El retorno de un clásico: el más incumplido de todos los propósitos: Las Lecturas Posibles del Mes de Diciembre.
Verán, el asunto es el siguiente: tengo un montón de libros sobre la mesa que no es exactamente que me haya comprometido a leer (no todos, al menos) pero que sí debería hacerlo porque es de bien nacidos ser agradecidos y no está bien que a uno le regalen un libro y se haga el tonto de esta manera. Luego los pondré a parir y dejarán de quererme, ya verán. En fin... Los nominados en esta categoría son: “Königsberg” de Mariano Veloy, “Tangram” de Juan Carlos Márquez; “Como vivir o una vida con Montaigne” de Sarah Bakewell (de todos, con diferencia el más apetecible); “La generación beat” de Bruce Cook (bueno, este también); “Tengo una pistola” de Enrique Rubio; “El síndrome E” de Frank Thilliez; “Mi primer muerto” de Leena Lehtolainen; “La revolución de la dignidad” de Lina Ben Mhenni; “El viaje de Cloe” de Javier Tejada y Eugene Chudnovksy; “El malogrado” de Thomas Bernhard; “Las vírgenes suicidas” de Jeffrey Eugenides y otro que no diré porque no tiene ISBN. La idea de escribir una reseña sin dar el nombre del libro ni del escritor es tentadoramente diabólica (y también un poco perder el tiempo, para qué nos vamos a engañar).
Pero todo esto suponiendo que no me llamen de la biblioteca para decirme “tenemos el libro que nos ha pedido”, cosa harto probable. Les cuento. “Ejercito enemigo” de Alberto Olmos. Este ya es un clásico en la sección. Creo que nunca he esperado tanto por un libro y creo que es también la primera vez que me ocurre que cuanto más tiempo pasa menos ganas tengo de leerlo. Sí que es raro, sí. También “Beatitud”, un recopilatorio de varios escritores, creo que jóvenes, que me recomendó alguien por aquí no hace mucho. Más: “Canción de tumba” (XXVII Premio Jaén) de Julián Hervert del que ignoro hasta el argumento. Luego es el típico libro que abandono a las dos páginas o que directamente devuelvo sin abrir. "El rey pálido” de David Foster Wallace lo pedí por capricho, lo admito, porque lo cierto es que tengo intención de comprarlo o esperar a que alguien me lo regale, lo mismo me da que sean los Reyes Magos que el departamento de relaciones públicas de Mondadori. Yo por los libros que sé que me van a gustar no tengo inconveniente en prostituirme. Y es que son veinticuatro eurazos, oigan. “Generación perdida” de Franciso Castro y las obras teatrales “Litoral” de Wajdi Mouawar e “Hilda” de Marie NDiaye (premio Goncourt por “Tres mujeres fuertes”, editado por Acantilado) fueron recomendaciones que me llegaron del o gracias al blog. Son ustedes una bendición del cielo. Y por último y no por ello menos importante… otro libro más cuyo título me voy a callar también al menos hasta que decida si lo voy a leer o no (aunque ya supongo que será que no) (Esta es una maldad que tengo muchas ganas de perpetrar).
