martes, 27 de diciembre de 2016

De Lo Mejor a Lo Peor de 2016 (otra puta lista de esas)

EL CIELO

Guerra y paz de Tolstoi (El Aleph, 2010)
Middlemarch de George Eliot (Alba, 2013)
Los hermanos Karamázov de Fiodor Dostoievski (Alba, 2013)
Cuentos completos de Joseph Conrad (Valdemar, 2016)
El hombre que ríe de Victor Hugo (Pre-textos, 2016)
Su pasatiempo favorito de William Gaddis (Sexto Piso, 2016)
La visita al maestro de Philip Roth (Seix Barral, 2005)
Padres e hijos de Ivan S. Turguenev (Alba, 2015)
Preparación para la próxima vida de Atticus Lish (Sexto Piso, 2016)
Caer de Eric Chevillard (Sexto Piso, 2016)

Siempre es fácil elegir las mejores novelas cuando esas mejores novelas son unas novelas inmensas que saltan a los ojos y no dejan ver más allá. Es el caso de Guerra y Paz, Middlemarch o Los hermanos Karamázov, que no pueden ser mejores ni queriendo y que han puesto el listón imposible a las demás.

También dentro de las novelas publicadas (que no escritas) en 2016 se puede encontrar uno cosa buena tipo los Cuentos completos de Joseph Conrad, un libro que debería ser de obligada lectura para todo aquel que tenga un mínimo de sentido común. Si buscan un regalo de reyes, deberían empezar por ahí y seguir, por ejemplo, con El hombre que ríe de Victor Hugo pese a que la edición de Pre-Textos es francamente incómoda. Como cada año desde hace tantos, no podía falta Gaddis, en este caso otra pequeña maravilla: Su pasatiempo favorito que desde hoy puede ser también el suyo. Preparación para la próxima vida y Caer merecen también ocupar un puesto de honor, la segunda por la deliciosa construcción de un entorno imposible y la primera por hacer legible una historia de amor hoy en día.

La visita al maestro me ha parecido mejor que la primera vez que la leí, hace ya algunos años y sólo por eso merece estar aquí. Padres e hijos es también una muy buena novela que vale más cuanto más nos adentramos en la obra de Turguénev (y comprobamos que es, con diferencia, su mejor obra).





EL PURGATORIO

El origen de Thomas Bernhard
Los papeles de Aspern de Henry James
El periodista deportivo de Richard Ford
Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez
Todos los hermosos caballos de Cormac McCarthy
Pureza de Jonathan Franzen

A las puertas del cielo se han quedado algunos libros y lo han hecho única y exclusivamente para satisfacer el capricho personal de confeccionar una lista de no más de diez títulos. A los incuestionables Berhard, James, Ford, McCarthy y Franzen se suma una desconocida Mariana Enriquez que ha escrito una de los pocos libros de relatos que he sido capaz de leer del tirón (he ahí su mérito).





EL INFIERNO

La tierra que pisamos de Jesús Carrasco
Farándula de Marta Sanz
Los insignes de David Pérez Vega
La pertenencia de Gema Nieto
Andarás perdido por el mundo de Oscar Esquivias
La fórmula Miralbes de Braulio Ortiz Poole
Cocaína de Daniel Jiménez
Me llamo Lucy Burton de Elizabeth Strout
Asamblea ordinaria de Julio Fajardo Herrero
Los últimos días de Adelaida García Morales de Elvira Navarro
La tabla de Eduardo Laporte
Hermano de hielo de Alicia Kopf
La acústica de los iglús de Almudena Sánchez
También esto pasará de Milena Busquets

El mundo está lleno de malos libros. Me resisto a dejarlo en 10. De entre lo peor que he leído se encuentran los libros de Alicia Kopf, ganadora de no sé qué premio crítico; Almudena Sánchez, que a día de hoy va por la cuarta o quinta edición, vayan ustedes a saber por qué y cuyo único mérito parece residir en gustarle a Eloy Tizón. Incluyan también, por favor, a Milena Busquets por esa cosa infame que publicó hace demasiado tiempo para seguir siendo portada. Los de Elvira Navarro o Julio Fajardo son libros que no merecen la atención recibida y de la que me niego a ser cómplice. El de Marta Sanz es un horror mayúsculo más propio de una principiante que de un escritor consagrado y lo de Jesús Carrasco directamente no tiene nombre: aupado hace unos años por cuatro memos que seguían la estela de algún Delibes vagabundo, nos vamos a ir tragando, año tras año, ya lo verán, sus deposiciones. 

