jueves, 12 de enero de 2012

Otra reflexión en torno al Kindle y la piratería


Pues nada, que la semana pasada los Reyes Magos me dejaron un Kindle debajo del árbol de Navidad. Lo primero que hice fue configurarlo, claro, y luego comprar un libro en Amazon -un poco por error, otro poco no- que me costó la "friolera" de poco más de cuatro euros. (4,74 €, para ser exactos. Un error más que aceptable.) Se trataba de “El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde” de R. L. Stevenson que Nórdica Libros editó tan bellamente. Esto quiere decir que le han metido unos dibujitos, que es una cosa que siempre me gusta encontrar en los clásicos de terror. En un ejercicio de gilipollez sin límites, por aquello de experimentar nuevos niveles de imbecilidad, saqué el otro día de la biblioteca la edición en papel del mismo libro que al final será la que me acabe leyendo y que cuesta la friolera (ahora sí) de 27,50 €. No está mal para un libro de estas características pero, aunque la calidad es realmente buena, cuesta plantearse el desembolso de semejante cantidad de dinero por un libro cuando podemos bajarnos gratis la película que lo adapta. Es broma. Lo que quiero decir con esto es que 4,74 me parece un precio bastante... razonable –aunque sólo sea por comparación- y de hecho es un importe que ya he demostrado que no me importa pagar si con esto ayudo a promover la digitalización de la cultura y subsiguiente abaratamiento de la cosa escrita. 

Otro cantar fue lo que ocurrió cuando quise hacer lo mismo con la reciente “El tiempo es un canalla” de Jennifer Egan, nada menos que Premio Pulitzer 2011. Resulta que no hay versión de este libro para el Kindle en el mercado español, no así en el americano (si a uno no le importa leer en el idioma original) con la ventaja añadida de que cuesta 6,33 $, que al cambio vienen a ser 4,95 eurillos de nada. Lo voy a repetir por si no lo han pillado a la primera: 4,95 €. Entiendo que el tema de la traducción cuesta dinero y me tengan que cobrar un plus -que estoy más que dispuesto a pagar- por el servicio, pero lo que no entiendo es esa negativa a sacar la edición digital de un libro de la importancia de este en los tiempos que corren. Por si les interesa, la edición en papel cuesta unos 20 euros que es un importe que no me voy a gastar en señal de protesta -le he dado al botón "me gustaría leer este libro en Kindle" que va camino de ser más popular que el "me gusta" del Facebook-  y porque yo no soy de tirar el dinero cuando puedo sacarlos gratis de la biblioteca, que es lo que he acabado haciendo. Resumiendo: la Editorial Minúscula acaba de perder una venta para (supuestamente) proteger otra. 

Ojo, no quiero dar la impresión de que voy de nada: si este mismo libro estuviese disponible en redes de intercambio o similar, es más que probable que me hiciese con él, como me he hecho con muchos otros. O no. Quiero decir que quizá me lo hubiese comprado del mismo modo que me compré el de Stevenson a pesar de tener ya como tres o cuatro ediciones (digitales) diferentes (y si alguien creé que fue exclusivamente por los dibujitos está equivocado. "Exclusivamente" no fue, entre otras cosas porque los dibujos de marras no son para tanto y quien dude que se baje las primeras páginas y las compare con "Canción de navidad" de Kalandraka, por ejemplo, otro clásico de terror lujosamente editado y verá en qué vale la pena realmente gastarse los 25 euros que cuesta.)

Todo esto viene a cuento de que estos días, supongo que tras la multiplicación del Kindle en los hogares españoles, se está hablando mucho en la red (entendiendo esto como que ya me he encontrado dos (¡dos!) post que tratan el asunto) del tema de las descargas de libros, la ley Sinde y todo ese rollo y aunque ya no debería estar haciendo estas cosas he sentido el impulso incontenible de compartir mi experiencia como he compartido tantas otras. Les cuento: el mismo día -exactamente el mismo día- que los Reyes Magos me dejaron el Kindle debajo del árbol, alguien me pasó un pendrive con 8500 libros en formato epub que no necesitaba para nada ya que durante los días previos al seis de enero me había ocupado yo mismo de bajar unos cuantos... cientos. Esto hay dos formas (como poco) de "tomarlo". Una es llorar. Me refiero al escritor. Ese buen hombre o esa buena mujer puede, y seguramente lo hace, rasgarse las vestiduras y lamentar que el hijo de puta de turno esté a punto de acabar con su carrera que -mira por dónde qué casualidad- estaba a puntito de despegar. Esto es como lo de Lucía Etxebarría, que debía creer que todos los que se bajaban su libro eran compradores potenciales que abandonaban el barco y de ahí su inminente ruina. Es casi la misma chorrada que hablar del hundimiento de la industria del cine cuando -tal como asegura Lipovetsky en "La pantalla global"- está demostrado que esa misma industria está ganando más dinero que nunca. Claro está que si uno escribe para ganarse la vida y no vende lo suficiente tendrá que dejarlo pero por esa regla de tres hace tiempo que en muchas partes del mundo la figura del escritor hubiese acabado igualito que los dinosaurios. Que yo me haya bajado "Corona de Flores" (de Javier Calvo) no quiere decir que lo vaya a leer; ya lo tuve en las manos, sacado de la biblioteca y nadie me dijo "cabrón, vas a acabar conmigo". En su momento lo devolví y hoy no sé dónde metí el fichero y Calvo sigue igual de millonario que ayer. Siguiendo con el ejemplo podemos pensar en "Ejercito Enemigo" de Alberto Olmos -que traigo a colación porque su post fue el primero que leí que trataba este asunto- o en el último de Edmundo Paz Soldán o de Gonzalo Torné. Por si se lo preguntan no me he comprado su libro (el de Olmos), por otro lado la biblioteca se ha empeñado en no conseguirlo lo que probablemente me condene a no leerlo jamas... a no ser... a no ser que Mondadori tenga los santos cojones de ponerle un precio razonable (ya no digo competitivo) porque si alguien cree que me voy a gastar 13,29 € euros en un libro digital que además no ha necesitado traducción es que no tiene ni pajolera idea de en qué dirección gira el mundo. La anécdota divertida es que 13,29 euros es exactamente lo que cuesta "El novelista ingenuo y sentimental" de Orham Pamuk -de reciente estreno, de ahí la mención- que mira tú por dónde sí ha necesitado traducción. (1)

Y ahora que alguien me explique, por favor, cómo pueden tener los dos libros mencionados el mismo precio y si es esto justo para el consumidor. Y no me vengan con la excusa de que es el el precio de salida, que luego bajará (como han bajado otros, por lo que he visto) y que está esperando a agotar el mercado en papel. Quien tenga otra respuesta y un rato libre le invito a que lo dedique a pensar si es posible que esta aparente creencia en que el comprador es imbécil tenga algo que ver con todo el asunto de la piratería. Les daré una pista: tengo en mi casa más de 300 dvd´s originales pagados con el sudor de mi frente a precios elevados cuando no directamente astronómicos que dos o tres años después era fácil encontrar en la misma superficie a un importe tres o cuatro veces inferior, motivo por el cual abandoné el hábito "ya dónde va". Creo sinceramente que la solución pasa por bajar el precio y esperar así que yo (y chorrocientos tios más) vuelva a ser el comprador que era. La otra opción es dejar las cosas estar con la siguiente consecuencia directa: que me baje la puta película y luego ya veremos si me quedan ganas de esperar esos dos años para hacerme con ella o con su prima la Edición Especial Coleccionista. Pues lo mismo aplicado a la narrativa: si alguien se cree que soy lo bastante imbécil para gastarme 14 euros en un libro que no vale ni la mitad entonces va a tener un problema de narices porque ya le adelanto que el mismo esfuerzo que antes se ponía en conseguir el libro en la Fnac lo voy a poner ahora en conseguirlo vía emule, por ejemplo. Lo que no se puede hacer, o lo que mi sentido común me dice que no se debería hacer, es esperar que en un país que apenas lee haya mas escritores y editoriales que champiñones y que todos crean que pueden vivir del cuento o la novela o el ensayo o lo que de lo que sea que quieran vivir a costa de los demás. 