Y luego estoy yo, que me dejo de lado a pesar de las ventajas que tiene ser yo mismo. Si fuese mínimamente sensato o directamente menos imbécil este mes entrante leería lo siguiente: “El doble” y algunos relatos de Dostoievski, todavía no sé cuáles (“La mujer de otro hombre y su marido debajo de la cama” seguro que sí). El problema (por llamarlo de alguna manera) es que estoy leyendo, unas veces en segundo plano y otras no, la biografía de Dostoievski escrita por Joseph Frank (que para los que no lo sepan son cinco pedazo de tomos que a este ritmo me va a llevar media vida terminar) y me gusta la idea de acompañar el análisis que hace Frank de las obras con la lectura de las mismas. En la misma línea (es un decir) estarían “El inspector” -obra de teatro recientemente reeditada por Alba- y “El capote”, un relato corto, ambas de Gogol. “Relatos de Belkin” (en una edición que no es la de la foto) y “Boris Godunov” de Alexander Pushkin. También "El último día de un condenado a muerte" de Victor Hugo; el segundo tomo de “Los Thibault” (Estío) y “Jean Barois” de Roger Martín du Gard; “Doctor Glas” de Hjalmar Soderberg; “Crónica de Dalkey” de Flann O’Brien, “Las cumbres de Moscú” de Vasili Aksiónov, “Corrección” de Thomas Bernhard, “Carta breve para un largo adiós” de Peter Handke, “Paseos con Robert Walser” de Carl Seeling; “Teatro reunido” de Samuel Beckett… y un (no se imaginan cuánto) largo etcétera, que incluye algunos cuentos a un euro de www.sigueleyendo.es (tantos como cinco) y un folletín de Robert Juan-Cantavella y Oscar Gual de publicación gratuita en el mismo espacio. Sí, ya sé que en el mes de las cenas, las borracheras y las cabalgatas va a ser complicado, pero me planteo todo esto con muy poca seriedad. Todo se andará. Semos jóvenes, habemus tiempo.
Y en estas estamos. Al final ya verán, me dará por la narrativa uruguaya de finales del XIX, mandaré todos los planes al carajo y el esfuerzo tonto de esta media horita no habrá servido para nada. Pero hablando en serio: del primer bloque, el de los Compromisos Ajenos, no tengo intención de leer más de cinco (cinco, ni uno más); con el segundo, los Compromisos Propios, voy sin planes (seguramente no caiga ninguno) y del tercero, llamémosle X, dependerá el tiempo que quede y que ya pronostico escaso aunque no descartaría que fuese este quien finalmente se llevase el gato al agua.
Pero qué me cuentas, tío, si has reseñado seis libros en todo noviembre. Mi gato lee más que tú.
ResponderEliminarDeje todos los demás y lea "Paseos con Robert Walser", Sr. Tongoy. Le aseguro que nos se arrepentirá.
ResponderEliminarVeamos, me vas a hacer trabajar y yo ya he trabajado mucho hoy, pero veo que no tienes ayuda y el desbarre es total y absoluto.
ResponderEliminarEn primer lugar, esa lista de lecturas es una mierda, Carlos. Porque es muy larga, porque contiene demasiadas deudas y porque te dejas, como siempre, las que podrías disfrutar olvidadas entre el mogollón o simplemente ni las citas, ni las contemplas, las obvias, para ti ni existen. Es comprensible que los autores con menos nombre o poca fama te envíen novelas para que las leas y opines sobre ellas en este espacio tongoyano, y que acepten incluso la posibilidad de una crítica mordaz o directamente negativa porque sea lo que sea que resulte de tu pluma les da visibilidad, menciones en buscadores, etc. Y las pretensiones de estos autores son legítimas y admirables por lo que tienen de marketing de guerrillas y de ilusión y esfuerzo. Pero eso que a ellos les viene bien, a ti, lector pezqueñín, te sienta fatal porque así nunca conseguirás hacer los deberes, unos deberes que además, visto lo visto, te encantaría ponerte a hacer. Y ahora voy a violar las reglas del juego, y que conste que lo hago con el máximo respeto a todos los implicados.
Mariano Veloy, a quien no tengo el gusto de conocer, te envía su novela. Juan Carlos Márquez hace lo propio con la suya (a él sí lo conozco de facebook, parece un tío majo, seguro que escribe bien). Enrique Rubio te envía la primera, que para ti sería la segunda (y como buen samaritano que eres algunas veces, no todas, le dijiste que a lo mejor yo también la leería, y me escribió, y yo le contesté tarde porque estaba de viaje diciéndole que prefería no recibirla porque no tenía tiempo, estoy hasta arriba de trabajo, familia y lecturas que, sinceramente, me apetecen más (y eso que creo que Rubio (de quien leí un trozo de Tania) es un buen escritor)). También libros sin siquiera isbn (yo también he leído de esos, pero antes de que fueran publicados y para corregirlos). Luego los relatos de sigueleyendo y el invento folletinesco de mis admirados Óscar Gual y Robert Juan-Cantavella (de quienes te recomiendo absolutamente todo antes de meterte con el folletín). Y más y más. El número a que te obligas, repito, es tonto hasta la risa.
