jueves, 14 de octubre de 2010

LA CONFESIÓN


Jorge Carrión es escritor de libros de viaje y desde hace relativamente poco también de una novela tan inclasificable e interesante como es “Los Muertos”. Inclasificable por lo arriesgado de su estructura, que mezcla la ficción televisiva con el ensayo e interesante porque fue en su momento la culpable de un parto, el mío, que dio lugar a un hijo, un blog, pero no este, sino otro; un gemelo algo tardío. El blog de Oblomov Varese, también conocido como Oblomovka Herida. Servidor. 

Efectivamente: yo, Tongoy, soy también Oblomov Varese. Míos son sus tíos, sus primos y sus padres; sus hermanos y la demente conocida como “Leidi Morgana”. Oblomov nace, como dije más arriba, tras haber leído esta novela. Mi simple deseo de comentarla hace posible la existencia de este personaje, esta pequeña marioneta que en mis manos toma forma de monje con tendencias suicidas. Su Oblomovismo fue sólo una forma de hacerlo diferente a mí; de justificar un cierto hastío y una pereza innata a la hora de escribir nuevas entradas en su blog. Oblomov es pues un ser irreal, tan de ficción como lo son las historias que nos ha contado a lo largo de estos dos meses. Oblomov no lee, yo leo; Oblomov no habla, yo hablo; Oblomov no escribe, yo escribo. Oblomov no es; simplemente. 

Iba esta confesión a ser demorada más tiempo (meses, años, qué se yo) pero este Oblomov es agotador y terriblemente exigente por su rigor histórico. Parir una idea es por lo general complicado si uno busca ser mínimamente original pero se multiplica exponencialmente esa dificultad si él, Oblomov, es el creador de una de ellas, por su empeño de dotar de verosimilitud cada una de sus disparatadas aventuras familiares, por conciliar fechas y por asegurarse diligencia en el attrezzo. En ese sentido debo confesar que hay cierta iniciativa ajena a mi voluntad, puesto que sin desearlo me encuentro siempre con que sus historias toman el control sobre las mías. Este descubrimiento dota de un nuevo sentido muchas de las referencias veladas de sus entradas. Sirva como ejemplo aquella conocida como MARIONETISMO (1). Quizá ahora se entienda tanto su afán por darme protagonismo cómo el mío por dárselo a él. 

Por vez primera me siento obligado a hablar del motor de la novela para hacerme entender. Carrión habla en ella de una situación un tanto peculiar: la llegada al plano real (nuestra realidad) de seres de ficción, protagonistas fallecidos de producciones americanas, que son tratados como humanos de segunda categoría. Pero no es esto lo quiero destacar de su libro con esta entrada sino el (falso) ensayo que tiene lugar al final de la primera temporada (esto es, al final de la primera de las dos partes que lo componen) en el que se subraya la importancia que tiene la muerte de un personaje de ficción para los televidentes. Si somos testigos de sus vidas, si sufrimos con sus desventuras, ¿no sería natural llorar su muerte, tal como en su momento hicimos todos con Bambi, King Kong o victimas similares de la vida (cruel)? En cuanto lo leí comencé a gestar la idea de crear un ser de ficción que, en la medida de lo posible, se hiciese querer. Quería ser dueño de mi propio hoax. Obviamente mi treta incluía una pequeña trampa, similar a las que pueblan los guiones de las series americanas, puesto que mi creación debía pasar por real, con la secreta intención de multiplicar el efecto de su muerte (2). El objetivo final de esta pequeña farsa era, como se habrá adivinado, crear una ficción real que me ayudase a reflejar y valorar en su justa medida la sugerencia que hace Carrión en “Los Muertos”. Espero haberlo conseguido. 

Y esta es toda la verdad. Esto es todo lo que hay. La “Oblomovka Herida” es ahora la “Oblomovka Muerta” (chiste) y yo soy su propietario tal como lo fui desde el comienzo. Pido disculpas a todos aquellos (que sé que los hay) que sintiesen por el pobre Oblomov cierto cariño o gustasen de sus peculiares entradas y también a todos los que creyesen realmente en su suicidio. Me comprometo a mentir de vez en cuando en su memoria, incluyendo aquí entradas del tipo que hacía para él, pero me niego a reabrir su blog por ser a todas luces innecesario, amén de la escasa popularidad de la gozaba y que no quiero heredar. Al fin y al cabo ya sabemos que la cópula y los hoax son abominables pues multiplican el número de blogs. 





