martes, 14 de septiembre de 2010

Un libro que no he leído

A continuación me van a permitir que reproduzca íntegramente las primeras páginas del segundo relato incluido en “Primerizos” de Raimon Cava (1) (desde ahora RC). Inmediatamente después” el análisis que este blog hace de la fracción de la obra citada.

Título en WWTA: “The Third Thing That Killed My Dog Off” (“La tercera de las cosas que acabaron con mi perro”, En qué pensamos cuando no decimos nada, Anagrama, Barcelona, 1887, descatalogado). WWTA, pp. 89-93. Texto base en Vaginners: el original mecanografiado de RC, de 4 páginas, que CG redujo en un 48% para su publicación en WWTA, se ha restaurado en su integridad. Publicaciones previas: “Dame” se publicó en Discourse: A review of the Liberal Arts [Concordia College, Moorhead, Minnesota], X, 3 (verano de 1947), pp.241-245. El relato se incluyó en FS, pp 6-23. La fuente del texto de FS fue una separata de Diatrive en la que RC hizo algunas correcciones mayores. La versión de FS es prácticamente contraria al texto base. Nota sobre WWTA: en su segunda corrección del relato, CG cambió “Dummy” por “The First Thing That Killer My Dog Off” (“La primera de las cosas que acabaron con mi perro”), después de haberlo cambiado por “Friendshop”. Finalmente volvió a cambiarlo por “The Thirt Thing That Killer My Dog Off” (“La tercera de las cosas que acabaron con mi perro”). Publicaciones ulteriores: The First Thing That Killer My Dog Off” se incluyó en WICF, pp. 149-159 (WICFv, pp. 198-202). Con excepción de algunos cambios en la elección de las palabras, la versión de WICF es idéntica a la de WWTA.


Cuando Luis se fue a la cama el dinosaurio entendió que debía marcharse.







Inmediatamente después

El texto reproducido fue convenientemente mutilado (tal como se puede adivinar al comienzo de la entrada) como parte de las mejoras que la editorial acostumbraba a hacer a los autores nóveles, tratando así de ajustar los textos a lo que el mercado demandaba en aquel momento.

Años después Augusto Monterroso (desde ahora AM) retomará el argumento y creará una de sus más populares, accesibles e ininteligibles obras: “El dinosaurio”. Gracias a la recuperación, restauración y re-compilación del relato de Cava se puede valorar en justa medida la importancia de las segundas partes en la literatura oculta (2) (3) y más concretamente el micro-relato que más ha dado qué hablar de AM, que junto con “La oveja negra”, otro texto magistral que justifica sobradamente el genocidio ovino - tan oportuno en nuestros días- es un ejemplo perfecto de literatura portátil. (4)

Esperamos que este libro sirva para devolverle a RC de prestigio que se merece. Que se merecía.


La explicación de todo esto, aquí:

http://oblomovkaherida.blogspot.com/2010/09/un-libro-que-no-he-leido-explicacion.html




Bibliografía:

VILA-MATAS. Historia abreviada de la Literatura portátil. Anagrama, Colección Compactos.(ed.lit.); Barcelona: Anagrama, 2002. 136 p. ISBN: 978-84-339-6648-3

MONTERROSO, Augusto. “La Oveja Negra” [en línea] Tomado de Augusto Monterroso, Cuentos y fábulas, Palabra de esta América, Casa de las Américas, La Habana, 1986. [Guatemala] 06 de Junio de 2003; [ref. de 14 de septiembre de 2010]. Disponible en Web: http://www.patriagrande.net/guatemala/augusto.monterroso/#oveja




(1) Cortesía de Alfaguara, Dpto. Muestras Gratuitas y Párrafos de Dominio Público, Sección Interés Nacional, previa autorización de Yoplait y Leche Descremada Dulce Pastorcita, titular de los derechos hasta el 2078.

(2) Enrique Vila-Matas (desde ahora EV-M) sostiene que en 2015 habrá terminado y “enviará a galeras” su obra cumbre (por ser la última y sólo hasta la siguiente) “Historia Abreviada de la Literatura Oculta – Un demostración de lo que puede pasar sin que nos enteremos”.

(3) El propio EV-M ha reconocido a este blog (a) su intención de dejar oculta esta obra (b), a modo de ejemplo.

a. La entrevista, todavía en curso, será publicada próximamente en este espacio u otro de similares características.

b. (y por lo tanto inédita)

(4) Otro apunte para EV-M. Me refiero, claro está a su obra “Historia Abreviada de la Literatura Portátil”.





