“Estimado Sr. Tongoy: es usted un impresentable, además de un perfecto imbécil.”
Así se presenta Alexiana, una fan de esta indigesta Medicina. Su email, que me llegó hace unos días, no tiene desperdicio:
“Perdone que sea tan directa; quería llamar su atención y asegurarme de no acabar en su papelera de reciclaje. Deje que me presente: no soy nadie, pero puede llamarme Alexiana. No tengo blog; no soy escritora, ni editora, ni tengo absolutamente nada que ver con el mundo de la literatura. Sí soy, en cambio, seguidora suya, que no admiradora. Eso, ni remotamente.”
En este punto Alexiana me larga un rollo macabeo sobre cómo me descubrió, sus primeras impresiones, sus segundas impresiones, sus terceras impresiones, sus cuartas impresiones y un largo etcétera de impresiones. El infierno es Alexiana hablando de mí. Me salto esta parte y voy directamente a lo que interesa.
“[…] Déjeme ir ahora al verdadero motivo de este correo. Como le decía, quiero replicar el siguiente mensaje que puso usted en Facebook esta noche: “Algunas novelas parecen escritas para recibir palizas. Por mí que no quede.” [El mensaje hacía referencia a Glaciares].
No entiendo esa manía suya por Alpha Decay (y esto lo dice alguien que no disfruta especialmente con sus libros, a excepción de "Setenta Acrílico...") ¿Sabe lo que creo? Sospecho que ha leído usted Glaciares para resarcirse del comentario que los editores le hicieron en twitter. Ya sabe: que no se molestase usted en leer nada más de ellos; que no lo entendería. Lo que sí está claro es que no ha entendido usted la novela. Deje que se la explique.
Glaciares, es una novela absolutamente maravillosa que trata de una mujer enamorada que no sabe cómo enfrentarse a ese amor que la supera. La autora consigue atrapar la esencia de las cosas pequeñas y vislumbrar el alma de la vida de dos jóvenes que cruzan un mundo frenético y despiadado cual dos satélites perdidos en el tiempo y el espacio. (1) Es una novela aparentemente sin pretensiones que al terminar se parece mucho a esas tormentas de verano que parecen dispuestas a acabar con la futura sed del mundo. (2) La infancia, los recuerdos, el amor, el discurrir del tiempo como un enorme glaciar desgajándose y una historia de deseos que empieza con una imagen, con un deseo de colores flotando en una postal de Amsterdam, a pesar de que ella nunca ha estado en Amsterdam. (3) Cada capítulo de Glaciares es una fotografía de un recuerdo, un anhelo, un sueño o un árbol. La voz de Smith se detiene en los detalles que pasamos por alto en una primera mirada, compone un mundo donde la protagonista intenta descubrir su lugar en el mundo, las emociones que le habitan, la verdad de un amor, las decisiones a tomar cuando nos encontramos en una encrucijada de caminos. (4) Se suele abusar mucho de la expresión "una pequeña joya" aplicándolo a diestro y siniestro. Y a mí, como expresión no me gusta. Pero en este caso no puedo evitar utilizarla. (5) ¿Cómo no puede estremecerle algo como esto:
"Ella escucha. Ambos leen. Se oye el ruido del periódico entre los dos cuando vuelven páginas y las pliegan y evitan con cuidado tocarse. Entonces, se oye el trasiego de los compañeros que llegan; los pestillos que descorren y pisadas. Su mañana ha terminado.Es hora de despertar, piensa Isabel. Cierra los ojos y respira hasta lo más profundo de sus pulmones.
Quiere que él quiera mirarla."
* * * * * * * *
Ya me cansé de la broma. ¿Quieren saber qué es realmente Glaciares? Dejen que se lo explique.
Hay un ser humano en Goodreads que dice que esta novela le gusta por varias razones. A saber: 1. Es una historia de amor centrada en empleados de la biblioteca. 2. Está situado en un lugar donde ha vivido. 3. Hay un hombre con barba. 4. Contiene la mención de postales y cartas de amor. 5. Contiene un buen vestido de fiesta. 6. Es corto.