Pero sigo, piensas leer a Bakewell sin haber leído a Montaigne… Es más, aceptaste recibir el de Bakewell sin haber leído a Montaigne. ¿Sabes realmente cuánto te vas a aburrir sin tener siquiera una ligera idea de qué cojones escribió Montaigne en aquellos 101 ensayos legendarios? Lee primero a Montaigne, pero hazlo de esta forma: TRANQUILO Y SIN PRISAS. Lo mismo con el de Cook sin haber leído de los beats más que “En la carretera”, creo recordar que este sí al menos lo has leído. ¿Y qué pasa co Burroughs, y Ginsberg, y Clellon Holmes…? Hay cuatro o cinco libros en el primer párrafo cuyos autores ni me suenan, son para nota si, por otro lado, uno ha leído ya lo que tendría que haber leído… Metes “El malogrado”, bien, pero cuando todos sabemos que dentro del universo bernhardiano las hay mejores, como “Corrección”, que luego añades al final. Altera el orden; a determinados libros de Bernhard se llega ya por fanatismo. “Helada” y “Corrección” crean el caldo de cultivo, los demás caen solos. (Cuando te recomendé “El sobrino de Wittgenstein” lo hice para crearte una mínima adicción sin demasiado esfuerzo por tu parte, por si no resultaba. “Maestros antiguos” también era para asegurar. Pero luego vas y saltas al teatro. Yo las he leído todas, Carlos, todas las novelas y cuentos (algunos inencontrables ya) y obras de teatro y hasta poemas. Todo. Pero hay un camino idóneo para disfrutarlo que, como te sucede con la mayoría de literatura que consumes, eludes seguir por meras ansias.)
(Es lo mismo que coger obras parásitas de Walser sin haber leído todo de Walser (lo que pretendes hacer, ya que sólo has leído “Jakob Von Gunten”, si no estoy desactualizado, ¿y “Los hermanos Tanner”…?). De verdad que no entiendo el objetivo. Es como leer “Ka” de Calasso sin haber leído a Kafka…)
ResponderEliminarMás: “Beatitud”, la antología, pero si no te gustan los cuentos, joder… “Ejército enemigo”, que tampoco te va a gustar, me barrunto, y que ni siquiera necesita empujón pues ya Alberto Olmos ha conseguido pulirse la primera edición y ni idea de si incluso va ya por la tercera… Premio Jaén, otro o más de lo mismo. Recomendaciones en el blog varias, como si fueran deudas o algo parecido. Luego rusos que lees porque lees el ensayo sobre el que escribió DFW en “Hablemos de langostas”. Otros más porque sí. A Hugo también lo metes en el saco. Quizá pienses que puedes compaginar deudas, recomendaciones, novedades y fondo de armario y llevarlo to’pa’lante; que así serás un tío leído en todos los aspectos y que nadie te toserá ni por anticuado ni por esnob.
Pero sigamos. Al DFW inconcluso lo quieres leer sin haber leído al DFW concluso, y me pregunto para qué sirve eso, ¿para abandonar la lectura en la página 50? A Eugenides ya tardas en leerlo, así además llegarás a tiempo para cuando publiquen en español “The Marriage Plot”, novela en la que además sale un personaje que es clavado a DFW y habrá polémica en corto, desde luego, porque aquí, lectores que den la talla de reconocer a DFW en la novela de un antiguo compañero suyo de generación, habrá cuatro... Aunque…, ¿no habría también que leer “Middlesex”, y además cerrar el ciclo DFW? ¡Uf! Nada que objetar sobre O’Brien: de hecho, entre Bernhard, Dostoiveski y O’Brien tendrías para dos meses en los que disfrutarías como un enano, y te reirías de todos aquellos que sólo compran novelitas superventas que ni disfrutan, y ni te cuento de aquellos realmente obligados a leer sólo cosas de la más rabiosa actualidad hispana…
Es imposible cumplir todos los objetivos. Quedar bien con quienes te envían libros para que los comentes. Quedar bien con tus lectores por que asistan a un despliegue de cosas interesantes que decir acerca de clásicos o semiclásicos pero consagrados. Quedar bien contigo mismo porque lees lo que te apetece y no lo que los anónimos te recomiendan, o lo que la tendencia te impone, o lo que las Novedades te gritan en pleno cerebro para que lo leas ya, ya, ya. Leer bien lo que lees a toda velocidad para pasar al siguiente en la lista (imagina lo que sería ver las pelis a x4 o x8 para así, en uno o dos años, convertirte en cinéfilo experto…). (¿Recuerdas a Hal Incandenza haciendo miles de saques cuando aún no había amanecido…? Pues lo mismo pero con libros en lugar de pelotas y raqueta: sacar, sacar, sacar hasta que hayas comprendido. Una obra literaria no sólo es un tema y una trama y unos personajes y un punto de vista, es mucho más, y te pierdes ese más atendiendo sólo a lo que lees superficialmente.)
