martes, 5 de abril de 2016

Resumen de lecturas MARZO 2016

Trato de no perder la costumbre de escribir estos resúmenes mensuales. Por dos razones: una, porque me obligan a sentarme un rato y reflexionar en voz alta y dos, porque me permiten hablar de libros que he leído pero que, por la razón que sea —generalmente falta de tiempo—, no tendrán espacio propio en el blog. Por otro lado, y ya que hablamos de tiempo, todo el que le dedique a este resumen no se lo podré dedicar a una reseña. Es por ello que este mes seré anormalmente breve pese a que, ya lo verán, no debería. Culpen a la madre naturaleza, si quieren, yo poco más puedo hacer.

El mes fue así de increíble:



Cicatriz de Sara Mesa
No voy a añadir nada a lo dicho en la reseña (ver post anterior). Simplemente que me ha sorprendido el…, cómo decirlo, entusiasmo que ha despertado. Para encontrar una entrada con más visitas que ésta tendríamos que viajar hasta enero de 2015, concretamente al resumen de lecturas del año anterior, y antes de eso, muy poquito antes, a la de Los últimos de Juan Carlos Márquez, una de las estrellas de este blog.

Sara Mesa no sé pero yo, pese a mi escasa participación en los comentarios, estoy encantado. Gracias.



La pertenencia de Gema Nieto

La de esta novela será la siguiente reseña, de modo que tampoco voy a perder ahora mucho el tiempo no vayan ustedes a saltársela después. La pertenencia es la primera aportación de Alberto Olmos como editor invitado en Caballo de Troya. Realmente ese es casi todo su valor. Para los que no estén al corriente: alguien no sabía qué hacer con el subproducto conocido Caballo de Troya, de modo que tuvo la feliz idea de cederlo a otras personas tipo Elvira Navarro y Alberto Olmos. Este es el año del segundo tras la anodina aportación de Elvira. Lo que más me gusta de esta gente es que publica en edición digital y lo hace a precios decentes, motivo por el cual estoy por no perderme ninguno, para que luego digan. Bueno, lo dicho: hablamos en un par de días.



Novela de ajedrez, de Stefan Zweig

Zweig me parece tan asquerosamente correcto que acabo por no leerlo nunca. O casi nunca. Novela de ajedrez era una vieja cuenta pendiente, como tantas otras. Poco que decir: corrección, corrección, corrección. Interesante, entretenida, efectiva pero también previsible, desde luego poco o nada sorprendente. A mí estas cosas no me dan para un post ni queriendo. Zweig me gusta casi tanto como me aburre hablar de él. O más.



La montaña, de Juan González Mesa

No sé bien cómo acabé leyendo esto, la verdad, probablemente Facebook tuvo mucho que ver. Es una novela de corte fantástico. Déjenme hacer memoria... Ah, sí. Un señor descubre, un buen día, ni se imaginan cómo (primera gran cagada de la novela), que si sigue viviendo a nivel del mar, se va a morir. Se traslada, pues, unos metros más arriba, como dos mil o así. El caso es que es cuestión de tiempo que el mismo mal lo alcancé allá donde vaya, de modo que acaba yendo lo más alto que puede, que es como altísimo. Claro, cuanto más arriba, menos para elegir por lo que es todo uno llegar a una cumbre y descubrir que lo suyo no es tan especial, que en realidad son legión. El cielo está lleno de zumbados, unos de atar o directamente atados y otros en caída libre. Si quieren entender el chiste se leen ustedes la novela, que tampoco lleva tanto tiempo. A mí me ha parecido muy floja, pese a un contar con par de ideas medio interesantes en las que el autor decide no profundizar sabrá él la razón. 



Seré un anciano hermoso en un gran país, de Manuel Astur

Aquí guardaré un interesado silencio. La reseña de esta… esta… obra, digamos, que dicen que inaugura un nuevo género literario tiene desde hace semanas su correspondiente y merecida reseña pero no será hasta poco más o menos la semana que viene que verá la luz. Lo siento, uno tiene sus ritmos. Aquí un fragmento, de todos modos, para que no me odien: «Seré un anciano… etc, está escrito por Manuel Astur, un escritor ya-no-tan-joven nacido en los 80 que ha sido todo uno verse la primera cana y lanzarse a escribir sus memorias en plan Nostalgia de Mí. El resultado es una obra de unas doscientas páginas en las que el autor habla de sí mismo y sus circunstancias desde el origen de sus tiempos y cómo ha cambiado todo y qué bien se vivía siendo el niño de Aquellos maravillosos años y qué grande Asturies, madre».



