La novela arranca con la cuestión del folleteo que tanto se publicita: un grupo relativamente numeroso de amigos inventa (les voy a ahorrar los detalles) un cuarto oscuro para usarlo a discreción en lo que plazca, fundamentalmente sexo. Todo vale. Peras con manzanas o manzanas con manzanas o plátanos con papayas; lo que te encuentres, da igual. Bien, pues la primera parte de novela de Rosa va de agotar combinaciones y poco más. Plantea al lector casi todo lo que puede pasar en esa habitación. Casi. Todo. No lo voy a resumir, para eso tienen ustedes la imaginación.
Esto como truco publicitario es ideal para ganar seguidores nostálgicos de algún movimiento de liberación sexual pero la cosa tiende al alargamiento, y no de pene precisamente. Por suerte, aquellos que lleguen al capítulo tres serán recompensados con el cansancio de los protagonistas.
«En qué momento la comedia dejó de tener gracia. Podríamos discutirlo ahora y cada uno tendría una respuesta, un día en que, al decir su frase del guión, notó que la sonrisa se le cementaba en la cara y le costaba seguir el diálogo hasta el final. Cada uno elegiría un momento, aunque no hay una fecha, un día que podamos señalar como último capítulo: fue algo progresivo, una descomposición lenta, con el paso de las temporadas fue pesando cada vez más el cansancio, y las risas enlatadas perdieron fuerza hasta que un día dejamos de oírlas.»
Un día la gente empieza a buscar otra cosa y el cuarto oscuro deja de ser sólo una folloteca para convertirse en un refugio de silencio. Con esto dará comienzo la razón de ser de una novela, que plantea nuestro particular qué se esperaba de nosotros, qué va a ser de nosotros, con lo que hemos sido, en el contexto social actual, crisis económica en vena, de la generación del mismo Rosa y aproximaciones. De ahí la elección de la voz (nosotros) como truco para involucrar al lector; exactamente el mismo truco que utilizó Bruno Galindo no hace mucho en “El Público” (Lengua de trapo), novela con la que “La habitación oscura” guarda un parecido más que razonable (diría uno que incluso demasiado). También allí era todo describir para, con la descripción, dibujar el nosotros, sujetos de consumo.
«[..] para no perder velocidad, para completar el itinerario señalado, hubo también que conquistar ascensos laborales y ganar oposiciones y aumentar ventas y repartir muchas tarjetas de visita, y salir de noche del trabajo y tomar copas y llevarnos carpetas a casa y aceptar la llave para ir un rato los sábados, y hacer méritos ante los superiores y competir con nuestros iguales y frenar el ascenso de los inferiores, y tomar analgésicos y tranquilizantes y somníferos y anfetaminas y cocaína, y levantarnos rápidamente en caso de caída y no llorar y enviar currículum y mentir en entrevistas de trabajo y empezar de cero una y otra vez para de nuevo ascender, vencer la resistencia de los superiores que nos frenaban y […]»
Y. Los he contado; hay más de dos mil. En serio.
Si el plan era plantar una idea, dejarla crecer sobre un fondo de mamadas y masturbaciones y trabajar sobre ella para demostrarnos lo gilipollas que somos, la solución no tenía necesariamente que pasar por llenar páginas y páginas de la misma información ni de caer continuamente en los mismos tópicos. Somos egoístas, no gilipollas. La novela tiene una prosa machacona y un tufillo pretencioso difícil de perdonar que seguramente acabará siendo la razón de que mucha gente abandone pronto su lectura.
Aquí un ejemplo de tres momentos diferentes en los que se plantea exactamente lo mismo. Hay muchos más, no les costará dar con ellos: bastará con que abran el libro equis veces al azar. No falla.
«[…] era otra forma de refugiarnos, de llegar aún más al fondo, de acurrucarnos bajo la tierra y desaparecer para después resurgir más fuertes, con un blindaje en la piel que nos duraría el día entero ahí afuera, […]»«[…] para ella la habitación oscura era todo lo contrario: un escondrijo, una forma de cobardía, de ponerte a salvo unas horas,[..]»«[…] La habitación oscura se había convertido en un agujero donde escondernos, un lugar donde estar a salvo unas horas.»