Sí, ya supongo que no todo el mundo es así, pero también que esta buena mujer no es la única que utiliza semejante vara de medir a la hora de valorar. Cuatro de cinco estrellas, le da. Cuando alguien trate de convencerles de lo acertado de su lectura alegando la buena puntuación que esta novela tiene entre el público en general, acuérdense de esta individua.
Glaciares narra, en primera persona, un día concreto de una joven bibliotecaria llamada Isabel que vivió en Alaska en su infancia y ahora lo hace en Portland, en compañía de un gato. La autora de la novela, Alexis, también: también tiene gato, también creció en Alaska, también vive en Portland, también es bibliotecaria. Muy Alpha Decay, todo.
Glaciares es una tonta historia de amor, y punto pelota. Lo es. Cuenta la historia de una joven que vive enamorada hasta las trancas de un compañero de trabajo, relativamente nuevo, que viene de hacer la guerra en Irak, como otros venían de hacer las Américas. La cosa es ella queriendo invitar a una fiesta al muchacho para tener tema con él, pero en plan guay, porque nuestra heroína es una joven dulce e inteligente, no una vulgar chupapollas.
La novedad, de haberla, estaría en darle a esta historia una perspectiva hipster: joven moderna e independiente y muy amiga de comprar en tiendas de ropa de segunda mano (Viola de Grado revisited) ama amorosamente a soldadito. La cosa tiene tela porque acaba siendo ella llorando por él que se embarca otra vez, ahora que, al fin, le había robado un beso. No-me-jodas. ¿Y esto es moderno? ¿En serio? ¿Es moderno la niña esta comprándose un vestido precioso de morirte y mirado hermosas postales de amor de Amsterdan, la tierra prometida? Europa en el horizonte y un hombre besando a una mujer antes de irse a la guerra es absolutamente postmoderno, sin duda, casi tanto como una película porno en la que los actores no se quiten las gafas de pasta.
Tengo que reconocer que me alegra comprobar que lo de escribir y publicar chorradas y hacerlas pasar por supuestas maravillas no es exclusivo de esta nuestra patria; que también se da, por ejemplo, en Italia o en Portland.
Tiene su mérito dar con esta gente; eso lo concedo. Todo lo demás, no.
Tiene su mérito dar con esta gente; eso lo concedo. Todo lo demás, no.
Jajaja. ¡Buenísima la entrada, Carlos! Cualquiera diría que te has convertido en tu tocayo Boyero y que l*s fans de Almodóvar te ponen a caldo por tu crítica al estreno. ¿Pero es que no se puede decir lo que uno piensa felizmente en internet? Dice Alexiana que no tiene blog... pues que se lo haga y opine y deje de insultar. Saludos aún riéndome. Mike.
ResponderEliminarUn blog de Alexiana sería como para cortarse las venas. TODAS.
EliminarUn blog de Alexiana sería la caña de España. Y ehm... ¡yo ya sabía que era mentira, que era una broma! Ehm... lo mío también era broma. Ehm.
EliminarTe lo noté en cuanto lo dijiste. ;)
EliminarBien por la chica, ¿no?. No será escritora, pero como estratega es buena. Que la fiche alguna editorial, porfa. Lograr que se hable de algún libro está cada vez más difícil a día de hoy. Es como aquellos paparazzi que insultan a las estrellas para que se giren y hacerles una foto, jaja.
ResponderEliminarExacto. Es más, yo creo que Alpha Decay debería ponerme en nómina. Aunque sea chiquitina. Mientras no me pague con sus libros...
EliminarA mí me pasó exactamente lo mismo; eso sí, no tuve derecho a un correo personalizado.
ResponderEliminarTongoy: me tienes que facilitar el título de la porno, esa, donde las chicas se los montan con las gafas de pasta puestas. Me interesa el asunto desde un punto de vista eminentemente sociológico. Trabajo en un óptica.