Guerra y paz, de Tolstoi

Lectura inesperada del mes. Bueno, inesperada… es verdad que tenía intención de leerlo este año pero también lo es que tuve intención de leerlo el año pasado y el anterior y el anterior (y así hasta 1923) pero lo he ido demorando por lo de siempre, ya saben, quién quiere meterse 1700 o 1900 páginas, según la edición, entre pecho y espalda, quién quiere volverse loco con esos doscientos personajes que se prometen en el dramatis. Nadie, claro. Pero al final, lo esperado: ni A, ni B, ni C sino todo lo contrario. Fue todo empezar y ya no querer dejarlo, ya no saber hacerlo, y que me faltaban personajes y que me faltaron páginas, que uno podría pasarse el resto de su vida leyendo nada más que Anna Karenina y nada más que Guerra y Paz y nada más que a Tolstoi. No tengo ninguna duda: volveré a leerlo. Desde hoy Novela Favorita nº x+1 y altarcito en el mueble-bar.



Madre e hija, de Jenn Díaz

En este blog tenemos la mala costumbre de no hablar, por razones que no vienen al caso, de las novelas de Jenn Díaz. Pero eso se tiene que acabar. No se puede ser joven, escritora y española y no tener un espacio propio en este blog. Di NO a los agravios comparativos, Tongoy. Mientras me lo pienso, leo y después ya veremos.





Y en abril… 

Guerra y Paz, lo insinuaba más arriba, es tan buena que resulta imposible dejar su universo así como así, de modo que sin quererlo ni beberlo me encuentro ahora mismo sumergido en el siglo XIX ruso de la mano de Dostoievski y Turguenev. De Dostoievski ha retomado su biografía (obra de Joseph Frank) y el plan es acompasarla con sus lecturas aunque Memorias de la casa muerta y Humillados y ofendidos las tengo demasiado recientes como para repetir. Respecto a Turguenev, debería ser capaz de leer cuatro o cinco de sus novelas: Rudin, Nido de nobles, Padres e hijos, Humo y Diario de un hombre superfluo. No prometo nada, pero haré lo posible por intercalar alguna novedad (aquí algunos candidatos: Gaddis, Leonardo Cano, Raduan Nassa, Javier Calvo, Jon Bilbao, Guillem López, Juan Vico, Tom Mccarthy, Renata Adler…).







66 comentarios:

  1. Bueno, parece que la lectura de Tolstoi eclipsa todo, como era previsible por otra parte. No se si recuerda mi mensaje al respecto, yo aún voy por la mitad de la mitad..., así que, siento darle envidia. Gracias por sus anotaciones. Saludos. Clinsor

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah, sí, cierto, y ya no es que lo eclipse; es a lo que invita.

      Eliminar
  2. No sé por qué te sigues torturando con Jon Bilbao.

    ResponderEliminar
  3. ¿ves por qué te decía en el otro post que esto se acaba?

    Porque constantemente me pregunto ¿Habrá por ahí otro Tolstoi? ¿Lo conoceremos? ¿Son tiempos propicios para que surja otro Tolstoi? ¿La humanidad necesita otro Tolstoi? ¿Y otro Dostoviesky, otro Stendahl, otro Clarín, otro Zola, otro Flaubert, otro Balzac, otro Baroja...?

    ¿tanta diferencia hay entre las mujeres y los hombres de entonces con los de ahora?

    ¿Tanto ha cambiado el mundo que no necesitamos de ese tipo de talendo para desvelarlo?

    ¿De verdad todo se reduce a vender y nada más que vender? ¿No damos para más? Y entonces, ¿eran más inteligentes en el XIX? ¿O senicllamente eran otros diferentes, con otras prioridades?

    ¿Es demasiado pesimista la percepción de que vivimos al borde de la cascada y nos precipitamos hacia la decadencia de la actual civilización?

