“Mansos” tiene unas 115 páginas. Es decir, de momento: novelita. Y ya veremos. (Sale ganando: la alternativa es novelucha y malintencionadas variaciones.) Pues bien, en la página 44 todo lo que ha ocurrido es que un hombre de treinta y tantos, obeso y homosexual, entra, después de una juega y en plena borrachera, en una sauna en la que extravía o le roban un bolso Hermés color naranja. La clave estaría en “todo lo que ha ocurrido”. Quiero dar a entender que casi la mitad del libro no debería ser únicamente eso. No, no debería. Poco después, cerca de la página noventa, pensé exactamente lo mismo. Malo que una novelita tan chiquitina como esta tenga tan poco que contar, tan poco que decir, sea tan parca en argumentos y aún así le sobren (porque le sobran) verborrea y parrafadas de información inútil. Ejercicios gimnásticos tipo esto:
[…] presiona con fuerza el grifo de la ducha y se deja empapar, bebe y escupe, se separa las nalgas con las manos para dejar correr el agua entre ellas, y después coloca su cabeza bajo el grifo mientras se sirve jabón del dispensador de la pared que, casi vacío, escupe el gel blancuzco en diminutas dosis aguadas que Mateo va acumulando en la palma de su mano, lejos del agua que cae, hasta que cree que es bastante y comienza a enjabonarse, primero del mismo modo en que lo haría cualquier mañana, antes de salir de casa, después, cuando reacciona, en un orden distinto, en el orden del asco: primero entre las nalgas, después la polla, el pubis, estómago, axilas, pecho, axilas, de nuevo entre las nalgas, más profundo. Más gel, más, más, más, más. La polla, el pubis, dentro de los muslos, los muslos, el pecho, la barriga.
Es evidente que ocurre algo más de lo que estoy insinuando. En las novelas, por muy poca acción que incluyan y a excepción, seguramente, de alguna que otra, siempre ocurre algo más. En mi optimismo tiendo a creer que donde un personaje interactúa con otro queda siempre un resto de algo. En la novela de Enríquez los restos son de semen, mayormente. A ver, que se lo explico: el protagonista, Mateo, un hombre gordo y borracho (por ese orden) entra en una sauna que es descrita pormenorizamente a modo de favor personal a todos aquellos que acostumbran y sienten curiosidad. Se nos describe la calidad y la cantidad de las habitaciones e incluso la situación geográfica de unas respecto a otras así como la estratégica disposición de los espejos en los pequeños habitáculos destinados a fines no exactamente reproductivos. Bien, a mi esto me parecería de puta madre si la novela fuese un Larousse de Saunas o un Manual de enjabonado poscoital pero creo que no es así; creo que, por el título, debe ir de Mansos, esto es, de señores gordos y acomplejados que entran en saunas y pagan cuarenta euros por ser follados por hombres que, como es el caso, les dicen a oído “qué mansos os volvéis cuando os follamos”. La mansedumbre que da la vergüenza de ser un gordo miserable así como toda la reflexión inherente al traumatismo en cuestión. Una gran enseñanza, qué duda cabe. Novelas que cambian la vida del lector.
Enríquez se “presenta”, entre comillas, (presenta, porque esta es su primera novela y entre comillas porque no es lo primero que escribe), como un buen descriptivista, lo cual tiene la importancia que tiene, sin ser esta tanta como puede dar a entender el hecho de comentarlo en un párrafo aparte. Pero así es: se puede ganar bien la vida, Enríquez, ejerciendo de tal. Ese es el único mensaje claro que transmite la novela. El resto es humo, un chiste, una broma sin maldita la gracia; algo que se puede contar en el tiempo que se tarda en fumar un cigarrillo; un ejercicio orientado a desarrollar las propias habilidades narrativas, un hecho, este que hasta que se puso de moda publicarle a todo el mundo su primera novela estaba subvencionado por La Propia Familia. Ya no. Ahora somos nosotros, los lectores, quienes becamos, con nuestras pequeñas aportaciones de quince euros el ejemplar, a escritores que escriben anécdotas hipervitaminadas que tienen lugar en saunas en las que roban las pertenencias de chicos que tardan más de seis horas en dar con la solución al problema.
Que digo yo si no habrá otra puta cosa de la que hablar que del follar de unos con otros y traumas subsiguientes.
Y me gusta, me gusta mucho, folla muy bien, muy bien, me gusta, me gusta mucho, tanto que pierdo el miedo a cagarme encima; cuando el placer es tanto se pierde el asco (no es asco; no siento asco de mi propia mierda: es vergüenza, pudor; sí, me avergüenzo de mi mierda). Es ahí donde se confunden el amor y el sexo: en que nos hacen perder el asco y el pudor. Limpiaría la mierda de alguien a quien amo sin sufrir arcadas, cruzaría un mar de algas para salvarle de ahogarse en el mar. Aunque me repugna la mierda ajena y el roce de las algas cuando nado en el mar me hace vomitar.