ResponderEliminarY desde otro punto de vista igualmente práctico, yo les acosejaría a tus jóvenes detractores (y a tí también ¡gluuup!) que leyesen más a los realmente grandes. Y... luego... que procediesen como en el anuncio aquel del que sin suda habrán oido hablar en alguna página vintage, o incluso a sus propios papis, que "busquen, comparen y... si encuentran algo mejor..." (o incluso que no sea netamente peor) vayan y lo apoyen. Y también que sean cautos, no hacen falta demasiadas luces para calcular que una historia de amor como esa, o parecida a esa, se ha tenido que haber escrito ya cienmil y una veces en la historia de la novelística, y que es más que probable que un señor (joven) de la edad de Tongoy (pujante) y que se dedique a hacer lo que hace Tongoy (despotricar) al menos dos o tres, de entre todas esas, es bien probable que sí que se las haya leído. Sustituye "biblioteca" por un departamento cualquiera de la Univeridad de Berkeley, e Irak por Vietnam, y ¡voila! c'est ici la meme roman. Hasta es posible que Sally Field y Timothy Dalton hayan sido los protas de la película.
Hacía mucho que no entraba al blog y me apetecía largar rollo, así que... disculpas por a todos por la brasa... mis intenciones son honestas.
Me niego a volver a la cuestión acerca de por qué leo lo que leo. No. Dos veces en una semana, no. En cualquier caso, es obvio: este blog se está especializando en maldades. Mal vamos si me empiezo a encadenar obras maestras.
EliminarEl título de la porno no lo tengo en la cabeza (ni el argumento, si me apuras) pero te lo miro estos días, faltaría más. Bonito fin de semana me espera. Cagonlá. Estaba a punto de terminar la primera temporada de Juego de Tronos.
Bluff, busca Raquel Abril en google. En el porno español también hay gafapastas.
EliminarGracias, Raquel...
EliminarMuy mona.
A mí lo de la pelicula porno en la que no se quitan las gafas de pasta me ha dolido, de verdad.
EliminarYo creo que te has inventado a la tiparraca esa sólo por tener una excusa para hablar de semejante bodrio. Qué oportuno que no de su nombre ni tenga blog ni nada de nada para seguirle la pista, no? Es como aquella maravillosa novela de ese chico que nadie conocía y que se la dio a su novia y ella a ti y tal y cual? jajaja.
ResponderEliminarDe todas formas me he reído un montón y eso es lo que vale, además consuela mucho ver que la imbecilidad no entiende de fronteras, es un sentimiento que nos hermana y nos libera en cierto modo: precioso :)
Un abrazo
No me puedo creer que dudéis. ¡Claro que es falsa! ¡Más que dudas! Eso es lo que quería decir con "ya me cansé de la broma". Y de hecho su discurso explicativo es un montaje de fragmentos de reseñas de esta novela que he encontrado en los blogs referenciados. Nunca quise hacerla pasar por real. Quizá durante un minuto, pero no más.
EliminarY sí, al final de lo que se trata es de divertirse. Si lo piensas bien este tipo de novelas tienen eso a su favor, que ya no está mal.
Abrazo,
¿Y con una reacción tan profundamente emocional hay que creerse que no tiene ningún lazo afectivo con algún criticado? Parece tal cual un mail de la mamá del editor jefe.
ResponderEliminarEs más inocente que una perdiz, si cree que puede fingir ser alguien que casualmente pasaba por allí.
Hola María. Estooo... un poquito más arriba explico que Alexia no existe. Creí que era evidente. Pido disculpas. No me ha salido bien la broma (o quizá me salió demasiado bien).
Eliminar¿Pero por qué lo has desvelado tan deprisa, Tongui? Tú y Julian cada vez os parecéis más ¿Qué es eso de usar las armas del enemigo? ¿No ves que así van a dejar de hacerlo y ya no nos vamos a poder reír?
EliminarEs que lo hacía tan evidente.... Si hubiese querido engañaros hubiese omitido los enlaces y al texto le hubiese cambiado las palabras de sitio o algo, pero evitar googleadas.
EliminarMejor así. Me guardo la broma para un libro que lo merezca más que la chorrada esta. ;) (Ya, ya sé que decirlo no ayuda).
Tongoy, no juegues así con tus seguidores incondicionales, eres nuestro norte, nuestra luz, creemos en casi todo lo que dices a pies juntillas, aunque todo lo que digas no sea verdad salvo por algunas cuantas cosas que sí lo son.