Bueno, decías que no comentaba. Ya he comentado con toda sinceridad, y no me preocupo por el tono porque sé que sabes la razón. Espero que sirva para algo.
Un abrazo.
Bueno, pues yo pienso que te vas a divertir: y te apoyo en el orden caótico/"sobre la marcha" de tus lecturas (básicamente, porque a mí me ocurre lo mismo aunque a un nivel más humilde).
ResponderEliminarPor cierto; dos más que deberían ser MUST: André Breton (éste ya te lo recomendé en alguna ocasión) y Guy Debord.
Amores, querido, ya sabemos que te han retuiteado y likeado en Timadori y todo eso. Pero, de verdad es necesario aprovechar este post para "colocar" la puntadita publicitaria de turno "olmos se ha pulido la primera edición y no se si va por la tercera"? Qué cansino. Casi preferimos sus monólogos estimulantes e intimidantes sobre DFW -también en Timadori, by the way. Paciencia. Publicidad. Paciencia.
ResponderEliminar¿"Marketing de guerrillas"? Puaj. Oxímoron del copón.
ResponderEliminarY con tanto leer para reseñar, al final nos vamos a perder lo poco bueno de la vida ¿Qué sentido tiene, al fin y al cabo? ¿sumar puntos a favor y puntos en contra? Que asco, de verdad. Lee, Carlos, lo que te apetezca sin tener que rendir cuentas. Cada vez somo más tontos.
ResponderEliminarAmores, guapo, me pregunto porqué no le dices lo que le dices por email privado. Y me lo vuelvo a preguntar dos veces hasta que voy y me contesto aunque no sé si será esa la respuesta o será otra.
ResponderEliminarTotal, nadie la impide dejar de leer a la tercera página si no le gusta lo que se ha comprometido a leer. Eso es menos de lo que nos ha hecho leer tú a todos para demostrar vete a sabe qué.
Pero claro, ahora releo y me doy cuenta que todo es porque él te había invitado a prodigarte más y has visto la calva oportunidad de quedar como un señor.
Saludos.
A ver, a ver, un momento. Quique, hubo privado antes. Su comentario de arriba es la consecuencia de ese email. JL y yo disentimos en muchas cosas pero al final acabo casi siempre dándole la razón, en la parte que la tiene, al menos. Tenemos diferentes puntos de vista: él no cree que este tipo de lectura salvaje conduzca a nada y tampoco que las reseñas negativas aporten nada, pero no a los demás, sino a uno mismo. Y no le falta razón pero siempre tropezamos en los mismos puntos: diversión, derecho a criticar, ese tipo de cosas. He debido leer, por compromiso “editorial” (entendiendo esto como “no me apetece pero lo voy a leer igualmente”) dos o tres libros en toda mi vida. Nunca salió de ellos una buena reseña y supongo que por eso han dejado de enviármelos. Tengo que admitir que me siento aliviado. No sé cómo la gente (los críticos) lo soportan. Con lo feliz que era yo antes, joder. De ahí que quiera desprenderme de esta carga. Esa es casi la única razón para leer algunos de los libros del primer bloque, aunque me han animado sus respuestas y he decidido mandar al carajo todo aquello que no me interesa. Eso me deja muy poquito por leer. Bien. A veces creo, como JL, que tener el blog es una estupidez. Otras veces no. Está por ver qué pasará con este. Los mensajes de JL de ayer, los de más arriba, tratan simplemente de ayudarme a decidirlo.