Por último están esas novelas que uno ya no recordaba haber leído o sí pero ha tenido que recurrir a google en busca de una sinopsis que le recordase de qué iba aquello exactamente. Miren, una cosa es ser un escritor mediocre, que le puede pasar a cualquiera, y otra muy diferente ser una nulidad, entendiendo como tal la práctica de aquello que tiende al olvido inmediato. Es el caso de Daniel Jiménez, Gema Nieto, Braulio Ortiz Poole, Oscar Esquivias, Eduardo Laporte o David Pérez Vega.

(Otro día, con más tiempo, miraremos de rescatar esa lista no escrita de libros que fueron miserablemente abandonados, ya fuera por demasiado malos, ya fuera por lo que fuera).

* * *

Y ya para terminar, por si les interesa y porque sabemos que uno es lo que lee, les dejo la LISTA COMPLETA DE LECTURAS del 2016:

La ley del menor de Ian McEwan
La habitación de Nona de Cristina Fernández Cubas
Monasterio de Eduardo Halfon
El pequeño salvaje de T.C. Boyle
El origen de Thomas Bernhard
El hombre de los círculos azules de Fred Vargas
Los papeles de Aspern de Henry James
El periodista deportivo de Richard Ford
Desgracia de J.M. Coetzee
Diarios (1999-2003) de Iñaki Uriarte
Trastorno de Thomas Bernhard
Las relaciones peligrosas de Choderlos de Laclos
Bajo el signo de Marte de Fritz Zorn
Instrumental de James Rhodes
La tierra que pisamos de Jesús Carrasco
El diario de Adan y Eva de Mark Twain
Farándula de Marta Sanz
Los insignes de David Pérez Vega
Cicatriz de Sara Mesa
La pertenencia de Gema Nieto
Novela de ajedrez de Stefan Zweig
La montaña de Juan González Mesa
Seré un anciano hermoso en un gran país de Manuel Astur
Guerra y paz de Tolstoi
Madre e hija de Jenn Díaz
Guardar las formas de Alberto Olmos
Rudin de Ivan S. Turguenev
Nido de nobles de Ivan S. Turguenev
Padres e hijos de Ivan S. Turguenev
Diario de un hombre supérfluo de Ivan S. Turguenev
Un vaso de cólera de Raduan Nassar
Humo de Iván S. Turguenev
Andarás perdido por el mundo de Oscar Esquivias
El paseo de Attila Bartis
Siete casas vacías de Samanta Schweblin
Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez
Satin Island de Tom McCarthy
La fórmula Miralbes de Braulio Ortiz Poole
Diez de diciembre de George Saunders
Chicos que vuelven de Mariana Enríquez
Volt de Alan Heathcock
Cocaína de Daniel Jiménez
El estado natural de las cosas de Alejandro Morellon
Su pasatiempo favorito de William Gaddis
Cuentos completos de Joseph Conrad
Breve historia de siete asesinatos de Marlon James
Estrómboli de Jon Bilbao
La polilla en la casa de humo de Guillem López
El amante de Lady Chatterley de D.H.Lawrence
Tu amor es infinito de Maria Peura
¿Acaso no matan a los caballos? de Horace Mccoy
Todos los hermosos caballos de Cormac McCarthy
Pureza de Jonathan Franzen
Cero K de Don Delillo
Una danza para la música del tiempo: primavera de Anthony Powell
Las luminarias de Eleanor Catton
Indignación de Philip Roth
La humillación de Philip Roth
Némesis de Philip Roth
La visita al maestro de Philip Roth
Zuckerman desencadenado de Philip Roth
La casa de arenas movedizas de Carlton Mellick III
Fantasma de Laura Lee Bahr
Me llamo Lucy Burton de Elizabeth Strout
Asamblea ordinaria de Julio Fajardo Herrero
El problema de los tres cuerpos de Cixin Liu
Los últimos días de Adelaida García Morales de Elvira Navarro
El hombre que ríe de Victor Hugo
La tabla de Eduardo Laporte
Hermano de hielo de Alicia Kopf
Informe sobre la víctima de Marina Sanmartín Pla
Preparación para la próxima vida de Atticus Lish
Rey de picas de Joyce Carol Oates
Caer de Eric Chevillard
La escopeta de caza de Yasushi Inoue
La acústica de los iglús de Almudena Sánchez
La lección de anatomía de Philip Roth
Si quieres puedes quedarte aquí de Txani Rodríguez
La orgía de Praga de Philip Roth
El tiempo de la noche de Willliam Sloane
También esto pasará de Milena Busquets
El fin de la infancia de Arthur C. Clarke
Los hermanos Karamázov de Fiodor Dostoievski
Middlemarch de George Eliot





19 comentarios:

  1. Excelente lista. Sigues con tu manía de chuparle los cojones a los hermanos Rabasa de Sexto Piso. Pero por lo demás bien. Increíble todo lo que lees.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Defecto del animal. Peri mire, se lo están currando. Merecen el elogio , por más que suene a favoritismo.