ResponderEliminarPara compensar este sucio ardiz que nos has tendido te ofrezco la oportunidad de redimirte hablando de una obra mayor: ¿podrías explicarme por qué demonios debería uno leerse (y terminarse) el libro "La vida instrucciones de uso" de Perec?
Gracias
Jopé, no me hagas sentir mal. ¡Dije que era una broma! De todos modos a mí hay que tomarme en serio lo justo y necesario y ni un gramo más.
EliminarNo hay razones para terminar ese libro. Yo lo intenté hace años y no pude con él. Me gusta como escribe Perec, pero me aburre y me cabrea casi siempre (aunque confieso haber disfrutado mucho con El Gabinete de una aficionado). Creo que Perec tiene buenas ideas pero falla en los resultados. Un poco lo mismo que ocurre con Saramago.
Vaya Dos! Ya que entre ambos no lográis encontrar un motivo para leer "La vida instrucciones de uso" os pongo una cita: Una foto los presenta durante una caceria de osos en los Andes, en la region de Macondo; posan con otra pareja de la que resulta difícil no decir aquello de "dios los cría y ellos se juntan" pag 209 .
EliminarNo la hay. Y sin embargo me lo terminé. Fue como chupar un polo buscando el relleno hasta dar con el palito de madera. El polo no estaba del todo mal, pero la madera es incomestible.
EliminarVale, pues si tengo tu absolución ya me quedo más tranquila. Es como cuando tu madre te escribía un justificante para no hacer gimnasia cuando tocaba el salto del potro,jajaja.
ResponderEliminarPor cierto, me acabo de comprar el último de Pron...no sé, tengo ciertos reparos, pero bueno, voy a darle una oportunidad. A ver si esta vez coincido contigo (porque creo que ibas a leerlo también, no?).
Un saludo
A leerlo sí, a comprarlo no. Yo no sé cómo os atrevéis a ciertas cosas, de verdad que no.
EliminarCon el de Pron he empezado mal. Anoche, cuando enchufé el kindle al pc para cargar el libro, se me fue a tomar por culo (el ordenador). Me jode lo indecible. Llevábamos doce años juntos; nos teníamos cariño.
Son cuentos, por lo tanto "demorables". Ahora, en cuanto acabe Stoner, creo que me voy a leer el último de Vann (Tierra).
Este Vann, ¿no está escribiendo mucho y muy rápido desde el éxito de Sukkvand Island..? Espero que al menos el tema del suicidio de su padre ya lo haya superado y que esa Tierra no sea la de otra isla.
EliminarHablando de Tierra. Ya estoy con él pero como no cambie de rollo no llego a la página 100.
EliminarMe lo temía, creo que sólo algunos grandes pueden soportar (en incluso beneficiarles) eso de escribir bajo la presión por publicar tan de seguido. Es una pena que hoy en día el que no publica una novela al año ya esté en la lista de desaparecidos, creo que se malogran así muchos escritores que podrían llegar a hacer algo decente. Pero en fin, debe de ser difícil renunciar a estar en la cresta de la ola para retirarte a escribir con honestidad, tomándote el tiempo que te tome y se pierda lo que se pierda...
EliminarLa cuestión no es si los libros de Alpha decay (con excepciones) son buenos o malos: en que son tontos.
ResponderEliminarPor cierto, ¿cómo ha ido la lectura de La mujer de sombra? Señora novela, en mi opinión.
Mis respetos
Sí, leí La mujer de sombra. No sé por qué. Creo que leí algo en algún sitio que me "animó". Encendí el kindle, le eché un vistazo y ya no paré. Así como la primera vez que lo intenté no me interesó en absoluto, esta vez me enganchó. No está mal, no está mal, pero bueno, tampoco es de las que no me quito de la cabeza en un mes (que las hay).
Eliminar¿Pero el final no le provocó escalofríos? Yo he estado a punto de cancelar mi conexión a internet... lo hubiese hecho, de no haber sido por los blogs literarios, sin los cuales mi vida no tiene sentido.
EliminarEl final me puso malísimo. Me quedé sin uñas. Pero bueno, como para no ponerse enfermo. Quiero decir que a veces provocar ciertas reacciones en el lector es fácil si tocas X temas (con la seriedad con la que Luisgé lo hace, al menos).
