martes, 26 de abril de 2011

"Los enamoramientos" de Javier Marías (Irreverent Review)

Vayamos al grano; no quiero perder demasiado tiempo con esto. Los seguidores de Marías, entre los que no me incluyo, disfrutarán, por lo que he oído, con esta novelita de amor… perdón, de esta novelita, tan tierna, que trata sobre el amor. Es muy Marías, dicen, es él en esencia, dicen; al margen de lo acertado o no del argumento, es más de Marías, dicen, y eso es, por lo tanto, lo mejor de lo mejor. Dicen, dicen, dicen… si hiciéramos caso de todo lo que dicen… Menos mal que estoy yo aquí para abrirles los ojos con mi clarividencia. Hoy sí que seré breve, ya verán, porque al no entender nada (siendo “nada” la presunción de calidad de los "caldillos" que prepara Javier Marías) tengo muy poco que contar. Es por ello que la crítica bestial que esperaban la vamos a tener que dejar (me parece) para las lágrimas bajo la lluvia de Rosa Montero. Pueden denunciarme si quieren, por imbécil, inmoral; por lo que les de la gana.



Le robo una cita de Auden a un blog –que por cierto habla maravillas de esta novela- en la que se asegura  que reseñar libros malos no es sólo una pérdida de tiempo, sino un peligro para el carácter. No puedo estar menos de acuerdo. Quizá en lo del carácter sí, porque a mí se me está avinagrando un tanto, pero con el resto no. Los libros malos o los mediocres, los poco notables, hay que denunciarlos siempre.  Sistemáticamente. Norma de la casa. Y con vehemencia además, nada de medias tintas, nada de “puede que algunos les guste”, nada de “veremos de aquí a veinte años” y desde luego nada de “sería mejor  empezar por obras anteriores del mismo autor”. Eso jamás. Nunca, niños, nunca hagáis caso de los señores mayores que os digan que es imperativo recorrer la bibliografía de un escritor para entender, apreciar o valorar en su justa medida su última novela porque lo único que quieren, los señores mayores, es que le cojáis cariño a golpe de lectura; algo así como hacernos creer en dios a golpe de misa durante la infancia.

Decía más arriba que al no entender, al no conocer, no puedo argumentar en contra de Marías más allá de lo que me dicta el menos común de los sentidos, ya saben: el sentido común. Les voy a poner un ejemplo: en un momento indeterminado de la novela leo lo siguiente:
“Esa fue la única ventaja y desde luego no valió la pena. Los camareros estaban equivocados y cuando dejaran de estarlo no me lo comunicaron. Desvern no volvería nunca, ni por tanto la pareja jovial, como tal había quedado también suprimida del mundo”.
A ver, antes de que me maltraten: la he revisado setenta veces siete, la he negado tres, como Pedro, y al final siempre el mismo resultado: la errata de la segunda frase y la incongruencia del final de la tercera no son mías. ¿”Cuándo dejaran de estarlo no me lo comunicaron”? A Marías le convendría abandonar la máquina de escribir y pasarse al portátil: el corrector gramatical es nuestro amigo, recuerden (aunque en este caso no sirva de mucho). También puede ser que esté bien y yo sea el único que ve cierto desarreglo verbal o que Marías nos la quiera jugar, ver si estamos atentos. 

Otro cantar es el estilo del escritor, con el que ya no me meto (con el estilo, quiero decir; con el escritor sí); sus digresiones; su forma de reflexionar sobre los misterios menos misteriosos del alma humana. Eso (la digresión -y el resto-) en esta novela tiene mucha importancia. Me atrevería a decir que tiene una importancia vital. Esta novela, para los que no lo sepan, tiene un tamaño aproximado de 400 páginas durante las cuales se desarrolla una historia que en manos de otros, pongamos, no sé, profesionales del medio (esto incluye aspirantes con talento y sin suerte y/o periodistas deportivos) ocuparía, siendo generoso, no más de 50 páginas. Con esta historia, poniéndome cabrón, apostaría casi cualquier cosa a que hay seres humanos perfectamente capaces de hacerles a ustedes un microrrelato que incluyese elaboradísimas, por detalladas, recetas de cocina y cocktails varios. 