La idea de fondo, aquello con lo que justifica la inclusión del cuarto oscuro, se resume fácilmente en la siguiente frase: «El mundo se desmoronaba mientras nosotros follábamos felices» (frase que se entiende perfectamente así, solita, pero que Rosa, en su afán detallista, se empeña en desarrollar hasta el agotamiento como hace con cada puta cosa que tiene lugar en la novela: «… la gente desgraciada era lanzada por los balcones con todos sus muebles y recuerdos mientras nosotros follábamos felices, los enfermos se morían en los pasillos de los hospitales esperando una prueba diagnóstica mientras nosotros follábamos felices, los padres de familia hacían cola con sus hijos en los comedores sociales mientras nosotros follábamos felices, los banqueros y sus políticos robaban a manos llenas mientras nosotros follábamos felices…»)
El problema, insisto, es que el mensaje, por más cargado de razón que esté, no da para mucho (desde luengo no para tanto) y comete Isaac el mismo error que en su momento cometió Bruno Galindo de incluir una supuesta trama de intriga, supongo que para rebajar un poquito la cosa social, tan cargante a veces, y justificar un libro de casi trescientas páginas que se las hubiese arreglado perfectamente con la mitad o un par de páginas en EPS.
Esa puta manía de meter relleno total para dejarlo todo perdido de obviedades.
«Tenéis demasiado miedo, nos reprochaba Silvia; y mientras vosotros tengáis más miedo que ellos, todo seguirá igual. En el fondo no queréis cambiar nada, vuestra aspiración es que todo vuelva a ser como antes. Aunque uséis grandes palabras y votéis en las asambleas por un cambio de sistema económico, en realidad seguís queriendo lo de siempre: una buena casa, un buen sueldo, un buen coche, unas buenas vacaciones. Protestáis, sí, pero con cuidado de no romper nada.»
http://patrulladesalvacion.com/2013/10/26/robert-saladrigas-un-critico-literario-de-verdad/#comment-11900
ResponderEliminarQuien dice “se hace pública” debería decir “hago pública”. Lo digo por la fuente, que supondremos fruto de la imaginación desatada culpa del Facebook, twitter y desafinidades varias que sabrá él cuales son.
EliminarValiente chorrada de lista. No pongo la mano en el fuego por nadie (sobre todo porque a muchos no los conozco de nada), pero hay algunos de esos que me juego un huevo y parte del otro a que no comentarían en mi blog ni bajo amenaza.
¿Quién es el tal Fernando este, que puede llegar a aburrirse tanto?
EliminarSi, si, disimula ahora Tongoy.
EliminarCómo os lo pasáis, zanguangos.
EliminarHola, Tongoy,
ResponderEliminarComo te decía, tuve la misma impresión con "El país del miedo", muy repetitivo y con una prosa demasiado relamida para contar ideas de no muy largo alcance. No escribe mal pero sí que coincido contigo en que da demasiadas vueltas a las cosas sin que, muchas veces, haya una progresión o profundización.
Otra cosa: esta tarde hay una charla de Yuri Buida que hablará de su novela "El tren cero", de Automática. Tiene muy buena pinta. ¿Tú has oído algo? Creo que me pillaré el libro, a ver si encuentro algo un poco fresco. Si eso ya te contaré.
Abrazo
No, no escribe mal, pero es cargante en exceso. Que haga novelas más cortas.
EliminarHe hecho algo más que oír algo sobre “El tren cero”. La tengo en casa. Tiene muy buena pinta pero la prosa de la primera página (no tengo el libro a mano) me echó para atrás dos veces dos. Con todo, insisto, pinta muy bien. La verdad es que debería darle por lo menos hasta la página veinte. Mira, me has animado, cuando me acabe (de una puta vez) el de Lago igual le echo un vistazo. Otra vez, quiero decir.
Joder, Tongoy, qué me cuentas, dos renuncias ya en la primera página??
EliminarEres el jodechistes de las lecturas.
Bueno, pese a todo,no me voy a desanimar aunque antes de comprar el libro veré si puedo pasar hasta la página dos.