ResponderEliminar@ Amores
ResponderEliminarHoy te lo has currado, JL. Cuando decía que te echaba de menos no me refería a esto. Es broma.
Tienes razón en casi todo y no voy a dedicar mucho a contestarte, perdóname, pero quiero evitar eternizarme. Sobre el tema de leer a Montaigne antes de leer sobre Montaigne… no te cuestiono, cada uno tiene sus gustos, pero ya sabes que a mí me gusta más leer antes sobre la gente a la que voy a leer. Manías. Me ayuda a disfrutarlos más. De ahí también lo de Walser. Los hermanos Tanner es otra cuenta pendiente pero me he jurado que iría después de su “bio”. Idem con lo Beat: me ayudará a decidir cuál será el siguiente paso, si llego a darlo. Lo de este mes con Dostoievski es el ejemplo perfecto. Ya lo contaré mañana o pasado. Pronto.
Rubio escribe bien, es cierto, por eso acepté su novela. Iba a leerla de todos modos, él se enteró y me la envió. También le advertí sobre ti, imaginé que no aceptarías. Lo de Márquez más o menos. A mí siempre me ha caído simpático, aunque me ha sorprendido el gesto porque siempre entendí que lo que hacía en el blog no le gustaba. Entre comillas esto, ya que él fue uno de los que me votaron en El Cultural. Tu amigo Gual y el otro… no sé, ya veremos. Con Cantavella no pude y con Gual… tengo por casa uno que me recomendaste (me gasté el dinero en él, no dirás que no te hago caso) pero está como casi todo: esperando.
El Malogrado está “arriba” no porque vaya a ir antes sino porque me lo prestaron. El otro (Corrección) es mío. Es la única diferencia. El orden está sin decidir. De hecho de Bernhard tengo pedidas unas obras de teatro. En su caso voy sin rumbo, como lo quiero leer todo… Habrá un camino, no lo dudo, pero en ocasiones está bien lanzarse a la aventura. Parezco un anuncio de coches.
Lo de Beatitud… cuando lo pedí tenía sentido. Ahora ya veremos. Lo mismo con Olmos: pura curiosidad, pocas ganas.
Lo de Hugo en cambio es diferente, quizá debí explicarlo. Está ahí por una razón: es, junto con otros de esa lista, complemento de la lectura de “Pobre Gente” de Dostoievski. Ya lo explicaré en su momento. Entonces lo entenderás. Quiero decir que no es azar o locura. LA importancia del orden que defendías antes.
Lo de Wallace no lo entiendo. Lo único que no he leído de él han sido los cuentos recopilados en “Expiación”, por cierto, por culpa de la puta letra, que me acababa con la vista las dos veces que lo intenté. Maldita la hora que compré esa edición. Middlsex lo leí cuando salió. Lo recuerdo porque fue mi siguiente lectura después de Las Correcciones. Vaya par. Inolvidable. Qué tiempos. No sabía que tenía libro nuevo. Bien.
En fin, que ha ocurrido lo que ya suponía: he modificado el calendario. La culpa es toda suya. De ustedes, de todos. Veremos que ocurre es mes, si ocurre algo. Quizá no ocurra nada. Quizá de todo.
Una pregunta de lo más tonta : ¿por qué piensa Amores que sus reseñas son mejores que las tuyas, Carlos? ¿porque son más amables? ¿Él lee por placer o para reseñar y que le linken? Más que consejos parecen reprimendas lo que te suelta ahí arriba. Ni que fuera tu padre.
ResponderEliminarNo me lo puedo creer... ¿después de ponerte a parir en facebook y demás, Juan Carlos Márquez te manda su libro?
ResponderEliminarYo leo el facebook de Márquez y nunca he visto que se haya metido con Tongoy, solo con los anónimos malmetedores como tú.