    ¿Es conveniente beber antes de comer?

    Dígame doctor, que estoy que no duermo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo creo que la respuesta a todo es NO, pero tendría que repasarlo.

      Eliminar
  4. Te recomiendo lo nuevo de Christian Gálvez.

    ResponderEliminar
  5. Hola Tongoy:

    Sobre Tolstoi: ¿Has leído "Resurrección"? Está un peldaño por debajo de Guerra y paz y Anna Karenina, pero desde luego merece la pena. Es la tercera de las tres grandes obras de Tolstoi. Hay una edición en Pretextos que recuerdo que estaba bien.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. NO, es la que me queda de Tolstoi (y alguna otra que no me interesa). Debería caer pronto, en cuanto me haga con esa edición.

      Un saludo,

      Eliminar
    2. La edición en Pretextos de "Resurrección" está muy bien. Lo malo es que la novela es un coitus interruptus absoluto, con un final atropellado y chapucero indigno de Lev Nikolaievich, que deja el conjunto muy por debajo de Anna Karenina y, desde luego, a años luz de Guerra y Paz, que siempre será, para un servidor, la obra más más grande de Tolstoi.

      Eliminar
  6. Siempre he seguido tu blog y reconozco que es un honor en sí que me reseñes, aunque tu anuncio no augure nada bueno y vayas a destruirme como a Troya. De hecho lo sabía y no me esperaba menos, de modo que si tiene que arder, que arda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, es verdad que no es un comentario alentador pero celebro la deportividad. Gracias por pasar.

      Eliminar
    2. De nada. Aquí tienes más leña para el fuego de mi hoguera, mira si soy generosa. No para que cambies de opinión sobre tu desagrado, sino para que al menos cuentes con más datos sobre el porqué de mis elecciones:
      http://ciertadistancia.blogspot.com.es/2016/03/gema-nieto-cuestionario-basico.html

      Eliminar
    3. No te lo vas a creer pero mi reseña empieza con esa entrevista.

      Eliminar
    4. ¡Feliz casualidad! Bueno, aguardo la ordalía, espero que no me hagas mucha sangre... Buen viernes.

      Eliminar
    5. "aguardo la ordalía"..., me gusta, aquí hay escritora.

      Eliminar
    6. Vaya, la próxima reseña se hace desear...

      Eliminar
  7. No hace m ucho tiempo que sigo este blog pero me ha sorprendido que el autor no hubieses leído guerra y paz. ¿Puede alguien hablar de literatura para los demás sin haber leído el Quijote, hojeado o leído a Shakespeare o Guerra y Paz? Yo creo que no, igual un día de estos nos dice que acaba de leer Los papeles de Pickwick o La casa lúgubre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tongoy es un ignorante sabelotodo.

      Eliminar
    2. ¿No se lo han dicho? Ya veo que no. Verá, yo soy un genio natural, no necesito leer para opinar. Estoy por encima de todo eso.

      Y, bueno, entre lo que me queda por leer, lo que he leído probablemente mal o siendo demasiado joven (que es algo que no se suele tener en cuenta no acabo de entender la razón) tendría para estar callado doce años mínimo. Pero va a ser que no.

      Eliminar
    3. No se puede hablar de literatura sin haber leído quéeeee? Sigan así, no me divertía tanto desde que en un blog me insultaron por decir que "Al Este del Edén" es un truño.

      Eliminar
  8. Siempre nos queda Sara Mesa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. O carroñeros como tú.

      Eliminar
    2. Vale, vale, no me hagas llegar la impronta del asco que ahora sientes por mí.

      Eliminar
  9. Señor Tongoy ya que ha hecho usted el placentero esfuerzo de leerse tan magna y extensa obra habrá escogido una digna traducción. La de Alianza no es mala pero creo que la mejor es la que encargara Mario Muchnik en su día a Lydia Kúper.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente. Pese a que empecé leyendo ambas ediciones (por una cuestión práctica) enseguida me decanté por la de Kuper (que ya podían reeditar, por cierto).