-----------------------------------------------------------------





El autor del popular blog “La medicina de Tongoy” me ha pedido que diga unas palabras sobre la siguiente entrada, cuya lectura se recomienda íntegra antes de seguir leyendo “lo que sigue”. El motivo de hacerlo aquí es para (y cito textualmente): “No estropear el original”.




Lo que sigue  (1)

Para empezar el auteur (como quiere que lo llame) confiesa no haber leído la obra a la que veladamente se hace referencia y que no es otra que la colección de relatos de Raymond Carver  a la que han dado por llamar “Principiantes”. El juego propuesto en la entrada consiste básicamente en burlarse de la críticas que masivamente se publican en internet y que se centran en hablar de la restauración de los relatos incluidos más allá de la calidad del propio relato, independientemente de su pasado, que todos los tenemos y por el que no queremos que se nos juzgue permanentemente y es que digo yo (y “La medicina de Tongoy”) que siendo los relatos mutilados hasta un 55% (por no hablar de los cambios aplicados en los finales, principios y medianeras del conjunto de la obra) de lo que tendríamos que estar hablando todos es de los propios relatos de Raymond Carver y no de lo que Raymond Carver dejo que les hiciesen en su momento, máxime cuando numerosas son las voces (no así el auteur, que si no ha leído uno mucho menos el otro del que hasta hace unas semanas no había oído ni hablar) que alaban la “mutilante” labor del editor, que al fin y al cabo es de suponer que o bien era un cabrón malnacido con ganas de joder o tuvo mucho que ven con lo que Carver llegó a ser mas tarde. Y digo yo (y “La medicina de Tongoy”) que igual es un paso atrás estar ahora sacándole las vergüenzas a un inexperto Carver que tan necesitado de ayuda andaba entonces. Es decir y por ir resumiendo: que la entrada no habla de la novela (en sí misma) sino de lo que se habla de la novela (sin sí misma); un ejemplo más del lúgubre camino que está tomando la literatura al haberla dejado en manos de blogs inexpertos y muy poco intelectuales.

Aprovecha también el auteur la oportunidad que le brinda contar con mi voz para decir que la entrevista en curso con Vila-Matas de la que habla en un momento dado es tan cierta como todo lo demás, y que si lo cita tantas veces es solo porque le pilló la entrada leyendo un libro suyo. Que si llega a ser El Quijote lo mismo se marcha a vivir a un molino.

La aparición de Monterroso es casual: tiene que ver con el interés del auteur de usar un relato breve para reforzar la idea que se tiene del recopilatorio de Carver, esto es, que lo importante es lo que le pasó al pobre chaval y no lo que escribió. (Volvemos a lo mismo). Se acordó de Monterroso y su dinosaurio y vio que estaba bien; y se descansó, dando el esfuerzo por bueno.

El auteur sabe innecesario el trabajo que supuso reconstruir la bibliografía atendiendo a la normativa vigente, pero tanto tecnicismo al principio de la entrada lo puso cachondo y se dejó llevar. Le gustaría compartir con ustedes el descubrimiento de toda la literatura de alto nivel que se oculta tras las bibliografías y que se compromete a desarrollar en un futuro en entradas mas o menos amigables (dado el origen de la misma).

Y básicamente esto es todo. El auteur les agradece el esfuerzo de leerlo y si les ha gustado les invita a acompañarle, a hacerse seguidores, y a aguardar con ansia (2) futuras entradas en el popularísimo y cada día más apreciado blog “La medicina de Tongoy”.


(3)







(1)   A mí el chiste este de “Lo que sigue” o “Inmediatamente después” me gusta tanto o menos que a ustedes pero La Medicina de Tongoy (a) ha insistido en ello y yo me tengo que callar porque cobro por metro.
a.      Le he pedido a “La medicina de Tongoy” un “(a partir de ahora LMdT)” pero me lo ha rechazado tajantemente alegando razones artísticas lo que es casi peor que matar ovejas negras en favor de las bellas artes.
(2)  Al auteur no le importa que mientan si así le hacen feliz.
(3)  Oblomov Varese, dueño y señor de este blog (“Oblomovka Herida”)  quiere dejar claro que no ha escrito una sola palabra ni de esta entrada ni de la otra; que todo es obra de “La Medicina de Tongoy” y qué él (pobre) lo único que ha hecho ha sido colgarla y reservarse este tercer pié de página como salvaguarda de su reputación. 