Hola Tongoy, has leído alguna novela de Caballo de Troya que merezca la pena?
ResponderEliminarNo soy muy seguidor de Caballo de Troya pero sí, claro que hay cosas que valen la pena. A ver, que yo recuerde, "Las primas" de Aurora Venturini está muy bien y también vale mucho la pena "Los incógnitos" de Carlos Ardohain. Guardo buen recuerdo de "Materia Prima" de Serés pero ya la tengo medio olvidada y por otro lado, no es novela.
EliminarY poco más.
Gracias
EliminarJa ja ja ja ja ja ja, vuelves a hacerme risa con tus post, qué animal, "novelas que cambian la vida al lector", joder, Tonguete, que el sexo NO ESTÁ SOBREVALORADO, apréndelo ya de una vez. Un buen polvo es the best in the world. ¡No te he enseñado nada todos estos meses o qué, demonios...!
ResponderEliminarMe has enseñado mucho sí, pero sigo creyendo que todos los excesos son malos, y el sexo no es la excepción. Y sí, ¡claro que está sobrevalorado! Y tanto. Entre eso y que (para muchos) es gratis pues ya tenemos argumento para millones de novelas basadas en la experiencia del orgasmo. Hartito, me tienen.
EliminarBueno, piensa que es un tema que todo el mundo, quien más quien menos, puede entender. Y da mucho juego para comentar aquello de 'joder, qué fuerte, ¿has leído cuando el gordo - en este caso- aquél dice aquello de la mierda -en este caso-?' 'sí, sí, este tío -en este caso- es bestial con las descripciones -en este caso-'. Pues eso.
EliminarPEro esos son cuatro. Y la mitad familia. No sé, igual soy yo que estoy metiendo mucho la pata ultimamente pero... se habla tanto de sexo! No es normal. Me aburre tanto leerlo que no me puedo imaginar que a alguien le divierta escribirlo.
EliminarJoder1! Ni aunque esa sauna, donde además de sodomizar roban carteras ,fuera una metáfora del gobierno y rajoy, se podría leer. No sé como aguantas esas tomaduras de pelo
ResponderEliminarCuriosidad, siempre, me temo. Mi condena.
EliminarPues se podía hacer una lavativa antes de irse a la sauna, no solo por él mismo y su asco/vergüenza/pudor, sino por ahorrarle el regalo a quien le mete el pito. Vamos, digo yo.
ResponderEliminarCaray, Tongoy, de otra cosa no sé, pero de lo que no se te puede acusar es de corporativismo: ya le has puesto a caldo novelas a Olmos, alias Malherido y a Roberto Enríquez, alias BobPop. Sólo te falta decir que reig es un chistoso sin gracia y que la última de Orejudo es un puta mierda (sí, dÍbien alto. "cre que "Un momento de descanaso" es muy mala y estoy orgulloso), para que la cena de Navidad de los compis de Diario Kafka sea memorable. No esperes un buen regalo del amigo invisible.
ResponderEliminarBueno, a mï la novela de Bob Pop no me pareció tan mala. Es más, en mi opinión mantiene un nivel más que notable del discurso naarrativo (o sea, que escribe bastante bien). Otra cosa es que el argumento de para más. Pero, coño, sí el señor Bértolo, sabio entre los sabios, le dio su plácet a esta novelita, ¿quiénes somos nosotros para cuestionar su criterio? ¡Que descubrió a Ray Loriga, por el amor de Dios!
Es que de verdad que parece un chiste, la novela. Tanto para tan poco da como pena.
EliminarNo es por adelantar acontecimientos pero a Reig le toca pronto (reseña) y de la de Orejudo ya hablé hace mucho, al poco de salir. (http://lamedicinadetongoy.blogspot.com.es/2011/02/un-momento-de-descanso-antonio-orejudo.html).
De corporativismo y otros vicios se me acusará siempre, pero eso está bien. Además creo que es necesario, así tampoco se pierde el norte. ;)
Perdón: no me había dado cuenta de que ya le habías hecho la crítica. De acuerdo contigo, además. De todas formas, yo soy "orejudista" a muerte y le perdono lop que sea. Un saludo.
Eliminar" mantiene un nivel más que notable del discurso narrativo", diablos, otro discursólogo, ¿ y el texto sobrevuela metaestructuras ideográficas desde una semántica novedosa?
ResponderEliminarperdona, amigo anónimo, por no haberme explicado bien:emplear esa frasecita pretendía ser una sagaz ironía sobre, precisamente, ese tipo de "discursólogos" (como traté de remarcar en el paréntesis). Pero está claro que no he sabido hacerlo, así que acepta mis disculpas, por favor. Será la última vez.