Les voy a poner un ejemplo teórico/práctico para que acaben de entender a qué me refiero: ayer me llamó por teléfono un amigo para preguntarme si estaría interesado en recibir cierto libro que (él) acababa de "fusilar". Cuando me dijo de cuál se trataba acepté de inmediato porque lo cierto es que le tenía muchas ganas y aunque puedo sacarlo de la biblioteca en cualquier momento siempre es más cómodo llevarlo en el Kindle, por lo tanto le dije que sí y también que estaba loco, que cómo se le había ocurrido piratear un libro con lo laborioso que eso era (lo sé por experiencia). Me contestó que en absoluto, que de hecho le había llevado muy poco tiempo: diez minutos escanear todas las páginas (unas 240), ocho minutos pasarle un ocr y dos o tres convertirlo de pdf a mobi (formato Kindle). Total: 20 minutos, aproximadamente. Con pausas para mear y comer un yogourt, 30. Y ahora que me digan que cobrar 14 euros por los libros de Torné, Olmos o Soldán  no es demasiado. Venga, que me lo digan.

(Mientras termino de escribir el post recibo un WhatsApp en el que este personaje -desde hoy Sr.X- me dice que ha vuelto a pecar, que esta vez lo ha hecho por mí, que ha fusilado la parte de un libro de reciente publicación que yo estaba a punto de comprarme y que no es posible encontrar en formato pdf y no digamos ya cualquier otro (es un WhatsApp bastante largo). Hablamos de casi 600 páginas. Hablamos de entre dos y tres horas de (su) tiempo. Hablamos de 32 euros que ya no me voy a gastar. Hablamos de que, o empezamos a adaptarnos a los tiempos y a las posibilidades económicas del mercado (que no hay más que mirar para él para ver cómo anda) o de aquí a cinco años no publica un libro ni el tato. Y no se preocupen por los libros. Será por libros. )






(1) Y quien dice Mondadori, dice Anagrama (a) que también es para matarla. La edición en papel de "La torre" de Uwe Tellkamp, por poner un ejemplo cabrón, ronda nada más y nada menos que los 29 euros frente a los -anótenlo para contárselo a sus nietos- 22 euros de la edición digital. Un ebook, sí: 22 eurillos. Que sí, que son 900 páginas, no digo yo que no, pero de tinta que no mancha y papel que no pesa.


(1a) Y quien dice Anagrama dice muchos otros, pero yo medio acabo de aterrizar en este mundo y además tengo mejores cosas que hacer que pasarme el día mirando precios.

60 comentarios:

  1. Excelente post, señor Tongoy. Espero que de una forma u otra llegue a ojos de los editores de Mondadori y de Anagrama.

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  2. Edmundo Paz Soldán ha hecho mucho daño a su país, Gonzalo Torné lleva gafas y es de BCN, y que se puede esperar de un escritor que se llama Calvo y tiene Pelo. El único escritor serio es mi primo Olmos, te arrimas a él y nunca te da peras.
    ¡Viva Segovia!

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  3. ...y más teniendo en cuenta lo que se lleva el autor, que en la mayoría de los casos ( la excepción son los cuatro o cinco divinos) no llega ni a las migas.
    Los piratas son las editoriales. Pero ahora el mango de la sarten lo tiene el consumidor, o mejor, el usuario, el lector

    De momento se siguen aprovechando de que preferimos el papel, pero el cambio ya está aquí y al final tendrán que bajarse del burro .

    Ayer compré "Un momento de descanso" de Orejudo y ayer, tres horas despues de empezar, lo terminé. Una buena novela, sí señor. Pagué 17 euros. De esos 17 euracos, Orejudo se habrá llevado el 2%. Entre el 7% y el 10% aprox se va en gastos de impresión . Queda un 80% aproximado: Hay que repercutir distribuidor, campaña de marketing y costes de personal y mantenimiento de infraestructura. ¿Que puede quedar de margen para la editorial? ¿un 30%?. ¿alguien que lo sepa por ahí podría confirmar, groso modo, estas cifras?

    Si son ciertas (+ -), el coste de un libro digital sería un 10% menor, correspondiente a los costes de impresión. Lo demás, sigue igual. Son habas contadas. Por supuesto, es mucho más barata la edición de una obra libre de derechos, como es la de Stevenson.

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    1. El librero se lleva en torno al 25 % y la distribuidora en torno al 10, pero en las ediciones digitales estos son estadios prescindibles, según creo. Puede que el escritor lo tenga mal. El librero lo tiene, directamente, imposible. En concreto al mío le han regalado una tableta, y no es de chocolate.

      Un saludo.

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    2. Eso no es correcto.

      La distribuidora + punto de venta se llevan alrededor del 55%.

      El autor entre el 6 y el 12%.


      El margen de una editorial ronda el 8% de beneficio.

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  4. La matemática de las letras: http://www.elcultural.es/articulo_imp.aspx?id=570

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  5. a ver cuando te quejas del precio de los cubatas.

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  6. Esa reflexión que te haces es “la reflexión” del año pasado, desde que se constató que el rollo de Libranda no iba a despegar nunca por culpa de los precios y, lo que era paradójico, por el detalle del DRM (que no puedas “prestar” “fácilmente” el libro que has comprado). Pero como había muchos libros pirateados me acabé comprando el Kindle y leí bastante en él hasta que se rompió. El problema es que al “pasar una página” la anterior se queda impresa debajo, como si el “papel” fuera finísimo y se transparentara. Además tiene unas rayas blancas bastante molestas y le he dado con Cristasol pero no hay forma. Eso pasó hace un par de meses, y como tenía bastante libro “normal”, pasé de protestar a Amazon. Pero ayer precisamente llamé y la semana que viene tengo en casa otro nuevo y debo devolver el roto, pagando yo los sellos. No pasa nada porque está en garantía, lo chungo es que hubiera pasado el “percance” un año y un día después de haber apoquinado lo que costó.

    Bajo mi punto de vista, un “archivo” no tendría que costar casi nada, digamos un euro, dos si el libro es gordo. El problema reside en que así no salen las cuentas. Me lo explicó un editor colega. La librería y la distribuidora se quedan un 55% entre las dos del precio del libro IVA excluido. Me refiero a los de papel clásico. Libranda se queda lo mismo, creo. El resto se lo reparten autor y editor: el autor se lleva el 10% del precio sin IVA, y la editorial el 35%. Estos porcentajes varían a veces, pero poco, son casi universales. Se me olvidaba, el IVA del libro “electrónico” es de un 18%, no del 4%. Al autor, con ese 10%, a no ser que sea Dan Brown, le suenan las tripas constantemente. Y el editor ídem, pues de ahí debe pagar a la imprenta, que no entiende de porcentajes y quiere pasta unitaria, cuantificable y por adelantado. Esta pasta varía, por supuesto, desde el euro pelao de las ediciones de bolsillo a los 4 o 5 euros de las cuasi lujosas, y hasta más si el libro lleva colorines. Por otro lado, si el autor es un humano “vivo”, se hace necesario todo el rollo de las presentaciones, que cuestan dinero, no digamos si el tipo es además “extranjero”. Estos gastos los asume la editorial. Y lo que dices de la traducción es también cierto. La nueva traducción de un libro como “Gargantúa y Pantagruel” (49 euros en librería normal) que ha acometido Acantilado ha debido ser carísima, aunque a Rabelais no haya que llevárselo de gira ni pagarle copas ni darle ese 10% porque murió hace bastante. Pero las cuentas que se hace la editorial van en la línea de ¿cuántos ejemplares de este libro “interesan” al lector en español?, y calculan, sobre esa base, lo que se llama “punto muerto”, por debajo del cual palman dinero. Lo cierto es que todo esto es un coñazo por lo farragoso que resulta y porque en realidad en España muy poca gente lee ni aunque le regalen los libros. Y más si éstos no son best-sellers, cuyos beneficios financian a chorro gordo las pérdidas de los libros que en realidad gustan a quienes sí se dedican a esto de leer y culturizarse vía canales distintos a Telecinco.

    Si las ventas de libros digitales a través de Amazon se generalizan en España, comenzará a haber una buena “oferta” de libros “gratis”, “desprotegidos”, en los descargaderos de referencia. Esto es indudable. Ha pasado en USA, con los servidores en Rusia o en Somalia, da lo mismo con tal de que no estén allí, y pasará aquí. Escanear los libros como antes se ripeaban las películas o se grababan en casette los discos es la solución para conseguir gratuitamente libros de editoriales pequeñas que tienen miedo de que el rollo digital les quite un cacho de las ya de por sí pírricas ventas de sus libros. (No conozco las ventas de las novelas de Celso Castro, ese autor que nos gusta tanto, pero nos íbamos a partir de risa si las conociéramos.)

    En fin, que estoy de acuerdo pero esto es como con el precio del jamón ibérico, cuando te enteras de la que hay que formar para que las lonchas salgan buenas se te quitan las ganas de protestar.

    Saludos.