12 comentarios:

  1. En mi modesta opinión, es necesario enriquecer a la audiencia con el texto original (breve, como los de RC, después de que éste los mutilara como era su costumbre) ovejuno de Monterroso:

    La Oveja negra

    En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra.

    Fue fusilada.

    Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.

    Así, en los sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.


    Sería el deseo de varios de los seguidores de este blog que alguna Oveja Negra contemporánea publicitara filiación y pareceres (explícita y no oscuramente, como acostumbra a ennegrecer), y saliera del anonimato, no con el ánimo de fusilamiento y posterior conversión estatuaria, sino con la fraterna intención de ser públicamente agregado al trío de blogs que, por ahora, forman esta comunidad de chalados por la letra que son http://lamedicinadetongoy.blogspot.com/, http://oblomovkaherida.blogspot.com/, y http://bolmangani.blogspot.com/.

    Sería para el trío dinámico un honor que celebraríamso entrópicamente; es decir, desbordando burbujas de fuerza en los exteriores de estos multiversos simulados.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, esta oveja sería hipócrita si no reconociera que le agrada tanto el comentario como la propuesta- en la que ya había pensado. Pero, ¡Ay! creo que primero tendré que aprender a expresarme correctamente y por extenso. Hasta ahora me parece que simplemente balo telegramas, cuando intento hacer cosas más serias, un intento de comentario sobre Crimen y castigo, por ejemplo, quedo profundamente decepcionado de la exposición- casi deposición- y ello a pesar de que creo que domino la materia. En ese sentido mi incapacidad puede más que mi anhelo.

    ResponderEliminar
  3. ¿Y cual es el problema en balar telegramas? A mi me parece una idea fantástica (es mas, me la apropio sin tu permiso para la siguiente entrada, porque me resuelve un problema que tenía a la hora de comentar -ensalzar- un libro). Ya luego enriqueceremos el tema con los comentarios. Será por hablar...

    Momento sinceridad: yo no me considero para nada un buen narrador pero he decidido tomarme esto como un juego, un experimento y una forma de aprender y de valorar la escritura ajena. ¿Quien establece el nivel de erudición a la hora de abrir un blog? Venga, que esto es internet y gratis. Todo vale aquí. Y si no vale lo hacemos valer.

    Anímate!! Será divertido!

    ResponderEliminar
  4. Eso, suscribo a Carlos. Además, ofrezco ayuda editora, si lo ves necesario.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Oiga usted: No me tome el pelo que soy muy susceptible.Toda broma tiene un límite, incluso mi vanidad, que es tan grande como negra, no es a pesar de mí mismo , infinita. Decía Cortázar, en el mismo capítulo de los seudópodos, que ser genio consiste en elegirse genial y... acertar. Como tengo claro que mi puntería no atina tan fino como mis pretensiones estoy lejos, inmensamente lejos, de necesitar esa clase de ayuda. Es el 84 " ... En esa forma el tipo(la oveja) va viviendo bastante convencido de que no se le escapa nada interesante, hasta que un instantáneo corrimiento a un costado le muestra por un segundo, sin por desgracia darle tiempo a saber qué
    le muestra su parcelado ser, sus seudópodos irregulares,
    la sospecha de que más allá, donde ahora veo el aire limpio,
    o en esta indecisión, en la encrucijada de la opción,
    yo mismo, en el resto de la realidad que ignoro
    me estoy esperando inútilmente."
    Lo de esperar inútilmente me recuerda que no debo olvidarme de saludar a Oblomov y alentarlo a que no vuelva por sus fueros , a Carlos decirle que balar telegramas me divierte pero me deja insatisfecho aunque contento, frustrado pero alegre, crecido al empequeñecer, en fin , ten cuidado, lo de balar quizá sea peligroso y, por último, a José luis: gracias , canalla, me has obligado a ponerme en el lugar de la zorra que no alcanza las uvas...y pensándolo bien no ando muy lejos de exactamente ahí.

    ResponderEliminar
  6. Señor Oveja, tal como me dijo en una ocasión, usted sale de casa para trabajar y para realizar tareas de avituallamiento (cito de memoria). Por lo tanto infiero que ha firmado usted algunas de las cláusulas del contrato social, y que si se niega a rubricar esta otra que le proponemos, no es por disfunción literaria/narrativa/dialéctica alguna -ésta es la excusa tras la que se oculta, dedaleando espacios de más para burdamente borrar los rastros de su indudable cultura-, sino por (y aquí debo entrar en las movedizas arenas de la especulación subjetiva; debo, querido amigo, psicoanalizar su comportamiento basándome nomás en los pocos escritos que, a modo de tarjeta de visita, va diseminando por nuestros espacios públicos de esparcimiento paraliterario) un fosrtíssimo afán de preservación de su anonimato; algo que, probablemente, provenga de antiguos dolores provocados por viejos ciberaltercados que, desde entonces, le dejaron a usted algunas heridas que no acaban de devenir cicatrices.