      Eliminar
  2. pues ojalá alguien pensara en hacer una versión light de 250-300 páginas de esos tochos que tanto te gustaron, porque mucho de lo que contienen resulta simple relleno y denota más bien ganas de "oírse" escribir

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este mediodía leí dos páginas de un libro de 2016 de autor español. Me sobró una.

      Eliminar
  3. "Si buscan un regalo de reyes, deberían empezar por ahí..."
    .
    Feliz 2017 desde el limbo

    ResponderEliminar
  4. Compruebo con cierto alivio que no sólo lees los truños que muchas vez te da por reseñar, quizás por una vocación de servicio público, que sinceramente, no nos merecemos... ; )

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú, solo te mereces a los clásicos. Estás ahí, amigo, conversando de tú a tú con ellos. Formáis una alegre cuadrilla.

      Eliminar
    2. Lo que tienen los truños es que son más divertidos de reseñar. El año que viene confío hacerlo mejor.

      Eliminar
  5. El Mesías Eléctrico28 de diciembre de 2016, 12:45

    Tongoy: como cada uno tiene sus perversiones, me gustaría que nos contaras tus criterios a la hora de escoger un libro para leer. Qué orden, qué sistemática. Porqué alternas clásicos con novedades. Literaturas españolas con foráneas. Novelas con libros de cuentos, o con ensayos, o con poesía. Tochos de 800 páginas con plaquettes. En fin, que porqué, yo soy así de preguntón. Gracias adelantadas, y feliz 2017 (año del cincuentenario de "Cien años de soledad", no lo olvides)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hay criterio. Tiendo al caos. Como todo el mundo, supongo. Generalmente un libro llama a otro libro. Hago muchas listas de cosas que quiero leer. Podría hacer una lista cada día y serían todas diferentes. Leo lo que me pide el cuerpo en cada momento, de ahí que muchos libros que me llegan, tarden meses cuando no años en encontrar un hueco. Ya lo puede haber escrito mi madre que si no me apetece, no lo leo. La alternancia es natural. Mis últimas lecturas, clasicazos, demandan más de lo mismo.

      Le pongo un ejemplo:

      Dejé a un lado Ada o el Ardor para leer Los hermanos Karamazóv, sólo porque una noche me obsesioné con él. Terminado éste, volví a Nabokov total para dejarlo otra vez por de Middlemarch (alguien dijo en face que era mejor que Guerra y Paz). Al poco dejé también Middlemarch para leer a Lucia Berlin (libro del año según Babelia), pero no me hacía lo bastante feliz de modo que en este encadenar abandonos decidí abandonar a Lucia para volver con Eliot y ahora, terminado ya, felizmente, retomo Ada por tercera y, espero, última vez.

      Más o menos eso lo puse en face hace unos días. Ayer volví a interrumpir Ada (que Dios me perdone) para echarle un vistazo a PATRIA. No me gustó. Aguanté sesenta páginas. Anoche no me quitaba de la cabeza CONTRALUZ de Pynchon. Sigo igual. Esta mañana me enteré de la muerte de Richard Adams y me faltó tiempo para buscar La colina de Watership. Suerte que no tengo el libro. Ahora seguiré con Ada (ha sido una pausa corta) pero sólo porque no he encontrado TARDÍA FAMA de Arthur Schenitzler que recomendaron vivamente hace unos días.

      Y así todos los putos días. Al final el libro que leo es aquel que más tiempo de mis pensamientos ha ocupado en las últimas 24 horas.

      Lo que sí he hecho ha sido un lista de 40 libros (más o menos) que quiero leer. No me va a dar tiempo a leerlos todos en 2017 (mucho tocho) pero me servirá como referencia y para no perder el norte. Con leer un 20% me daré por satisfecho.

      Eliminar
    2. Contraluz es el caso de novela que he leído con más entusiasmo, pero que he perecido en el intento. Aun así, sé que debo volver a ella. Si la termina usted señor Tongoy, agradecería una reseña, que conociéndole, será elogiosa, pues me consta que la novela lo merece; a ver si me animo de nuevo con ella.

      Eliminar
  6. Respuestas
    1. Se están acostumbrando. Vamos a tener ue darles cañita para compensar.

      Eliminar
  7. En las ocasiones en que me he guiado por tu criterio, Tongoy, he disfrutado la lectura. Por eso, me sorprende mucho que hayas elevado al purgatorio a "Pureza", de Franzen, que me ha parecido un auténtico mojón: una historia tonta, confeccionada con retales y contada en demasiadas páginas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, personalmente no me parecieron tantas páginas. Disfruto mucho leyendo a Franzen.

      Eliminar
  8. ¿Cómo te atreves a dejar en las puertas del cielo "El origen" de Thomas Bernhard?

    ResponderEliminar
  9. Eres un puto loco ególatra.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.