Me da un poco de pena y de risa, pero sobre todo de rabia, no ser menos respetuoso de lo que en realidad soy porque ser así es el motivo por el que no puedo contarles de qué va la película que nos cuenta Marías -como demostración palpable de todo esto. Él mismo ha insistido, por activa y por pasiva (en las tropecientas mil entrevistas que me he tragado como documentación -para que no me vean especialmente desinformado-) que es importante no desvelar la trama para no estropear la sorpresa. Eso es de cajón. Lo que quiere decir Marías es que en este caso no se puede decir nada de nada de nada de nada porque a poco que se diga algo, lo que sea, cualquier cosa, nos quedaremos sin sospresa. Imagínense lo elaborada que es la trama. Lo único que parece justificar la extensión de la novela son las ganas que tiene el escritor, en mi opinión, de lucir su prosa afectada (marca de la casa) y su capacidad (su facilidad, sería más correcto) para la digresión. No tengo nada contra eso. Parece que sí, pero no. Es más, si tuviera que destacar una virtud sería precisamente esa. 



Miren, no se compliquen, no me hagan caso, ¿vale?, olviden esta reseña. Léanse el libro, cómprenlo si quieren. Lo que ustedes vean. Aquí lo único que pasa es que a mí Marías no me convence y de ahí  que tire a matar (por eso y porque me divierte) pero si a ustedes sí, pues perfecto. Vamos a zanjar la cuestión con las tres conclusiones que podemos extraer de este librito tan amoroso:
  • A quien le guste J.M. esta novela no le decepcionará (ni habrá quien lo aguante en la feria del libro) porque es, lo dije al comienzo, más de lo mismo. Más de Marías. Páginas y páginas de información inútil y de una historia que no avanza si no es a trompicones. De amor también; a raudales; de ahí el título. Y lágrimas, claro, y un montón de personajes todos hablando igualito que Marías en la intimidad. ¿Quién, aparte de mí, no ha soñado con eso alguna vez?
  • A quien le deje indiferente J.M. no le va a cambiar mucho la vida. Puede que consiga coger el sueño con más facilidad o que se anime a ver aquella película tanto tiempo demorada, pero poco más.
  • A quien no le guste J.M. tampoco creo que en esta ocasión vaya a cambiar de parecer. Por lo mismo de antes: lo peculiar de su estilo. Marías tiene su público, numeroso, generoso, que no se baja sus libros de páginas ilegales, que no duda en defenderlo a capa y espada, que se pasa por el forro lo artístico de su prosa . Incluso yo, aquí donde me ven, disfruto en ocasiones de ella, pero cuatrocientas páginas de lo mismo, cuando cojea una historia, son demasiadas. A mi denme una buena historia, algo de pasión, algo mínimamente adictivo, algo que tenga que rascar y escriban como les salga de los huevos. Pero a mí, la floritura por la floritura no. Ya no.


30 comentarios:

  1. Exagerado. Es uno de los libros de Marías con el que he disfrutado a lo grande.
    Quizá dónde comenta el libro de Balzac sobran unas cuantas páginas por lo demás maravilloso.
    Y no es sobre el amor, es sobre el enamoramiento, cuando entras en esa fase de que se te cae la baba por alguien.

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  2. Me gusta Marías. Me gustó tu razonada entrada. ¿Te está gustando Blanco Nocturno? A mí me ha parecido maravilloso. Como todo Piglia.
    Un saludo.

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  3. Mi prejuicio sobre este señor era del tamaño de un niño cabezón. Felizmente, usted ha conseguido que mi prejuicio crezca y madure. Su reseña es como un vale-descuento, y sirve para restarle a Marías cinco años más de mi vida en los que no volveré a pensar si debo leerlo.