EliminarYa tengo la reseña escrita. La sacaré (la reseña) la semana que viene.
"Just the omission of Alpha Decay's books alone would make a fairly good library out of a library that hadn't a book in it." Mark Twain (quizás haya algún error en la cita, suelo confundirme)
ResponderEliminar¡Hola, Ana!
ResponderEliminarSigues en forma, chaval... tú inventándote personajes y la peña entrando al trapo.
ResponderEliminarLo peor es lo de la idea inicial. ¿“Estimado Sr. Tongoy: es usted un impresentable, además de un perfecto imbécil.”, es como te imaginas iniciando una relación con alguien, por muy impersonal e inexistente que sea?
Tienes un problema, ¿lo sabes?
Bicos
"Ella escucha. Ambos leen. Se oye el ruido del periódico entre los dos cuando vuelven páginas y las pliegan y evitan con cuidado tocarse. Entonces, se oye el trasiego de los compañeros que llegan; los pestillos que descorren y pisadas. Su mañana ha terminado.
ResponderEliminarEs hora de despertar, piensa Isabel. Cierra los ojos y respira hasta lo más profundo de sus pulmones.
Quiere que él quiera mirarla."
Esta reseña es muy rebuscada, Sr. Tongoy. Con citar ese párrafo ya bastaba. Encontrar párrafos así en novelas publicadas por editoriales es lo que te da más fuerza para seguir. Sin duda.
Pero me has hecho darme cuenta de otra cosa: a partir de ahora hay que hacer otra lectura más antes de publicar para analizar párrafo a párrafo lo que escribes. Frase a frase, incluso. Sería demoledor, seguro.
Por cierto, que lo mejor de esta reseña, para mí, es la crítica que le haces a los blogs de críticas. Con los críticos pasa como con los escritores, que pegas una patada y cien saltamos a la chepa. No sé qué se puede hacer para evitar que la gente escriba por las orejas pero para evitar que haya críticos que critican según la portada, quizás habría que empezar porque las editoriales dejaran de regalarles los libros. Luego ya, si eso, seguimos hablando.
ResponderEliminarHum, no te creas. Lo sorprendente de los críticos de tercera (entendiendo estos como los blogs de simples aficionados)es que seguramente no reciben ningún libro de la editorial. No creo que se regalen tantos libros como la gente cree (como yo mismo creía). No lo sé, ojo, simplemente me sorprendería mucho.
EliminarPor otro lado.... que uno reciba un libro no significa o no debería significar absolutamente nada. Cuando recibo un libro (cuando me lo ofrecen, en realidad) siempre pongo algunas condiciones: leerlo cuando quiera y escribir lo que me plazca. Nadie ha dicho nunca NO, lo que viene a demostrar que la gente dice que le gusta un libro como Glaciares por dos razones: uno, por buenismo y dos, porque realmente le gusta. Con lo segundo no hay nada que hacer pero con lo primero sí. Yo podría entender la complacencia en las reseñas de libros "regalados" si esa fuese la profesión del crítico(críticos de suplementos) o si fuese el único modo de leer (alguien que viva en lo alto de un árbol, por ejemplo). Cualquier otra opción no me gusta. Un amigo me decía un día que hay mucho pago de favor y mucho querer ayudarse unos a otros (más de la mitad de los dueños de blogs son o quieren ser escritores) en esta selva en que se ha convertido el mercado literario. Eso, para mi, no es crítica. Si acaso publicidad, que es muy diferente.
Vaya rollo acabo de largar. Lo siento, es que este tema me ha fascinado desde siempre.