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  7. He entrado en la página web de Audi y he visto el Audi A8. Es una pasada. Quiero comprarlo, pero cuesta 80.000€. Vamos, un robo. Debemos presionar a Audi para que lo venda a, pongamos, 10.000 €; total, un poco de chapa, unos cuantos cables y cuatro ruedas no valen tanto. ¿Quién se piensa que es el Sr. Audi para poner el precio que él quiera a sus coches? Audi ha perdido un cliente...

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    1. Precisamente, es la diferencia entre el precio real de las materias primas sumado al de la mano de obra (que puede medirse en horas de trabajo) y el precio de mercado, mucho más elevado, el que caracteriza el sistema de producción capitalista. Lo habitual suele ser que tal plusvalía caiga en las manos del intermediario y del propietario de los medios de producción. En su "Teoría de la clase ociosa", Thorstein Veblen explica el proceso de una forma excelente, aclarando que un sistema económico que favorece siempre al propietario y que se fundamenta en una modalidad de la usura (como esa plusvalía que he mencionado antes) desarrolla justificaciones ideológicas para el hecho de pagar más, a través de medios simbólicos: se paga la marca, la elegancia, el glamour, la distinción de poseer un objeto que te revela socialmente como miembro de la clase alta, etc, etc... No te ofendas, pero tu comentario me parece poco reflexivo, y simplemente se pliega al canon impuesto por la ideología dominante: si cuesta más, será porque lo vale, el que posee y produce (como si en realidad no produjera el obrero, pero en fin) merece la ganancia, etc, etc. A no ser que lo hayas redactado con intenciones irónicas. Si es así, esta crítica carece de sentido.

      Un saludo.

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    2. ¿Ironía? No, no, qué va, lo decía completamente en serio, el Audi A8 es muy chulo, pero no me llega para comprarlo. Interesante lo del tal Thorstein, buscaré en Amazon a ver si me puedo bajar su libro por, digamos... ¿0,25 €? Ese sería un precio justo y Thorstein asentiría complacido desde los cielos...

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    3. Espera. Esto: "tu comentario me parece poco reflexivo, y simplemente se pliega al canon impuesto por la ideología dominante: si cuesta más, será porque lo vale, el que posee y produce (como si en realidad no produjera el obrero, pero en fin) merece la ganancia"
      Yo no creo que quien lo posea o produzca merezca mas ganancia. Creo que quien arriesga dinero merece la recompensa de cómo poco recuperar el dinero y poder comer. Qué menos. Supongo que ahí estaría el precio mínimo. Internet podría acabar con eso. El autor debería ser capaz de poner su producto en venta y valorarlo en su justa medida. El resultado lo supongo catastrófico, pero es que para esto que se plantea no hay solución fácil. De hecho no habrá solución mientras no haya conciencia y no dejemos de robarnos los unos a los otros, seguramente. España es un país muy pirata y lo que puedas conseguir gratis no lo pagues. Si acaso los libros se salvan de la quema porque a quien le gusta leer le gusta el olor del papel y para eso el Kindle no sirve de nada.

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    4. Vaaaaale, el comentario iba por el amigo del Audi.

      Yo pague eso por Thorstein, yo se lo consigo gratis. Creo.

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    5. Hola, Carlos. Mi comentario no iba sobre la entrada, al menos en su generalidad. Estoy de acuerdo con la mayoría de las tesis que expones. También entiendo que alguien que se implica en un proceso de producción debería, al menos, tener su sustento asegurado. Creo que no se trata de eso; verás, España, y muchos otros países, son "piratas" debido a las reglas del juego, a las estructuras económicas, de producción y a las relaciones materiales que implican y de las que surgen. A mi modo de ver, se "roba" y "piratea" porque otros, que además poseen los medios para producir mercancias, han convertido en legal cierto tipo de robo como el de la plusvalía. Ellos roban con precios abusivos que no se corresponden con los costes de producción (y no estamos hablando de una ligera subida para garantizar el sustento y la vida digna de los que producen o de los propietarios, sino de un incremento altísimo), y el resto trata de robarles a ellos por todos los medios. Un sistema que se sustenta en la usura como modo de intercambio de bienes y mercancias tiene eso, que todo el mundo intentará beneficiarse de ella, actuando o bien como usurero o bien como ladrón. Hasta que no se de un cambio estructural, las cosas no cambiarán a ese nivel. Y por cierto, a mí me parece estupendo que cualquiera se haga con el libro de Thorstein Veblen gratis. De hecho, sostengo la quijotesca idea de que el sistema de producción habría de alterarse en su totalidad, y no digamos el de producción de bienes culturales. Pensemos que, en gran medida, el lamentable estado de la literatura contemporánea obedece al interés por el "negociete" de muchos editores de peso.

      Por cierto, que la respuesta del anónimo me ha parecido una patata. ¿La actitud socarrona y el chiste sobre Thorstein Veblen en los cielos contradicen sus tesis? El señor Veblen seguramente respondería que, para él, un precio justo es aquel que implica la mínima subida necesaria para: a) que el proceso de producción pueda continuar; b) que los implicados en él reciban un beneficio que les permita vivir con dignidad. El caso es que se llega a decir de todo para negar una evidencia: un incremento del valor de una mercancia tan absolutamente desaforado como el que se da en nuestro sistema únicamente va encaminado a acumular grandes capitales en manos del propietario y a garantizar la expansión de su propiedad, cosa que asegurará que el proceso continúe y resulte posible el proseguir con la acumulación de capital, etc, etc...

      Un saludo, Carlos. Ya no te ruego más que no lo dejes, porque te veo insobornable. Me partes el corazón, joder.

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  8. ¡¡Exacto!! el anónimo de las 05:44 (?) lo ha entendido perfectamente. A eso es a lo que me refería. Hay coches de 80.000 y coches de 12.000 y quiero pensar que hay razones de peso para que eso sea así. Siguiendo con la comparación: El rey pálido de David Foster Wallace cuesta 14.24 euros. El de Edmundo Paz Soldan (parece que tengo algo contra este señor, pero no) también. ¿Lo entienden ahora? ¿No? Yo tampoco.


    JL, que sí, que yo sé que los que se llevan la pasta son siempre los mismos, que el trabajo de editor es muy duro... lo que quieras, pero sigue siendo caro comprar tres libros al mes, ya sea digital o papel. Los dos últimos libros que me compré o me regalaron fueron "Escuela de Mandarines" y "Los papeles póstumos del club Pickwick". Treinta eurazos cada uno. Y los pago porque quiero tenerlos (y eso que el segundo lo hay en versión digital y podía haberme ahorrado el dinero).
    Gracias por la info. Ha sido muy interesante.
    Abrazo, socio.


    La cultura es cara. Los coches también. Y por la misma razón que no me compro un coche cada año (o un audi cada diez) es por lo mismo que no me compro un libro de Mondadori, por aquello de seguir con el ejemplo del post.

    Un saludo y gracias por pasar.

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  9. (P.D. También está lo de que los Audis no se pueden piratear y que se fabrican bajo pedido, pero sobre esto vamos a pasar de puntillas porque la verdad es que a mi el mundo del motor me gusta tanto o menos que el del fútbol).

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    1. Quién ha dicho que los coches no se pueden piratear. Lo que pasa es que necesitas un indio y un elefante...
      http://www.youtube.com/watch?v=qk5Vefntg_g

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  10. Menos mal que no te has comprado un peluquín, porque si no nos hubieras soltado un post sobre lo caros que son los peines.

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  11. Blogger ha cambiado el formato y ahora los comentarios se parecen más a los de Wordpress. Lo digo por tu comentario, Nehmo, que llevo media hora refrescando la página y no daba con él hasta que mirado y lo he visto arriba.

    Retomando. No, mi post no era irónico, sino fruto del malestar. Soy consciente de que no soy justo valorando el trabajo ajeno y de que algunos libros, en realidad, deberían ser diez veces más caros de lo que son pero esas variaciones de precio (me refiero a la poca diferencia entre el papel y el no papel y el hecho de que bajen tanto de precio en unos meses) me han jodido siempre mucho. Por lo demás a mí no me importa dejarme la pasta en el talento de los demás, si estos lo tienen. Mi estantería es testigo y mi cartera todavía más.

    Y esto ha sido una pataleta relativa: hay otros países en que los libros son más baratos o no hay leyes tan restrictivas como las que hay aquí. Se me ponen los dientes largos cuando amigos míos vienen de viaje de sus países “vivienda” y me cuentan que se han comprado libros estupendos en un 3x2 y cosas por el estilo.

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  12. Lo que pasa es que los editores y demás esbirros se aferran al argumento de la piratería para vivir en un paraíso en el que no hay que vender libros: solo pagar a cuatro blogueros y periodistas (el resto lo hacen gratis porque ellos también quieren llegar al Parnaso) y poner los libros en la tienda.