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  4. ¡Qué te voy a decir!
    Voy por la página 195 y no es que me guste, es que me encanta.
    Olvídate de la trama, eso es lo de menos. Lo que importa es lo que cuenta, cómo lo cuenta.... Me he descubierto a mi misma en muchos de sus párrafos. Te aseguro que hay muchas mujeres escritoras que no tienen tan claro su lado más femenino como este hombre lo tiene.
    Así que como soy mujer, me gusta el lenguaje elaborado y no abandono ante un mal arranque (ciertamente es mejorable) adoro a este hombre y a sus libros. Y si no hay trama, pues que no la haya, lo bueno es el viaje por sus páginas.
    Y te diré, mi querido hermano, que mucho has ladrado para tan poco morder. ¿Creías que perderías parte de tu herencia? Si total no te la iba a dejar a ti.
    Sigo reservándote los libros de los que hablaste por si acaso, aunque presiento que no le harás caso a todos esos señores mayores y no volverás atrás.
    Un beso

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  5. MADISON, espero que nuestros gustos sean diametralmente opuestos y que lo que tú has disfrutado tanto y yo no signifique que lo que tú no yo sí -no sé si me explico- y así cuando llegue el día disfrute con otro más que con este. Y el enamoramiento es una fase del amor y no creo que trate exclusivamente de ese instante yo más bien diría que de muchos instantes del amor: de los que vienen, de los que se van y de los que se aceptan sin ser del todo verdad. Y hasta aquí puedo leer. Un beso,

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  6. BLANCO, no se sienta culpable. A todo el mundo le gusta Marías, por lo que veo. Sólo conozco (aparte de mí y las lecturas a desconocidos) a una persona que no. De ahí mis dudas y mi prudencia y el haber tratado de explicar porqué no me gusta Marías antes de meterme en camisas de once varas para sólo meter la pata. No me importaría retractarme en el fututo. Tampoco lo descarto. Me extrañaría, pero no lo descarto. Respecto a Blanco Nocturno, lo estaba terminando cuando leí su mensaje (habrá visto que ya he cambiado de lectura) y sí, me ha gustado mucho. Ya quisieran la mitad (¡qué digo la mitad! ¡el uno por ciento!) de las novelas de intriga ser como la mitad de buenas que esta. Quizá se me ha ido la mano, pero da igual, es fantástica. He pensado en hacerle una entrada pero no me siento capaz. Estas novelas siempre me acojonan.
    Un saludo,

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  7. SR.ESPINAR. Los prejuicios son maravillosos. ¿Se imagina un prejuicio de toda la vida y que “enllegando” al final descubramos que no, que estábamos equivocados, que nuestras sospechas no tenían fundamento alguno? Sería algo así como descubrir a Bernhard estando ya maduro. ¿Se le ocurre algo mejor? El caso es que sentía curiosidad por Marías aunque por cosillas que había leído (debo guardar SINDElencio sobre los detalles) ya me lo veía venir. Hay prejuicios que está bien tratar de quebrantar de vez en cuando. Mire yo, a mi edad y a punto de reventar el segundo con la última novela de Rosa Montero. Por lo demás mi apoyo más incondicional: yo también creo que no le gustaría ni un átomo. Subo esos cinco a diez.

    Un saludo,

    P.D.: Tengo por leer su artículo de Wilde, al que mi mujer adora desde siempre.

