Ahora no sufre esa carencia. Tiene éxito y hay críticos que le señalan como un nuevo Melville. Coincidencia: Vann está leyendo Moby Dick. "Me quedan 200 páginas, es un regalo que me comparen con él pero yo no soy tan metafísico. Mi conexión con otros escritores está en abordar temas rurales, la naturaleza, como Raymond Carver, Tobias Wolff o Cormac McCarthy".
[...]
Lo que sí comparten Vann y Melville es una vida aventurera y marina. "Hay que tener vivencias para escribir. La literatura está llena de aburridos profesores universitarios que cuentan que se acuestan con sus alumnas. Por ejemplo, Jonathan Franzen es profundamente aburrido, su lenguaje lo es; no sé cómo la gente puede seguir leyendo sus libros". El risueño Vann sabe por experiencia que es aburrido ser profesor universitario. Él enseña ficción narrativa y no ficción en la universidad de Warrick (Inglaterra).
1. Bluff tenía razón: Vann quiere ser McCarthy.
2. Caribou Island no es el libro que lo hizo famoso. Eso sí, fue el único otro libro de Vann editado por Mondadori.
3. Vann está leyendo Moby Dick. Me pregunto si, al igual que Rosa Montero, también él se ha saltado algunas páginas.
4. A Vann no le gusta Franzen. Se aburre con él.
Bueno, nada, sólo eso. Era por no estar callado antes del siguiente post.
Tongoy,
EliminarDecir en este país de alguien que tiene razón, es buscarle enemistades a lo tonto; no me hagas ese favor, ya me las busco yo solo.
Bluff nunca tiene razón, y si a alguno de ustedes pudieran quedarles dudas al respecto, pregúntenle por la cuestión a mi señora. Sí, la mía. Se las disipara con una fluidez cuasi mercuriana ;-)
Me comentan David Vann es Luisito García Montero, aka Vicentito Luis Mora aka Cervantes.
ResponderEliminarTongoy:
ResponderEliminarPuedo afirmar que sé de qué va la cosa porque soy el responsable de la traducción de los dos últimos Vanns publicados aquí. Te doy (casi) toda la razón. No cabe ninguna duda: Vann no es Cormac (estoy releyendo The Crossing y para qué te voy a contar), por más 'carpintería' que le ponga al texto. Ahora bien, el tipo tiene todo el derecho a exorcizar sus demonios escribiendo novelas. Y en cuanto a los personajes capullos y odiosos, dímelo a mí: te aseguro que me daban ganas de abofetearlos mientras intentaba hacer que hablaran en español. Ahora bien, que un autor consiga generar ese odio a base de personajes capullos no está mal en sí mismo. Habiendo tantos libros que leer, no pasa nada por que en alguno los héroes no sean heroicos.
Por lo demás, si el personal le sigue la corriente (a Vann), mejor para él. Lo que está claro es que el tío es honesto y cabal. Tiene una voz propia y reconocible, ¡otra cosa es que te guste o no cómo canta! Y se lo 'curra'. Hoy está en Getafe, mañana en Kuala Lumpur. Que un escritor se vea obligado a pasearse tanto, es tema en el que ya no voy a entrar... porque debo seguir currando yo también.
Un abrazo, o dos
luis murillo
Lo primero es pedirte disculpas. He vuelto a olvidarme del traductor. Esto me pasa por reseñar tanta cosa española. Ya lo he corregido en el post. Apareces al final, en chiquitín, pero ahí estás. Aprovecho también para "etiquetarte". Vuelvo a prometer que será una mecánica habitual de ahora en adelante.
EliminarLo segundo es darte la razón en casi todo, empezando por la importancia de los personajes odiosos. No tengo nada contra ellos. Al contrario; prefiero un personaje odioso que un un héroe infalible. Y excuso entrar en matices "odiosos" porque no terminaríamos nunca. Quiero decir que, por ejemplo, el personaje de Ben Lerner que todo el mundo parece odiar a mí me parece un tipo bastante normal. No es el caso de Galen, que como enfermo le llega de cojones.
Por lo demás... que Vann se mueva por el mundo adelante le va en el sueldo. Supongo que cláusulas del contrato. Todo el mundo se queja de que las promociones son un coñazo pero mira, el que saca un disco también hace conciertos.
Un placer, Luis y muchas gracias por pasarte.
Bah, descuida. Tengo el narcisismo más o menos controlado. Le echo un poquito de alpiste de vez en cuando y no se queja. Gracias a ti, por dedicar tiempo a escribir de estas cosas... y hacerlo bien.
EliminarL
Tierra pero el de benni jajaa lo que me pude reir leyendolo. Igual a nuestro quiquiño le gustaría. Me suena que no había sexo pero sí mucho humor estrambotico.
ResponderEliminarHumor hostia tongoy
İnside Benzeri Oyunlar
ResponderEliminarFM Benzeri Oyunlar
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