miércoles, 3 de junio de 2015

‘Distancia de rescate’ de Samanta Schweblin

España. 2015. Joven escritora argentina publica librito chiquitito en Mondadori.

Miedo no, lo siguiente. Prejuicios, todos. Y aún así, la sorpresa sorprendente, esa que [casi] nunca llega: que sí, o sea, que bien, banstante bien. Para que luego digan [que si los jóvenes escritores…, que si Mondadori…].

La cosa fue tal que así: en Goodreads, ese antro de perdición, se decía y se dice y se cuenta que Schweblin aprueba con nota con esta pequeña novela de corte intrigante terrorífico o lo que demonios sea. ¿Nos lo creemos? Ni-de-coña. Sabemos que hay que andarse con ojo con las recomendaciones de cierta gente pero en ocasiones la necesidad de creer es más fuerte que uno mismo, de modo que, igualmente, decidimos: nos la jugamos. 

130 páginas que se leen en no más de hora y media y con el corazón en un puño. Es lo mejor: que se empieza y no se quiere dejar. No se puede dejar. No se deja. Y además se sufre. No se puede pedir más. 

Tanta introducción y tanta tontería… Les cuento:

La novela es una conversación: un niño pide a una maltrecha mujer que recuerde algo que ha ocurrido hace nada, días, horas, minutos: tienen que dar con el momento exacto en el que ocurre algo como super-mega-importante. Que reconstruya, más bien, paso a paso, sus pasos. Ella recuerda, reconstruye, pues, paso a paso, sus pasos: estoy haciendo esto, estoy haciendo lo otro, lo de más allá. Él (sujeto misterioso) la interroga: ¿y esto? ¿y lo otro? ¿y lo de más allá? 

¿Y tu madre qué tal? 

Y así avanza la novela y se descubre la historia de una mujer (no esta mujer, otra) que tiene un hijo, que tiene un accidente, que tiene un problema gordo gordísimo cuya solución pasa por visitar a brujita en espectral casita inquietante y verde. Pasa que el niño cambia, en la casa, que parece otro, al salir, tal si fuese una peluquería militar.

Me da mucha rabia entrar en tanto detalle pero es que si no les hablo de esto no sé de qué les voy a hablar porque la novela quitando esto de sufrir es esto es poco más, que desarrollo de personajes el justo y necesario.

La expresión distancia de rescate, por si se lo preguntan y por aquello de echar leña al fuego, hace referencia a la distancia que una madre establece con respecto a un hijo, hija o mascota querida. Si las nubes amenazan tormenta la distancia se acorta por pura necesidad; sí el mar es un plato la cuestión se relaja. En esta novela la cosa está como para no dejar pasar el aire. 

«Yo siempre pienso en el peor de los casos. Ahora mismo estoy calculando cuánto tardaría en salir corriendo del coche y llegar hasta Nina si ella corriera de pronto hasta la pileta y se tirara. Lo llamo “distancia de rescate”, así llamo a esa distancia variable que me separa de mi hija y me paso la mitad del día calculándola, aunque siempre arriesgo más de lo que debería».

A favor, esto: la evasión, la diversión. En contra tiene alguna pequeña trampa que me voy a callar por el respeto que les tengo pero que tiene que ver con la sinceridad a la hora de responder esta pregunta: ¿es realmente tan importante como se asegura la distancia de rescate? o ¿Cambiará algo conocer el punto exacto en el ocurre eso que ocurre y que no sabremos qué es hasta bien avanzada la historia?

«Contame más sobre la distancia de rescate.
Varía con las circunstancias. Por ejemplo, las primeras horas que pasamos en la casa quería tener a Nina siempre cerca. Necesitaba saber cuántas salidas había, detectar las zonas del piso más astilladas, confirmar si el crujido de la escalera significaba algún peligro. Le señalé estos puntos a Nina, que no es miedosa pero sí obediente, y al segundo día el hilo invisible que nos une se estiraba otra vez, presente pero permisivo, dándonos de a ratos cierta independencia. Entonces, ¿la distancia de rescate sí es importante?
Muy importante».

La novela es frenesí; un permanente huir hacia delante. La protagonista, empeñada en irse por los cerros de Úbeda es continuamente refrenada por su interlocutor, que tiene que recordarle que esta novela no es corta porque sí, que si esta novela es tan corta es porque no-tenemos-tiempo.