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  8. MARIETA
    Marieta, Marieta, Marieta…. ¿Por dónde empiezo a sacarle punta a tu comentario (que tanto agradezco y esperaba, por cierto)? ¿La página 195, eh? A estas alturas ya debes estar mordiéndote las uñas, seguro. Pero recuerdo la página… Mas o menos, vaya. El ecuador del libro siempre es un momento importante. Aquí debió ser cuando me apeteció cortarme las uñas y no lo hice porque me parecía inapropiado mezclar tedios.
    Vamos a ver: ¿cómo me voy a olvidar de la trama? Marías escribe… raro (dejémoslo ahí), la novela es de amor… ¡por lo menos dame una trama interesante! Aún si me hiciera reír… Pero conste que te entiendo. Os entiendo a todos los lectores amantes de Marías. A toditos. Os pone la prosa porque parece bonita. Ese es, por lo visto, el éxito de Marías: la seducción a través de la palabra escrita. Pero eso es muy viejo. Yo mismo, sin ir muy lejos, provoco erecciones multitudinarias cada vez que publico una entrada. ¡Pero eso no quiere decir que sea buen escritor! ¡Ni que esté bueno! Lo que quiere decir es que soy hábil engañando a los demás. Igualito que Marías que además publica en alfaguara y se garantiza el éxito de masas.
    Fuera bromas yo, puestos a disfrutar viajando entre las páginas me quedo con Bernhard, a quien te recomiendo encarecidamente entre otras cosas porque gran parte de Marías parece ser un intento de imitarlo. Pero mira, sin desmerecer a Marías: no le llega ni a la suela de los zapatos. En serio, deberías leerlo (pero no elijas al azar).

    Respecto a los ladridos y las mordidas me reservo para un segundo asalto. No quiero que me acusen de juzgar sin tener datos suficientes. La próxima será determinante y la tercera y (espero) última, mortal. Esto quiere decir que sí, que me los sigas guardando, que ni señores mayores ni viejos con guadaña me harán desistir de mi misión. No olvides que soy… La Medicina de Tongoy!

    (Este final es mucho mejor leerlo con alguna música épica, tipo Señor de los Anillos, para que no se note tanto la payasada.)

    P.D. A Marías le voy cogiendo cariño y manía a partes iguales y cada día más. Lo digo porque quizá deberíamos ir pensando en quedar para tomar un café antes de alcanzar el nivel de quemarte los libros según te vea).

    Besos, besos, besos,

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  9. Soy La sargento Margaret!! A ver si así, poniendome seria, echando galones, me deja meter el comentario:
    Quería yo decir que nosotras tampoco podemos con Marías. Vale Sam. Que dice Samantha que a ella le gustó "Todas las almas".
    En otro comentario se habla de que Marías se mete muy bien en la sensibilidad femenina, que si lo del lado femenino de los hombres y esas zarandajas. No estamos de acuerdo. Yo en los libros de Marías no encuentro la suficiente emoción como para aguantar, que me valga la pena tanta rosa vacía. La forma es importante, cierto pero es necesario algo de chicha. Un escritor no se debe dejar llevar por su tendencia a la digresión. Cuenta Vargas Llosa en "La orgía perpetua" que Flaubert leyó durante 4 día su primera versión de "La tentación de San Antonio" a sus amigos Maxime du Camp y Louis Bouilhet y que les pidió una opinión sincera. Estos le dijeron algo así como que menos rollo. Flaubert lo comprendió y aprendió a recortarse. Pues eso, creo yo desde mi modesta opinión, le hace falta a Javier Marías
    Un saludo Carlos.

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  10. Hola guapísima. Me deja usted sin habla: temía preguntarles porque pensé que me dirían que sí, que les gustaba, que su prosa era hermosa y que nada mas que eso importaba por se más que suficiente y entonces yo caería en una crisis fatal. Me he librado por los pelos, ya veo.

    Yo he querido evitar el asunto de la sensibilidad femenina porque me sobraban argumentos y no quería eternizarme pero la verdad es que ponerse babosete no es suficiente para justificar lo que se dice, cuando todo el mundo sabe además que a la mujer no hay dios que la entinda. Lo digo como un cumplido. Creo.

    Algo que me molesta mucho de este libro -y que olvidé mencionar en su momento- es la sensación de estar metido en un burbuja de perfección. Todos son guapos, listos, tienen cuerpos ideales, dinero suficiente, pasión a raudales. Enamoran con la mirada y no follan mas (perdón) porque no quieren. Joder, así se enamora cualquiera!