EliminarOtro éxito del señor Bértolo. Y tú, Tongoy, qué nivelazo que tienes: "no de vería". Tu ortografía está a la altura de tu capacidad como crítico literario. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, gracias. Le he visto atento. Corregido. Gracias otra vez.
EliminarPara nivel, mejor nivelazo. Un nivelazo de expresividad.
EliminarEstá el ambiente tenso, ya los ríos de leche y miel no van a dar a la mar , y cada aspirante invierte su mobiliario conceptual en lo que puede. Parece mentira que a la gente no le repugne utilizar el argumento ortográfico. Carlos, si tu economía te lo permite hazte con "Lo que me gustaría ser ami. Si no fuera lo que yo soy" . Risa de la mejor especie.
EliminarCada uno se agarra a lo que puede, supongo.
EliminarHacerme con el libro de Cesar Bruto no es un problema de posibles sino de posibilidades. Lo he buscado y no aparece por ninguna parte. Ni en tiendas digitales ni en biblioteca alguna ni en librerías de viejo. Nada. Imposible. Con tanto rescate ya se podía animar alguna editorial. Seguiré buscando. El que la sigue la consigue.
Bueno, no conseguí resistirme, te dejo aquí el prólogo de cesaR brutO a su libro "Brutos consejos para gobernantes".
EliminarCarta abierta a cortázaR
MANO A MANO HEMOS QUEDADO,
jULIO...
Querido colegA: me acuerdo que hace diez años , cuando vos andabas para publicar rayuelA, no sabiendo cómo ni de que manera podías levantar un poco el interés del público, agarrastes y pusistes adelante de todo el volumen una página de mi libro " Lo que me gustaría a mi si no fuera lo que yo soy" ( Edisión príncipe: 1947)...! Y lójicamente tu novela se vendió a todo pasto y hasta pasó a ser un gran besélleR, perdonando la grosería¡
Así las cosas hoy me toca a mí aprovechar la tremenda fama que conseguistes gracias a mi colaboración y por eso me permito la osadéS de copiar un pedazo de tu rayuelA para que la jente sentusiasme y mi libro consiga venderse, ques el ideal que perseguimos todos los artistas. Además, si la cosa sigue dando resultado, o sea que vos vendés gracias a mí y yo gracias a vos ¿ qué te parece si nos asociamos y escribimos juntos? Total, hoy por hoy y en todas partes ¡son tantas las sociedades raras que se forman, que si aparece un nuevo tigrE nadies le notará la mancha!
Te abraza con fuerza tu compañero de literatura,
CESAR BRUTO
Buenos aireS, idus de marsO de 1973
Nota del amanuense: Tras la carta sigue el capítulo 147 de Rayuela
otra notA: no puedo asegurar que el texto haya sido reproducido letra a letra, hay demasiadas particularidades en la prosa de cesaR
O, ya me sobraban ganas de leerla antes de la cita que acabas de poner.
EliminarFb
ResponderEliminarTengo una curiosidad, la literatura que tu sueles tocar en el blog cuantos lectores tiene, es un mundillo no ? Hay veces que veo los libros en las librerías y pienso , mira uno de los de Tongoy. ¿tres mil personas en toda España? ¿es mucho, es poco?. Hay cifras de ventas un poco fiables.
¿Tres mil? ¿Un libro como este o como muchos otros que comento? Cielos, espero que no.
EliminarNo tengo ni idea, la verdad. Me cuesta creer que haya tanta gente que quiera comprar estas cosas.
fb
EliminarNo tengo ni idea yo tampoco, no se que se considera la tirada media de un libro, ¿tres mil es mucho ? Si es menos ya es la gente que tienes tu por aquí, ¿tu tienes mil visitantes diarios?
Qué preguntas me haces tan comprometidas, caramba. Pongamos que sí. Pongamos que más y dejémoslo ahí. No todas vienen a ver esta novela, es decir, lo último que escribo. Muchas llegan a través de google y dan con entradas antiguas.
EliminarHola a todos!
ResponderEliminarCasi cuarenta años seguidos veraneando en agosto en Torrevieja, de la que no creo que se pueda mantener que sea ningún edén solitario, y en todo este tiempo no me he rozado con ninguna nalga mientras despliego an la mar mis facultades natatorias. En la piscina de la "urba" sí, ahí sí que me he topado alguna vez que otra con un culo. Pero en el mar ¡no! rotundamente.
¡Ay Enriquez, Enriquez, en qué corrientes marinas no refrescarás tus carnes para que no dejes de rozarte con miriadas de nalgas mientras, cual tritón retozón, nadas entre sus aguas! ;-)
Por favor, no nos interesan ni tu lugar de veraneo ni tus despliegues natatorios ni tu patética piscina. No puedes encontrar algo que decir sin decir una sandez?
ResponderEliminar