«Es esto. Este es el momento.
No puede ser, David, de verdad no hay más que esto.
Así empieza.
Dios mío.
¿Qué hace Nina?Es tan linda.
¿Qué hace? 
Se aleja un poco.
No dejes que se aleje.
Mira el pasto. Lo toca con las manos, no se convence de su pequeña desgracia.
¿Qué pasa con la distancia de rescate?
Todo está bien.
No.
Tiene el ceño fruncido.
—¿Estás bien, Nina? —le pregunto.
Se huele las manos.
—Es muy feo —dice.
Carla sale de la casa, al fin.
Carla no importa.
Pero camino hacia ella, creo que todavía intento disuadirla del paseo.
No dejes sola a Nina. Ya está pasando.Carla se acerca con su bolso, sonriente.
No te distraigas.
No puedo elegir qué sigue, David, no puedo volverme hacia Nina.
Está pasando.
¿Qué cosa, David? Dios mío, ¿qué es lo que está pasando?
Los gusanos.
No, por favor.
Es algo muy malo.
Sí, el hilo se tensa, pero estoy distraída.
¿Qué tiene Nina?
No sé, David, ¡no sé! Hablo con Carla como una estúpida. Le pregunto cuánto vamos a tardar.
No, no.
No puedo hacer nada, David. ¿Así la pierdo? El hilo está tan tenso que lo siento desde el estómago. ¿Qué está pasando?
Esto es lo más importante, esto es todo lo que necesitamos saber».

Y así todo. Interesante y cortísima (lo digo como un cumplido) novela de terror que cumple, esta vez sí, lo que promete pese a que demasiado pronto tomamos conciencia del previsible [pero no por ello menos demoledor] final. 



36 comentarios:

  1. La buscaré mañana mismo, la leeré el fin de semana y el lunes hablamos...

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  2. Qué pocos comentarios, Tongoy... La gente sólo quiere que des caña.QUe despellejes a autores que hacen lo que ellos no pueden: escribir y publicar. Asúmelo. Te convertiste en un altavoz para resentidos, el bufón de los mediocres. O de furia. ¿Quieres lectores normales o frikis que sólo buscan carnaza ensangrentada que ellos no se atreven a producir? Bonito dilema.Te animo a la primera opción. Seremos menos pero no seremos cobardes. Luis.

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    1. La verdad es que esto está triste de morirse. Es cierto que yo estos últimos meses he estado algo esquivo o poco participativo (algo de culpa debo tener) pero en general parece que la gente prefiere perder su tiempo en pastos más verdes. Que, oiga, son cinco años y todo cansa y uno no puede ser novedad toda la vida. Lo digo porque tampoco la crítica negativa está teniendo mucha respuesta.


      Respecto a su pregunta, mi plan es el siguiente: seguir haciendo lo que me apetece. Si el cuerpo me pide guerra, guerra; si el cuerpo me pide amor, amor. Y cada uno que reaccione como buenamente quiera. Yo creo que las jaranas del pasado no se volverán a repetir. Y mire, si esto tiene que morir, que muera. Será que no hay cosas que hacer.

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    2. Por alusiones (formo parte de esa gran masa silenciosa) diré que sigo leyéndote con el mismo interés desde hace años, solo que no considero que mis comentarios puedan ser de gran interés (véase este mismo).

      Jose.



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  3. Tongoy, con mucho cariño, de verdad: me parece estupendo que escribas las reseña como si estuvieses explicando el libro a tus amigos mientras tomas cañas en un bar. De hecho, creo que esa es una de las muchas virtudes de tu blog. Pero hay cosillas, que... qué se yo...que parece como si uno de tus amigos fuese un colaborador de "Sálvame".

    "Miedo no, lo siguiente"

    No sé si me explico

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    1. Sí, es cierto, en ocasiones me pago de coloquial. Creo que estoy pasando por una etapa. Ha de ser la crisis de los cuarenta, que se está alargando más de lo deseado. De todos modos si eso te parece "excesivo" tendrías que ver lo que se queda por el camino.


      Gracias por el aviso; se agradece.

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    2. jejejeje
      Cómprate un buen Porsche, rojo rabioso, o una Harley negra con alforjas claveteadas. Los yanquis dicen que a partir de los 40 son mano de santo

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  4. Apreciado Sr. Tongoy:
    Gracias por su reseña, gracias a su demoledora mala leche habitual, siempre que algo le gusta logra interesarme sin remedio.
    Un respetuoso saludo,
    Sonia

    p.s. ¿Tono coloborador de "Sálvame"? No había caído, cuídese de malas influencias que lo sumirán en el gamberrismo más desolador... ¿O ya es tarde?
    :)

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    1. Sí, definitivamente ya es tarde.
      Respecto a la crítica... bueno, uno de los inconvenientes de reseñar tanto y tan negativamente es que cuando un día dices que un libro te ha gustado alguno tiene a creer que es la octava maravilla y no, claro, hay matices. De todos modos con esta novela pasé un par de horas estupendas pese a ser ligeramente tramposa.


      Muchas gracias por comentar. Un saludo.

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  5. Me la apunto y subo con "Signatura 400" de Sophie Divry.

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    1. A ver, que lo entienda: ¿me estás recomendando el de Divry?

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    2. http://lamedicinadetongoy.blogspot.com.es/2013/02/pildoras-criticas-danill-jarms-y-sophie.html

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    3. Bueno... gustos, colores. A mí me recordó bastante a Bernhard con un toque más metaliterario.

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  6. Tú a lo tuyo, Charles. ¿Que te gusta? pues de coña, y una más a tener en cuenta. ¿Que no? pues lo mismo o a comprobarlo.