    Gracias por pasar Mary Margaret,

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  11. Así me lo tomo, Carlos, como un cumplido. Las mujeres somos complicadas y la vida es muy corta y desgraciadamente solo hay una, vida digo, y mejor vivir una vida complicada, con muchos matices y mucho más sentida. las mujeres lloramos más, sufrimos más y nos alegramos más. Lo siento pero es así. Solo el que sufre mucho disfruta mucho. Puede ser debido a que desde jóvenes, por motivos biológicos, estamos más en contacto con la vida. Los hombres, y no lo digo como un insulto sois más simples, de menos dimensiones. Como no hay forma de meterse unos en la mente de otras pues ellos nnca entenderan lo que se pierden. Solo nosotras lo sabemos. Marías, todo esto no lo sabe. Por ello yo no lo veo en sus libros. Ya me he dejado muchos en la página 200.
    A la mujer pocos escritores la entienden y Marías no es uno de ellos.
    Un abrazo
    La sargento Margaret

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  12. En primer lugar, quisiera felicitarle por su reseña; por un momento casi me ha convencido de que se había leído el libro (o cualquier otro del autor).
    En todo caso, aunque no comparto buena parte de lo que ha escrito, si tengo que reconocer que estoy de acuerdo con muchas de sus afirmaciones, como la de que no le ha dedicado mucho tiempo a esto, la de que no ha entendido nada, o que es mejor olvidar esta reseña.
    Mire, me he leído su comentario tres veces, por si acaso era yo el que no entendía nada, y no he encontrado el más mínimo rastro de argumentación; sólo rabia, mala leche e ironía barata. Es una combinación que luce mucho, no se lo niego, pero es tan fácil.

    Javier

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  13. Eso es porque yo soy un chico fácil.

    Gracias por leerse tres veces la reseña -la gente debería aprender de usted- y lamento que no estemos de acuerdo. A veces pasa. Tampoco me angustia, ojo, no estoy de acuerdo con mucha gente en muchas cosas y nos queremos igualmente.

    En cuanto al resto lo siento pero no puedo darle la razón. Yo, antes de sentir rabia y mala leche dejo de leer el libro que sea, que a mi por esto no me pagan. Ni rabia ni mala leche, entonces. Es más, si la sintiese no estaría dispuesto como estoy a leerme tres libros más de este buen señor para estar completamente seguro de que no es el fraude nacional que parece.
    De todos modos, no se equivoque: esta no es un crítica de la novela. Yo no hago crítica literaria. Esta es mi opinión soberana de lo que me ha parecido y lo que me ha provocado.
    Mi ironía no es buena, no, pero más o menos como sus dotes adivinatorias: lo siento pero sí me he leído la novela. De cabo a rabo, como un auténtico campeón.

    En cualquier caso da igual: no soy el único al que la prosa de Marías le parece un exceso insufrible.

    Reciba un cordial saludo y muchas y muy sinceras gracias por pasarse a dar su opinión (que dicho sea de paso, coincide con la de la mayoría).

