“La mala muerte” cuenta la historia de un enano. Esto lo digo para atrapar a los aficionados al circo que visitan este blog, que se cuentan por millares y no paran quietos ni un minuto. También porque sufro el bloqueo del redactor y pienso que escribiendo soplapolleces me vendrá la inspiración. A ver. “La mala muerte” es la Gran Novela de Fernando Royuela, aquella que hay leer si uno quiere leer algo de Royuela sin tener que arriesgar. Dicen que de los muertos sólo hay que leer las mejores novelas. (Las otras también, pero de otra manera, añaden.) Royuela no está muerto pero no veo porqué no podemos aplicar el mismo criterio a los vivos que colean.
Retomando: “La mala muerte” es una más que interesante novela, tanto que la pueden empezar sin ganas y engancharse igualmente sin remedio en apenas media hora. Doy fe. Además el narrador -el propio enano que cuenta su vida- es bastante hijo de puta y todo el mundo sabe que las novelas de enanos hijos de puta no pueden defraudar si no es esforzándose mucho. Esta no lo hará, ya se lo adelanto, a no ser que sean ustedes de esos que odian a los enanos. Definitivamente “La mala muerte” es una de las mejores novelas españolas que leí en 2012 y que sirvió además para reconciliarme con el escritor después de aquella cosa llamada “Cuando Lázaro anduvo” que probablemente nadie recordará dentro de diez años de puro tonta.
«Sé que usted ha venido a regocijarse con el espectáculo de mi muerte, lo he constatado en la herrumbre de sus ojos, en el verdín de su curiosidad, pero ya no temo la inexistencia. Dicen que en el vértice exacto de la muerte las escenas vividas se reproducen vertiginosas lo mismo que los fotogramas de una película. Dicen que una vez vistas la consciencia acaba. Puede que sea cierto y esté asistiendo en este momento a la contemplación precipitada de un pasado nebuloso de recuerdos. Las semblanzas de los muertos advierten de la persistencia del espíritu y ayudan a los vivos a desbrozar las incógnitas que acaso les provoca el saberse finitos. Ese será mi magisterio. Lo demás nada importa; es entretenimiento o incertidumbre.»
[La reseña se interrumpe aquí y así se va a quedar. A un clic, encontrarán la razón de su publicación.]
"La mala muerte" se reeditó en 2007, pero es mucho más antigua. Creo que es de mediados de los 90. Cuando la leí me pareció una obra maestra. No sé que habrá sido de Royuela, pero llevaba camino de ser uno de los grandes
ResponderEliminarCuriosa novela, y no solo lo digo por el protagonista, aunque no había leído libro alguno protagonizado por un enano. Apuntada queda.
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