    Lo que pasa es que últimamente parece que la política es más interesante que la literatura, pero es algo pasajero. Cuando nos volvamos a acostumbrar a lo de siempre volveremos a los libros ; )

    P.S.: Conste que sigo tomando nota de tus reseñas, pero es que no sé de qué hablas y así, claro, es difícil...

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    1. (Pues si no se me entiende,malo, también, eh, Ire)

      Claro, yo contra Podemos no puedo, es cierto, pero tampoco creo que este silencio tenga mucho que ver con ello. Yo creo que simplemente la gente se ha vuelto completamente loca. De otro modo no se entiende qué hacen que no están aquí.

      Y hablando de política... hace poco leí un libro "la suma de los ceros" que me gustó bastante y que tiene mucho (todo) que ver con la política. A ver si me pongo la semana que viene con la reseña. Una normal. Un reseña normal, se entiende.

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    2. No, hombre, que sí se te entiende. Lo que te digo es que no me suenan de nada los libros que vienes comentando de un tiempo a esta parte y tampoco me pican tanto el gusanillo como para probar... Houellebecq, va sí, venga. Me ha gustado, pero ya sabes que en general a mí me suele gustar.

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  7. Lo vi hace poco en una librería y me llamó la atención la ilustración de la cubierta que me parece muy bonita. Ahora, tras leer la reseña, ya me entró el gusanillo.

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  8. Tongoy, puedes probar a reseñar cosas menos minoritarias, que haya más gente que se esté planteando comprar: lo último de Reig, lo último de Trueba, lo último de Houellebecq, el premio nacional de la Crítica a Ibáñez, los cuentos de K. Amis...

    Porque decir que hay un nuevo escritor español joven que no merece atención no es que sea noticia, precisamente. Y además es más elegante desplegar la mala leche con gente que ya ha alcanzado un cierto estatus.

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    1. Jajaja, cierto, cierto, como noticia es un poco patética. También es verdad que siempre he tenido un problema con ciertas reseñas. Es decir, ¿Houellebecq?, ¿queda alguien que no haya reseñado a Houellebecq? (El libro me gustó, por cierto).

      Al final lo cierto es que las reseñas no las elijo yo. Simplemente ocurre que el libro la pide o no la pide. Y tampoco hay que forzar.

      Pero ahora que lo dice..., mire, sí, esto pensando que lo de Houellebecq no es tan mala idea después de todo.

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    2. Otra cosa, tampoco entiendo que en el resumen mensual de lecturas incluyas fragmentos de reseñas que ya has publicado o que vas a publicar. No pongas dos veces lo mismo, hombre. Si haces un resumen de lecturas, dedícales un poco más de atención a los libros que no has reseñado ni vas a reseñar. Los otros, si no vas a aportar nada nuevo, llega con citarlos y/o enlazarlos.

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    3. Ah, no, por ahí sí que no paso. El resumen de lecturas no se toca.

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  9. Mongoy, has pasado de moda y nadie te toma en serio. Asúmelo, hombre.

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  10. Tongoy, ¿responde usted a los comentarios vacuos para rellenar el vacio y aterrado por la la indiferencia ajena?
    jajaja jajaja jajaja

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  11. Lo último de Trueba promete, ya lo creo...

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  12. Alma de cántaro, activa la opción de "comentarios recientes" en el lateral (igual que hacen en Patrulla de Salvación), así tus queridos anónimos podrán seguir lapidando autores en post anteriores. Nadie quiere comentar algo que no se va a ver, la de risas que nos estamos perdiendo...

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    1. Lo miraré, aunque si he de ser sincero este remanso de paz en que se ha convertido el blog tiene un encanto que lamentaría perder.

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  13. Yo sigo aquí. En etapa muda, pero sigo. Cambio de costumbres. Más móvil que PC. Y claro, escribir es un dolor. Leyendo a Gaddis porque tú lo dices. Y sí, acierto. Cualquier día vuelvo para ser tu más brillante comentador otra vez.

    Quique

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    1. ¡Albricias! NO te hagas el interesante. ¿Qué Gaddis?

      Yo estoy más o menos como tú. Más móvil que pc y claro, así no hay quien escriba una coma. Me voy tener que dar al twitter ahora que está de moda.

      Besos.

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  14. El alquimista del tedio17 de junio de 2015, 8:16

    Hola.

    No frecuento mucho las novelas terroríficas y esta sí me lo ha parecido. Me ha parecido tan concisa como potente.

    La recomiendo a todo aquel que quiera sufrir gozando, o la inversa.

    Tongoy, creo que usted es tan incombustible como insumergible.

    Ahí le paso el enlace de mi reseña por si alguien quisiera echarle un ojo. O los dos.

    https://www.goodreads.com/review/show/1309260661

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  15. me lei el libro en un solo dia, batalle al principio ya que el estilo de samantha nunca lo habia leido, pero investigue un poco de como estaba escrito el libro y porfin le avanze.
    pero casi al final me perdi un poco por lo de nina.
    no lo tomen a mal pero ¿podrian explicarme el final?

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