    Carlos,

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  14. Pido excusas al anfitrión por lo brusco de la pregunta que a continuación planteo: ¿Es que nos hemos vuelto todos locos? ¿Cómo, en justa consideración, podría alguien atribuir a la prosa de JM cualidades tales como el ritmo, la plasticidad, la concisión respecto a aquello que se pretende expresar o el empleo original de las figuras retóricas clásicas? Por amor de los dioses... ¡Reconozcámoslo ya! ¡Este tipo no puede ser calificado, bajo ningún concepto ni circunstancia, de escritor! Se pretende hacernos tragar una píldora amarga, una imitación barata de la prosa decente, mediante justificaciones dantescas: JM es académico y eso significa algo; JM resulta ser un vanguardista de la prosa castellana; JM atesora una gran sensibilidad y un profundo conocimiento de la vida interna del sujeto, que expresa en una prosa adecuada para retratar el característico dinamismo de la conciencia, a lo Joyce y su stream of consciousness; JM comprende a la perfección la feminidad en tanto experiencia subjetiva y determinación objetiva en la historia del Occidente, enfrentada o sometida al patriarcado... La verdad, la desnuda verdad (y esto suena pedante y estúpido, lo sé, pero la ira conduce donde conduce) no es más que esta: la "obra" de Marías no la ha producido un escritor, ni nadie que se le parezca lo más mínimo. De hecho, debería fundarse una división especial del Cuerpo de Policía Nacional encargada de la investigación de crímenes y atentados estéticos; y propongo como primeros detenidos, en igualdad de méritos, a Paco Clavel y Marías. Otro problema, tan terrible, consiste en la vinculación de ciertos lectores con la obra de JM. Accedieron a ella movidos mediante los ardides de la mercadotecnia, y ahora les resulta ya imposible gritar que el emperador está desnudo, pues significaría reconocer que ellos, por haberle concedido a la obra de este tipo un valor del que carece, también lo están... De verdad, es que resulta imposible rastrear en los escritos de JM el menor indicio de una cosmovisión, una reflexión acerca de la condición humana, un acercamiento al imaginario simbólico colectivo, y no sé, algo de belleza como mínimo. Sé que escuece recordar esto, pero resulta cierto que los feroces (y nunca mejor dicho) ataques de La Fiera Literaria a la "obra" de JM no son del todo justos, porque se quedan cortos... Deberíamos avergonzarnos de que una lengua tan potente en expresividad, y con tan gran número de posibilidades plásticas y conceptuales como el castellano, que ha producido una de las tradiciones literarias más brillantes, se encuentre en manos de gentecilla como esta; y además, con nuestro consentimiento e incluso nuestro aplauso.

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  15. Estoy completamente de acuerdo, Daniel. A veces cuando dudo, me leo la Fiera Literaria y enseguida me pongo de buen humor. Cada día que pasa estoy mas convencido de que Marías escribe como piensa y piensa como...

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  16. De veras que siento, Carlos, el tono algo (o demasiado) vehemente, pero el tema me hiere de cerca. El blog, que sigo desde hace algún tiempo, me parece excelente, y te animo a que no nos prives de ello por largo tiempo. Por cierto, he leído las primeras páginas de "Las niñas perdidas", de Cristina Fallarás, que recomendabas hace poco, y me han puesto los dientes largos... Esa señorita huele de lejos a escritora de las de verdad, ¡Menuda prosa se gasta! Un ritmo dinámico, apuntes de buena poética... En fin, que parece capaz de insuflar nueva vida a un género como la novela negra, que, aunque interesante, está hoy lleno de arquetipos y tópicos varios que a veces impiden la creación original. Te doy mis gracias más sinceras por habérmela descubierto.

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  17. Estoy de acuerdo con la reseña de Carlos González. JM me interesa como escritor de opinión: me gustan sus artículos en EPS, sobretodo porque me hacen reír por hiperbólicos (no soporto, en cambio, a la dulzona y cursi Rosa Montero). Leí "Los enamoramientos" porque no había leído nada de JM como escritor de ficción y pensé 'O ahora o nunca'. Bueno, la novela no me cayó de las manos (algo es algo) pero la encontré de segunda fila. Su parsimonia, su amaneramiento. su ensimismamiento, su abuso de la paráfrasis, de la digresión, de la sinonimia (si una frase es certera, ¿por qué razón hay que darle diez versiones más?) me cansaron. El estilo es más propio del Siglo de Oro o del Barroco que del siglo XXI. Por lo que respecta al contenido, la novela es sólo aparentemente profunda. El título es un fraude: la novela no trata del enamoramiento (claro que este título es un buen señuelo para quien espera un libro sobre tal tema). No leeré ningún otro libro de ficción de JM. Creo que al autor le falta capacidad de fabulación, imaginación, fuste como escritor de ficción, como creador de mundos posibles. Y le sobran ganas de obnubilar al lector con sus análisis, con su pretendida 'inteligencia', con su pretendido ingenio.