      Eliminar
  10. ¿Y no será que Tongoy juzga (ya que él mismo no quiere usar la expresión "crítica literaria") sin ningún fundamento más allá de antipatías personales o fobias? lo digo por esto http://www.elcultural.com/noticias/letras/Jesus-Carrasco-Premio-de-Literatura-de-la-Union-Europea-2016/9133

    pero para Tongoy no vale nada...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente: para mí no vale nada. O casi nada, que para el caso es lo mismo.
      Es que verá, los premios... no es que yo no tenga fe en ellos, es que no se los cree nadie. De todos modos conste que me alegro por él. Mejor Carrasco que Lackberg. Todo queda en casa y yo hoy me he levantado con un espíritu nacionalista de aupa. A ver cuánto me dura. De todos modos, y ya que estamos, ese premio hubiera tenido mucho más sentido el año pasado o cuando sea que se publicó Intemperie. Que se lo den ahora parece un acto de "subsanación" más que sincero reconocimiento.

      Y si quiere hablar de premios europeos, no olvide mencionar que en 2011 a Javier Marías le dieron el premio europeo de literatura por Los enamoramientos. No sé si ha leído la novela. Yo sí.

      Eliminar
    2. Pues por mí como si le dan el Nobel o gana la Championlí. "Intemperie" me resulta pretencioso y simplón. Hala, ya lo he dicho.

      Eliminar
  11. Haz llegar tu comentario a los responsables de la CIUG que han escogido "Novela de Ajedrez" como obra relevante para ser lectura obligatoria (del s. XX) en la asignatura de Literatura Universal (2º Bach) y que será evaluada en Selectividad. Por ese niño que algún día llegará a Bachillerato.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No entiendo su comentario. A mí la novela me gustó. Zweig siempre me ha gustado. Lo que ocurre es que no me apetece reseñarlo (pero vamos, como tantas otras veces con tantas otras novelas). No sé si tal cosa será de interés para los responsables de la CIUG que, en mi opinión, han estado muy acertados. Pero bueno, yo se lo mando y que juzguen ellos lo que hago o dejo de hacer en mi tiempo libre.

      Eliminar
  12. Me encanta ese humor negro e ingenio con el que critica todos los bodrios que se publican a día de hoy. La lástima es que no acierte en todas sus críticas y no se permita disfrutar de algunas lecturas destacables, sorprendentemente , en el siglo XXI.
    Ya era hora de que se publicase algo digno de estar en nuestras estanterías y conocimientos literarios como La pertenencia. No soy nada fan de Caballo de troya ni de Olmos, pero es un acierto de novela.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se equivoque: yo siempre acierto; son los demás los que se equivocan.

      Celebro que le gustase. Lo hablamos en unos días.

      Eliminar
  13. ¡Hola!
    Cicatriz tengo muchas ganas de leerlo desde hace tiempo, a ver cuando le hago un hueco. Novela de ajedrez también quiero leerlo, aunque tengo otros libros del autor que quiero leer antes.
    Guerra y paz lo tengo esperando en la estantería, de momento no me animo con él.
    Un beso y disfruta de las lecturas de abril

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hágase un favor y lea Guerra y paz, le interesará desde la primera página. Es una obra que cuando antes la lea antes podrá releerla, y le aseguro que cuando la relea le parecerá aún mejor.

      Eliminar
    2. Suscribo: lea Guerra y paz. Todo lo demás no importa. No valen excusas.

      Eliminar
  14. Guerra y paz es un tolstoñazo, pero queda mucho más cool defenderla, sospecho que sin haberla leído por completo. COmo Moby Dick y tal.

    ResponderEliminar
  15. Pues a mí el de González Mesa me gustó, no es Guerra y Paz pero es mucho mejor que el coso de la otra mesa, la ínclita Sara, digo. (La nueva Virgina Woolf, la Mary Shelley de nuestro tiempo, y tal.)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene guasa decir que lo de González Mesa es mejor que lo de Sara Mesa. Lo argumentaría, pero si usted piensa tal cosa, intuyo que el esfuerzo será inútil.

      Eliminar
  16. Mucho Tolstoi y mucha hostia pero aquí nadie tiene pelotas a leerse el puto Ulises de Joyce.

    ResponderEliminar
  17. Quien quiera leer una crítica fundamentada y extensa de Cicatriz puede hacerlo en este link:

    http://www.lilianacosta.com/cicatriz/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En dicha crítica hay párrafos de la novela, buenos ejemplos para no leerla.