    La comparación de un libro con un coche es una estupidez, como compararlo con un plato de comida o con cualquier cosa. El libro no se come y los platos no se inventan. Hablo de la alimentación como necesidad básica: no se puede copiar el pan. El coche tampoco me vale porque eso está sujeto a la demanda y la oferta.

    En el caso de los libros es distinto porque una novela no puede recibir una cantidad de dinero (¿qué vale más? ¿un kilo de Dostoievski o un kilo de Tolstoi?). Otra cosa es que la editorial le quiera poner tal o cual precio.

    Y otra cosa es que en un país los vendedores sepan vender. En EE UU, país donde nace Amazon, uno encuentra zapatos a un precio en tal tienda, y en la de al lado se los encuentra a la mitad. Una cosa que aquí en España generaría llantinas y suicidios en masa porque sería competencia desleal o alguna excusa de las de siempre.

    No hay un mercado basado en la competencia, sino en la cobardía y pérdida de fuelle. Y todo gracias a la desidia empresarial española, compuesta de zánganos y pícaros (el empresario español es un funcionario pelotista más, como el escritor o el político, todos viven del pelotazo). Ya en serio, ¿qué logica tiene una ley de precio único? ¿defender a las "pequeñas librerías"? Yo pensaba que eso iba en función de otros factores económicos.

    Y a pesar de todo, Francia quiere hacer lo mismo. Llegó a hacerse una propuesta de ley en torno al libro digital:

    http://www.actualidadeditorial.com/francia-propuesta-de-ley-de-precio-unico-del-libro-digital/

    Hablan de "evitar monopolios", pero todos sabemos que ahora y más que nunca hay un monopolio y si Anagrama y compañía sobreviven vendiendo cosas nuevas, es porque ya tienen sus cimientos en francotiradores que gustosamente le hacen propaganda.

    Una Post Data y termino: yo veo una relación clarísima entre la caída de los índices de lectura del español medio, el alto precio de los libros y la nula calidad de TODOS los escritores Nocilleros y post-nocilleros. De ahí que Timadori haga un bombo espectacular: si el libro no se compra como "novedad" en dos meses, pasado este tiempo se sabrá que es una mierda y nadie querrá atreverse a comprarlo. Todos hemos leído a Nocillos y post-Nocillos por curiosidad, pero nunca hemos vuelto a tocar esa muela picada de la literatura española.

    En cambio, en Rusia, los libros son baratísimos y hay ediciones de todo tipo. Sobra decir que allí leen mucho más que nosotros. En Moscú es posible ver a viejecitos de 70 años en el metro con un Kindle en las manos.

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    1. Eso de muela picada de la literatura española es como ponerlo en una poema épico.

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  13. Pues precisamente desde Reyes, más o menos, en el metro se ven cada vez más personas con un Kindle. Claro, a la distancia que estoy no sé qué libro están leyendo ni tengo el morro suficiente para preguntarles si se lo han bajado por la patilla. Pero no me parece una mala manera de seleccionar el dinero que quieres gastarte en un libro de papel, aquel que guardas en la biblioteca, no el que regalas después de haberlo leído porque ya no tienes sitio donde guardarlo y no volverás a abrirlo en tu vida.

    Saludos

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  14. Yo digo AMÉN a todo, hasta decidí invertir los 25€ en la "Canción de Navidad" de Kalandraka (es una edición maravillosa, que me tenía enamorada perdía) por los mismos motivos que expones. Entre los extremos, gratis por un lado y que nos roben por otro tiene que andar el equilibrio. A esto añado que libro que leo en Kindle (pirata o no) y que me guste de veras, libro que apunto para comprarlo en papel, quizás esperando a la edición en bolsillo, a 20€ la novedad ya no hay quien se arriesgue... así construyo una biblioteca personal sobre seguro, exenta de (lo que me a mí me parezcan) bodrios. Por cierto, no dejes este blog, "eres nuestra última esperanza, Obi-wan Kenobi". ;-)

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  15. Sólo la opción de pagar 5€ por un libro que encima va a ser mejor que el de 13€ ya tiene pelotaris. A los autoretes jóvenes habría que venderlos como el material de los chinos, que ya sabemos todos lo que es.

    Bueno, voy a descargarme una barra de pan para hacerme bocadillo.

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  16. Pero yo he venido a hablar de mi libro...digo de mi post (sí, yo también escribí el otro día del tema, aunque una tontuna de las mías sin fundamento). No , ahora el comentario en serio:
    Sin duda lo que sí termina con el libro digital, para un tipo de lector (como Deborahlibros dice en su comentario de arriba, con el que me identifico), es el abuso. Seguiremos comprando lo que nos guste mucho, o lo que SEPAMOS que lo vale (ya que habláis de Kalandraka, estupendo Rasmus y el vagabundo que poblaba estas navidades bastantes librerías -viva Astrid Lindgren, y no es nostalgia-), pero timos, pocos. Para otros muchos tipos de lector, surge el consumo de libros digitales como un producto poco o nada relacionado con el libro de papel, como hay ya un consumidor de música que nunca escucha música, importando poco si ha pagado poco (USA) o nada (mi barrio). Lo que es indiscutible es lo que Carlos ha señalado con claridad: los precios de los libros digitales son tan peregrinos en este país como los de los libros en papel, un misterio digno de Iker Jiménez.

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  17. Voy a añadir otro dato que probablemente a la mayoría no os importe porque vivís en España. No se puede comprar ningún libro si tu ip no está dentro del territorio español y recibes este mensaje:
    Los títulos Kindle correspondientes a tu país no están disponibles en Amazon.es.

    Me pasa a mí y a la mayoría de la gente que vive en países de habla hispana. Cuando yo me descargo un libro compartido en la red nadie mira mi ip ni deciden si lo puedo descargar o no.
    Con esto se demuestra aún más la inteligencia comercial de las editoriales españolas. Abrir el mercado a todo aquel que quiera comprar un libro, independientemente de su lugar de residencia, ampliaría las ventas. Pero no y supongo que será por el IVa que a mí me lo tendrían que descontar.
    Así estamos.

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  18. Bueno, básicamente estoy de acuerdo, pero parece que has descubierto la pólvora. Ley de oferta y demanda: en realidad la palabra problemática es "ley". La oferta y demanda no es una ley en el sentido de algo impepinable (como la gravedad), es simplemente la opción del capitalismo.
    Te podrán cobrar lo que quieran, pero desde luego un ebook no cuesta 22 euros.
    Otras veces pasa al revés y sin embargo nadie se queja:
    una mesa, aunque esté rellena de serrín, cuesta mucho más de 10 euros; pero ahí las tienes, en el Ikea, mesas que cuestan la mitad que un ebook.

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    1. Puede que también sirva para que los editores se esmeren en sus artículos. Podría poner ejemplos de prácticamente todas las editoriales: libros que se desencuadernan con solo abrirlos, líneas sobreimpresas, páginas pegadas... por no hablar de los errores tipográficos y, más graves, ortográficos y sintácticos. Y como son baratitos...

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  19. Sr. Tongoy:

    Parece que tarda en irse. No es que yo lo desee, me gustan sus artículos y éste me parece clarificador, pero me estropea los temas. Tenía pensado trabajar sobre un artículo al que pensaba titular "Los libros" y, por más razones que su acertado escrito, me vengo acobardando y dudo si sabré aportar algún elemento razonable.

    Lo pensaré con calma.

    Hoy me acuesto exhausto tras terminar mi tarea del día, una cosita breve sobre "Etiquetar", manía arraigadamente española y extendida de forma alarmante. Ya sabe dónde puede consultarla. Está oficialmente invitado.

    http://comunsinsentido.blogspot.com/2012/01/etiquetar.html

    Dejo el enlace por si alguien que pudiera estar interesado, desconociera el camino.

    Un saludo.

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  20. Por dar más datos: ayer leí no sé dónde que Amazón vendió entre 100.000 y cuatro millones de Kindle´s estas navidades (en un mes, más o menos). Espero que no sean los contables de Amazon quienes hacen las cuentas. Lo digo por el margen de error. Es broma. Por otro lado también leí que el desembarco de Amazon había sido un desastre, lo que viene a confirmar la idea de que en general nadie tiene ni puta idea de cómo le va a Amazon. Da igual. Ya supongo que esto último (el que le vaya mal) tiene que ver con esa costumbre de comparar las entradas de un país con las entradas en otro y, claro, siendo España (país de piratas) y estando la cosa como está, no me extrañaría nada que el supuesto fracaso viniese de ahí, lo cual no quiere decir que no haya ido bien y de hecho mal del todo no puede ir si, tal como aseguran los de Amazon, se han incrementado la descarga de libros un 175%.