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  18. Dejo un comentario que no pudo llegar a publicarse por circunstancias:

    "Estoy totalmente de acuerdo con la vehemencia de Daniel y la desgana de Carlos, pero se quedan cortos. Me regalaron el libro, me lo leí por la cortesía debida y porque el título me pareció tan feo que me llamó la atención. En la primera página quería arrancarme los ojos, no podía seguir leyendo ese amasijo de palabras -por favor, que alguien intente leer en voz alta eso y ya me contará- que no llevaban a ninguna reflexión creativa, si no que perfilaban un recopilatorio de tópicos infumables. Nada de ideas propias, si ya tenemos al pobre Balzac para desmenuzarlo en aras a un pretendido ingenio (jajaja, ay...) y al Dumas más obvio, al que puedes analizar sin más desde los siete años, para darle una profundidad de lector de Estefanía (mucho mejor escribidor que JM).
    Como mujer medavergüenzaajena que hable, de escribir ni hablamos, en primera persona (hay quien no se complica la vida) femenino, lo que es un decir, una falacia y un insulto porque la nopersonaje es vacua, superficial, falta de entendederas y más marrana que la gata de mi tío.
    El libro cada vez iba a peor: una tontería tras otra hasta llegar a un final, que tampoco es tal, previsible y tan estúpido, pretende ser abierto y es una metida de pata porque el sr. tampoco se documenta, que el propio autor debe ver que es un desastre de nonovela, nuevo nogénero del noescritor.
    Quiero dejar claro que no soy filóloga ni escritora (a la vista está en el presente comentario). Sólo soy una lectora a la que no le cuelan más bodrios.
    Ahora un spoiler de agradecimiento por haber aguantado hasta el final: si alguien os cuenta que el demérito profesor Paquito Rico (no confundir con Paco Clavel), en lugar de hablar mal de Quevedo (habrá que lavarle la boquita con jabón Lagarto), alaba al albo JM es debido a un toma y daca entre los dos estofadores que ha llevado a aquel a un papelito corto pero agradecido en el último librelo de este.
    Larevolucióndeloslectores."

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  19. En su próxima novela, Javier Marías novelará una carrera de babosas. A más de un lector le explotará la cabeza por la emoción.

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  20. Y más de uno tendrá un ataque de nervios por la tensión.

    Usted dele ideas, verá...

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  21. Parece que al otro lado del charco tampoco gustó esta novela. Qué opinas tú de que Babelia la haya nombrado como la mejor? Para mí es evidente la cadena El País Grupo Prisa Alfaguara
    http://blogs.peru21.pe/leeporgusto/2012/01/una-lectura-de-los-enamoramien.html

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  22. Me parece triste, la verdad, existiendo como existe la alternativa del silencio. Se puede editar e incluso elogiar una novela tan mediocre como esta pero de ahí a decir que es lo mejor media un abismo injustificable. Pero a pesar de todo la gente sigue meándose de gusto cuando la nombran en el diario. Tenemos lo que nos merecemos.

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  23. A mí me resulta el columnista Javier Marías de lenguaje afectado y pretendidamente culto antipático e incluso insoportable. Debe ser uno de esos señores que siempre anda pontificando. Pero lo que es el novelista Javier Marías como autor de 'Los Enamoramientos' me parece genial. Como dice
    Marieta en su entrada es una delicia leerlo y releerlo. Yo he subrayado tantas páginas y hecho anotaciones. La trama se adivina luego de diez o veinte páginas. Pero todo ese mar de asociaciones de la experiencia de la protagonista y como se van desplegando es algo que va atrapándolo a uno página a página.
    Pero claro a condición que se haya sufrido de amor hasta el abismo.
    Para mí 'Los Enamoramientos' es una de las mejores novelas que he leído en los últimos años.

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  24. Iba a elaborar mi comentario sobre esta obra, pero al llegar al del Lector iracundo, que reproduzco más abajo con su permiso, espero, ya veo que no es necesario decir nada más:
    "En su próxima novela, Javier Marías novelará una carrera de babosas. A más de un lector le explotará la cabeza por la emoción."
    Sin embargo, en defensa de JM, diré que alguna de sus primerísimas novelas sí me gustaron. Por original destacaría "Travesía del horizonte". Qué pena que tan precoz talento se haya malogrado así. Yo recomendaría a JM que se vaya de viaje a Cancún, que se regale una mariscada, que se relacione con el pueblo llano y así tal vez se le pase ese síndrome que padece...