(1) http://oblomovkaherida.blogspot.com/2010/09/marionetismo-ano-x-numero-121.html 

(2) Encontrará ahora explicación el amigo lector a tanto fúnebre comentario de Oblomov a lo largo de su blogvida. 





14 comentarios:

  1. Estimado señor, tengo a bien poner en su conocimiento que ayer trece de Octubre a las catorce horas (hora solar del ángelus) se ha personado en esta oficina de empadronamiento del término municipal de Castroforte del Baralla el señor don Oblomov Varese Procrastino, y aportando la documentación pertinente ha solicitado ser incluido como habitante de derecho en dicho término municipal.
    Atentamente suyo.
    Don Becerril de la Cabra

    ResponderEliminar
  2. Hola, soy Tania Varese, hermana de Oblomov. ¿Puede alguien, por favor, decirme qué está pasando? Ayer esperábamos a mi hermano para que pinchara como DJ en una Techno-Session en las fiestas patronales de Monforte de Lemos, pero no apareció. En su lugar mandó una casette con los temas ya mezclados, y la foto de un pájaro muerto. No responde al móvil, y la espiritista de la familia dice que no lo encuentra en el Más Allá. Puestos en contacto con la policía, han registrado movimientos de su tarjeta de débito de la Red6000 en compras en una armería de A Coruña. Por favor, digan algo.

    ResponderEliminar
  3. Estimada señora me es grato poder comunicarle que según consta en los documentos presentados ayer en esta oficina de empadronamiento, el señor Varese figura como inquilino del inmueble sito en el Nª69 de la plaza de los Marinos Efesios de Castroforte del Baralla

    Atentamente suyo
    Don Becerril de la Cabra

    ResponderEliminar
  4. Sepan ustedes que este servicio de protección de testigos es una auténtica mierda.

    ResponderEliminar
  5. Oblómov querido, no es momento de buscar protagonismo. Déjame ser la estrella un rato, anda.

    ResponderEliminar
  6. Digamos que mi hermano es un cachondo, y que yo soy entonces su hermana "cariñosa", como la de Borat, ¿me entendéis?

    ResponderEliminar
  7. Nunca. Y ese comentario no ayuda a cambiar las cosas.

    ResponderEliminar
  8. Cuando una esfinge formula un enigma lo mejor es huir del problema cambiando de tema, tal como sabiamente recomiendan les luthiers

    ResponderEliminar
  9. De esfinges y preguntas vamos por aquí sobrados desde hace tiempo.

    Le he dado un ultimatum al espiritista de la familia: o empiezan a dar resultados sus conjuros o le echo yo una mano enterrándolo con vida.

    Me ha jurado darme pronto un respuesta o me regala a cambio un epitafio.

    ResponderEliminar
  10. "Este espacio es un ejercicio a la vez que un juego que invito a descubrir con el mismo rigor cronológico con que fue escrito".
    Eso creo sospechas desde el principio, y lo hice, fui al origen, y estaba esperando la confirmación, ese arroparte con la manta después del cuento.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Gracias, Ami, por un cumplido tan bonito. Debes ser la única que hizo caso de la invitación.

    ResponderEliminar
  12. Debo confesar que gugleé el número 2 de la calle Olmedo :S

    ResponderEliminar
  13. Jajajaj, eso está bien!!

    Pero no cantemos victoria. Ha vuelto. No hay manera; no puedo con él.

    http://oblomovkaherida.blogspot.com/2010/10/la-revelacion-carta-tongoy.html

    ResponderEliminar
  14. Buscaba información sobre Oblomov, el original, el de Goncharov, y así di con la entrada Oblomoshchina. De ahí al blog de Oblomov Varese y de ahí a esta entrada. O sea, un novelón en 5 minutos. Me siento como esa amiga que me contó una vez que se enteró de la muerte de su querido amigo varios meses después, cuando todos habían pasado ya las siete etapas del duelo, y tuvo que llorar sola, a destiempo. Haga usted de cuenta. No estoy llorando, pero me habría gustado seguir leyendo.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.