    Estoy de acuerdo con Carlitox en que debe haber una relación entre los precios, la caída de los índices de lectura y la mala calidad de los escritores pero no sé hasta qué punto y si es tanto como quisiéramos. Supongo que los que leían van dejando de leer. El otro día estaba yo leyendo en la consulta del médico y un señor mayor, de unos setenta y pico años me miraba fijamente y al cabo de un rato me dijo que me envidiaba por poder leer. A él, decía, ya se le cansaba la vista y no podía hacerlo y echaba tanto de menos tantos libros. (Me vi cómo él, dentro de treinta años, y me dio una pena terrible y ahora estoy medio obsesionado con cuidar la vista). Le quise hablar del Kindle pero lo vi muy interesado por el tema informático. Por otro lado las nuevas generaciones no leen. ¿Para qué iban a hacerlo? Leer es dificilísimo!! Yo personalmente necesito abstraerme de todo. Silencio absoluto. Esto, con internet, la televisión y tantos y tantos accesorios es harto difícil. Quiero decir que el rango de lectores potenciales parece ser cada vez más estrecho. Alentar a la lectura es complicadísimo. Mi hija está empezando y trataré de llevarla por ahí pero tengo amigos y familia con hijos que al entrar en la adolescencia dejan la lectura. NO digo que sea mejor leer que follar pero se pueden hacer ambas cosas. Quizá no al mismo tiempo, pero antes y después sí.

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  21. Exactamente Ire (y Preocupin) Yo me bajaba ya muchos libros antes de esto. Los ojeaba en pdf y si me interesaban o prometían se los pedía a la biblio o, más excepcionalmente, los compraba. También los utilizaba para no tener que teclear las citas que sacaba de ellos. Y hay otra cosa que nadie tiene en cuenta: uno puede no sentir interés por Orejudo (por poner un ejemplo cualquiera) hasta que se baja y se lee un libro suyo y luego ya, como buen amante del papel, se lo comprar o se lo baja de amazon en cuanto salga si tiene un precio aceptable. Yo soy ese tipo de lector y dudo que sea el único. Ese mercado se lo están perdiendo por cuatro tíos que presumen de bajarse 9000 ebooks que no leerán en su puta vida.


    Nehmo, te adoro. Ya hemos hablado mucho de esto. Pero mira el lado bueno: ya me he ido. En realidad hace un mes que me fui. Fíjate en las entradas desde la “Despedida”: dos de Dostoievski (de las pocas entradas que dije que iba a mantener), dos de resumen de lectura o de lo mejor y un par de reseñas que debía: una de bichos y otra de Tangram. Resta estas últimas y el resultado soy yo no estando aquí. No está tan mal, no? Quiero decir que haberme ido es poco más que no reseñar todo lo que leo y no leer novedades salvo honrosas excepciones que estoy casi seguro que no reseñaré. Esto incluye el nuevo libro de Ibrahim o el de VLM, que aunque sí los quiera leer no tengo intención de escribir ni una sola línea sobre ellos. En cambio no tengo problema en escribir sobre el Kindle o la venta de libros si un día se me ocurre y me coge con ganas. Otra diferencia es que llevo casi 15 días con el mismo libro. Que tiene unas 1200 páginas, es cierto, pero hacía dos años que no me tiraba tanto tiempo con un libro. ¡Y no le haré reseña! Hablaré sobre él, pero sin reseña. Y acabo: aparte de estas tontería escribo a ratos (cortos) la segunda parte de la reseña de “Pobre Gente”, una segunda parte que ya supera las dos mil palabras y que ya veremos si no se duplica.


    Deborah, compartimos el sistema de construcción de biblioteca. La mía va muy lenta pero muy segura. Hace ya dos años que me equivoco comprando un libro. El último fue “Alba Cromm”. Después de él me juré no volver a picar.


    Juan, no, no he descubierto nada. Simplemente me compré el chisme ese y me dio por pensar en él. Es una reflexión que no había hecho antes porque no había mirado los precios de los ebooks. Lo de la mesa de Ikea es cierto. Deberíamos quejarnos por eso también, no tanto por lo que pagamos de menos como por lo que dejan de pagarles a otros. El mercado, ¿qué decir que no sepamos?

    Belen, aparte del tema del IVA había otro motivo para limitar el ventas al territorio y creo que tenía que ver con el tema ya mencionado del precio único. No me hagas mucho caso pero juraría que algo de eso había. Que amarren, que amarren. Tanto han amarrado que en nada verán el resultado de su política. Arrieros somos…

    Secades, (¡que ya me fui! Esto es sólo un efecto óptico) luego me leo lo del etiquetado y ya le comento allí lo que corresponda. Respecto al post del que habla, el de los libros, no se acobarde, escríbalo. Si luego no le gusta no lo publique. Pues no he dejado yo post sin publicar por eso y tan feliz.

    Me he alargado de más, lo siento. Ya me conocen. Un placer, como siempre. Son ustedes lo mejor de la red.

    Saludos,

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  22. En un artículo publicado en Sigueleyendo http://www.sigueleyendo.es/​sobreviviendo/ Guillermo Orsi desplazaba la atribución del término ‘pirata’ a la industria editorial: “Estoy en contra del aprovechamiento de la tecnología por parte de editores inescrupulosos, que todavía no han definido reglas claras de edición porque especulan con cuánto de menos pueden pagarnos a los autores”. Esos editores permanecen irracionalmente radicados en un modelo de negocio obsoleto, despótico, y socialmente lesivo.
    A su vez, Antonio Tello, que forma parte de la Junta directiva de l’Associació Col·legial d’Escriptors de Catalunya (ACEC) -y cito a Lázaro Covadlo- “resolvió enfrentarse con la industria editorial para dejar en claro que quienes escriben son trabajadores como tantos otros, principales actores de la industria editorial que no tienen porque verse explotados y despojados de los ingresos vitales necesarios para su subsistencia y la de las familias” http://www.acec-web.org/spa/​oo.asp?art=699#.TvcWJ56MdQI.fac​ebook
    Hay empero, proyectos que han implementado un modelo de negocio otro; Sigueleyendo es uno de ellos, así como la editorial Traficantes de Sueños http://www.traficantes.net/, cuyos libros son editados bajo licencias Creative Commons http://​cat.creativecommons.org/

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  23. Esta experiencia de varias editoriales independientes españolas trata de conciliar de manera razonable el pago de derechos a los autores con un precio de venta más o menos justo para los lectores.

    http://www.librosinlibro.es/lsl_novedades.php

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  24. Con esta longitud de comentarios no hace falta pagar para leer literatura de la buena ¿verdad Nehmo? ¿Amores? Pues ahora me toca a mí:

    Mi aportación viene a consistir en que el negocio de las editoriales se va a la mierda y elllas lo saben. Y no saben qué hacer para salvarlo. Por eso hacen ese tipo de sandeces empresariales. Es como cuando en tu empresa las cosas van mal y un día llega el jefe y cambia las mesas de sitio para una reestructuración. Para quien no lo haya vivido, es el principio del fin. Pues es lo que está pasando en la escena editorial.

    El futuro es la desaparición de las editoriales de ahora. Blogueros como Carlos, si es que se lo plantean, harán de filtro entre todo lo que se escribe y lo que llega finalmente a los lectores a través de sus propios blogs en formato digital a 3 o 4€(e impreso a demanda a 15 o 20€). Y se quedarán su parte.

    Por ejemplo: un 20 para el bloguero, otro 20 para el autor y el 60 restante para el ejército de lectores subcontratados por el bloguero para las cribas sucesivas que él solito es incapaz de hacer para tener una producción medianamente seria.

    Con el tiempo ese ejército de lectores madurará y alguien montará una empresa de lectores o varias. Los blogueros contratarán a esas empresas para las primeras fases del proceso y se reservarán las 2 o 3 últimas cribas para ellas (su aportación al negocio, por la que pretenderán cobrar).

    Me extendería más pero ya me habéis entendido.
    Luego no digáis que no os avisé.

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    1. Situación actual: el autor se lleva un 10% como mucho. El otro 90% se lo lleva un intermediario (editorial), que a su vez debe pagar a un ejército de subintermediarios: distribuidor (55%), librero, impresor, maquetador, etc.

      Situación futura según el tal Quique: el autor se lleva un 20% como mucho. El otro 80% se lo lleva un intermediario (bloguero), que a su vez debe pagar a un ejército de subintermediarios: lectores subcontratados (60%).

      O sea, que al autor va a pasar de la reputísima mierda a la putísima mierda.

      Pues vale, colega.