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  25. Llevo bastantes años y (varias novelas) siguiendo a Marías. No voy a decir que no me guste, pero tampoco voy haciendo proselitismo de sus obras. Principalmente porque suscribo casi todas las críticas que se le hacen: sintaxis imposible (cuando no directamente retorcida en el potro de tortura), las reiteraciones, la vacuidad de muchas de sus frases... nada nuevo bajo el sol. Y sin embargo muchas veces me pregunto por qué sigo leyéndole (y eso no es una duda baladí considerando, por poner un ejemplo, las dimensiones de "Tu rostro mañana"). Tal vez se deba a que sigo esperando que Marías vuelva a sorprendernos con una obra al nivel de "Corazón tan blanco". O quizás me plantee sus obras más recientes como una especie de prueba: encuentre el argumento entre las siguientes 400- 600- 1000 páginas o busque a Paco Rico, falso/verdadero personaje metido con calzador en las novelas de Marías, y ya van... Llegué a "Los enamoramientos" por una irrefrenable curiosidad por ver qué nos deparaba tras su anterior novela-río. Y veo que está siendo fiel a ese estilo que, ya lo hemos visto, tanto rechazo suscita. Repetir la fórmula o los tics, como el de Rico, pueden terminar cansando. Ya se sabe, lo poquito gusta, lo mucho, cansa. Y a mí me está empezando a cansar. Pienso, como Aurora, que es una pena.

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  26. Acabo de leer Los enamoramientos. Ya no es novedad pero cayó en mis manos hace unos dias. Me parece un libro pesimista, desesperanzado, y que mas que sobre el emanoramiento habla sobre la perdida, la ausencia, el desamor.
    La técnica narrativa del autor es excelente, no hay duda; de ahí que sea capaz de escribir 400 páginas en las que va repitiendo las mismas tesis, una y otra vez, hasta el punto de que como lectora ya no sabes cual de los personajes habla. Aunque puedo estar de acuerdo con alguno de los razonamientos que hace, desde luego discrepo con el que considera que no somos sino desechos, descartes de otros, y con eso se crean grandes amores. ¡Que triste que vea así a la Humanidad al completo, incluido él, claro!
    Para concluir, he leido el libro pero no me ha aportado nada, sólo ha llenado una horas disponibles. Ni avance personal ni reflexión. Me ha dejado indiferente.

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  27. Seguramente lo peor que puede hacernos un libro es dejarnos indiferentes.
    Y bueno, si le gusta el estilo por lo menos habrá disfrutado. A mi no me gusta nada, lo siento, pero supongo que empecé con el libro menos indicado si quería interesarme en Marías.

    Gracias por pasar.

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  28. Voy por la página 181 y aún no entiendo a santo de qué le pusieron ese título a la novela. Ni responde a las expectativas, ni crea nuevas. Definitivamente aquí la dejo.
    Saludos,
    Laura

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  29. No puedo estar más de acuerdo con su crítica. También yo conservo ciertos números de La Fiera Literaria sobre Marías que son de verdadera antología del disparate. En cualquier caso, lo que es evidente es que este señor ha mostrado una gran inteligencia al saber vender a (casi) todo el mundo esa fórmula de texto con ambiciones de revelador de las grandes verdades del mundo, amparado en citas de Shakespeare, Balzac o quien sea que le dé lustre literario a algo que, me temo, no tiene demasiado, por más que se empeñe él o cualquiera de sus muchos fans en demostrar lo contrario.

    Un saludo respetuoso y mucho ánimo con su blog, que da gusto.

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  30. Estoy oyendo y leyendo muy buenos comentarios de la última obra de Marías y la verdad, no sé si atreverme de nuevo. Le abandoné en 'Corazón tan frío', y tanto, frío, y pausado... Pero siempre es bueno cambiar de opinión o, al menos, intentarlo. Saludos!!!!

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