Señor Tongoy,
EliminarSi bien comparto lo que usted dice acerca del "buenismo" y del mal gusto de algunos blogs de crítica, le hago la pregunta inversa: ¿por qué no hay más blogs de “simples aficionados” -como el suyo- que escapen de esos dos males, el buenismo y la ausencia de criterio? Es curioso, y le pongo dos casos que me vienen a la cabeza: el primero, es el suyo propio, que ha dejado de publicar en el Diario Kafka sus críticas de la crítica para volver y consagrarse sólo a este blog de “simple aficionado” -esto lo digo sin ápice de malicia, muy por el contrario, me parece una decisión inteligente y valiente la que ha hecho-, y la segunda cosa que me viene a la cabeza es un blog como el de La Patrulla de Salvación, que, a decir verdad, desde hace unos meses, yo diría que desde que empezó el 2013, quizás, incluso, desde unos meses antes, se ha vuelto en un blog pésimo, a la altura de aquello que supuestamente combate, o combatía. El decrecimiento de comentarios creo que es una buena muestra de ello, lo que escriben de un tiempo a esta parte no “salvará” a la literatura, más bien todo lo contrario. En ninguno de esos dos casos hay buenismo ni falta de criterio pero, de formas diferentes y por diferentes razones, o queda el vacío (usted ya no publica más) o una transformación para peor (se publican entradas supuestamente divertidas). El problema de la crítica actual y en este país, cualquiera sea el medio y el formato, creo que es algo mucho más complejo y que tiene aristas más complejas y difíciles de desenredar. Sobre todo, lo pienso porque en otros países las cosas no ocurren de esa manera. Perdone que use una palabra un poco altisonante, pero creo que en otros países las cosas son un poquito más democráticas. Sospecho que, además del buenismo y de la falta de criterio, en este país hay todo un mercado y sistema literario montado detrás que se basa en la apariencia y el engaño de un grupo de notables que apenas si se inmuta ante nada porque no está pensando hacia los lectores, de hecho, más bien, ese grupo desprecia a los lectores de a pie.
Le envío un saludo cordial.
Por lo que yo he sufrido con mis novelas, de todo hay. Hay gente que, a pesar de ser "aficionada", en el sentido de que son lectores que se ponen a hacer reseñas de lo que leen y tiran palante, se toma la crítica con mucha profesionalidad y hacen unas pedazo de reseñas estupendas, aunque no sigan un criterio más o menos ortodoxo. No suelen tener conocimientos de literatura comparada o crítica, pero se buscan la vida y tienen miles de seguidores, muchos llegan a confiar en su criterio. Es impresionante lo que leen. Varios libros a la vez y muchísimos al año. Estos blogueros, además, suelen apoyar mucho a los autoeditados. Les damos pena, supongo, y de vez en cuando encuentran a algún autor que les gusta mucho y es sorprendente lo que nos apoyan. Yo he alucinado con eso.
EliminarLuego están los escritores que reseñan. Si se me ocurre poner aquí lo que realmente pasa al menos en algunos casos que yo conozco…, en fin, este mundo es muy pequeño aunque parezca infinito. Sin embargo, si eres un lector medianamente perspicaz, te das cuenta enseguida de qué va la cosa. Creo.
Y te sorprendería saber la de blogs de reseñas no profesionales que reciben gratuitamente los libros. Algunas editoriales incluso les exigen un mínimo de seguidores y yo he visto algún bloguero por las redes pidiendo a los grupos de escritores que se hagan seguidores de sus blogs para conseguir que las editorales les envíen esos libros gratis.
Sobre el buenismo que dices, también hay de todo. Cuando empecé a publicar en Amazon, estaba muy despistada y simplemente acudí a blogueros cuyas reseñas me gustaban. No solo por la publicidad, también porque conocer la opinión de lectores muy lectores te enseña mucho sobre tu escritura. Los aficionados son más accesibles que los profesionales. Yo, exceptuando casos muy muy muy puntuales, hace ya mucho que no envío mis novelas a críticos de blogs como este porque es muy difícil para un autoeditado que un crítico más profesional te lea, aunque solo sea para darte a ti la opinión en privado que es lo que a mí más me interesa. La visión del lector no profesional ya la tengo a menudo. Y sé que hay algunos blogs de ese tipo en los que jamás dicen nada malo de una novela. Cuando se la envía una editorial, ni siquiera sacan los comentarios negativos que se les hace a sus críticas. Sin embargo, si es un autor el que se la envía y no hacen críticas malas, en casi todos los casos que yo conozco es porque hay que tenerlos bien plantados para aguantar luego los comentarios de esos escritores y, a veces, hasta los ataques de sus amigos. Esto de Internet ha convertido la escritura en un ring en el que algunos participan muy a gusto.
Anda, que ahora la que se ha enrollado soy yo. A mí también me apasiona este tema. Hay veces que no puedo creer lo que veo.