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    2. Hombre, visto así, pasará a cobrar el doble. Y si el blog es suyo ya ni le cuento...

      La putada de la teoría de Quique es tener que leerse los manuscritos. Eso no hay dinero que lo recompense.

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    3. Qué guay, pasará a cobrar el doble de una mierda. Y el grueso se lo llevarán los intermediarios, esos entes que son despreciables cuando se trata de la industria editorial, pero admirables cuando se trata de blogueros y subblogueros, la nueva casta intelectual, al parecer. Que todavía hay clases, oiga.

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  25. Pues la verdad, Quique, creo que fundamento no le falta a tus predicciones. Pero, ¿Qué pasa con los editores clásicos, los que ahora controlan el cotarro? ¿Se dejarán derrotar por las buenas? Me interesa saber qué opinas. ¿No crees que algo harán para no perder su trozo del pastel (siempre el más grande, por cierto)? A ver qué me cuentas, porque, si mal no recuerdo, tú conoces el ámbito de "los negocios" desde el interior; puedes conjeturar en base a razones de peso. Podrás comprobar que, honrando a don Baltasar Gracián, esta vez he procurado ser breve.

    Un saludo.

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  26. Obviamente no se van a dejar morir por las buenas. Eso es lo que estás viendo actualmente con las presiones para que se hagan leyes antipiratería y otras estupideces. Vamos, que no se rinden, pero tienen la batalla perdida. Al final se darán por vencidos respeto a su manera de entender el negocio y pedirán un préstamo a un banco para comprar un par de empresas de lectores profesionales ya estarán funcionando bien y comprar también x blogueros/blogs/páginas/portales/lo que sea que esté sirviendo de puente entre escritores y lectores. Y volverán a tener la sartén por el mango después de haber pagado un dineral y hecho ricos (por decir algo) a los Peones que lo hayan hecho lo suficientemente bien para tener una clientela suficientemente amplia y fiel.

    Más o menos. Pero cuidado que si se duermen eso mismo lo hará El Corte Inglés o Fnac o Amazon o vete a saber quién y les levantará el negocio.

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  27. Currado post, mr. Tongoy. Enhorabuena. Yo iba a escribir otro sobre mi experiencia Kindle. Qué duda cabe que enlazaré este.
    Y esperad a que el autor de toda la vida al que le editaban en la editorial de toda la vida abra los ojos y diga: "¿por qué no me edito yo mismo y solo , pero yo solito mis libros en Amazon? Amazon ofrece ese destino al autor.
    Y ahora, cuento con TRES de los dedos de la mano los autores de editoriales de toda la vida que se van a lanzar a probar esa experiencia.
    Veréis qué cosa más fascinante.

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  28. Carlos, enlazo tu entrada. También yo quería comentar mis inicios en el mundo del libro e. Sólo puedo resumirlo con las dos famosas palavras de Jesulín de Ubrique: Im presionante.
    La autoedición de Amazon es sólo producto de la intervención del precio del libro por parte del gobierno, sodomizando una vez más a los curritos que gastamos el dinero. Amazon no puede competir en España porque no tiene libertad para poner precio a los libros. Yo seguiré insistiendo hasta quela deroguen. Lean los artículos 9 y 10 de la Ley 10/2007, de 22 de junio, de la lectura, del libro y de las bibliotecas.
    Los políticos entregados a las multinacionales de la edición, que, curiosamente, son los dueños de los periódicos, las televiosnes y muchas emisoras de radio.

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  29. Fe de erratas:
    Donde dice palavras debe decir parvolias ¿o tal vez pabalias?
    Pongan ustedes lo que quede bien con cuenas letras.

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  30. Nadie puede ponerle puertas al campo. Solo les queda, a los editores, gestionar bien el valor añadido del libro e. y "legalizar su consumo"; La comodidad de comprar un libro en apenas unos segundos, con el formato adpatado a tu lector, evitar las broncas en casa sobre dónde colocar la próxima estantería si "no tengo sitio ni para mi ropa"..., la versatilidad de llevarte tu biblioteca a cualquier lugar, la utilidad de un diccionario integrado en el dispositivo..y otras que ahora se me escapan, son razones por las que todos aquellos que nos gusta leer terminaremos consumiendo este formato.
    Ahora bien, pagar 15 € por un producto intangible cuando se te ofrece la alternativa de tenerlo gratis por otros medios es totalmente absurdo. En cambio pagaría 5 € por cada libro si con ello evito tener el batiburrillo de formatos de los diferentes archivos que hoy tenemos en cada libro e. No todo lo que circula gratis es digerible y la disparidad de formatos hace difícil la lectura. ¿quién se baja "Guerra y Paz" en audio-libro si lo narra la Duquesa de Alba?

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  31. Alberto Olmos da su versión de por qué su libro cuesta lo que cuesta. Ya que no tiene habilitados los comentarios de su blog y me tiene vetado en el twitter voy a decir aquí lo que hubiese querido decirle allí.

    "Ejército enemigo en versión Kindle cuesta 13,29 euros; en papel cuesta 19,90. A mí me parece más caro en papel que en digital, esto es, me parece más caro 19,90 que 13,29. Cosas mías. A otros les parece que 13,29 es un precio inadmisible para una novela en formato digital, porque, aunque es la misma novela e incluye las mismas escenas de sexo, no te dan bolsita cuando la compras.

    Lo del paquete de folios que viene después también tiene mucha gracia. Esto lo dice Alberto supongo que porque a él sólo le importa la parte intelectual del libro, esto es, aquella que tiene que ver con el proceso creativo y todas las putas horas que se tiró frente al pc o desarrollando personajes en la cafetería de su barrio. Y es normal. Me refiero a que sea eso lo que le importa. A mí en cambio lo que me importa es la parte que tiene que ver con el desembolso y que efectivamente se corresponde con el ejemplo de la coca cola. Este:

    “Una cocacola no cuesta lo mismo en el chino de mi barrio que en el Hotel Ritz, siendo en rigor exactamente la misma lata de refresco de cola, con idénticas caducidad y calorías. El Hotel Ritz se tira el farol de que la cocacola allí cuesta 6 euros (me lo he inventado; seguramente cuesta 12) y si alguien entiende justa la transacción (12 euros por tomar cocacola en el Hotel Ritz) pues el farol queda legitimado.”

    Y este es el fondo de asunto. Alberto considera justo valorar su libro como si fuera la colacola del Ritz en tanto que los demás quizá creamos que haya que bajarlo un poquito. Me refiero al precio. No digo que tenga que ser precio de chino pero quizá algo más asequible, un hotel de dos estrellas, por ejemplo. Y digo esto sin haberme leído el dichoso libro, por cierto. Creer también que todas las cocacolas son iguales es de nota.

    Pero si Alberto de verdad cree que su libro vale más de lo que se cobra por él lo que efectivamente tenía que hacer era dejarse de metáforas y ponerlo desde su propio blog al precio que estimase oportuno. Y todita la pasta para él. Salir en Mondadori reduce el riesgo de fracaso por lo que tiene de exposición al gran público. Eso y la que muchacha de la portada está lo bastante buena para llamar la atención de cualquiera.
    Pero estoy divagando. Yo sigo creyendo que catorce euros es muy caro -con paquete de folios o sin paquete de folios- pero estaría más que dispuesto a pagar, digamos, siete euros por la versión digital del libro que seguramente sea más de lo que le pague Mondadori a él por su esfuerzo. Con esto lo que quiero decir es que no es tanto que su libro sea caro como que él cobre poco, pero esto es algo que tiene que arreglar con quien tiene que arreglar, que no soy yo que a la postre resulto ser quien más defiende sus intereses. De nada, por cierto.

    Bueno, el resto del post, aquí: http://hkkmr.blogspot.com/2012/01/dinero-publicidad-subliminal.html

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    1. Está claro que Olmos ya no controla ni lo que escribe ni lo que hace. Cada vez que leo su blog me quedo de piedra, ¿de verdad alguien es capaz de pensar así?

      A mí lo que me sorprende de Olmos es que cada vez se parezca más a un tertuliano de la COPE. Quizá Olmos será el nuevo de Prada.