El mensaje del ultimo fragmento, casi textual, ya lo dice Pérez Reverte en la entrevista que le hizo Jordi Évole en Salvados: http://youtu.be/1uZpnNa6ilw
ResponderEliminary los otros que introduce Rosa en su novela, también, y alguno más, y
500.000 visitas en youtube lanzan ese mensaje al mundo, sin necesidad de aburrir a nadie. 16 minutos son suficientes. Y Reverte de pronto se nos convierte en el intelectual crítico que quiere ser Rosa. Y...
Me lo iba a comprar a pesar de que sospechaba que el libro es todo lo que acabas de explicar. Me lo iba a comprar.
ResponderEliminarPues al final sí que va a ser cierto eso de que este blog es el culpable de que cierren las editoriales. Menos mal que por cada una que cae, brotan dos.
EliminarLa verdad es que esta idea parece carne de librín, alegórico y breve cual obra de teatro del absurdo (al estilo de Repila's "El niño que robó el caballo de Atila") . Creo que os tendríais que replantear de nuevo vuestro amor a los libros de lomo ancho y recordar eso de que lo bueno, si breve…
ResponderEliminarEl tamaño no importa, dijo él. Si necesita 500 páginas que las use. No es el caso
EliminarSí, quizás se puede decir lo mismo en menos espacio. O se puede decir más en el mismo. Lo que citas tampoco es para pegarse un tiro como en otros casos en que sí bastan cinco líneas para descartar el todo.
ResponderEliminarCon lo de la brevedad tiendo a estar de acuerdo. También con emplear las páginas necesarias, sean las que sean. Por último, esto de las novelas me recuerda a veces a aquellas conversaciones de antaño:
-¿Y qué tal? ¿Está buena?
-Hombre... Guapa, lo que se dice guapa, no es. ¡Pero cómo folla!
Pues eso. Entiendo que esta "habitación" es monilla, pero no muy de follar. Y eso.
Quique
Tongoy, o no me he fijado yo antes, o te has cargado la cornisa con la foto de los feos. Era muy chula ¿Y eso? ¿Esa era el motivo de la denuncia?.
ResponderEliminarEs complicado.
EliminarHay gente que no está informada: resumo: alguien está denunciando apropiaciones intelectuales indebidas por mi parte. Blogger me pasó dos post a borrador que habían sido denunciados (zurita y los ojos de los peces) a través de DMCA O CHILLINGEFFECTS o no sé qué cojones. Ya los he rescatado, pero a falta de saber qué había hecho mal, borré las citas. Bien. Como veo que la dinámica consiste en tumbarme el blog, estoy planteándome migrar a wordpress, que en teoría miran un poco más por el cliente que blogger. El blog ya existe: http://lamedicinadetongoy.wordpress.com/ aunque de momento sólo es un respaldo.
Pues bien, Hablador, el domingo me dice wordrpress que Gottfried Helnwein, el propietario de la foto, ha denunciado el uso por mi parte de la misma. Mensaje de Wordpress: o borras o tenemos que borrar. Y borro, claro. Pero aquí hay algo raro. Demasiadas casualidades, no? Ayer me puse en contacto con el estudio Helnwein y ya obtuve respuesta: ellos no denunciaron nada, por lo que cabe suponer que ha habido un caso de "suplantación de personalidad". Citar texto de los libros no es delito, pero eso sí.
Sigo en contacto con ellos. Voy a pasarles toda la información que tengo, a ellos y a wordpress (a blogger no sé, porque estoy bastante decidido a cambiar).
La foto no la he vuelto a poner porque he decidido aprovechar para cambiarla.
Uf, qué mal huele...
EliminarGracias por las explicaciones
Pues como se haga lo mismo con TODOS LOS BLOGS, TODOS LOS LIBROS, TODOS LOS POEMAS, TODOS LOS POSTS, etc, etc, etc, en dos días solo quedarán páginas en blanco. Hay que ver cómo está el patio.
EliminarPero tú tranquilo, que si te llevan al trullo te traeré tabaco. O magdalenas, lo que prefieras.
Está claro que detrás de todo esto hay mucha mala baba y algunos egos heridos.