ResponderEliminarTiene razón el Anónimo de las 11.24
ResponderEliminarCuando todo aquello del Nuevo Drama, Márquez puso en fb algo así como que algunos blogueros basura estaban alcanzando esos días el estado de hijos de puta.
Y luego siguió (seguiste), haciendo menciones a Peón aquí y allá.
Así que no vengas ahora a lavar tu imagen. Que no se puede ser tan valiente, tan justo, tan mamón, tan rastrero, tan lameculos, todo a la vez, y querer que no se dé cuenta nadie....
No es por dar envidia.. pero acabo de terminar El rey pálido. Tenía curiosidad sobre el trabajo de los últimos años de un hombre que se suicidó, dicen algunos malvados literarios, por estar frustrado al no terminarlo.
ResponderEliminarUn saludo
"Algunos blogs literarios están modificando la semántica: Nunca la palabra anónimo ha estado tan cerca de hijo de puta" (15 de octubre, en relación a la crítica del libro de Miguel Ángel Ortiz Albero)
ResponderEliminar"Muchos amigos en este libro. Gente trabajadora y con talento a la que nadie le ha regalado nada, tres virtudes muy envidiadas. También vendrá algún hijo puta de incógnito, pero le estaremos esperando cuando venga. Le estrecharemos la mano y le diremos: Eh, querido hijo de puta, ya sabemos que tu madre está trabajando y no tienes donde ir. Pasa, anda, entra en calor. Afuera no hace frío, pero en ti siempre es invierno" (17 de octubre, en relación a la madre pez)
Y el mejor, comentario a un estado de JekyllandJill:
"Solo una advertencia: Si alguno sois amigos en facebook del tal Glez Peón, debéis saber que cualquier cosa que digáis aquí puede hacerla pública en su blog. Yo lo quité de mis amigos porque vi cómo trasladaba a allí conversaciones mantenidas aquí con algunos autores sin pedirles, en algún caso, permiso" (26 de septiembre, un hacha el tío)
Todos esos comentarios de facebook de Márquez. Anónimo de las 12:20, se te ve el plumero.
ResponderEliminarLo mejor de todo es la queja de 'traición a la privacidad' cuando se reproducen conversaciones o comentarios vía feisbuc o tuiter, que todo el mundo sabe que se tienen para hablar en privado, claro.
ResponderEliminar... y cuando todo el mundo acepta a todo el mundo sin saber quién puede ser porque, coño, ¡un fan!
ResponderEliminarNo recordaba que Márquez me hubiese "baneado"; pensé que sus comentarios los veía a través de otro. Da igual.
Todos tienen parte de razón. Por un lado nunca me he sentido atacado personalmente; mis relaciones con Márquez han sido esporádicas pero siempre cordiales y no tengo problema en reconocer que me caía simpático. Ahora no sé, hace tiempo que no hablo con él; quizá haya cambiado. La parte que no entendí fue aquella en que me dice que me envía el libro justo después o acabando el post del nuevo drama porque es de cajón que si yo reseño su libro le van a dar (los anónimos) hasta en el carnet de identidad. Pero allá cada cual. Por otro lado, su problema nunca fue mi blog (insisto en que lo recomendó a El Cultural) sino los comentarios anónimos en los que tengo parte de culpa por no moderar.
Saludos,
Márquez os quiere a todos y os desea Feliz Navidad.
ResponderEliminarjeje, la insistencia de algunos en que moderes también sería digna de estudio, Tongoy.
ResponderEliminarYo creo que todos estos pollos los monta el mismo Márquez. Él se acusa y él se defiende. El caso es sonar, que hablen de él. ¿No os dais cuenta de que otros autores nunca son objetivo de los anónimos? ¿Por qué será?
ResponderEliminarFdo.: Márquez
Esta semana tengo mucho trabajo y no puedo entrar constantemente a leeros e insultaros, anónimos del lado oscuro, así que lo mejor será que os esperéis unos días, hasta que pase el puente.