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  32. La cruda realidad del lector actual, sin duda. Buen artículo desde el punto de vista del comprador. Si el producto, osea la novela en mi caso, me lo meten por los ojos y me atrae, pero luego desilusiona, como en la mayoría de los casos, a quién voy a reclamar. Si me descargo el libro, pues no tengo elección de compra por su elevado precio, y luego veo que es lo que promete, compraría el libro a un precio razonable.
    "El diablo me obligó" dicen algunos, pero la realidad es que, en este tema, el Diablo son las editoriales carniceras (ojo, no generalizo). Un saludo

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  33. Hola, Carlos, acabo de aterrizar en tu blog tras leer en Diario Kafka una crítica a Dueñas que aún no puedo creer, y andaba por ahí curioseando cuando me he encontrado este artículo. Me gusta tu forma de exponer tu punto de vista, aunque no creo que tengas razón en todo: el precio de algunos libros es una pasada solo si te parece que una cena para dos en el Joliwud o similares es un festín de la leche. En leer 500 páginas puedes tardar entre 10 y 30 horas, en cenarte una hamburguesa, tardas media hora; una, con el postre. Pero supongo que el precio de las cosas es relativo al momento y en este todo está tan jodido que del mismo modo que a un oficial de primera se le pagan 15.000 euros menos por el doble del trabajo que hacía un año, porque un escritor se pase dos años de su vida dejándose la piel en crear una novela, lo que además suele apasionarle mucho más que al oficial, lo lógico es que tenga que poner dinero.

    Sin embargo, sí estoy de acuerdo en que un libro en digital no puede costar lo mismo que un libro en papel. Y que la industria del libro en España debería haber reaccionado ya. Cuando lo hagan, es probable que sea tarde. Tengo claro que cada vez que alguien se compra un lector suele venir con el USB con 6K epubs incluidos y a lo primero que aprende, si es que no sabía ya, es a usar el Calibre. Y eso no solo le dificulta al escritor llegar a publicar con una editorial porque se vendan muchos menos libros de los dragones literarios y de los mindundis, sino que además deben compartir las horas libres de los escasísimos lectores en España con los clásicos descatalogados que reaparecen, con advenedizos que se autoeditan, con autores de renombre que conservan sus derechos digitales y deciden darle otra oportunidad a su libro ya olvidado entre los otros millones que han ocupado los estantes del Carrefour.

    Todo eso te desmoraliza como escritor. Es cierto. Pero sobre todo te desmoraliza este sentimiento en un bibliófilo como tú: "Lo que no se puede hacer, o lo que mi sentido común me dice que no se debería hacer, es esperar que en un país que apenas lee haya mas escritores y editoriales que champiñones y que todos crean que pueden vivir del cuento o la novela o el ensayo o lo que sea que quieran vivir a costa de los demás."

    Me da la sensación de que es justo en esa frase donde radica en realidad toda tu crítica al precio de los libros y el que una persona a la que le encanta leer hasta el punto en que desearía que su mochuelo (hijo) siguiera su ejemplo argumente así me ha dejado patidifusa. Lo de vivir a costa de los demás, ¿no lo hacemos todos? Cuando alguien tiene un trabajo es porque otros requieren sus servicios. En ese sentido, cualquiera que cobra por lo que hace es porque otros se lo costean. ¿Los escritores no tienen derecho a eso? Y yo -sin ninguna acritud, de verdad, solo por curiosidad y porque me interesa enormemente el punto de vista del lector- me pregunto entonces cuál es la razón por la que el escritor debe regalar su trabajo. ¿Porque en ocasiones sucede que no podría vivir sin escribir? ¿Cuál es la razón? Siento una enorme curiosidad sobre todo por mi situación: como habrás adivinado, soy escritora, o quizás escritorzuela, ya que formo parte de ese enjambre de advenedizos que se autoeditan en Amazon y similares, y me llama mucho la atención comprobar que incluso entre los otros escritores como yo existe esa predisposición a pensar que un autor debe casi regalar su obra a cambio de que le lean.

    Adoro escribir pero escribir es un trabajo, igual de digno además que cualquier otro, en principio. Y sí, en este momento, con este invento de la globalización y de la crisis de mentira, las empresas ansían esclavos y no trabajadores, pero nosotros, los pobres en peligro de pasar a la esclavitud, nos haríamos mucho bien si valoráramos tanto el trabajo de los demás como valoramos el nuestro. Y perdón por la moralina, es que trabajo con indios y, últimamente, no veo más que saris por todos lados.

    Seguiré curioseando por tu blog. Un saludo.

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    1. Hola, Amelia, encantado.

      Sí, a costa de los demás vivimos todos, claro, lo que quiero decir es que para un país que “no lee” y en el que las plataformas digitales están cambiándolo todo, pues que me parece que hay demasiada gente que quiere vivir de la literatura. El trozo de tarta no es tan grande. Podría estar mejor repartido, es verdad, pero eso es una utopía. Es como si en un pueblo de 500 o 1000 habitantes hubiese 5 empresas iguales, de pintura, por ejemplo. No hay negocio. Pues lo mismo.

      Un escritor tiene derecho a cobrar por su trabajo. Por supuesto. NO me atrevería yo a decir otra cosa. Pero mira, me lo pones a huevo: si realmente una persona no puede vivir sin escribir claro que debería hacerlo gratis. Por su propia salud, para empezar. A mí personalmente me divierte más escribir un blog que no hacerlo. Por eso no cobro. Bromas aparte, yo no sé por qué la gente escribe, cada uno sabrá, yo sólo sé por qué leo y leo porque me gusta y si lo que leo no me gusta, pues no lo leo; y si lo que leo me parece un insulto a la inteligencia (mi hija de seis años también sabe encadenar frases) pues “me enfado” y si ese insulto a la inteligencia me ha costado 30 euros entonces directamente me cago en todo. Por eso no compro determinados libros. Pero la vida también es asumir riesgos. Otras veces voy a cenar a sitios horribles en los que me cobran más de lo que cuesta un libro de Javier Marías, por ejemplo. Y encima soy de digestiones rápidas.

      Adoras escribir pero escribir es un trabajo, dices. Bien, pero es que no se trata de que te guste a ti o no; desde el momento que cobras a quién le tiene que gustar es al lector. Y si el lector te da igual (que es lo que debería ocurrir), si lo que quieres es ser feliz escribiendo, ¿a qué viene esa necesidad de publicar? ¿Por el reconocimiento? ¿Por el esfuerzo? Estamos equivocados. El esfuerzo no merece recompensa si no va acompañado de algo más. Puedes irte al Himalaya a recoger la lana que queda prendida en los zarzales que como no sepas tejer ya te puedes dar por jodida. Pues esto es lo mismo. Más o menos. A ver, hace un par de días me gasté dos euros en el libro de un comentarista. Lo leeré y si me gusta, la próxima vez me gastaré cuatro y la siguiente diez y la siguiente me lo compro en papel y se lo regalo a mi dentista. No es que los libros sean caros, es que, en mi opinión, la relación calidad precio deja mucho que desear las más de la veces porque este frenesí por publicar y por vivir de la literatura lleva a muchos a exagerar y a reventar el mercado de (sub)productos.

      Perdona la paliza, quizá me ha quedado algo arisca. No era mi intención.

      Muchas gracias por pasar. Espero verte mucho por aquí.

