martes, 9 de noviembre de 2021

‘Los extraños’: carta abierta a Jon Bilbao

Querido Jon,

navegando entre redes descubro algo en lo que parece haber cierto consenso: escribes bien. Bueno: muy bien. Insisto: dicen. Y sí, supongo que es verdad, Jon: escribes bien. Pero YA. Es decir: sin más.

Pero.

Pero me pregunto en qué momento ha dejado de ser ese el mínimo exigible a partir de la cual se debe o puede, no solo ejercer cualquier tipo de crítica, sino afrontar cualquier tipo de lectura. Quiero decir: uno que se dedique a esto ha de escribir necesariamente bien porque de no ser así deberíamos, los lectores, a poco que nos acompañe el sentido común, o bien obviarte o bien leerte, si mediase afecto, y luego, como Rimbaud, sentarte en nuestras rodillas y, si amargas, injuriarte. Fuera de eso, ni la hora.

Y yo lo siento, Jon, pero para un servidor eso no es suficiente, al fin y al cabo hoy en día escribe bien hasta Google Translator.

Deja que te lo aclare: el criterio de convivencia es este: si escribes bien y publicas una obra maestra (o ni tanto, siquiera destacable) te haré el amor dulcemente. Sin embargo, si la novela es mediocre será, la nuestra, una relación de idéntico calado, a la par que anodina e insustancial. Ahora bien, si repites esto de hoy ya te adelanto que te vas a encontrar las maletas en la puerta cuando vuelvas a casa, AMOR.

Entre nosotros: hay dos, —y ni una más— razones por las que me he terminado este librito: una, porque tiene 140 páginas y dos, porque está decentemente escrito. El resto ha sido CARIDAD. Y lo siento, pero no estoy por la labor. O sí lo estoy, pero no debería. Lo he estado, vaya, hoy y un rato ayer, pero ya no más. Lo juro por estas. (Y van...)

En cualquier caso, Jon: ha sido un placer. Pequeñito. Sin orgasmo. Como de frotarte contra la mochila dos paradas de metro. Pues igual. O parecido.

Quizá algo menos. Hace tiempo que no subo a uno.

¿A qué viene esto, entonces? A nada. Me aburría. Y así hago dedo. (Ese dedo no; el otro). Y dejo constancia, también. Así, la próxima vez que publiques yo vendré, leeré, recordaré e inmediatamente después, TE OBVIARÉ.

Te dejo ya, que tengo al pequeño en la ducha organizando no sé qué desastre. Ya que en lo profesional no tanto (ja) espero que en lo personal todo bien. Nosotros como nunca; tan ocupados viviendo que no nos da para avistar ovnis. No sé si me explico. Jaja. Seguro que sí. Bueno, cuídate, Jon. Ya veremos si nos vemos.

Abrazo,