EliminarIre tiene razón, si es por eso habría que cerrar el 90% de los blogs,
entre otros, este blog genial que te animo a visitar a ver si encuentras una nueva portada (elige autores muertos o anónimos):
http://hematocritico.tumblr.com/
Pues como te comentaba el otro día, en el cargamento del sábado pasado en la biblioteca incluí “El vano ayer” que fue la única que encontré disponible de Isaac Rosa y conste que iba buscando esta habitación oscura. A ver qué tal, la cosa va sobre la represión franquista años 60-70, pinta arriesgada por aquello de la documentación histórica teniendo en cuenta que el autor nació en el 74, ambiciosa también por aquello de los laureles que obtuvo (Premio Ojo Crítico, Premia Andalucía de la Crítica, y Premio Rómulo Gallegos… todos ellos en el 2005). Veremos, leeremos, opinaremos…
ResponderEliminarA mí El vano ayer me gustó mucho. me duró tres días.
Eliminar¿Qué novela te gustó más, La habitación oscura o El público?
ResponderEliminarEl público.
EliminarPor la publicidad que le están dando, parece la obra maestra de los últimos 20 años...
ResponderEliminarBueno, yo creo que con Rosa eso pasa siempre. Su anterior novela fue más sonada que esta y eso que era peor.
EliminarCarlos está visto que sufres una persecución inquisitorial. Los que claman ¡Venganza! te persiguen por tus malos comentarios. Escribe críticas estupendas de todos como hace "La tormenta en un vaso" y a correr... Claro que para leer ese tipo de comentarios estúpidos mejor no leer nada.
ResponderEliminarPues no sé cómo lo ha hecho, pero he llegado a aborrecer la puñetera habitación, y mira que follar no suele aburrirme...pero esto, al igual que los caramelos con droga, que supuestamente te ofrecían en la puerta del cole, no existen.
ResponderEliminarMe citan en la lista de participantes, jajajajaja. Es un honor, aunque yo no suelo comentar nada aquí. En fin, eso pasa por no contrastar bien las fuentes.
ResponderEliminarPero vamos a ver: en el cuarto oscuro ese estarán los habituales Fresy, Luna Vegana, Jenn, Pousa, Sarita, Soto$&Vars, Aixa no se qué, Vicentito Luis...nooo?
ResponderEliminarOyes, un respeto por Jenn.
ResponderEliminarEs la que está más rica del grupo, con diferencia.
sent from Torre Hércules
Tongoy, ma'burro. Necesito ya; en vena; algún post más sobre nuevas "revelaciones" juveniles -o no tan juveniles- en el apasionante y grácil mundo del microrelato. Espero que sabrás comprenderme ;-)
ResponderEliminarPerfectamente. Tengo una reseña de micro pendiente de escribir pero estos días ando un poco liado y otro poco vago. Prometo ponerme esta semana.
EliminarAl loro
EliminarAtiendan al detalle de que los microrelatistas han sido siempre unos tipos hábiles para acertar y salirse con la suya ¿o qué otra cosa si no eso eran los, llamados, "creativos" de publicidad a los que hasta mediados de los dosmil se los tenía conceptuados por la sociedad de consumo como los putos reyes del mambo?. Tú dale a un microrelatista un canal de distribución como Tele5 y verás como su mensaje penetra como un vertiginoso venablo acerado en las mentes convulsas de la ciudadanía. La pega es que con twitter todo el mundo se ha convertido ya, por derecho, en microrelatista e iba a haber un aluvión de candidatos. En fin...
¿Tú ves como voy preparando ya la carnaza de cebar el anzuelo?.
Usted lo que necesita es publicar algo, lo que sea, ¡pero ya! Una lista de la compra, un calendario de macizas. Lo-que-sea. Si no se nos va a morir de psicosis, soriasis y candidiasis, todo junto. Ya le adjuntaré las recetas, pero empiece pronto que el asunto es grave.
Eliminar¡Ja, ja, ja...! Y usted que lo vea, resalá (o resalao).
EliminarNo se quien eres pero me conoces a fondo. ¡Mamma mía! ¡La lista de la compra y un calendario de macizas! Sinceramente, no se me ocurre nada más acorde con mi personalidad que sus sugerencias temáticas. Y lo digo completamente en serio. Dios le bendiga y se tome nota de su perspicacia. Todos saldremos ganando y yo el segundo, que, si sus vaticinios son ciertos, me libraré de mi psicosis (me encanta está peruanada) de mi soriasis (que probablemente se halle ahí, acechante, sin que yo me de cuenta) y mi candidiasis (que no sé lo que es pero que no tengo del todo claro que sea algo que no mole). El primero en ganar sería, obviamente, el señor editor. ;-)
Ts ts tsssss Julián no mente usted a los publicistas que me remango... bastante tenemos con lo que tenemos. Si no mira al pobre Carrasco, que ha tenido que escribir Intemperie.