Yo tengo una duda, de tipo epistemológico (nunca supe qué significaba eso, pero mola mucho decirlo llevando gafas): ¿cómo pueden caber, juntos, en la misma afirmación (y en la misma persona, por descontado) "perfecto" e "imbécil"?
ResponderEliminarSu Seguro Servidor.
Pero hombre, amigo Tongoy, yo creo que la cosa está bastante clara. La creación literaria va por un lado y el mercado por otro. Establecida esta verdad del barquero a pesar de que las niñas bonitas no pagan (con) dinero, se deduce con cierta sencillez que los compradores y lectores de libros son por lo general compradoras y lectoras de libros. Y que no hay nada más eficiente a la hora de "gustar a todo el mundo" que gustarle a ellas, las cuales ellas son muy tenaces, incombustibles en sus gustos, y se regeneran más o menos clonadas mientras tejen el edredón entre la bisabuela, la abuela, la mamá, la niña y el bebé que dormita en la cuna. Nunca dejan de mirar el edredón, cada vez más grande, más bordado, más pesado. Da igual, ES SU EDREDÓN. Es la fuerza de la representación, a la que no pueden sustraerse. Se produce el efecto "abuela a la que se le cae la baba mirando la foto del nieto mientras el nieto juega en al alfombra, a dos palmos de la yaya que no puede apartar su mirada de la fotografía mientras suspira: "Qué guapo es mi nieto""".
ResponderEliminarQED: Si se ofrece al "segmento" lector (@) un épica literaturizada de sus vidas y afanes, y se guisa la receta con el suficiente almíbar: éxito seguro. Pero eso no es de ahora, que conste. Ya sucedía en tiempos de Pérez y Pérez, de la Tellado, de Antonio Gala... etc.
A usted le irrita la literatura de "chica encuentra chico y todo acaba como el culo", las historias de gente pijilla con problemitas. Pues le digo una cosa: es lo que hay. Lo que siempre ha habido.
Sin embargo, se agradece que alguien recuerde de vez en cuando que una cosa es la novela y otra bastante otra estos ingenios de, como usted dice, bibliotecarias enamoradizas y guapetones con barba.
Saludos y mucho ánimo, y a seguir tirando piedras al mar.
Y yo que creía que las mujeres solo leíamos por eso del furor uterino. Me encanta saber que es también porque nuestros nietos son guapos y nuestro edredón, bordado.
ResponderEliminarBuenos días a todos.
ResponderEliminarIba a contestar a lo planteado pero me he dado cuenta de que hay mucho que decir (se tocan demasiados temas) y lo cierto es que la cuestión se presta a dedicarle un post en exclusiva.
Me pongo a ello. Trataré de tenerlo esta noche o mañana a más tardar.
Gracias por la participación.
Quién sabe algo del tal Ben Lerner y su "saliendo de la estación de Atocha"?
EliminarQuique
¡¡Yo, yo!! Es un libro.
Eliminar¿O te refieres a otra cosa? Lo tengo empezado. No me enganchó mucho pero es que me puse con otra cosa que me apetecía más y tampoco es que le diese mucha oportunidad. Creo que lo leeré pronto.
Creo que Malherido le hizo reseña y habló bastante bien de él.
Mike también. http://mikeandlibros.blogspot.com.es/2013/03/saliendo-de-la-estacion-de-atocha-de.html
EliminarGracias, gracias. Parece que apunta maneras el chaval. Por si acaso, esperaré a leer la reseña del ínclito Tongoy para tomar una decisión.
ResponderEliminarSaludos, Quique.
Sobre Alpha Decay: es indudable que en su catálogo hay libros interesantes, pero los precios echan para atrás. Pegan unos sartenazos que te quedas silbando...
ResponderEliminarPodrían seguir con la política iniciada con "Stone Junction" (publicado inicialmente a unos prohibitivos 36 aurelios como "Introitus Lapidus" y reeditado luego como "Stone Junction" a 20), y reeditar algunos libros de fondo de catálogo (Nersesian, etc) a precios más razonables. Pero me temo que no lo harán, y mira que Blackie Books, p. e., ya lo hace.
Saludos.