ResponderEliminarCarlos, digamos toda la verdad, no nos matará: yo le dije a mi editorial que te enviara el libro porque me diste pie (está por ahí en un comentario de una entrada antigua de este blog. Para dar fe puede copiarlo aquí mi cronista, el que se lee todo lo que comento en facebook y lo copipega aquí. Te gusto, eh, cronista. Sexualmente, quiero decir).
Los anónimos me darán después del nuevo drama o sin nuevo drama. Es su naturaleza y nadie puede ir contra su naturaleza. Solo me faltaba tenerlos en cuenta para decidir cuándo hago algo o lo dejo de hacer...
Un abrazo.
Hola Márquez. Venga, no te enfades. Ya sé que no lo haces, pero no te enfades.
ResponderEliminarRespecto a que te di pie... hombre, sí, pero hay que entenderlo, esto. También se lo dije más arriba a Mondadori y cien mil veces a Libros del Silencio, por ejemplo, y falta todavía la primera vez que me hayan hecho caso. Yo quiero que me mande libros Acantilado y Libros del Silencio, el resto me da un poco igual, la verdad. Bueno, y Cátedra. Si se me ocurre alguno más lo digo después.
De todos modos, te lo agradezco. Es un libro que tenía intención de leer y me evitas el esfuerzo de tener que pedirlo a la biblioteca. También lo he estado ojeando y no pinta mal. No sé el argumento; me refiero al estilo.
Un abrazo,
Los anónimos también semos personas y tenemos nuestro corasonsito, Sr. Márquez, además de ser lectores potenciales, very important item. A veces el lado oscuro dice lo que los demás callan o no quieren o preferirían no oír.
ResponderEliminarNuevo Drama, fresquito:
ResponderEliminarhttp://sergibellver.blogspot.com/2011/11/entrevista-juan-soto-ivars-en-la.html
El amiguismo sin disimulo al poder.
Marquez, amigo, se te pone dura pensando que la reseña de tu libro pueda producir una centésima parte del ruido que hizo el Nuevo Drama.
ResponderEliminarY anónimos somos todos, porque tú has firmado sólo uno de tus comments con tu nombre, pero en el resto yo leo: 'Anónimo'.
Anyway, te apreciamos. Sexualmente, se entiende.
La mirada arrebatada de Soto, ¿la ha ensayado o es que se le metía el calzoncillo por el orto?
ResponderEliminarEn serio, ahora sabemos en qué consiste el nuevo drama. Mirada, presumir de vestir en Zara y hacer chanzas "dejemos esto a los críticos, que tienen que comer" a la altura de muy pocos, apenas Pérez Reverte.
Releer al Gógol de "El capote" siempre me conmueve. Siempre me entristece hasta lo inexplicable la vida del pobre Akakiy Akakievich. Si no fuera por la franca ironía del último tramo… Ay, los rusos y su extraordinario poder de persuasión.
ResponderEliminarÁnimo con este blog, que es imprescindible.
ResponderEliminarPerdón, ¿dónde vierto la bilis con la lista de los mejores libros del año del blog de Mondadorina?
ResponderEliminarTongoy, a ver si afinas la puntería: La Viola, una de las 5 mejores del año!!! Y el mamoneo con nuestro viejo amigo O. es ya pa mear y no echar gota.
Buenas a todos.
ResponderEliminarGracias Iracundo.
Anónimo de las 21:23, ¿puede contener las bilis unos días o unas semanas? Si puede espere, porque todavía pocos han movido ficha -es raro porque si no recuerdo mal el año pasado por estas fechas ya habían salido casi todo el mundo con su lista de reyes, perdón, de lo mejor del 2010- y hay poco material para trabajar. Si no puede esperar no espere y suéltelo donde le plazca. Aquí está bien.
Hablando de Márquez, ayer empecé Tangram. Necesitaba un respiro de tanto Dosto y le tocó a él.
Un saludo,
Error preposicional: Donde dije "con" quería decir "por". Refiriéndome al blog de Mondadori, claro.
ResponderEliminarYo soy un simple anónimo y considero de cortesía vomitar después de que lo hagan ustedes, autores de blogs (que me salvan la vida). Así que espero.