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  34. No me ha parecido ninguna paliza, ni tampoco arisca, tu contestación. Al contrario, has sido muy comedido. Gracias. Estoy de acuerdo en tu primer planteamiento. En España es probable que haya más escritores que lectores. Pero para el tema del que hablabas, ese hecho influye sobre todo en que se encarece el precio de los libros, de los malos y de los buenos. Yo no había hablado de calidad, sino de considerar que los escritores quieren vivir a costa de los demás, argumento al que vuelves aunque me has dado la razón a que sí tienen derecho a cobrar por su trabajo: sigo sin entender por qué aunque no pueda vivir sin escribir, deba hacerlo gratis. Esa mentalidad me intriga. Según ese razonamiento, solo deberían cobrar aquellos que odiaran su curro, a no ser que me hayas leído (harto improbable) y me estés diciendo sin decírmelo que yo no puedo vivir de escribir porque soy mala y aún así, podría darte la razón, pero no justificaría que generalices. Yo no comparto ese argumento, aunque podría entender que esté asociado a la mentalidad cristiana (que está en todos aunque no creamos en dioses ni en demonios), a eso de que el placer se castiga: si disfrutas, jódete y sufre por otro lado. En lo que sí te doy la razón absoluta es en que cualquiera, incluso yo, se pone a escribir. Creo que la gente tiene la necesidad de contar y de escuchar historias. Y ha ocurrido siempre pero ahora, con el exceso de tiempo libre, a puñados nos liamos y escribimos una primera novela, una segunda… La mayoría serán una porquería, seguro, pero eso no lo habías mencionado como un factor importante para fusilar un libro en el escáner. Estoy de acuerdo en no pagar ni un euro por un autor que te parezca mediocre pero creo que tú, a tal autor, ni llegarías a piratearlo, tan solo le ignorarías. Y no me digas que no sabes si es mediocre antes de gastarte 24 euros en su libro porque no me lo creo. Lees unos fragmentos al principio, otros por el medio y un par de páginas al azar y listo. Luego no me parece que hables del excesivo precio de los libros por su mala calidad sino de todos en general. Los libros de Anagrama también te parecen muy caros.
    Sobre tu referencia a mi necesidad de publicar, no había sacado el tema, aunque es obvio que es así puesto que ando en Amazon, auténtico suicidio literario. Sí quiero que me lean. Me he preguntado por qué y he llegado a mi conclusión: escribir no es pintar un cuadro, disfrutas con ello, lo terminas, lo cuelgas o lo regalas y eso te vale. Sin embargo, para que mi proceso de creación de una novela se cierre, esta tiene que pasar por el tamiz del lector. Es esa "lectura", en el sentido de interpretación por otro de lo que yo escribo, lo que hace que ese acto tenga sentido. Y si quedara incompleto, a la larga, creo que dejaría de escribir con la seriedad con que lo hago ahora. No es lo mismo dedicar un par de mañanas los findes cuando te levantas con ganas que todas tus horas disponibles. Pero esa es mi razón y yo no la había mencionado antes para argumentar que el trabajo del escritor debe ser recompensado. Yo hablaba de escritores más o menos reconocidos (si es que eso es sinónimo de algo), no de mí. Yo vendo mis novelas a menos de tres euros, no voy a hacerme rica ni lo pretendo, y asumo que probablemente sean subproductos y que no merecerán que se pague mucho más por ellas. Pero mi situación me hace intentar entender por qué se justifica el pirateo en cualquier caso. Yo no intento hacer literatura para vivir de ella, pero si terminas viviendo para ella y hay lectores a los que sí les gusta lo que escribes, entiendo que vivir a costa de ellos, como el panadero vive a costa de los que le compran el pan, es lícito y hasta sería lo más normal sin esta nueva mentalidad que se ha impuesto por la que todo tiene que hacerse a la mitad de precio o a un cuarto, mucho mejor.
    Por cierto, que yo incluso regalo el e-book de mis novelas si alguien me las pide pero aún así, están pirateadas. Es curioso.
    Un saludo, y discúlpame tú la charla, es que el tema me interesa.
    Amelia

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  35. Propongo que dejemos de pedir disculpas.

    No le demos muchas vueltas, salvo contadas excepciones todos vemos películas pirateadas y la industria sigue ahí. Al libro, a otro nivel, le ocurrirá lo mismo. El cine independiente no da mucho dinero, pero te da un nombre que te permite dar el salto a las grandes productoras. Amazon hará, lo está haciéndolo ya, lo mismo con los escritores que se autoeditan. El problema, y para esto dudo que nadie tenga solución, es que es más fácil escribir un libro (que sí, que depende del libro, ya lo sé) que hacer una película y es más fácil ver una película que leer un libro, por lo que las editoras seleccionarán muy mucho y la criba será siempre cruel, pero no por dura, sino por la cantidad de gente que se quedará fuera. Pero no es el tema; estoy divagando. Lo que yo quería decir es que el pirateo hace muy poco daño al escritor. En todo caso le beneficia. Ya quisieran mucho ser pirateados porque eso significa que son leídos. ¿Tú crees que a Javier María le quita mucho el sueño que su libro se piratee? No, claro, porque ya tiene sus lectores (y sus columnas y sus premios).

    Mira, a los que nos gusta leer nos gusta poseer y un medio digital no proporciona el mismo placer que un libro en la mano. Yo me gasté 10 euros en la versión Kindle de Intemperie de Jesús Carrasco. Yo. Sin haber leído una coma. El año pasado me gasté 40 en un Los Buddenbrock de Mann a pesar de tener la misma traducción en el Kindle. Y créeme: no me sobra el dinero. Hoy he recogido en la librería uno llamado Apocalix15lano. Me ha costado 21 euros. No he leído ni una coma y sólo una crítica, no muy buena, además. Estando allí encargué Menos Joven, de Rubén Martín Giraldez. 22 euros, el puto libro. 128 páginas. No había leído nada. Es un acto de fe en toda regla. Si me falla tendré que matar a Rubén. Puedo seguir, si quieres. También compro ebooks en Amazon de gente inédita, pocos sí, pero alguno cae (y encima ni los leo, después). Quiero decir que sí asumo riesgos. Siempre. Porque Los enamoramientos, aun siendo Marías un autor de reconocido prestigio, es una mierda pinchada en un palo. Ningún libro es una garantía. Los autores menos todavía. Tampoco he comprado nunca un libro porque las primeras páginas me gustasen. (En todo caso me fijaría en el tamaño de la letra.) Sí valoro otras cosas y a veces simplemente me fio de la recomendación de alguien.
    Yo no creo que uno deba regalar sus libros, Amelia. Para nada. NO me he explicado bien. Lo que creo es que uno no debe escribir pensando en el dinero o en que sea, la escritura, una forma de ganarse la vida, entre otras cosas porque eso se acabó. Y porque se acabó es por lo que uno debe rebajar sus expectativas. Ya que me lo preguntas yo creo que uno debe escribir por lo mismo por lo que otros pintan: por el placer que hay en ello, porque a veces, en el esfuerzo ya está la recompensa y si luego se vende cojonudo y si te piratean más cojonudo todavía porque el próximo libro puede que te lo compren.
    No hay forma de valorar un libro en función del esfuerzo del escritor porque para eso tendríamos que medir el coeficiente intelectual de cada uno y no es plan. Ni es justo. Pero me siguen pareciendo caros EN COMPARACIÓN con otros mercados. Tengo un amigo español que vive en Londres que nunca compra libros aquí porque dice que allí los compra más baratos y encima le hacen un 3x2. Joder. Eso es lo que quiero decir: no se puede fomentar la lectura cobrando 30 euros por un libro.

    Resumiendo: los tiempos han cambiado. Se piratea y no se lee. Vale, pues sólo queda escribir bien y confiar en ser leído y, con el tiempo, ganar algún dinerillo, pero puesto que esto no va a hacer millonarios a muchos más, mejor pasarlo bien. Supongo que parto del error de creer que se puede escribir sin esperar ser leído. Seguramente. Pero es mi forma de verlo. Siempre he creído que el arte era una necesidad personal de expresar algo más que de compartirlo con los demás.

    Saludos,

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  36. Vale, dejamos de pedir disculpas. Y, vale, me has convencido. Te refutaba porque veo en la piratería una mentalidad muy relacionada con el fondo de la crisis: nada se valora como antes. Es cierto que trabajo con indios. Ganan una porquería y están 24 horas detrás de una dirección de e-mail. Nada de fines de semana ni vacaciones ni leches. Eso nos parecía antes una entelequia, ahora ya no tanto porque aquí se está despidiendo y contratando a otros con esas condiciones. Hasta los casi sesentañeros van a tener que aceptar minijobs, a ver si espabilan. Para mí, esa desvalorización del trabajo es la causa de muchas de las putadas que estamos sufriendo ahora. Y me fastidia pensar que en el fondo nos merecemos lo que nos está pasando. Pero no me enrollo más con esto, que es otro tema. El tuyo ya lo has zanjado y, como he dicho, me has convencido.

    Coincido también contigo en que no se puede valorar un libro en función del esfuerzo del escritor porque un escritor puede ser un inútil y tardar 3 años en escribir una mierda de novela y a ver por qué hay que pagarle por ello. El lector no es una ONG que socorre a malos escritores con elevado ego. Por supuesto que no.

    Y puedo llegar a compartir tu concepción de arte pero creo que te falta agregar un matiz: al ser una necesidad personal, admite tantas variaciones como autores. No todos los pintores necesitarán exhibir su obra. No todos los escritores necesitarán que les lean. De hecho, todos sabemos que muchos de los más brillantes murieron sin ser leídos y escribieron toda su vida. Conozco alguno vivo que incluso ha quemado todas sus obras porque no se considera suficientemente bueno. Ojalá muchos le imitáramos, es cierto; lo que caracteriza este tiempo es que la mayoría somos muy ignorantes y no sabemos que no sabemos. Pero además es el tiempo de la individualidad, más exacerbada aún que en el Romanticismo, y nos da igual. Y aunque estoy de acuerdo en que la literatura nace por la necesidad de expresarte, a veces lleva aparejada la necesidad de que te escuchen. ¿Hablas solo? Para mí, escribir sin intentar que otros me lean es eso, hablar para las paredes. Ojo que no digo que lo que cuento merezca la pena ser leído, sino que esa es mi forma de ver la escritura. Pero no quiero acaparar más los comentarios de tu artículo. Gracias por haber sido tan amable.

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