      Eliminar
    2. Si confundes crítica con resumen, mal vamos. Así no se fundamenta una crítica, solo se cuenta de qué va y si te mola o no. Todo esto me deja clarísimo que la crítica es subjetiva y también interesada, excepto en casos como los de Tongoy y otros lectores a quienes nada les va en ello. Pero no hay nada mejor que crear una bola de nieve aunque sea a partir de unas ramitas de mediocridad para encumbrar a quien interesa.

      Eliminar
  18. Jo, qué pesaditos con la novelucha de los cojones...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Coincido. Es la última vez que reseño a Sara Mesa.

      Eliminar
    2. Te han dado unos toques vía Facebook sus amigos? Que se lo digan a Peio R. y a algún otro.......

      Eliminar
  19. Y mientras tanto, "Cicatriz", de Juan Gómez Jurado, en Ediciones B lo peta en ventas. Pones "cicatriz novela" en google y de la Mesa casi ni hablan. Ni Anagrama ni leches. Los que venden y firman un huevo son siempre otros que no salen en suplementos ni son la gran esperanza blanca de la literatura española. Otra cosa es que sean artistas, pero creo que eso importa una mierda. Mientras, aquí rompiéndonos las pelotas por autores que no conoce nadie. Menuda mentira.

    ResponderEliminar
  20. Ya que te gusta tanto Tolstoi (yo también lo adoro), me permito hacerte una recomendación: la biografía que de él escribió Henri Troyat. De Troyat me leí la biografía de Dostoievski y, en fin, no estaba mal pero no tampoco era gran cosa; la de Tolstoi, en cambio, es una obra maestra absoluta. No exagero si digo que se lee con la misma pasión que las propias novelas de Tolstoi. Lo malo es que no se reedita desde hace mucho, y la traducción que yo leí es pésima (y me da a mí que te va a costar encontrar otra), pero así y todo apuesto mi casa, mis coches y mis caballos a que no te arrepentirás si la lees. Es verdad que el personaje da de sí por sí mismo, pero me resulta difícil creer que alguien pueda escribir una biografía mejor, no solo de Tolstoi, sino de cualquiera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El de Troyat es "inencontrable". De todos modos me cuesta creer que haya una biografía mejor que la que Frank dedica a Dostoievski.

      Eliminar
  21. Jeje, pues entonces a los dos nos cuesta creernos respectivamente, lo cual está bien. Ojalá hubiera muchos más libros de esos que le hacen a uno decir: "me cuesta creer que haya algo mejor que esto". El de Troyat, efectivamente, es inútil buscarlo en las librerías. De segunda mano sí que se encuentra, aunque yo lo saqué de la biblioteca. Y al de Frank hace tiempo que le tengo ganas, pero no me animo. Supongo que la vida de Dostoievski es un poco como esos libros que uno da por conocidos desde siempre, aun no habiéndolos leídos, y de pronto un día va y los lee y dice hostia, esto no es lo que me esperaba. Tarde o temprano le meteré mano, porque el que le dedica Troyat es a todas luces insuficiente. Un saludo.

    ResponderEliminar
  22. “Sabes perfectamente que, infligiéndole daño a los zapatos, me lo estás infligiendo a mí. No me extraña que junto con los zapatos hayas querido hacerme llegar una impronta del asco que ahora sientes por mí. Es el sentimiento natural de alguien que, como tú, siempre quiere quedar por encima.” (pág. 170).
    Cicatriz, Sara Mesa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Pobres zapatos! Tuvieron que quedarse, los dos, hechos polvo. ¿Y yo? Pues... ¿cómo voy a sentirme yo?. Absoluta y definitivamente inflingido. ;-)

      Eliminar
    2. Pobres infelices resentidos y envidiosos. Dais asco.

      Eliminar
    3. Así no vamos a ninguna parte. "Sabes perfectamente que dañando los zapatos, me estás causando daño a mí. Y usted, quien quiera que sea el que tan generosamente ha asumido el papel de mi psicoanalista, también "sabe perfectamente" (como el personaje del libro) que es así como se dice. A las cosas, a los objetos, no se les causa (o infringe, si lo prefiere) "daño", sino "daños", hasta hoy, por lo menos.