    Déjese, pues, de milongas (y de fábulas), si no es para contárnoslas y analizárnoslas. Déjeme a mí la vanidad, pues de ella me alimento y bebo. Pero no confunda posturas y actitudes sanamente gregarias con transferencia de teorías yoicas. Aquí (en nuestra tríada de lugares) ponderamos el tú y nos olvidamos del yo. Pretendemos hacer plática sobre los él/ella/ellos de tú a tú. Y queremos que usted se nos sume y se olvide de tabernas y antros de los que nosotros (sobre todo yo, qué le voy a contar que ya no sepa) sentimos un gran desapego.

    En suma, déjese de cuentos, que ya nos los sabemos (casi) todos.

    Me despido dándole algo que sólo reservamos para nuestros iguales: Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Señor Oveja, tal como me dijo en una ocasión, usted sale de casa para trabajar y para realizar tareas de avituallamiento (cito de memoria). Por lo tanto infiero que ha firmado usted algunas de las cláusulas del contrato social, y que si se niega a rubricar esta otra que le proponemos, no es por disfunción literaria/narrativa/dialéctica alguna -ésta es la excusa tras la que se oculta, dedaleando espacios de más para burdamente borrar los rastros de su indudable cultura-, sino por (y aquí debo entrar en las movedizas arenas de la especulación subjetiva; debo, querido amigo, psicoanalizar su comportamiento basándome nomás en los pocos escritos que, a modo de tarjeta de visita, va diseminando por nuestros espacios públicos de esparcimiento paraliterario) un fosrtíssimo afán de preservación de su anonimato; algo que, probablemente, provenga de antiguos dolores provocados por viejos ciberaltercados que, desde entonces, le dejaron a usted algunas heridas que no acaban de devenir cicatrices.

    Déjese, pues, de milongas (y de fábulas), si no es para contárnoslas y analizárnoslas. Déjeme a mí la vanidad, pues de ella me alimento y bebo. Pero no confunda posturas y actitudes sanamente gregarias con transferencia de teorías yoicas. Aquí (en nuestra tríada de lugares) ponderamos el tú y nos olvidamos del yo. Pretendemos hacer plática sobre los él/ella/ellos de tú a tú. Y queremos que usted se nos sume y se olvide de tabernas y antros de los que nosotros (sobre todo yo, qué le voy a contar que ya no sepa) sentimos un gran desapego.

    En suma, déjese de cuentos, que ya nos los sabemos (casi) todos.

    Me despido dándole algo que sólo reservamos para nuestros iguales: Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Pasaba por aquí y he pensado que estaria bien saludaros y al mismo tiempo felicitar a Carlos por tan magníficas reseñas.

    ResponderEliminar
  9. Señor anónimo, no le he entendido: ¿a qué fueros considera usted que no debo volver?

    ¿Tiene que ser siempre tan críptico? No me importaría si tuviese manual.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. "balar telegramas me divierte pero me deja insatisfecho aunque contento, frustrado pero alegre, crecido al empequeñecer". A mi me parece que está muy bien. Ya los irás creciendo. Venga, leches, no te resistas tanto!!!

    Madison, cuánto tiempo! Gracias por el cumplido. Me alegra que te gusten.

    ResponderEliminar
  11. Me refería , Señor Varese, a que el linaje Oblomov tiene derecho a Taburete en presencia de su Desierta Majestad Real, pero claro , sentarse a disfrutar de los fueros de una honesta por poco activa tradición nos privaría de su grata presencia. Lo siento ya no puedo ser ni más jabonoso ni explícito. Un abrazo a los uno, dos, tres o más que seáis. Si consigo escribir algo que sea un poco interesante y divertido os lo mandaré y vosotros veréis que hacéis con ello. Mientras tanto os sigo con alegre admiración.

    ResponderEliminar
  12. Que no se Oblomove tanto y escriba mas, ¿es eso?
    Mas de lo que yo le insisto, creéme Anonimo, no lo hace nadie. Pero hemos dado con un oblomovista de altura y se resiste.

    Lo que tengas te lo publico yo gustosamente pero no descartes todavía la idea de hacerte uno propio.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.