lunes, 3 de febrero de 2020

“Lluvia fina” de Luis Landero

A ABC, El País y El Periódico —entre otros muchos— les pareció una de las mejores novelas españolas del año, cuando no directamente LA MEJOR. 

A mí no, claro, pero eso debe ser porque yo no le debo nada a nadie. O porque tengo mejor criterio. O qué sé yo. ALGO tiene que haber, de otro modo no se explica. Porque la novela de Landero no merece ser la mejor novela del año. 

No, eso no es cierto. Tal vez sí lo merece. 

Rectifico, entonces: la novela de Landero no debería ser la mejor novela del año. Pero tal vez lo sea. Lo cual quiere decir que pasan los años y seguimos sin levantar cabeza. ¿De verdad no hay nadie en este país capaz de escribir una buena novela aunque no sea más que por casualidad? 

Y al primero que diga Aramburu lo crucifico. 

Pero, bien: pongamos que Lluvia fina es lo mejor que se escrito en español en 2019. 

Pues que Dios nos ayude. 

Dicho lo cual. 

La historia son tres hermanos, una madre, un Horacio y una Aurora. 

Landero utiliza a Aurora para observar a los verdaderos protagonistas, esto es, todos lo que no son ella. Aurora es, por lo tanto, un contenedor de voces. A ella recurre la gente para hablar de sí misma y contarle sus secretos o simplemente desahogarse, lo cual la convierte en el ser humano con más información y paciencia del mundo. Pero ella es así: lo aguanta todo sin pestañear. El secreto: carecer de personalidad. Landero se ha cubierto de gloria: en su intento de dar voz a toda una familia utilizando como vaso comunicante a esta buena mujer, se ha olvidado de hacerla creíble, construyendo con ello un personaje a la medida de sus necesidades, un personaje sin pies ni cabeza que carece por completo de motivaciones pero a la que no podemos cuestionar en tanto que, de hacerlo, la novela se vendría abajo. 

De modo que, como en el anuncio, aceptamos a Aurora como animal de compañía. 

Y entonces sí. 

La cosa es: su marido, uno de los tres hermanos, quiere celebrar el ochenta cumpleaños de su madre, aprovechando así el evento para cerrar viejas heridas y volver a reunir a la familia. Por las otras dos partes, oposición. Resulta que la vieja era medio hija de puta y menos besos le quieren dar de todo, especialmente palos. 

La novela son las razones por las que unos sí y otros no y sus motivos para lo uno y para lo otro. 

Esto sería tolerable y hasta disfrutable si no fuese porque la novela, no siendo lo bastante entretenida para mantener la atención del lector se ve obligada a recurrir a un Horacio, que es un personaje del que no puedo hablar para no joderle a nadie la lectura. 

Lo que sí les adelanto, porque esto se ve desde muy atrás, es que al final la novela se la va a quedar el tal Horacio y, claro, la pregunta es: qué hacemos con todo aquello por lo que hemos pasado, tantas conversaciones, tantos cruces de recuerdos, tantos malentendidos, tanta ira, tanto hijoputismo materno y tanta leche. Nada, efectivamente. Al final Horacio y nada más. 

Landero promete un Tennessee Williams donde sólo hay Perrault. 

En resumen: floja, por mucho que nos gusten los dramas humanos y los monstruos de la Universal. 

¿Decepcionante? En absoluto.

Más quisiera. 



12 comentarios:

  1. Soy un admirador de la obra del primer Landero. Su primera novela y obra maestra "Juegos de la edad tardía" puso el listón muy alto. Después le seguiría una serie muy interesante, incidiendo en figuras perdedoras de aires cervantinos

    A mi parecer, su última etapa está resultando muy irregular. da la sensación de que escribe por mantener su compromiso contractual con la editorial. Y, efectivamente, la última no me parece digna de elevarse a primeros lugares de ningún ranking. Tiene 50 páginas finales dignas de mención, pero ya.
    Un saludo. Me alegro mucho que recuperes la buena costumbre de actualizar tu blog

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    1. Me alegro de verte, Hablador.
      A ver este intento en qué queda, vamos poco a poco.

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    2. Coincido con que "Juegos de la edad tardía" es una obra maestra. Diría incluso que es la novela que mejor retrata la impostura de lo que vendrá, la novela de los años 90. Por eso mismo, la crítica literaria no ha sabido qué hacer con ella, cómo clasificarla -a la crítica española le fascina clasificar, pobre- y, obviamente, no quiso ponerla en diálogo con los novelones infumables que se consagraron como la gran literatura de esos tiempos, porque Juegos... se ríe de ellas y muestra su esencial falsía.
      Después, la obra de Landero no descolla, pero nunca llega a la profunda miseria de Muñoz Molina, por ejemplo, que eso sí que es malo, malo, malo.
      No leí esta, señor Tongoy, pero confío en su crítica sesuda.

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  2. A mí me parece lamentable la novela, y a años luz de su primera. No sé qué pensará la gente pero al margen de su carga ideológica -aunque es ficción claro- merece mucho la pena la de Cristina Morales, por lo menos es atrevida, te ríes mucho, que no es fácil y además está muy bien escrita. Es mi opinión

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    1. Le tengo ganas pero no encuentro el momento. Creo que no me apetece lo suficiente todavía.

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  3. Buen análisis. Muy de acuerdo con lo que comentas.

    Un saludo!

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  4. Me la recomendó una amiga de la que me fío. Esta vez pinchó en hueso. La tengo a medias (o menos) desde el verano pasado. Me aburre mucho, y creo que se quedará así.

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  5. Aunque no tenga relación con el libro de Landero, me he acordado de un libro sobre crítica literaria que me parece soberbio al tiempo que alejado de la soberbia. Lo leí hace un par de años y aún me río. Se llama "Correo literario", de Wislawa Szymborska, premio Nobel de literatura. Aunque era poeta, tiene un par de libros en prosa, ambos sobre crítica literaria. Nunca había leído nada parecido: una forma magistral, llena de ironía, de criticar a los escritores. Os lo recomiendo encarecidamente, sobre todo a Carlos, que lo va a disfrutar si es que aún no lo ha leído.

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  6. Sr. Tongoy, ¿cuál cree usted que es el motivo por que en este país, tal como indica, no aparece una verdadera gran novela ni por casualidad? ¿Es por falta de talento y/o ambición, por ceguera editorial, por qué?

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  7. En mi caso es por vagancia. Vamos, que tengo en la cabeza el novelón del año pero no acabo de ponerme a ello. No paso del "Érase una vez..." y mira que el comienzo es bueno.

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  8. Tongoy, pensaba que habías cerrado el chiringuito, qué bien pasarme por aquí y ver que has vuelto (sollozo emotivo)!!
    ¿Sabes dónde estoy encontrando buena literatura española? Pues en la ciencia ficción y en la fantasía (porque en lo demás, yo ya he desistido hace tiempo).
    Lo último que me ha encantado: "El arcano y el jilguero", de Ferrán Varela y "Gutterson", de Francisco Guerrero. Ya sé que no es lo tuyo, pero es una pena.
    Un abrazo!

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