      Todo lo que he dicho, usted lo sabe. Y ahora ya depende de usted, y solo de usted, la actitud a adoptar ante mi inocente broma: la del rencor o la de la sabiduria. Un abrazo chaval/chavala. Y no te mosqués, coño, no te mosqués, que la cosa no es para tanto ;-)

      Eliminar
    4. Tú sí que infringes, pero todas las reglas de la gramática...

      Mira que confundir "infringir" con "infligir" y dedicarse a dar lecciones.

      Y lo de "infligir daños" en lugar de "infligir daño" debe de ser una regla que te acabas de inventar.

      Eliminar
    5. En efecto -lapsus clavi- es inflingir, obviamente. Pero usted también debería rectificar en lo otro. Daño: personas. Daños: objeto. Tengo daño en la moto: mal. Tengo daños en la moto: bien. Me hice daño en la mano: bien. Me hice daños en una mano: mal. Usted sabe que es así, como yo se perfectamente que es inflingir y no infringir, como, torpemente (en un descuido imperdonable dado el contexto en el que este ha tenido lugar) he utilizado.

      ¿Estamos o no estamos, corazón? ;-)

      Eliminar
    6. No, no estamos. El daño que se refiere a las personas es sinónimo de dolor, mientras que el que se refiere a los objetos lo es de menoscabo o deterioro. ¿No has oído hablar en Derecho del daño [emergente] que puede sufrir cualquier bien?

      Eres el comentarista menos indicado para andar con la lupa sobre lo que escriben otros. Y no solamente por haber confundido "infligir" con "infringir" (no es grave, pero, si dudabas, habrías podido tomarte la molestia de consultar el diccionario), sino por lo mal que redactas, tanto aquí como en tu blog.

      Si alguien quiere saber por qué Milena Busquets y Sara Mesa publican en Anagrama y tantos supuestos genios de la oscuridad de internet no lo hacen, que lea un rato el blog gualtrapa de este Bluff. ¡Si no sabes escribir, Julian!

      Eliminar
    7. Vamos a ver. Que Salieri criticara a Mozart es lo normal: la envidia, esas cosas... Pero que, como parece que sucede aquí, sea Mozart el que se dedica a insultar a Salieri, no entra, a mi juicio, dentro de la lógica. Bien que... probablemente el desaforado comentarista no juzgue mis méritos compositores mucho más allá que los del turuta de la legión. Menos lógica todavía que se rebaje a revolcarse en el fango. Un honor, por tanto.

      En cuanto a las escritoras Milena Busquets y Sara Mesa, habiendo oído hablar de ellas en Internet, no he tenido la oportunidad de leer ninguno de sus libros, carezco, por tanto, de cualquier opinión sobre sus merecimientos. Le exhorto, joven, a que siga usted leyendo mi blog, no tengo la menor duda de que si comienza a formarse con normalidad, mesura, desechando los prejuicios, acabará por darse cuenta de que en realidad no soy tan maula como -por la razón que sea- apetece usted juzgarme, sin que por mi parte, como resulta obvio, termine de creer en la sinceridad de sus palabras.

      Un abrazo!

      Eliminar
  23. “Y es a partir de entonces cuando todo comienza a precipitarse y la fantasía despierta su curiosidad, y la curiosidad su fantasía. Sonia comprende que nada tiene sentido si él no puede verla de algún modo. ¿No debería darle alguna recompensa? Propone un encuentro en Cárdenas…
    … Salir y entrar de su vida, como por una hendidura que apenas es visible, sin riesgos y sin compromisos. Olvidar por un día a la madre, a los hermanos, a la abuela, al marido y al hijo. Olvidar el trabajo… Es ante todo la necesidad de fingir, aunque sea durante un solo día, que es posible vivir otra vida en la que ella juega el papel de chica distinguida, elegante y despreocupadamente libertina.” (pág. 112).
    Cicatriz, Sara Mesa

    ResponderEliminar
  24. El 99 por ciento de los que pasan por aquí juzgando y condenando no han leido aquello que juzgan y condenan. Yo a esa gente la llamo basura.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.