Eliminar¿Carrasco es publicista? Pues olé sus güevos porque pasar de cobrar a mil euros la palabra a cobrar uno euro por cada mil palabras dicho mucho en su favor. Con independencia de eso a mí como comprenderá, en mi modesta mansión de Juan Les Pins -sí, en el Golfo Juan- lo del borrico, las albardas y los tábanos... como que me viene bastante a trasmano. Un besín, Nuria.
EliminarLo de mil euros la palabra es el mejor chiste que he escuchado desde que Jaimito estaba en la cresta de la ola. Espera a que lo cuente en el comedor de la agencia a medio día que lo mismo hay que llevar a alguien al hospital del ataque de risa.
EliminarNuria, cariño
EliminarNuria, cari:
En España, en los noventa, los creativos de las grandes agencias, para las grandes firmas, y en los que se refiere a grandes campañas de teuve, han cobrado a cienmil pelas (los mil euros de ahora) la palabra. Preguntales a Bassat o a los que entonces mandaban en Saatchi y saldrás de dudas ¿Sigues sin creerme?. Pues te estarás equivocando. Y eso es lo que hay.
Un buen director creativo puede llegar a cobrar y cobra unas cantidades de dinero indignas, pero lo que dices, Julián, es una sandez de proporciones cósmicas y no eres consciente de ello. Es como si calculas el sueldo de un director de cine por minuto de película.
EliminarNo es el tema, pero merece que se de difusión http://www.revistaelobservador.com/opinion/51-tribuna-abierta/8096-una-lectora-sobre-el-premio-generacion-del-27-a-ruiz-noguera-el-premio-no-acrecienta-el-prestigio-del-autor-sino-que-las-circunstancias-que-concurren-en-el-fallo-mas-bien-lo-menoscaban
ResponderEliminarLo de Montero es una cosa terrible. Allí dónde está...
Eliminar(Aquí yo y mis dedazos borrando mensajes:)
ResponderEliminarJonan ha dejado un nuevo comentario en su entrada "“La habitación oscura” de Isaac Rosa":
¿¡Qué!? ¿Que ya no hay fotos de feos? Pues yo ya no vuelvo por aquí... a mí esto de los libros me importaba una higa... yo sólo venía por la foto de los feos, que molaba un montón.
Agur.
Buen análisis, que comparto plenamente a mi pesar –Rosa es un autor para mí estimado y estimable–. Pero coño, corrige ese "para rebajar un poquito la cosa social, tan cárgate (sic) a veces"; todavía me duelen las pupilas.
ResponderEliminarabrazo.
Cárgate por cargante. Joder, en qué (o quién) estaría yo pensando.
Eliminarabrazo.
La pequeña polla (de ida y vuelta) del logo-hombrecito de Seix Barral, lo más interesante de la lectura.
ResponderEliminarNo me ha gustado nada esta novela de Rosa. Poco me gustó La mano invisible, y esta todavía menos. Es reiterativa hasta aburrir, y pretenciosa.. Emplea una prosa, tan descriptiva, que aburre, con historias que parecen sacadas de cualquier programa de TVE. Además la historia no da mucho de sí. El sexo como reclamo, y luego lo de siempre: directores de sucursales bancarias, antisistema, jóvenes aburridos, gente desahuciada de la vida, parejas qeu se juntan y separan, mucho tedio, e inconformismo, y viajes y consumo y blablablablabal..... Afortunadamente,la vida es otra cosa, o mucho más que una habitación oscura y mucho más hermosa que la cristalización que Rosa hace en su novela, que la he terminado,porque me gusta acabar las cosas, pero que no me ha interesado lo más mínimo.
ResponderEliminarCoincido totalmente con "El alquimista del tedio". Igual es que soy demasiado exigente, pero me ha parecido un refrito de historias de informativos, una conferencia que aparenta interesante pero que aburre por su extensión exagerada. Aunque en 248 páginas parece difícil pasarse, el Sr. Rosa lo consigue sin esfuerzo.
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